Contract Workplaces Uruguay cumplió 10 años

En 1996 nacía Contract Workplaces en Argentina, con el espíritu de transformarse en la única empresa especializada en diseño y construcción de espacios de trabajo de la región. En 2011, y como parte de su plan de expansión regional, amplía sus operaciones a Uruguay instalándose en la capital del país. Hoy la compañía cuenta con dos oficinas propias en Montevideo: una en la torre 4 de World Trade Center y la otra en WTC Free Zone.

Paradójicamente para una empresa de este rubro, los inicios de la operación ¡fueron en el garaje de un edificio de oficinas!. “Nuestro crecimiento inicial fue tan rápido que debimos incorporar nuevos colaboradores y, entre la incertidumbre de todo kick off y la falta inmediata de espacio, conseguimos a préstamo ese lugar y unos pocos muebles. Al poco tiempo pudimos arrendar una oficina en el mismo edificio, salir del subsuelo, y diseñar y construir nuestra primera oficina”, señala el arquitecto Daniel Flom, socio fundador y Director Ejecutivo de Contract Workplaces Uruguay. 

Un recorrido por su trabajo en Uruguay 

Los dos primeros encargos en Uruguay fueron para empresas multinacionales líderes en sus rubros: agronegocios y coworking. Esos primeros proyectos exitosos fueron seguidos por muchos más. “Desde nuestros comienzos, uno de nuestros principales diferenciales ha sido el de cumplir los compromisos asumidos con nuestros clientes: obras en plazo, en presupuesto y con la calidad acordada. Esto nos permitió rápidamente generar lazos estrechos con las organizaciones con las que trabajamos, que nos recomiendan y vuelven a requerir nuestros servicios”, agrega Rafael Flom, economista y también socio fundador y Director de la compañía.

La amplia cobertura de servicios y especialización en las últimas tendencias en espacios de trabajo fueron los pilares que llevaron a Contract Workplaces a posicionarse como líderes de arquitectura corporativa en Latinoamérica, y Uruguay no es la excepción.  “Otras de las claves para alcanzar el éxito son, sin duda, la determinación de un equipo de alto desempeño, la confianza de nuestros clientes y la de nuestros proveedores. La arquitectura y la construcción en general, pero el trabajo en Contract Workplaces en particular, son fuertemente un trabajo en equipo. Los logros y los fracasos son siempre compartidos”, añade el arquitecto Flom.

Hoy, cuenta con 10 años de trayectoria en el país y  más de 200 obras realizadas para diversas industrias que superan los 60.000 metros cuadrados diseñados y construidos, impactando positivamente en la experiencia de trabajo de más de 10.000 personas. Algunos de los proyectos ejecutados en los últimos años fueron para clientes como WPP, Mercado Libre, Oracle, Fucac, Starcenter, Deloitte, World Trade Center, Bayer, Mapfre, Pfizer, entre otros.

Una mirada hacia el futuro del trabajo

Nos encontramos en medio de una enorme transformación en nuestra forma de trabajar. La pandemia de COVID-19 no solo ha acelerado las tendencias que estaban emergiendo pero que habrían tardado años en alcanzar una adopción masiva; también ha cambiado la visión de las personas sobre el futuro.  Entonces, ¿cuál es el futuro de la oficina en la nueva normalidad post pandemia? 

Muchos analistas creen que el mundo del trabajo cambiará, pero que, en esencia, no será tan diferente de como era antes de la pandemia; los seres humanos somos seres sociales, necesitamos del contacto y la interacción social. En este sentido la oficina puede – y debe- convertirse en  una experiencia positiva y  en un destino deseable para los trabajadores. El entorno de trabajo fortalecerá su rol como herramienta de gestión  para crear cultura, generar sentido de pertenencia y propósito. Será el marco necesario para la innovación, la serendipia, el aprendizaje y la creación de lazos de confianza entre los miembros de una organización. 

Tradicionalmente, se pensaba en la oficina como un lugar para agrupar personas detrás de un escritorio dentro de un horario fijo, donde las experiencias solían suceder sin mucha planificación o control  sino como resultado de las actividades cotidianas. Hoy, por el contrario, la economía y la tecnología han transformado a los trabajadores en una fuerza laboral de consumidores móviles, por lo que la experiencia en el lugar de trabajo se está transformando en un asunto de vital importancia que merece ser diseñado y gestionado con mucho detalle. Todos los elementos del entorno (físico, virtual y social) se articulan cuidadosamente para inspirar e involucrar a los empleados. Cada interacción está minuciosamente concebida para crear profundas conexiones emocionales.

Asimismo, modelos tales como ABW (trabajo basado en actividades) adquieren mayor valor debido a su flexibilidad y gran adaptabilidad a las necesidades de un mundo que seguirá cambiando cada vez más rápidamente. Esto permitirá que las oficinas funcionen como centros de actividad para la colaboración cara a cara al mismo tiempo que sostienen la cooperación digital. La tecnología jugará un papel central para desdibujar los límites entre el mundo físico y virtual y para preservar la cultura corporativa.

“Ante esta nueva realidad, la apuesta de Contract Workplaces -más que nunca- es acompañar a los clientes en el proceso de concebir y definir sus nuevos modelos de trabajo, híbridos probablemente, y las actividades que allí tendrán soporte” señala Daniel Flom.

En el complejo escenario actual, el desafío más grande de la compañía, es entender las necesidades de cada cliente y ofrecer una solución personalizada,  a medida y a prueba de futuro. A la distancia todas las oficinas pueden parecer similares, pero cada proyecto es un reto nuevo y distinto. Una relocalización o reforma es una oportunidad para repensar la organización y proyectarla al futuro. Bajo esta premisa, Contract Workplaces afirma su posicionamiento local y apuesta a seguir creando experiencias de trabajo innovadoras que promuevan el desarrollo de las compañías y sus colaboradores, potenciando su talento.