Salud mental en épocas de pandemia

Cuando hablamos de bienestar y de condiciones de trabajo saludables solemos pensar en el nivel de ruido, la temperatura, la iluminación, la calidad del aire o la ergonomía. Sin embargo, también existen otros factores –a menudo subestimados y naturalizados– que tienen un enorme impacto sobre el bienestar. La salud es un concepto integral que abarca al ser humano en su totalidad e incluye tres áreas interconectadas: la salud física, la mental y la social.

En el caso de la salud mental, no se trata simplemente de la ausencia de una enfermedad o condición anímica. Se trata de un estado de plenitud en el que las personas pueden vivir a su máximo potencial, enfrentar las tensiones normales de la vida, trabajar productivamente y contribuir a su comunidad. Por el contrario, el estrés y los riesgos psicosociales no solo deterioran el estado anímico, sino también debilitan el sistema inmunitario; y cuando se vuelven crónicos, aumentan el riesgo de aparición de otras enfermedades tales como la depresión, los trastornos cardiovasculares, la diabetes y las afecciones respiratorias, entre otros.

“Actualmente, las consecuencias de la pandemia de Covid-19 se están volviendo cada vez más evidentes y, mientras las organizaciones buscan reducir costos y reestructurarse para seguir operando en este nuevo escenario, existe el peligro de que el bienestar de los empleados se deteriore. La incertidumbre frente al futuro, el aislamiento, el temor al contagio y la continuidad laboral son una gran fuente de estrés que puede exacerbar los problemas de salud física”, explica Víctor Feingold, Presidente regional de Contract Workplaces, compañía latinoamericana dedicada el diseño y construcción de espacios de trabajo centrados en las personas.

En este contexto de pandemia, las empresas deben trabajar activamente para dar contención y mantener la salud mental de sus trabajadores, el recurso más importante para superar la crisis. Algunas acciones concretas sugeridas por Contract Workplaces en ese sentido son:

→ Contar con un plan de emergencia sólido y consistente puede producir un impacto muy positivo en el estado de ánimo y el bienestar de los colaboradores (alguien está a cargo y sabe lo que hace). Tanto es así que las normas del Estándar WELL le otorgan créditos a aquellas compañías que cuenten con un plan para emergencias que les permita dar una respuesta rápida y clara frente a cualquier situación de crisis.

→ Mantener una comunicación fluida y clara es un factor clave en el manejo de una pandemia:  minimiza la confusión y optimiza la coordinación del personal durante situaciones de excepción como las que estamos viviendo, al mismo tiempo que ayuda a llevar tranquilidad, a disminuir el estrés y a canalizar positivamente los esfuerzos de la comunidad de trabajo. Es uno de los ejes principales en la promoción de la salud mental.

→ Promover las conductas saludables alentando a los colaboradores a cuidar el descanso y la alimentación y a realizar actividades físicas regulares ya que las hormonas del estrés se metabolizan con la actividad física. Las técnicas de relajación, el manejo de la respiración profunda y la meditación también ayudan a disminuir la ansiedad y el consumo de tabaco, alcohol, medicamentos u otras sustancias adictivas.

→ Incentivar la socialización y evitar el aislamiento manteniendo contacto regular con los colaboradores. Hoy es más importante que nunca que los líderes y las organizaciones fomenten relaciones de confianza y cooperación para que la cultura se mantenga fuerte y los equipos permanezcan cohesionados, aun cuando casi todos trabajen desde una ubicación diferente. Esto significa no solo mantener reuniones programadas regularmente a través de Skype, Zoom u otras plataformas de videoconferencia, sino también encontrar más y nuevas formas para que los empleados interactúen y se conecten de forma remota.

→ Crear espacios de apoyo mutuo que permitan la expresión, distensión, comprensión y escucha entre los integrantes de la organización, y en los que se pueda compartir con otros el impacto del aislamiento físico para reelaborarlo y movilizar recursos positivos de afrontamiento.

→ Escuchar las demandas de la gente y generar empatía. El apoyo emocional debe integrarse en todas las actividades cotidianas tanto de los colaboradores como de los grupos de trabajo ya que forma parte de las necesidades básicas de la fuerza laboral. Establecer el equilibrio y promover una actitud positiva, segura y confiada entre los colaboradores.

“Todas las medidas que se tomen con respecto a la salud mental en el curso de esta pandemia que hoy nos toca vivir son cruciales para poder atravesarla con equilibrio y resiliencia. Una respuesta acertada, sensible y empática por parte de las organizaciones –un plan coherente, información veraz y oportuna junto con una buena estrategia de comunicación– ayudará a disminuir el estrés y a mantener un estado emocional positivo entre los colaboradores. Acompañarlos proactivamente a lo largo de todas las etapas que dure este proceso será indispensable para mantener la cohesión y la operación de la compañía”, finaliza Feingold.

Acerca de Contract Workplaces 
Desde hace más de veinte años Contract Workplaces es la empresa regional líder en consultoría, diseño e implementación de espacios de trabajo inspirados en personas.

Sus servicios integrales incluyen la consultoría en workplace strategy, diseño y arquitectura, construcción, tecnología, logística de mudanza, change management ,  servicios de post ocupación y oficina como servicio.

Cuenta con oficinas regionales propias en: Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Uruguay, México, Perú, Colombia, Panamá, Paraguay y Ecuador. # Más de 300 profesionales especializados.  # Más de 1.500.000 m2 diseñados y construidos en la región.

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