El agua es un elemento indispensable para la vida. Casi dos tercios del cuerpo humano están compuestos por agua; es un componente importante de las células y del fluido intercelular, es el medio para el transporte de nutrientes y desechos, y ayuda a regular la temperatura interna del organismo. Para mantenernos hidratados y compensar lo que el cuerpo pierde a través de la respiración, la transpiración y la excreción, debemos consumir entre 2 y 3,7 litros de agua por día dependiendo de múltiples factores tales como la edad, el género, el grado de actividad, la temperatura exterior, etc.
El agua es un bien real; un uso adecuado y sostenible de este preciado recurso permite el desarrollo económico y el bienestar de las personas. Por el contrario, cuando el acceso al agua potable se hace difícil, proliferan las enfermedades y se diezman las poblaciones. En este sentido es importante recordar que, aunque la Tierra está cubierta de agua en más del 70% de su superficie (de la cual solo el 2,5% es dulce), la humanidad solo tiene acceso al 1% del total del agua dulce disponible , valor que no parece muy generoso pero que, si estuviera uniformemente distribuido y se usara de manera racional y sustentable, bastaría para abastecer al doble o al triple de la población mundial.
Aunque se trata de un recurso renovable, la realidad es que muchas regiones del globo tienen graves problemas de escasez y esto representa una amenaza para la economía y la salud de muchos países. Se estima que 2.100 millones de personas en el mundo no tienen acceso al agua limpia ni a condiciones sanitarias seguras , siendo las causas principales de esta escasez la distribución irregular del recurso, el crecimiento demográfico y la contaminación.
En los países de América Latina, el beneficio del agua potable se ha ido extendiendo poco a poco hasta alcanzar los lugares más apartados, pero hay todavía carencias muy grandes. Actualmente, sin embargo, la mayor parte de la población urbana tiene acceso al agua potable. Aún así, este es un recurso que se vuelve cada vez más escaso.
Por todo lo expuesto resulta indispensable modificar los hábitos de uso basados en el despilfarro de este importantísimo recurso. En el caso de los edificios de oficinas existen varias formas de intervención para regular el consumo del agua que van desde la provisión y el uso racional en la infraestructura sanitaria, hasta el aprovechamiento de las aguas pluviales y el tratamiento de efluentes. Huelga decir que un mantenimiento periódico y adecuado de la instalación sanitaria evitará pérdidas por roturas, desperfectos, etc.
Cómo evitar el derroche
Los sanitarios de uso público, tales como los que se encuentran en las oficinas, son frecuentados por grupos de usuarios muy diversos; no siempre están periódicamente controlados y están expuestos a pérdidas de agua por mal uso que pueden llegar a ser considerables. Por esto es de gran importancia dotarlos de un nivel de equipamiento apropiado para el grupo de usuarios que los va a utilizar, ya que debemos reducir el derroche de agua y minimizar las operaciones de mantenimiento.
Los dispositivos sanitarios han evolucionado en su fabricación, tanto por los materiales utilizados como por el diseño y la incorporación de nuevas tecnologías que permiten el ahorro de agua, algunos de los cuales se pueden adaptar a los elementos ya existentes de una forma sencilla.
Aquí porponemos algunas de las opciones más sencillas para reducir el uso de agua en la oficina:
• Instalar griferías temporizadas: son aquellas que se accionan pulsando un botón y dejan salir el agua durante un tiempo determinado, transcurrido el cual se cierran automáticamente. En edificios públicos, la reducción en el consumo se estima entre un 30% y un 40%.
• Instalar grifería electrónica: son las que ofrecen las máximas prestaciones desde el punto de vista de la higiene y el ahorro de agua. En estos dispositivos, un módulo electrónico controla el caudal de agua en función de las necesidades concretas de cada caso lográndose ahorros de hasta un 60% en el consumo anual de agua.
• Utilizar aireador perlizador en griferías existentes: es un dispositivo que mezcla aire con elagua –incluso cuando hay baja presión– de manera que las gotas de agua salen en forma de perlas. Permiten ahorrar aproximadamente un 40% de agua en los grifos tradicionales.
• Instalar inodoros de doble descarga: permiten la descarga parcial del agua del depósito. Los pulsadores están divididos en dos partes, cada una de las cuales descarga un volumen determinado de agua según la necesidad, siendo las combinaciones más comunes las de 3 y 6 litros.
• No usar agua para las tareas de limpieza que se pueden hacer con otras herramientas: barrer las aceras y los pisos en lugar de lavarlos a presión.
• En la parquización de áreas exteriores es preferible utilizar las plantas nativas. Algunas especies consumen hasta un 83% menos de agua que el césped.
• Regar en la mañana, cuando las temperaturas más frías permiten que una mayor cantidad de agua ingresa al suelo en lugar de evaporarse. Instalar sensores de lluvia para que el sistema se apague cuando llueve. Usar riego por goteo cuando sea posible.
Estrategias para la reutilización
En los edificios comerciales, la búsqueda y utilización de métodos para cuidar este recurso esencial, siempre que sea posible, también es responsabilidad de los que gestionan el uso del agua en este tipo de edificios (Facility Managers, Gerentes de Mantenimiento y Operaciones, etc.). Con la infraestructura adecuada y tratamiento in situ, la reutilización del agua puede ser una opción viable para un inmueble de uso comercial.
• Recuperación de agua de las torres de enfriamiento. Uno de los métodos posibles consiste en utilizar agua recuperada de las torres de enfriamiento de los sistemas de aire acondicionado. Estos sistemas, que son grandes consumidores, utilizan aproximadamente 15 litros de agua por minuto por cada tonelada de refrigeración que entregan. Considerando que alrededor del 1% del agua se evaporará y teniendo en cuenta que los grandes edificios usan miles de toneladas de refrigeración por día, podemos decir que hay miles de litros de agua recirculando y cientos de litros evaporándose cada día.
• Reciclaje de aguas grises. Las aguas residuales provenientes de los lavabos, las piletas de cocina, los lavaderos y fregaderos, las bañeras, lavadoras, etc. (aguas grises), pueden ser utilizadas para una serie de propósitos secundarios, incluyendo el agua para los sistemas de refrigeración. Dado que el agua utilizada en las torres de refrigeración no tiene que ser potable o no debe contar con un buen nivel de tratamiento, las aguas grises recuperadas pueden satisfacer las necesidades de estos sistemas sin tener que estar dependiendo del suministro de red. En su lugar, una planta de tratamiento de aguas residuales recoge el agua servida, la trata, y la envía nuevamente a la instalación. Sin embargo, para la aplicación de esta tecnología la infraestructura puede ser un obstáculo en los edificios existentes. Para las nuevas instalaciones, en cambio, la infraestructura puede ser incluida en la construcción original en la etapa de proyecto.
• Recuperación y utilización del agua de lluvia. Otra opción posible, usada desde la época del imperio romano, puede ser la recolección del agua de lluvia. Uno de los beneficios adicionales que aporta este sistema es la reducción de la descarga pluvial dentro de la instalación. La lluvia, que de otro modo desaguaría en el sistema pluvial, es conducida a través de un sistema de recolección hasta un tanque de almacenamiento. La complejidad y el costo de un sistema de este tipo dependen del usoque se pretende para el agua recolectada. Por ejemplo, si se quiere utilizar el agua recolectada para hacerla potable, serán necesarios equipos relativamente complejos y costosos. Sin embargo, hay sistemas mucho más sencillos capaces de limpiar el agua de lluvia para hacerla apta para el riego, las descargas de inodoros y mingitorios y para la limpieza. Aproximadamente el 40% del agua utilizada en los edificios comerciales e institucionales se utiliza para estos tres propósitos, de modo que incluso un simple sistema como este puede aliviar la presión sobre los recursos naturales y la infraestructura.
Si bien hay múltiples factores, la cantidad de agua que puede recogerse depende en gran medida de la cantidad de lluvia en la zona y del tipo de superficie del techo. Otra vez, las construcciones nuevas son las mejores candidatas para la recolección del agua de lluvia ya que el sistema puede incorporarse en la etapa de diseño. Sin embargo, también existe la posibilidad de agregarlo en edificios existentes.
Mantenimiento de la instalación sanitaria
El uso racional del agua incluye la eficiencia y el adecuado mantenimiento de los sistemas de distribución. Las medidas que se proponen a continuación tienen por finalidad ayudar a reducir las pérdidas dentro del sistema hidráulico, con el consiguiente derroche. Para comprender la magnitud del derroche de agua que se puede producir por un mal funcionamiento de la instalación, basta con saber que el goteo de un grifo representa un despilfarro de 30 litros de agua al día, o sea, más de 10.000 litros al año; y un inodoro que tiene una fuga puede gastar hasta 200.000 litros al año.
Una sencilla revisión debería comprender, como mínimo, los siguientes puntos:
• Comprobación del estado de la cañería de distribución, grifería, artefactos, etc.
• Comprobación del estado de los contadores y del correctofuncionamiento de los mismos.
• Seguimiento de un plan de mantenimiento establecido periódicamente, en el que se revise toda la instalación.
• Comprobación del grado de eficiencia de los elementos instalados.
• Valoración y establecimiento de las acciones a desarrollar paramejorar la eficiencia.
• Cumplir con el mantenimiento preventivo de gomas, grifos,juntas, etc., lo cual contribuye, además de a prevenir roturas,goteos y fugas, a un óptimo funcionamiento de las instalaciones.
Agua y bienestar
Para el Estándar de Construcción WELL, más allá de la función básica de hidratación, el agua desempeña un papel importante en otros aspectos del diseño y la operación de los edificios. Se utiliza en sistemas de calefacción y refrigeración, sistemas de riego, piscinas, baños y electrodomésticos en general. Estas instancias están asociadas con diversas preocupaciones por la contaminación, como la necesidad de controlar la Legionella en sistemas de enfriamiento y jacuzzis. Además, si el agua de cualquier fuente moja materiales de construcción que no están destinados a entrar en contacto con el agua, establece las condiciones principales para el crecimiento de moho. El diseño cuidadoso del edificio y un equipo de operaciones que responda a las inspecciones y sensores pueden mitigar los riesgos del agua en estos otros aspectos de los edificios.