La revolución de la mujer

La revolución de la mujer

En los últimos 50 años, las mujeres han logrado avances extraordinarios, impensables en otras épocas; cada vez tienen más participación y se desempeñan en cargos y profesiones reservados tradicionalmente a los hombres. Hoy, las ciencias, la tecnología, la política y los negocios, entre muchas otras actividades, comienzan a formar parte del horizonte femenino. Sin embargo, aún subsisten barreras –a menudo invisibles– que dificultan el desarrollo pleno de sus capacidades: el mundo laboral es un dominio donde la desigualdad de género habitualmente ha colocado a la mujer en trabajos de menor jerarquía y recibiendo salarios inferiores. Para superar esta asimetría, las empresas  deben comprender la influencia que tienen los sesgos inconscientes sobre la contratación, la promoción y la asignación de tareas y responsabilidades que han llevado a la postergación de las mujeres. De esta forma, todos los empleados podrán contar con las mismas oportunidades para crecer, aprender y alcanzar su máximo potencial.

Desde la prehistoria, varones y mujeres hemos asumido un papel cultural particular que se ha ido modificando a lo largo del tiempo. Pero fue la revolución feminista de los años 60 y 70 el hito que cambió para siempre la inserción de la mujer en el mundo. Hoy se han logrado avances sorprendentes en todos los aspectos de la vida, impensables en otro momento. Sin embargo, aún existen barreras poderosas –a menudo invisibles– para el avance hacia la paridad de género. Conocer cuáles son los mecanismos que las sustentan nos ayudará a superarlas.

Estereotipos, prejuicios y discriminación

“Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”. Albert Einstein.

Dentro de un determinado marco cultural, las creencias compartidas sobre el rol de hombres y mujeres –el “deber ser”– tienen consecuencias importantes. En términos generales, las creencias sobre ciertos grupos sociales (que pueden estar fundadas en el sexo, la raza, la religión, la filiación política, etc.) se forman en base a representaciones mentales llamadas “estereotipos”.

Los estereotipos sirven para formarnos impresiones rápidas sobre las personas, lo que nos permite afrontar la complejidad del mundo de manera más veloz y predecible. Las investigaciones  demuestran que categorizamos el sexo de las personas con las que interactuamos de forma automática, clasificándolas como hombre o mujer en 150 milisegundos. Esto significa que esta señal puede ejercer su influencia aun sin llegar a la conciencia.

Además de los estereotipos también podemos desarrollar prejuicios –una predisposición negativa e infundada hacia los miembros de otro grupo– bajo la forma de desagrado, incomodidad e incluso odio. Los estereotipos y los prejuicios, a su vez, pueden pasar a la acción concreta y llevar a la discriminación, desencadenando comportamientos negativos sin fundamento.

Una vez que se establecen, los estereotipos tienden a perseverar porque son normas sociales avaladas y enquistadas en la cultura compartida. La creencia según la cual los hombres son mejores líderes que las mujeres nos lleva a comportarnos de manera funcional a su tarea. De esta forma, a los hombres les resulta más fácil sobresalir en posiciones de liderazgo mientras que las mujeres tienen que trabajar arduamente para romper el “techo de cristal” y superar los prejuicios sobre su “falta de habilidades”.

Dado que la categorización social es un proceso humano básico que nos brinda algunos beneficios, los estereotipos y los prejuicios son fáciles de desarrollar pero difíciles de cambiar, aunque no  inevitables. Tomar medidas para reducirlos es un tarea que nos beneficia a todos.

 

La mujer en el trabajo

Según un informe de la OIT publicado en el mes de marzo, los últimos años han sido de gran avance para la mujer en el mundo del trabajo y para la igualdad de género en la sociedad. De acuerdo con el documento, la participación femenina en el mercado laboral mundial es del 48,5%, 26,5 puntos más baja que la de los hombres. En América Latina esta tasa se ubica en torno del 51,5 %, no muy lejos del 51,7% de Europa, y se espera que la tendencia siga en aumento por lo menos hasta 2021.

Buena parte de esta mejora puede atribuirse a que en muchos lugares del mundo, los logros académicos de mujeres y hombres son similares (según datos de la UNESCO a nivel global, las mujeres obtienen el 53% de las licenciaturas y el 55% de las maestrías) y a que las pautas sociales con respecto a la participación de la mujer en el mundo del trabajo son hoy menos restrictivas. Pero a pesar de estos avances, la diversidad de género en algunas actividades y en los puestos de liderazgo aún no ha logrado alcanzar un nivel de igualdad, ni en la participación laboral ni en el salario.

Los estereotipos de género han favorecido la inclusión de la mujer en algunas actividades mientras que en otras ha quedado muy desplazada, fomentando una segregación horizontal. Las principales fuentes de empleo femenino se encuentran dentro del ámbito de las manufacturas, el comercio minorista, la hotelería y los restaurantes, la enseñanza, y los servicios sociales y de salud, entre otros.

En cuanto al acceso a los puestos de liderazgo y responsabilidad, la mujer es promovida a un ritmo menor que los hombres. Esta segregación vertical es el denominado “techo de cristal”, el cual se verifica en todos los sectores, excepto en los servicios sociales y personales (actividades más acordes con el estereotipo femenino), donde se registra la relación inversa.

Confirmando estos datos, la revista Fortune informa que, hoy por hoy, las mujeres representan menos del 5% de las posiciones de liderazgo en las empresas más grandes del mundo.

Con respecto a la brecha salarial, se observa una disminución en la mayor parte de los países de la región. En promedio, las mujeres pasaron de ganar el 59% del salario masculino en 1990 al 78% en 2010. Sin embargo de continuar este ritmo, aún harían falta más de 75 años para cerrar la brecha.

Según algunos investigadores, uno de los argumentos para explicar la situación más desfavorable de las mujeres en el mundo del trabajo se basa en la creencia de que existe un “costo maternal” que las aleja del mercado laboral por períodos relativamente largos cuando son madres, disminuyendo su productividad e interrumpiendo su carrera profesional. Si bien en América Latina todos los países ofrecen planes de licencia por maternidad con un 100% del ingreso, la prolongación de este beneficio solo para la madre puede profundizar los roles de género tradicionales, dando por sentado que las mujeres son las principales cuidadoras.  

Cómo cerrar la brecha de género

Cuando los estereotipos de género influyen en las decisiones sobre la contratación, la promoción y la asignación de proyectos, la posibilidad de que todos los empleados puedan contar con las mismas oportunidades para crecer, aprender y alcanzar su máximo potencial, puede verse comprometida.

Los sesgos de género también afectan la injerencia que se les otorga a las mujeres cuando trabajan en equipo, lo cual afecta la diversidad de opiniones y el proceso de toma de decisiones.

A continuación, examinaremos algunas estrategias que las empresas pueden implementar para garantizar la paridad de hombres y mujeres e impulsar el desarrollo de todo su potencial:

  • Generar los cambios de arriba hacia abajo

Los cambios en la cultura de la organización orientados a disminuir la brecha de género no serán duraderos a menos que los líderes respalden las iniciativas con hechos concretos. Esto deberá abarcar la inclusión de más mujeres en los puestos directivos y en los programas de formación  profesional y gestión de talentos.

  • Brindar capacitación

La capacitación sobre las ventajas de la igualdad de género puede ayudar a disipar los estereotipos, los prejuicios y la discriminación.

  • Crear ambientes de trabajo inclusivos

Para atraer y retener a las trabajadoras talentosas, las empresas no solo deben proclamar que son inclusivas sino que deben serlo. Una buena iniciativa es proporcionar Salas de Lactancia en el lugar de trabajo; esto tiene muchos beneficios tanto para las madres como para las empresas. Las trabajadoras se sienten contenidas, aumentan la productividad y se registra menos ausentismo y más compromiso.

  • Promover el balance entre la vida laboral y familiar

La flexibilidad es un instrumento esencial para mejorar el balance entre la vida laboral y las responsabilidades familiares. Flexibilizar el horario de trabajo permite a las trabajadoras adecuar los horarios en función de las necesidades familiares, pudiendo cambiar la hora de inicio o de finalización de la jornada durante un período predeterminado o en circunstancias particulares.

Poder reducir las horas de trabajo también es una forma de flexibilidad. Para muchas mujeres, acortar la jornada durante los años de crianza de los hijos puede ser una buen solución. La tasa de empleo femenino disminuye más para las madres de niños pequeños (que necesitan más atención) que para las madres de niños mayores. La tasa de empleo también es menor para las madres de varios niños. Facilitar la reducción de la jornada laboral puede mejorar el balance entre el trabajo y la vida personal al mismo tiempo que anima a las mujeres a seguir trabajando.

  • Brindar opciones de trabajo a distancia

Para muchas mujeres, trabajar cerca del hogar puede ser la única manera de participar en el mercado laboral. La posibilidad que actualmente ofrece la tecnología de realizar las tareas en cualquier momento y desde cualquier lugar, hace del teletrabajo (especialmente en su modalidad home office) una de las mejores alternativas para las que tienen hijos pequeños. Para muchas mujeres, esta opción puede significar la diferencia entre trabajar o no trabajar y tiene muchos beneficios: les permite aprovechar mejor el tiempo que emplearían viajando a la oficina, participar del cuidado de los hijos y minimizar el impacto económico que significaría tercerizar esas actividades.

  • Extender la licencia por paternidad

La licencia por paternidad está presente en la legislación de algunos países y, aunque su duración varía de un país a otro, este beneficio se está haciendo cada vez más corriente y prolongado. Ampliar a ambos padres la licencia paga por nacimiento es un beneficio que puede ayudar a fomentar la igualdad de género y a garantizar desde el inicio la participación del padre en la vida familiar.

Conclusiones

La cantidad de mujeres que hoy participan en el mercado laboral no tiene precedentes. No obstante, el empleo femenino todavía dista mucho de ser equitativo. Las mujeres aún no reciben la misma consideración en función de sus habilidades debido a los efectos negativos de los sesgos de género que les impiden acceder al trabajo en las mismas condiciones que los hombres. Sin embargo, a pesar de la voluntad explícita tanto de las personas como de las instituciones, los efectos de los estereotipos de género no deben  subestimarse. Deben tomarse medidas concretas para garantizar la paridad de hombres y mujeres en la vida institucional.

Cuando las mujeres son blanco de un trato desigual en el trabajo por motivos de género, no solo ellas sino también las organizaciones para las que trabajan y la sociedad en su conjunto, son las perdedoras.

 

FUENTE: FM & WORKPLACES #87

La oficina que viene

La oficina que viene

Los vertiginosos cambios a los que asistimos en las últimas décadas están produciendo grandes transformaciones en diversos ámbitos, a las cuales el mundo del trabajo no es ajeno. El surgimiento de estos nuevos paradigmas coloca al espacio de trabajo ante un gran desafío: adecuarse a los cambios para convertirse en una ventaja competitiva para las empresas, capaz de aprovechar las nuevas oportunidades. Con la tecnología, el crecimiento de las concentraciones urbanas y el recambio generacional como los principales impulsores de este proceso, la oficina que viene será el corazón de las interacciones sociales y la colaboración, con el foco puesto en el empoderamiento de las personas para decidir cómo, dónde y cuándo trabajar. La integración de la tecnología dentro del espacio físico junto con el bienestar, el control y la personalización del entorno, serán algunos de los ejes que permitirán a las empresas ser más eficientes, y atraer y retener a los mejores talentos del siglo XXI.

En las últimas décadas, la tecnología ha penetrado en todos los ámbitos de la vida, las economías nacionales han devenido en economías globales, los hábitos de consumo y los comportamientos sociales han sufrido grandes modificaciones y, como parte de este panorama general, el lugar de trabajo también está experimentando un cambio radical. Según el “futurólogo” Gerd Leonhard, en los próximos 20 años seremos testigos de más cambios que los que experimentó la humanidad en los últimos 3 siglos.

Las transformaciones están ocurriendo más rápidamente que nunca debido al desarrollo exponencial de la tecnología digital. Los cambios se están imponiendo a un ritmo mucho más acelerado del que las organizaciones pueden seguir, lo que puede significar cambiar frecuentemente de estrategia para estar en sintonía con los tiempos que corren.

Para entender el fenómeno, Tom Goodwin –Vicepresidente de Estrategia e Innovación de Havas Media– lo resume así: “Uber, la compañía de taxis más grande del mundo, no posee ningún vehículo; Facebook, el medio de comunicación más popular del mundo, no crea ningún contenido; Alibaba, el minorista más valioso, no tiene inventario y Airbnb, el mayor proveedor de alojamiento, no posee bienes raíces. Algo interesante está sucediendo.

De acuerdo con Salim Ismail, Director Ejecutivo fundador de Singularity University, las compañías tradicionales serán eficientes y crecerán en tanto y en cuanto las condiciones del mercado permanezcan invariables. Pero con grandes instalaciones distribuidas y enormes plantillas, se enfrentan al reto de operar con agilidad en un mundo que cambia muy rápido y pagarán un costo: su falta de flexibilidad las hace muy vulnerables a la disrupción y compromete su supervivencia.

Está visto que las reglas tradicionales ya no ofrecen respuestas eficientes para enfrentar este nuevo escenario. Los nuevos modelos de organización deben aprovechar los cambios, la adaptabilidad a las nuevas posibilidades que brinda la tecnología y la fluidez que proporcionan las estructuras más horizontales y autogestionadas para responder a una realidad cada vez más fluida donde las fronteras entre los mundos material y virtual, el trabajo y la vida personal, y el rol y las tareas se hacen cada vez más borrosas y ambiguas. La oficina ya no será solo el espacio físico sino un centro de conectividad para ayudar a las personas a realizar sus tareas en forma eficiente.

Las principales tendencias que están catalizando las transformaciones que darán forma a la oficina que viene evolucionarán para moldear las principales características del lugar de trabajo:

  • Tecnología y globalización

El desarrollo exponencial de la tecnología está modificando todos los aspectos de la vida. Los cambios y las oportunidades crecen constantemente al ritmo de las innovaciones.

Por un lado, la convergencia de las nuevas tecnologías de la comunicación y el transporte junto con procesos políticos, económicos y culturales, ha dado lugar al surgimiento de un único espacio a nivel planetario: el mundo globalizado. En este contexto, las empresas estarán cada vez más distribuidas espacial y organizativamente debido a la externalización de funciones, al traslado hacia locaciones periféricas y a la necesidad de reducir costos.

Por otra parte, el crecimiento de la movilidad se está haciendo cada vez más evidente. Un reciente informe señala que el tráfico de datos móviles está creciendo con fuerza y se espera que, hacia 2021, esta cifra se decuplique. La presencia de la tecnología en la vida diaria de la gente es omnipresente y tenderá a aumentar, penetrando áreas cada vez más diversas.

El fenómeno de la globalización junto con los nuevos hábitos de consumo tecnológico cambiarán cada vez más el concepto de oficina.

  • Los cambios en la fuerza laboral

La diversidad generacional dentro de la fuerza laboral ya se ha convertido en norma en la mayor parte de las organizaciones.

Actualmente, la llamada Gen Y (o Millennial), representa junto con la recién llegada Gen Z (o Centennial) nada menos que el 59% de la población mundial y se estima que para 2020, los jóvenes de estas generaciones constituirán el 60% de la fuerza laboral. Las empresas deberán comprender quiénes son y qué expectativas tienen estas nuevas generaciones que ya están imponiendo sus hábitos en el lugar de trabajo.

Los cambios también comprenden una mayor inclusión de las mujeres. Actualmente, la tasa mundial de participación femenina en el mercado laboral es del 48,5%. Pero, si bien representa un avance importante, aún se mantiene 26,5 puntos por debajo del 75% que ostentan los hombres. En América Latina esta tasa se ubica en torno al 51,5 %, no muy lejos del 51,7% de Europa. Se espera que esta tendencia siga en aumento por lo menos hasta 2021.

  • La redistribución territorial

Actualmente, más de la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas. El rápido crecimiento de las ciudades ha conducido a una redistribución demográfica a gran escala durante las últimas décadas. Sin embargo, según datos de las Naciones Unidas, en los próximos años se espera un incremento sin precedentes: la población urbana mundial se ubicará en un 72% para 2050. Para mediados de siglo, la población urbana probablemente tendrá el mismo tamaño que tenía la población mundial en 2002.

En estas urbes colapsadas, viajar de un lugar a otro en ciertos horarios será prácticamente imposible y, cuando tome horas trasladarse a la oficina o a una reunión, se hará evidente la necesidad de un cambio radical en la forma en que trabajamos.

Un vistazo a la oficina que viene

Existen muchas razones por las que la oficina seguirá gozando de buena salud. La necesidad de colaboración, comunicación y socialización está en nuestra naturaleza; necesitamos compartir para ser más creativos. La oficina no desaparecerá, pero está claro que evolucionará hacia formas diferentes.

En el incierto escenario que viene, el lugar de trabajo puede transformarse en una ventaja competitiva si está proyectado para aprovechar las oportunidades creadas por un mundo en permanente cambio. Para lograr este objetivo, el diseño de la oficina deberá abordar con eficacia los retos que las organizaciones enfrentarán en los próximos años. Estas son algunas de las características que deberían considerarse:

  • Movilidad y flexibilidad

El desarrollo tecnológico ha favorecido la consolidación de los estilos de trabajo móvil y esto hará que la oficina tradicional se transforme cada vez más en un espacio fluido y de colaboración.

El nuevo trabajador nómada se moverá de acuerdo con su conveniencia, provisto con su propia tecnología para poder conectarse en cualquier momento y desde cualquier lugar. Este estilo de trabajo –que ya es un hecho en la vida de la mayor parte de las personas– llevará al espacio de trabajo hacia una estrategia no territorial.

Un trabajo flexible y móvil requerirá un espacio flexible y fluido, con un incremento de las áreas compartidas en detrimento de las privadas (buscando siempre el equilibrio), versatilidad para la reconfiguración, adaptación a los distintos requerimientos y espacios que favorezcan los encuentros ocasionales, las reuniones informales, el trabajo en equipo y la colaboración. Conservar una estructura escalable hará a las organizaciones más ágiles y dúctiles frente a los cambios.

  • Optimización del uso del espacio físico

En los grandes centros urbanos, el espacio es un bien cada vez más caro y escaso. El uso de la tecnología móvil y la densificación urbana acelerarán el modelo de trabajo nómada y debilitarán el apego a los espacios dedicados. Mantener un puesto de trabajo que estará vacío la mayor parte del tiempo significa un desperdicio de metros cuadrados que se traducirá en costos.

En la oficina que viene, el trabajo ya no dependerá de que las personas estén ancladas al espacio físico para desarrollar sus tareas; los puestos de trabajo ya no estarán asignados y el layout se organizará en función de las actividades. Junto con la reducción de los costos operativos y de implementación, esta estrategia aportará una mayor flexibilidad frente a las nuevas demandas.

  • Con el foco en la colaboración

En el nuevo paradigma empresarial, el valor de una organización se fundará cada vez más en su “capital social”, entendido como el valor de las redes y las relaciones que ha establecido. Como resultado de esto, las compañías se transformarán en un complejo y fluido entramado de empleados, proveedores y clientes dispersos geográficamente. Las organizaciones tenderán a aplanar sus estructuras prescindiendo cada vez más de las capas de gestión y ganando en autonomía para agilizar los procesos.

La alta movilidad que brinda la tecnología harán que la oficina sea cada vez más un lugar de encuentro e interacción personal; de esta manera, la actividad social y la colaboración se convertirán en la función más importante del espacio físico.

  • Integrado con la tecnología

El uso de la tecnología será una de las claves para la transformación de la oficina que viene. El diseño del espacio de trabajo deberá estar al servicio de una fuerza laboral flexible y móvil. Si el espacio del trabajador nómada se ha trasladado dondequiera que esté, será de gran utilidad contar con suficientes salas para videoconferencia y telepresencia para mantener a los equipos conectados.

Al mismo tiempo, y de la mano de las nuevas generaciones, las aplicaciones móviles ganarán cada vez más terreno en el ámbito corporativo. Las apps junto con el smartphone integrarán un ecosistema digital de múltiples funciones –incluyendo las productivas– que proporcionará una experiencia fluida, intuitiva y accesible.

  • Personalizado

Hoy la gente espera una personalización del lugar de trabajo porque la experimenta todo el tiempo en su vida cotidiana. Para estar a la altura de los cambios y las expectativas de la fuerza laboral, las empresas deben dar respuesta a sus preferencias a la hora de desempeñar sus tareas. La clave estará en proporcionar flexibilidad, control y autonomía, y considerar a los colaboradores como personas únicas para captar y retener a los mejores. Esto implica reemplazar las prácticas genéricas por estrategias diseñadas especialmente para adecuarse a las motivaciones, los intereses y las aspiraciones de cada trabajador.

El diseño y el equipamiento de la oficina deberán ser ajustables y lo suficientemente flexibles como para responder a una gama de necesidades diferentes y para adaptarse a cada estilo y personalidad.

  • Orientado al bienestar de las personas

La gente es el activo más importante de las empresas por lo que el bienestar en el lugar de trabajo se está convirtiendo en una necesidad estratégica. La oficina deberá ajustarse a las condiciones para las que estamos mejor preparados: proporcionar puestos de trabajo bien ventilados, propiciar el uso de la luz natural para mantener los ritmos biológicos, permitir las vistas al exterior cuando sea posible, ofrecer la posibilidad de trabajar sentado o de pie junto con la posibilidad de hacer ejercicio físico para recuperar la participación de todo el cuerpo y cuidar la calidad del aire interior.

Hay estudios que avalan que este enfoque permite un aumento de la productividad y un impacto positivo sobre el rendimiento. Sea como sea el futuro que nos espera, la razón es sencilla: una fuerza de trabajo saludable y feliz es un fuerza de trabajo más productiva, comprometida y eficiente.

Conclusiones

La oficina que viene estará signada por el crecimiento exponencial de la tecnología, el fenómeno de la globalización, la transformación de las ciudades, los nuevos hábitos de consumo y los cambios sociales y culturales impulsados por los valores de las jóvenes generaciones.

Ya no será un contenedor compuesto de filas de escritorios para reunir a las personas durante 8 horas de trabajo solitario. La empresa es un negocio de personas y, por ende, la oficina se transformará en una experiencia social, una comunidad orientada a cumplir objetivos comunes, un espacio compartido y conectado que facilita el trabajo en cualquier momento y en cualquier lugar, ya sea de manera presencial o dentro de un entorno virtual.

En los próximos años, la oficina como espacio físico no desaparecerá sino que seguirá evolucionando para dar sentido a la necesidades de colaboración, comunicación, socialización y bienestar de las personas.

 

FUENTE: FM & WORKPLACES #87

Construcci´pn de oficinas de Admifarm por Contract Workplaces

Integración y fluidez en las oficinas Admifarm

Admifarm es una empresa innovadora que se especializa en la provisión de soluciones para la gestión de servicios farmacéuticos. Nacida en 2001, y siempre en constante crecimiento, en 2017 decidió relocalizar sus oficinas en el complejo Madero Harbour de Puerto Madero a fin de mejorar la calidad de su ambiente laboral. La propuesta, íntegramente realizada por Contract Workplaces, no solo apuntó a brindar un diseño eficiente del espacio. Las nuevas instalaciones han logrado generar una gran experiencia de uso –fluida, dinámica y creativa– que refleja los valores y la cultura de la empresa.

La nueva sede de Admifarm se desarrolló sobre una superficie de 950 m² distribuidos en tres plantas del Edificio III del WTC, ubicado en Madero Harbour –un complejo multiuso de la estratégica zona de puerto Madero–, con excelentes vistas panorámicas y gran accesibilidad.

El principal desafío del proyecto consistió en integrar las distintas áreas y requerimientos del cliente en un espacio capaz de generar un ambiente de trabajo que facilite una comunicación abierta y fluida. Para ello, los puestos de trabajo se organizaron en open plan sobre el perímetro de la planta acompañados por áreas para reuniones informales. Los espacios intermedios comunes quedaron contenidos en grandes cintas de madera que funcionan a modo de límite virtual, lo cual permite articular los distintos sectores al mismo tiempo que se aprovechan las magníficas vistas al exterior y la luz natural.

Teniendo en cuenta que el proyecto se desarrollaría en varios niveles del mismo edificio, el segundo desafío consistió en crear elementos comunes que aportaran identidad y, al mismo tiempo, se adaptaran a las particularidades de cada piso. El recurso consistió en disponer muebles perimetrales que funcionan tanto para guardado como para áreas de reuniones informales o de descanso, y que ayudan a potenciar la integración y la interacción social de los empleados.

El uso de muros verdes, maceteros y tensores con plantas fue fundamental para completar la identidad visual de las oficinas. Cabe destacar que no solo agregan valor estético o decorativo: está demostrado que los espacios de trabajo que cuentan con plantas reducen el estrés y la presión sanguínea, moderan los estados emocionales y mejoran la actitud de los empleados, su calidad de atención y su productividad.

Para completar la imagen de las oficinas, todos los elementos se trabajaron en armonía con los materiales predominantes tales como la madera y el vidrio. Esto, junto con la elección de una paleta de colores luminosos, dio como resultado una fuerte impronta visual, lejos de toda estridencia. El resultado fue un espacio totalmente integrado y fluido que promueve la interacción entre las distintas áreas posibilitando una mejor comunicación entre los integrantes del equipo.

 

FICHA TÉCNICA

Cliente: Admifarm.

Ubicación: Juana Manso 1800 – Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Plazo de ejecución: 180 días.

Superficie: 950 m².

Año de ejecución: 2017.

Proyecto y dirección de obra: Contract Workplaces.

Gerente de Arquitectura y Diseño: Fernando Marconi.

Arquitectos encargados del proyecto: Oribe Cardozo y Lucía Sterren.

Muebles especiales: Oribe Cardozo.

Dirección de obra: Esteban Errecart y Jimena Zabala.

Project Manager: Romina Chalcovich.

Diseño gráfico: Clara Severo.

 

FUENTE: FM & WORKPLACES #87

Un nuevo marco para el Facility Management

Un nuevo marco para el Facility Management

Por Julián Albinati

Pocos eventos tienen un potencial transformador tan importante sobre una disciplina como la publicación de un conjunto de estándares internacionales orientados a su sistema de gestión. Más aún, cuando cuentan con el sello ISO. La nueva familia de normas de la International Organization for Standardization para el Facility Management, con la ISO 41001:2018 a la cabeza, representa un importante hito en el proceso de profesionalización y jerarquización de nuestra disciplina. ¿Cuáles son sus implicancias más directas? ¿Cuáles sus principales alcances y requisitos? El presente artículo describe las nuevas normas y brinda una primera orientación para quienes estén interesados en adoptarlas para sus sistemas de gestión de inmuebles y servicios de soporte.

El mes de abril nos sorprendió a quienes nos dedicamos a esta profesión denominada Facility Management (FM) con la esperada confirmación de la publicación de la Norma ISO 41001:2018, el cuarto miembro de una familia de estándares que –para esta primera edición– requirió siete años de trabajo del comité técnico ISO/TC 267 de la International Organization for Standardization. Se trata de una serie de normas de cobertura prácticamente global, con 28 países participantes y 17 miembros observadores dentro del comité técnico que les dio origen, los cuales forman parte de un grupo de más de 160 países que como miembros ISO ratifican las normas.

 

  • La familia de Normas ISO para el Facility Management

 

En un plazo de un año, el ISO ha publicado cuatro normas vinculadas, a saber:

  • ISO 41001:2018. Facility management – Management systems – Requirements with guidance for use (Gestión de inmuebles y servicios de soporte. Sistemas de gestión. Requisitos con orientación para su uso).

Ha sido la última norma en publicarse, y es la única del tipo certificable, lo que la convierte en el principal componente del juego de normas que encabeza.

  • ISO 41011:2017. Facility management – Vocabulary (Gestión de inmuebles y servicios de soporte. Vocabulario).

Ofrece las definiciones necesarias para permitir una interpretación consistente de la familia de normas ISO 41001, con un valioso aporte en clarificar términos de uso común en el mercado.

  • ISO 41012:2017. Facility management – Guidance on strategic sourcing and the development of agreements (Gestión de inmuebles y servicios de soporte. Directrices para el aprovisionamiento estratégico y la elaboración de acuerdos).

Con una visión más amplia, se focaliza en los acuerdos necesarios y las prácticas de aprovisionamiento necesarias para garantizar servicios acordes.

  • ISO/TR 41013:2017. Facility management — Scope, key concepts and benefits (Gestión de inmuebles y servicios de soporte. Alcances, conceptos clave y beneficios).

Es un reporte técnico complementario que brinda una mejor comprensión del contexto, el propósito y las principales temáticas de la gestión de inmuebles.

Con un cuidadoso uso del lenguaje técnico y el foco en los procesos a cargo del equipo de Facility Management, esta familia de normas aborda finalmente a nuestra disciplina “más desde el Management que desde el Facility”, dando al entorno construido un lugar fundamental en la profesión, pero en un plano diferente al momento de gestionar los servicios.

 

  • Implementando un Sistema de Gestión de Facility Management

 

La norma ISO 41001:2018 define a un “sistema de gestión” como la serie de elementos de una organización interrelacionados o que interactúan para establecer políticas, objetivos y procesos para el logro de esos objetivos, surgiendo entonces como primer desafío el de establecer en cada caso los alcances de dicho sistema de gestión.

En este sentido, las normas enfatizan en todo momento la existencia de dos organizaciones independientes. Una “organización demandante”, que posee una necesidad y la autoridad para incurrir en costos para satisfacer los requerimientos asociados, y una “organización de Facility Management” interna y/o externa, que integra diferentes disciplinas para brindar los servicios vinculados.

El sistema de gestión puede abarcar a toda la “organización de Facility Management”, a algunas funciones en particular, a algunos sectores puntuales o a funciones que atraviesan un grupo de organizaciones. Puede aplicarse en el sector público o privado y en todo tipo de organizaciones, siempre y cuando se identifique una del tipo demandante y otra de FM.

Sin embargo, al igual que otras normas similares, las ISO para Facility Management no son parte del marco normativo de nuestros países ni resultan de implementación obligatoria, por lo que cada organización es libre de adoptarlas. Las ISO 41001 no proponen una guía paso a paso sino lineamientos y requerimientos para implementar en forma adecuada un Sistema de Gestión de Facility Management.

Sintetizando, un Sistema de Gestión de FM ofrece los siguientes beneficios:

  • Incremento de la productividad, la seguridad, la salud y el bienestar de las personas.
  • Mejor comunicación de los requerimientos y metodologías entre las organizaciones públicas y privadas.
  • Mayor eficiencia y eficacia, incrementando los beneficios económicos.
  • Incremento en la consistencia de los servicios.
  • Una plataforma común para todos los tipos de organización.

Aquellas organizaciones que también realizan la certificación de dicho sistema de gestión reciben a través de este proceso una mejora en sus operaciones, un “sello de confianza” que refuerza su reputación organizacional, una visión objetiva continua de sus procesos, y el acceso a ciertos mercados que requieren sistemas de gestión certificados.

Por lo tanto, las ISO 41001 pueden aplicarse a Sistemas de Gestión de Facility Management con diferentes alcances, siendo la certificación también optativa y ofreciendo diversos beneficios a quienes las adopten, y más aún a quienes obtengan su certificación.

 

  • La implementación de las normas

 

El Sistema de Gestión de Facility Management se implementa para que una organización de Facility Management (interna y/o externa) brinde servicios a una organización demandante, por lo que la dificultad de implementar y certificar las normas dependerá de las dimensiones, los inmuebles, la cultura, el equipo, los proveedores disponibles y otras características de dichas organizaciones.

Se estima que el proceso de implementación y certificación tendrá un plazo mínimo de 6 a 8 meses, encontrándose generalmente en mejores condiciones aquellas organizaciones que ya han certificado otros Sistemas de Gestión (SG) para sus servicios (internos o externos) de Facility Management.

Hace muchos años que el mercado del Facility Management ha alcanzado el nivel de maduración suficiente como para certificar sus procesos, pero la falta de una norma específica dio lugar a que numerosas empresas líderes del mercado latinoamericano y global implementaran otras normas que, de diferentes formas, aplican y brindan valor a nuestra disciplina: las ISO 9001 (SG de la Calidad), ISO 14001 (SG Ambiental), las OHSAS 18001 / ISO 45001 (SG de Seguridad y Salud en el Trabajo) y las ISO 50001 (SG de la Energía), y en menor medida las ISO 39001 (SG de la Seguridad Vial) y las ISO 55001 (SG de Activos).

Pese a que estas normas no se orientan directamente al Sistema de Gestión de FM, resulta muy valioso el acercamiento que brindan a su marco estratégico (contexto, partes interesadas, riesgos y oportunidades) y al desarrollo de políticas, planes, procesos e indicadores, con un manejo formal del desempeño y la mejora continua.

Por lo tanto, aquellas organizaciones que ya cuentan con otras normas ISO implementadas disponen de una ventaja tanto operativa como cultural para una futura certificación de las ISO 41001.

 

  • Contenidos de la norma ISO 41001:2018

 

La norma principal de esta familia de normas ISO para el FM cuenta con un formato que el ISO ya ha estandarizado y utilizado, con una sección informativa inicial, siete capítulos focalizados en el Sistema de Gestión de Facility Management, y un anexo informativo que provee orientación para el uso del documento.

A modo de síntesis, los siete capítulos específicos de la norma ISO 41001:2018 son los siguientes:

 

Capítulo:

4. Context of the organization (Contexto de la Organización):  

Elementos internos y externos relevantes.

Partes interesadas, necesidades y expectativas, ingresos y resultados.

Alcance del Sistema de Gestión, fronteras e interacción con otros SG.

5. Leadership (Liderazgo): 

Alta gerencia de la “organización de Facility Management”.

Política de Facility Management establecida por su alta gerencia.

Roles y responsabilidades, estrategia de abastecimiento y reporting.

6. Planning (Planificación):

Gestión del riesgo y continuidad del negocio.

Objetivos de Facility Management.

Plan para cumplir estos objetivos.

7. Support (Soporte):

Recursos humanos, competencias y conocimiento.

Comunicación interna y externa, y sistema de documentación.

Adquisición y gestión del conocimiento.

8. Operation (Operación):

Procesos operativos y acuerdos de nivel de servicio.

Coordinación con la “organización demandante” y los usuarios finales.

Integración de los servicios de Facility Management.

9. Performance evaluation (Evaluación del desempeño):

Monitoreo del desempeño.

Auditorías internas y su reporting.

Evaluación de la alta gerencia.

10. Improvement (Mejora):

Acciones correctivas y no-conformidades.

Innovación y mejora continua.

Acciones preventivas.

El “Anexo A” de la norma ISO 41001:2018 ofrece ejemplos, mejores prácticas y opciones estratégicas que pueden resultar de interés al momento de implementar las normas.

 

  • Aceptando el desafío

 

La gestión de los inmuebles y sus servicios de soporte han evolucionado notablemente en las últimas cuatro décadas, en gran parte producto de los esfuerzos de nuestra comunidad internacional de profesionales vinculados con el FM, de las crecientes expectativas de sus usuarios finales en los inmuebles y espacios de trabajo, de la búsqueda de eficiencia de las organizaciones, y del constante incremento en la exigencia de los marcos normativos que resultan de aplicación.

Sin embargo, hasta hace solo unos pocos meses, el mercado no ofrecía un marco referencial adecuado para implementar un sistema de gestión equivalente al de otras funciones corporativas ni para obtener una certificación que lo respalde, por lo que muchos Facility Managers encuentran aún dificultad para “hablar el lenguaje de la organización” y para ocupar un lugar adecuado en la toma de decisiones estratégicas de mediano y largo plazo.

Stanley Mitchell, presidente del ISO/TC 267, afirma: “las ISO 41001 ayudarán a clarificar los ‘qué’ y los ‘por qué’ el Facility Management es una disciplina estratégicamente importante para todas las organizaciones en la gestión, la operación y el mantenimiento de los espacios de trabajo, sus activos y la eficiencia operativa”.

Efectivamente, la nueva familia de normas ISO para el Facility Management ofrece un recurso invaluable que podrá ayudar a nuestra disciplina a dar un nuevo salto de nivel –muy en línea con las mejores prácticas actuales de los mejores de su clase– y a clarificar numerosos términos y funciones que hasta el momento podían generar confusión.

Así, cada “organización de Facility Management” interna o externa podrá encontrar su camino en la implementación de estas nuevas normas. El desafío es solo ponerse en marcha.

 

*Julián Albinati es Ingeniero Industrial (ITBA) y cuenta con un Executive MBA (IAE Business School). Actualmente se desempeña como Titular y Consultor Senior en FM2B y es Director del Programa de Facility Management de la Universidad de San Andrés.

 

FUENTE: FM & WORKPLACES #87

Nota en Clarín Arquitectura

Distintos ambientes para distintas generaciones

Por Miguel Jurado

Para retener y atraer talento, las empresas le confieren a los arquitectos la responsabilidad de reconocer las necesidades de los distintos grupos sociales que componen el mercado laboral.

Varias empresas internacionales de diseño de oficinas están ocupadas en resolver un problema nuevo: por primera vez, en entornos laborales de escala mediana y grande, se pueden ver cuatro generaciones trabajando juntas, cada una con actitudes y necesidades muy diferentes, Hoy, a la mayoría de la fuerza de trabajo la componen Baby Boomers (1945-1965) y Generación X (1965-80); a estos se les suma un puñado de Millennials (nacidos después de 1980). Pero, para completar el cuadro, no es raro que todavía se puedan ver trabajando a miembros de la generación Tradicional (nacidos antes de 1945) y en poco tiempo se sumará la Generación Z (nacidos del 2000 en adelante).

Según los estudios de la firma Business Interiors, con cada nueva generación viene una reinterpretación de la relación trabajo/ vida. `Para el tradicionalista, el trabajo era una obligación y un deber que implicaba sacrificio. Para los Baby Boomers, una emocionante aventura que se dirige hacia el logro personal y la satisfacción, sin tiempo para el descanso. Trabajadores full time sin vida privada. Para la Generación X, el trabajo es un desafío y debe lograrse dentro de un contrato, pero no a costa de la vida social o familiar. Trabajo y vida, separados pero en medida adecuada. Ahora los Millennials traen una integración completa de trabajo y vida. Buscan satisfacción y significado`, explican,

Por estas razones, los expertos de la firma Contract Workplaces aseguran que cada generación considera al lugar de trabajo de manera distinta. Los pertenecientes a la generación tradicional, fieles a sus características -conservadores, disciplinados y con un gran sentido de la obligación y la responsabilidad- buscarán un espacio que marque las jerarquías y establezca las diferencias en los puestos de trabajo. Por su parte, los Baby Boomers son optimistas, orientados al trabajo en equipo y a su desarrollo profesional, por lo que priorizan aquel lugar que cuente tanto con espacios individuales como con espacios para el trabajo grupal. En cuanto a la Generación X, Individualistas, autónomos y emprendedores, necesitan una oficina flexible y personalizable, con espacios abiertos y acceso directo a la tecnología. Por último, los nuevos trabajadores que están desembarcando en las empresas, los Millennials o Generación Y, junto con los Centennlals o Generación Z, se caracterizan por sus habilidades tecnológicas y por ser multltasking: pueden estar en una reunión a la vez que envían un e-mail o chequean las noticias a través de su smartphone. `Son usuarios activos de las redes sociales y de los mensajes Instantáneos, están bien preparados para un entorno empresarial global, siempre y cuando éste sea capaz de brindarles entusiasmo y sentido de propósito. Es por eso que requieren un espacio divertido, flexible, personalizable y abierto, que los mantenga entretenidos y ocupados, y que tenga, por supuesto, acceso directo a la tecnología`, afirman los investigadores de Contract Workplaces.

 

FUENTE: Clarín Arquitectura, 22 de agosto de 2018

Oficinas Sustentables

Oficinas sustentables

Por Mariana Rolandi

Qué hay que hacer para lograr un espacio sustentable, que permita aprovechar la luz y la energía solar, además de reducir otros consumos. El impacto de las nuevas tendencias, por Mariana Rolandi

Es fundamental en los lugares el aprovechamiento máximo de la luz natural durante las horas del día de una oficina.

Para lograr una oficina verdaderamente sustentable es necesario poner el acento no sólo en el aprovechamiento adecuado de los recursos sino también en el uso eficiente del espacio, en función de las nuevas formas de trabajo móviles que están emergiendo. La verdadera sustentabilidad se encuentra en la intersección entre el entorno físico, la tecnología y las personas`, asegura Alejandro Mariani, gerente general de Contract Workplaces Argentina.

María de los Ángeles Giusti, de IguanaFix, dice que para diseñar un edificio ecológico son necesarias buenas prácticas de diseño`, que prioricen la proyección de los ambientes de acuerdo con la orientación del sol y el aprovechamiento de la luz natural, así como minimizar el consumo energético destinado al acondicionamiento térmico y a la iluminación. `En áreas con una fuerte incidencia del sol, se recomienda el aprovechamiento de la radiación solar para la generación de energía térmica. El almacenamiento de calor en forma de agua caliente ofrece la posibilidad de emplearlo, entre otros usos, en la calefacción de ambientes. Otro ítem, son las cubiertas verdes con especies nativas, que absorben el agua de lluvia sin requerir riego y además aislan térmicamente la construcción`, agrega.

En Google Argentina cuentan con políticas de ahorro de energía y uso eficiente del agua: adaptación de canillas, duchas y descarga de inodoros. También usan sensores de luz, armaron espacios que maximizan la iluminación natural y apelan al uso responsable del aire acondicionado. Como parte de esa política, también instalaron un panel solar para precalentamiento de agua que reduce el consumo habitual del termotanque. `Gracias al resultado de todo este trabajo, obtuvimos el reconocimiento LEED Silver`, afirma Florencia Sabatini, gerente de Comunicaciones de la filial.

En Contract Worplaces, dan una síntesis de buenas prácticas en la oficina:

Programar los equipos de climatización en una temperatura comprendida entre los 19 y los 24 °C. Bajar un grado la temperatura del termostato del aire acondicionado puede producir un ahorro de hasta un 10% en la factura de electricidad.

No dejar correr el agua inútilmente al lavarse las manos.

Aprovechar la iluminación y la ventilación natural.

Utilizar las escaleras en lugar del ascensor en caso de subir o bajar pocos pisos. 3sí No imprimir mensajes de correo electrónico. Cuando resulte indispensable, hacerlo a doble faz. ¡Ü Evitar dejar encendidas las luces que no se utilizan. Siempre es mejor el uso de temporizadores o detectores de presencia y apagar completamente las luces cuando la oficina está vacía, ü Utilizar protectores de pantalla cuando no estemos usando la PC. Apagar los dispositivos electrónicos cuando no se encuentren en uso. ^ Separar los residuos y aplicar `la ley de las tres erres`: reducir, reutilizar y reciclar. Reciclar el vidrio, el aluminio, el papel y el plástico es beneficioso y también hay que ocuparse de la disposición final de todos los residuos electrónicos de la oficina. El verde en las oficinas no sólo beneficia la oxigenación, sino que contribuye con la mejor calidad de vida de los empleados. Et usuario debe tener ta posibilidad de modificar su propio ambiente a través de los controles de iluminación y temperatura En las terrazas verdes de Coca Cola, eligieron vegetación nativa que requiere poca agua para su mantenimiento.

Ya hace tiempo que los tachos de basura separados en reciclables y orgánicos son indispensables en las empresas. El uso de colores claros y la apertura de las oficinas privadas (o su total eliminación) también apoyan la iluminación natural.

Las salas de reunión inteligentes, con sensores de C02, detectan la necesidad de renovación del aire. `La verdadera sustentabilidad es la intersección entre el entorno físico, la tecnología y las personas`, explica Alejandro Mariani.

Un techo de vidrio y los pisos abiertos atraviesa todo el edificio generando una fuente de luz natural irremplazable.

Paneles fotovoltaicos aprovechan el sol generando energía eléctrica y reduciendo el consumo de energía convencional. Que ninguna sala de reunión o espacio de gerencia se ubique sobre ventanas, privilegia la ubicación de los colaboradores aprovechando la luz natural. En Google Argentina instalaron un panel solar para precalentamiento de agua, que reduce el consumo habitual del termotanque.

 

FUENTE: Clarín Pymes, 9 de agosto 2018

Oficinas productivas y sustentables

Tendencia. La importancia del diseño de interiores para mejorar el clima de trabajo. Cómo son los nuevos espacios que buscan las empresas multinacionales.

Beneficios. Los nuevos espacios permiten reducir costos, mayor eficiencia energética, atracción y retención de personal, y mejoras en la productividad, la reputación y los servicios.

Los cambios en los espacios de trabajo. Qué debe tener un edificio de oficinas para ser competitivo.

Los espacios de trabajo han cambiado su fisonomía para convertirse en espacios más descontracturados y adaptados a las necesidades de sus usuarios. Sin embargo, no cualquier diseño es funcional a los requerimientos de la empresa. Las compañías internacionales, por caso, exigen implementar medidas sustentables no sólo para ahorrar en servicios, sino para aportar una imagen responsable con el medio ambiente a su marca. En ese sentido, desde Contract Workplaces -empresa regional en diseño y construcción de espacios de trabajo de alta performance- sugieren ciertas pautas de sustentabilidad desde la concepción de los espacios para que éstos sean más efectos a los propósitos de la empresa.

Según un informe de la compañía especializada en diseño, en los últimos años, las organizaciones han comenzado a adoptar prácticas sustentabas a raíz de los beneficios que esto implica: reducción de costos, mayor eficiencia energética, atracción y retención de personal, y mejoras en la productividad, la reputación y los servicios prestados. `No obstante, para lograr una oficina verdaderamente sustentable es necesario poner el acento no sólo en el aprovechamiento adecuado de los recursos sino también en el uso eficiente del espacio en función de las nuevas formas de trabajo móviles que están emergiendo. La verdadera sustentabilidad se encuentra en la intersección entre el entorno físico, la tecnología y las personas`, explica Alejandro Mariani gerente general de Contract Workplaces Argentina. El desafío de construir un interior comercial en base a un diseño sustentable abarca cinco áreas: planeación del sitio, eficiencia en el uso del agua, la energía, los materiales a utilizar y el uso de los recursos, sumado a la calidad del aire interior y el confort térmico. La sumatoria de esas áreas se va a traducir en edificios más saludables, duraderos, confortables, eficientes y ambientalmente responsables. En ese sentido, son cada vez más populares los edificios de oficinas que buscan obtener certificaciones de sustentabilidad. La principal y más reconocida a nivel mundial es la certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), desarrollada en los Estados Unidos por el U.S Green Building Council. Una de sus categorías abarca los Interiores Comerciales, que tiene en cuenta todas las premisas antes nombradas, a la vez que destaca y puntúa la preponderancia de los equipos de diseño y proyecto en el cumplimiento de estas premisas y la posibilidad de lograr una eficiencia excepcional e innovadora por encima de los requisitos establecidos por el sistema de clasificación de edificios sostenibles LE- ED. `En Argentina hemos certificado algunas de nuestras obras en esta categoría interior como, por ejemplo, las oficinas de Google, Prisma Medios de Pago y Dow`, indica Mariani.

Asimismo, adoptar una estrategia `verde` puede aportar grandes beneficios a las empresas: se obtiene un importante ahorro en los costos de operación y funcionamiento, se favorece el posicionamiento dentro del mercado y se crea una buena reputación al mismo tiempo que se beneficia el medio ambiente. Las organiza- Continúa en la pág. 4 Las empresas buscan aportar una imagen responsable con el medio ambiente. En equipo. Los espacios abiertos, sin jerarquías,y los escritorios compartidos simplifican y dinamizan la comunicación entre empleados. V¡enedepág.2 ciones que 0J>tan por obtener la LE- ED generalmente buscan mejorar su imagen y, principalmente, reducir costos. Se estima que los edificios de oficinas con la certificación logran reducir de 12% a 20% el consumo de energía, de 20% a 40% el consumo de agua, y de 10% a 30% los costos operativos.

En los edificios de oficinas la energía se destina principalmente al funcionamiento de los sistemas de aire acondicionado, la iluminación y los equipos eléctricos y electrónicos. Es por esto que las pautas de ahorro deben apuntar hacia esos frentes y prestar especial atención al adecuado aislamiento térmico del edificio. La elección de una buena orientación, la protección de las ventanas, el uso de vidrios dobles, evitar las infiltraciones a través de puertas y ventanas, y privilegiar la ventilación e iluminación naturales de los locales, también ayudará a controlar el gasto energético.

Asimismo, la domótica permite hacer un uso eficiente de los recursos energéticos, con lo cual, a mediano plazo se podrá observar un ahorro económico basado en que los edificios pasan a ajustarse a las necesidades del usuario y no, viceversa.

Otro aspecto que impacta directamente sobre la sustentabilidad de los espacios de trabajo es la estrategia de diseño. Cuando la asignación de espacio se realiza de acuerdo con la necesidad y no con la jerarquía, se puede obtener una reducción significativa de la superficie ocupada junto con una disminución de los consumos asociados. `Las nuevas tendencias apuntan a la Oficina Abierta (Open Office) ya que este tipo de espacio favorece el aprovechamiento de la luz natural, que no es obstaculizada por despachos cerrados. Esto repercute en un importante ahorro en iluminación artificial y un bajo consumo en el uso de equipos de refrigeración y calefacción. A su vez, la adopción de políticas de digitalización, uso de la nube y reducción del uso de papel (cultura paperless) son claves en este proceso`, afirma Mariani. En la mayoría de las oficinas, el espacio que se destina al almacenamiento de papel oscila entre un 15% y un 17% de la superficie disponible. La digitalización de documentos, el uso de dispositivos móviles, el almacenamiento en la nube y ías políticas de reducción y concientización en el uso del papel, liberarán muchos de los metros cuadrados que hoy se destinan a archivos y bodegas con la consecuente disminución de producción de residuos. Finalmente, Mariani puntualiza: `Desde el diseño y la construcción tenemos la responsabilidad de incorporar la sustentabilidad en los proyectos desde sus diferentes aristas. También es fundamental que la cujtura de la compañía acompañe ese proceso y concientice a su personal al respecto`.

FUENTE: Clarín, versión impresa, 24 julio 2018

Activity Based Working

Nuevos trabajos, nuevos espacios

Las oficinas de hoy deben cumplir con las necesidades de los nuevos trabajadores y de los tiempos que corren. Ya no sólo se les pide que sean funcionales, sino que además soporten la movilidad de sus equipos.

La forma de trabajar cambió y los espacios de trabajo tuvieron que adaptarse a ello. Con los avances de la tecnología, la flexibilidad y la movilidad laboral han ganado terreno. Hoy ya van perdiendo lugar los puestos fijos y las oficinas cerradas con llave: el open space prevalece en el armado de las empresas actuales donde también se ubican –incluso- los puestos gerenciales. Los espacios cerrados quedan reservados para las salas de reunión, las áreas de concentración y algunos despachos, pero en todos los casos se usan tabiques vidriados que mantienen esa relación y conexión con el resto del espacio.

Bajo este formato de planta abierta, las empresas logran facilitar el trabajo colaborativo, el intercambio de ideas y las reuniones informales, además de optimizar el uso del metro cuadrado, sin perder de vista la necesidad de espacios privados para algunas tareas. El trabajo basado en las actividades o Activity Based Working (ABW, por su sigla en inglés) es un concepto que se impone como una estrategia sustentada en el diseño de un layout capaz de ofrecer una variada gama de opciones para dar soporte a la diversidad de acciones que se llevan a cabo en el día a día de las compañías. De esta forma, cada uno puede elegir el ámbito más adecuado para la tarea que tiene entre manos (trabajo de concentración, reuniones de equipo, llamadas telefónicas, etc.) en lugar de trabajar en un solo entorno, anclado en un escritorio. Para llevar adelante este programa es esencial contar con puestos de trabajo no asignados y tener disponibles zonas para trabajo colaborativo como salas de reuniones, de brainstroming, de capacitación, etc.; y de concentración como bibliotecas o phone booths, o salas para conversaciones telefónicas o videoconferencias privadas. Por supuesto que la tecnología es fundamental para acompañar este tipo de cambios: desde los dispositivos hasta la facilidad para acceder a la red y a las aplicaciones corporativas, que permitirán el trabajo móvil y una mayor productividad a los empleados dondequiera que estén.

A este esquema se agregan los espacios multifuncionales, áreas de descanso y de encuentro informal o meeting points. Por ejemplo, en lugar del clásico comedor, las nuevas oficinas incluyen pequeñas cafeterías. También hay empresas que incorporan gimnasios, salas de masajes y relajación, siestarios y salas de juegos para los empleados. Ya no es una locura encontrar un metegol o una mesa de ping pong integrados al diseño. Esta decisión se basa en que está comprobado que las actividades recreativas y los momentos de descanso tienen una influencia positiva en el desempeño de los empleados y que pueden contribuir de manera significativa a generar altos niveles de compromiso. También desempeñan un papel fundamental en la vinculación entre los colaboradores porque son una oportunidad para la socialización y el fortalecimiento de los lazos personales, y para el desarrollo de habilidades tales como el liderazgo, la interacción y la comunicación, que son esenciales en la prestación de servicios eficaces.

Para las mujeres que son mamás, hay compañías que incorporaron espacios llamados lactarios, que son ambientes especialmente acondicionados en cuanto a mobiliario, privacidad y confort térmico para que extraigan su leche materna durante su horario laboral.

Hasta hace un tiempo, estos espacios “no tradicionales” eran impensados, pero en la actualidad un empleado ya no busca sólo las mejores condiciones salariales sino que aprecia otras características de la compañía tales como: su cultura corporativa, un ambiente de trabajo estimulante, la flexibilidad horaria o la inversión en formación, además de otros beneficios que hagan más amena su tarea diaria.

En lo que respecta al espacio, la innovación en áreas alternativas y amenities cumple un clave para que las empresas retengan a sus talentos.

Iluminación, movilidad y ergonomía

El foco para las empresas hoy está puesto en el bienestar del trabajador. Para ello, se privilegia un mayor uso de la luz natural y de criterios ergonómicos adecuados junto con la seguridad y el confort. La luz solar desempeña una importante función biológica: es el marcador de nuestro reloj interno y un estímulo que afecta el estado de ánimo, la actividad y la salud.

También es importante crear ámbitos de trabajo en donde los trabajadores puedan desplazarse, caminar y trabajar en distintas áreas del espacio diseñadas de acuerdo al tipo de tarea a desarrollar. La imagen del empleado “atado” a su escritorio durante 9 horas ya no es compatible con las necesidades biológicas y psicológicas de las personas de hoy. Para esto existen soluciones tanto desde el punto de vista del equipamiento como del diseño con opciones que permiten cambiar de posición, trabajar parado, e inclusive, hacer ejercicio mientras trabajamos. La regulación de altura en el puesto de trabajo es una de ellas junto con la variedad de mobiliario modular capaz de lograr diferentes tipos de configuraciones y de incorporar accesorios para adaptarlos a distintos usos.

La silla es fundamental y la mejor es aquella que se ajusta automáticamente a las necesidades del cuerpo, con reclinación dinámica, soporte lumbar y regulación de altura. Otra característica importante es que los apoyabrazos estén conectados al respaldo de la silla, de manera que se muevan al reclinarse y que también sean ajustables por altura e inclinación. El clásico cuero está siendo desplazado por telas elásticas tipo mesh que sostienen el cuerpo adaptándose a su forma y permitiendo la ventilación. También existen en el mercado sensores que se colocan en la silla para detectar la cantidad de tiempo que una persona permanece sentada. Mediante una aplicación avisa al usuario que ya es hora de cambiar de posición e incluso le sugiere algunos ejercicios físicos sencillos para activar el cuerpo.

Otra variable a la que hay que prestarle atención es a la posición del monitor, hoy existen los brazos porta monitor que, además de permitir el correcto posicionamiento de la pantalla, libera un valioso espacio para otros usuarios en la superficie de trabajo. Asimismo, el accesorio porta laptop permite un uso ergonómico de la computadora, apoyándola en una posición fácil de visualizar.

Colores y materiales

La neurociencia sugiere que los humanos tenemos una preferencia innata por los colores presentes en la naturaleza, que indican la presencia de elementos como agua limpia, tierra, rocas, vegetación, frutas, flores, entre otros. Las oficinas que incorporan colores que se asemejan al entorno natural tienen un impacto positivo sobre el bienestar de los empleados, se perciben como un lugar saludable, donde uno puede sentirse estimulado o relajado. Los verdes oscuros o intermedios reducen el ritmo cardíaco y la presión sanguínea aliviando el estrés. Además, el color rojo puede estimular los procesos cognitivos y la atención, factores necesarios para tareas que requieren un gran esfuerzo y concentración mental. El azul, el amarillo y algunos verdes intermedios pueden ayudar en las tareas que requieren creatividad. Por el contrario, el uso de los blancos y grises tiene un impacto negativo en los niveles de estrés. Por su parte, los materiales juegan un papel preponderante en cuanto a las percepciones sensoriales de los usuarios, además de las características técnicas que cada uno tiene y que influyen en el momento de elegirlos para determinado espacio y función. Inclusive, un mismo material puede generar diversas sensaciones según en dónde sea utilizado. El tacto y la vista identifican y generan respuestas ante cada tipo de material por su textura (si es áspero, suave, liso, uniforme, compacto, mullido, etc) que puede aportar calidez, dureza, ductilidad, confort, frescura, etc. Y también un mismo material puede generar diferentes sensaciones si tiene una terminación opaca o brillante, por ejemplo. Por eso, en función de la imagen que cada marca quiera dar y a la funcionalidad de cada uno de los espacios, hay que pensar muy bien qué material elegir. La madera, por ejemplo, se asocia con la calidez a diferencia de los metales y la piedra.

Claves para una oficina eficiente

Organizar los espacios de acuerdo con las actividades y no con las jerarquías. La ecuación: a mayor jerarquía más espacio privado, generalmente implica una gran cantidad de metros subutilizados, ya que, debido a sus compromisos, los altos ejecutivos suelen ser los que menos tiempo están en sus oficinas. Estos metros, generalmente privilegiados en cuanto a luz natural, vistas y ubicación estratégica, pueden destinarse a espacios colaborativos o puestos operativos con alta tasa de ocupación.

Asumir que todos somos trabajadores móviles. Hoy en día la tecnología nos permite hacer el trabajo individual en cualquier momento y desde cualquier lugar, por lo que la oficina corporativa ha devenido en un espacio de encuentro, trabajo en equipo, y creación de identidad y cultura. Por lo tanto el foco debe ponerse en la creación de áreas comunes y trabajo colaborativo. Hoy en día es habitual encontrar casi el 60% de los puestos de trabajo fijos vacíos mientras que las salas de reuniones permanecen colapsadas.

Crear espacios flexibles y multifuncionales. La posibilidad de que un ambiente pueda brindar distintos usos a lo largo del día es un recurso muy valorado por las organizaciones. Cafeterías que funcionan como salas de capacitación fuera de los horarios de almuerzo, grandes salas de directorio que se subdividen en dos o tres salas de reuniones pequeñas, áreas de living que funcionan como recepción de visitas externas, espacio de reunión informal de equipo y zona de descanso, son algunos de los ejemplos favoritos dentro de esta tendencia.

Adoptar políticas de digitalización, uso de la nube y paperless. En la mayoría de las oficinas, el espacio que se destina al almacenamiento de papel oscila entre un 15% y un 17% de la superficie disponible. La digitalización de documentos, el uso de dispositivos móviles, el almacenamiento en la nube y las políticas de reducción y concientización en el uso del papel, liberarán muchos de los metros cuadrados que hoy se destinan a archivos y bodegas.

Adoptar prácticas sustentables. La compañías ambientalmente responsables no sólo logran reducir sus costos sino que obtienen una mayor satisfacción y orgullo por parte de sus colaboradores y una imagen corporativa muy valorada por la comunidad. Existen variedad de dispositivos de automatización que permiten reducir el uso de energía eléctrica y el agua, generando un ahorro económico del orden del 30%.

 

Fuente: Deluxe Magazine

www.deluxe-magazine.com.ar/

El mundial de fútbol se vive en las empresas

Por Leandro Murciego

Cada cuatro años el fútbol se apodera por un mes de gran parte de América y los argentinos no son la excepción. Las publicidades callejeras, televisivas, radiales, gráficas y hasta las de Internet hacen referencia a este deporte. Todos y cada uno de los espacios, tanto los públicos como los privados son invadidos por la pasión que despierta la Copa del Mundo. En la casa, con los amigos y hasta en el trabajo el planeta fútbol parece marcar el pulso de las acciones. Y eso se multiplica cuando juega la selección nacional. Esto las empresas lo vienen observando desde hace años y en los últimos tiempos los equipos de comunicación interna y de recursos humanos comenzaron a tomar acciones en esta dirección adaptando -en muchos casos- espacios de trabajo con el fin de compartir la pasión por este deporte.

La consultora Regus, un proveedor global para espacios flexibles de trabajo analizó en un informe internacional que durante el Mundial 2014 que se disputó en Brasil, algunas empresas norteamericanas reportaron pérdidas que en conjunto alcanzaban el 1,2 mil millones de dólares por la disminución de la productividad. Por esa razón, la compañía recomienda a los empleadores no sólo trabajar con flexibilidad para evitar que los trabajadores se ausenten sino además convertir por un mes al lugar en un espacio competitivo que logre retener en sus filas a los empleados.

Hasta hace algún tiempo la pasión mundialista era vista por las empresas como un obstáculo laboral pero la nueva tendencia es aprovechar al máximo el tiempo que dura el certamen, y en especial el período de participación de la selección nacional para lograr fortalecer la unión de los empleados, fomentar el espíritu de equipo, mejorar el clima de trabajo y para instalar los valores corporativos. Algunas empresas en la Argentina comenzaron ya desde hace algunas Copas del Mundo con esta dinámica.

Sudáfrica 2010 fue el gran punto de inflexión para las principales compañías, que en muchos casos comenzaron con concursos de pronósticos deportivos – más conocidos como Prodes- y con acciones de marketing internas. Además, y en esta ocasión, para el Mundial de Rusia 2018 varias firmas adaptaron o refuncionalizaron espacios comunes con el fin de instar a compartir entre los empleados cada una de las participaciones de la selección nacional, buscando la integración de los empleados. En la mayoría de los casos las oficinas se decoran, se preparan desde grandes salas con televisores o pequeños microcines con pantallas gigantes y hasta se contrata algún tipo catering.

Por ejemplo, Contract Workplaces, una compañía regional de diseño y construcción de espacios de trabajo, organiza su segunda edición de “Contract Mundialero”, un juego de pronóstico de resultados del Mundial de Rusia 2018, en el que participan todas las personas de la empresa a nivel regional enmarcado en una red social, donde todos pueden interactuar y ver los resultados del resto de los participantes. “Este juego fue un éxito en 2014 y lo vemos como una herramienta de gestión para comunicar aspectos de nuestra cultura y de liderazgo que queremos reforzar. El objetivo que se persigue, si bien es en el contexto del Mundial de Rusia 2018, tiene que ver con potenciar la visión regional de la empresa y motivar a los miembros del equipo. En el juego no hay jerarquías y competimos entre todos los mercados, lo que acentúa nuestra cultura horizontal y regional. El equipo está súper prendido, aún los países que no participan del mundial están jugando y subiendo fotos”, explica Tamara Goldvarg, Gerente de Recursos Humanos de Contract Workplaces a nivel regional.

Todos los días se publican noticias, y cada participante puede ir viendo el ranking, las oficinas están decoradas y se dispusieron espacios para compartir los partidos locales, mientras que hay televisores destinados a ver de fondo el resto de los partidos. Sin duda lo bueno de este tipo de acciones o modificaciones de rediseño interior es que no demandan una gran inversión ni en mobiliario ni en equipamiento.

La tendencia comenzó a observarse en la década de los noventa como una novedad reservada a las startups de tecnología y digital media con la idea de generar engagement en los jóvenes trabajadores de las nuevas generaciones. En otras palabras, que se sientan valorados, ganar su lealtad y retenerlos. En línea con esto, las cafeterías, las mesas de ping-pong y metegol, las fiestas y los retiros corporativos, son actividades que no faltan en ninguna oficina moderna.

“Hoy los lugares de reunión informal son un requisito casi obligatorio en los diseños de las nuevas oficinas”, explica Fernando Marconi, gerente de Arquitectura y Diseño de Contract Workplaces Argentina. Y agrega que: “en este nuevo esquema muchos clientes nos piden diseñar gradas, al estilo tribuna, a las que se suelen sumar televisores o pantallas, y estos espacios se usan indistintamente en forma individual o grupal como lugar de descanso o esparcimiento e, incluso, para reuniones de trabajo o presentaciones internas de la empresa”.

Cada vez son más las grandes compañías que se suman a la fiebre mundialista tal es el caso de DirecTv, Waltmart, la farmaceútica Sanofi, el Banco Galicia y ManpowerGroup, entre otras firmas. “En casos especiales como un Mundial -sostiene Marconi- estos espacios comunes, se pueden convertir en el escenario perfecto para compartir el momento, con una configuración espacial que acompaña este propósito y que, además, refuerza la participación y una cultura compartida donde todos los colaboradores tienen la oportunidad de encontrarse e interactuar en un ambiente informal y descontracturado”.

Según los voceros de Contract estos espacios donde se suelen palpitar eventos de esta magnitud fueron concebidos con la finalidad de instar a la unión de los empleados, es por eso que cada uno tiene un diseño particular que suele estar acorde a las necesidades de cada empresa. Los especialistas afirman que si bien no pueden dar cuenta de un valor promedio para proyectar este tipo de lugares, en general, son espacios que demandan un muy bajo costo y altos beneficios de clima laboral. A modo de referencia, el índice Contract Estándar Básico cotiza el valor del metro cuadrado de diseño y construcción en un precio que ronda los US$505.

Estas experiencias muestran que las empresas ya no ven los tiempos mundialistas como un impedimento para continuar con las actividades laborales o productivas sino muy por el contrario como una oportunidad para trabajar en el buen clima laboral.

 

FUENTE: La Nación Online, 25 junio 2018

www.lanacion.com.ar

Roche – Perú

“Excelente trabajo , estoy muy agradecida por el profesionalismo demostrado y el compromiso con
Roche a lo largo de las diferentes etapas del proyecto. ¡Gracias!”

Yvonne Tejada – Procurement Cordinator