Una herramienta para administrar activos en circunstancias cambiantes y de gran icertidumbre que permite tomar decisiones basadas en datos en tiempo real y diseñar nuevos modelos de negocios.
Una publicación de Contract Workplaces
En abril de 1970, a cientos de miles de kilómetros de la Tierra, los tres astronautas de la misión Apolo XIII son sorprendidos por una sacudida repentina en su minúscula nave espacial. Sin posibilidades técnicas de determinar el origen del fallo (luego se sabrá que se trató de una explosión en el interior del tanque de oxígeno), la tripulación depende de la intervención de Control de Misión, a 330.000 km de distancia, para encontrar una solución y volver a salvo.
¿Es posible diagnosticar y resolver los problemas de un activo que está fuera del alcance físico y de la intervención humana directa?
En ese entonces la NASA contaba con 15 simuladores destinados a entrenar tanto a los astronautas como a los controladores en todos los aspectos de la misión, incluidos múltiples escenarios de falla1. Frente a la emergencia de la Apolo XIII, Control de Misión se movió rápidamente: adaptó y modificó las simulaciones para que emularan las condiciones reales de la nave averiada a fin de investigar, ensayar y perfeccionar las estrategias necesarias para traer de vuelta a los astronautas.
Para lograrlo, la NASA priorizó las telecomunicaciones por sobre otros parámetros, no solo para mantenerse en contacto con la tripulación, sino también para recibir un flujo continuo de datos en tiempo real, los cuales se utilizaron para que los simuladores reflejaran la condición de la nave averiada. Gracias a esto, los ingenieros lograron idear, en tiempo récord y con gran precisión, un procedimiento para el reingreso a la Tierra.
Para los expertos, estos simuladores fueron, quizás, el primer ejemplo (extraordinariamente exitoso, por cierto) de un gemelo digital en acción.
Hoy, 50 años después de esta gran hazaña y gracias al enorme desarrollo de los sensores y dispositivos de Internet de las Cosas (IoT), muchas compañías están empezando a adoptar una combinación de gemelos digitales e inteligencia artificial para desarrollar distintas estrategias ante diversos eventos.
La pandemia de COVID-19 ha sido el disparador a partir del cual muchas organizaciones están empezando a incorporar gemelos digitales para administrar sus activos en circunstancias cambiantes, simular condiciones extremas, comprender escenarios hipotéticos, predecir resultados con mayor precisión y generar instrucciones para manipular el mundo físico.
El concepto de gemelo digital tiene ya varias décadas y su primera aplicación en la industria data de principios de 2000. Sin embargo, fue el ingeniero de la NASA John Vickers quien introdujo el término “gemelo digital” en 2010 tal como hoy lo entendemos2.
Un gemelo digital es la representación digital de un objeto físico, un proceso, una organización, una persona o cualquier otra abstracción o elemento del mundo real. Su implementación se realiza a través de un modelo de software que se crea utilizando una fusión de inteligencia artificial y aprendizaje automático a partir de los inputs que recibe en tiempo real.
A diferencia de las simulaciones, un gemelo digital es un entorno virtual dinámico que evoluciona gracias al flujo de información bidireccional que circula entre los sensores del objeto y el procesador del sistema. Al tener gran cantidad de datos constantemente actualizados, estos modelos pueden ayudar a abordar los variados problemas que enfrentan las organizaciones ya que incluyen la interacción en tiempo real entre los sistemas, la gente, los procesos y otros objetos conectados a la red.
En el transcurso de la última década, las capacidades de los gemelos digitales se ha acelerado debido a una serie de factores3:
• Mayor capacidad de simulación. El crecimiento exponencial de la tecnología ha hecho posible diseñar simulaciones complejas sin sobrecargar los sistemas informáticos.
• Proliferación de sensores. Los sensores son cada vez más pequeños, más precisos, más baratos y más potentes. Esto, junto con una mayor seguridad de las redes, permite obtener información más granular y precisa sobre las condiciones del mundo real para integrar en los modelos virtuales.
• Múltiples fuentes de datos. Los datos en tiempo real provenientes tanto de los activos mismos como de los sensores de IoT pueden alimentar directamente a las simulaciones, lo que permite un monitoreo continuo en tiempo real.
• Mejoras en la visualización. La visualización de datos hoy incluye herramientas interactivas en 3D, realidad virtual, realidad aumentada y transmisión en tiempo real.
• Interoperabilidad. El establecimiento de estándares para la comunicación entre los sensores y el hardware es y seguirá siendo fundamental para el crecimiento de esta tendencia.
• Profusión de plataformas. La disponibilidad de una mayor potencia informática y el acceso a la red junto con el desarrollo de plataformas para el almacenamiento de datos cada vez más potentes y económicas, son facilitadores clave para la adopción y crecimiento de los gemelos digitales.
A medida que se desarrollen y consoliden tecnologías tales como la telefonía de alta velocidad, la inteligencia artificial, la realidad virtual y la realidad aumentada, cada vez más organizaciones podrán explorar las oportunidades que ofrecen los gemelos digitales para optimizar procesos, tomar decisiones basadas en datos en tiempo real y diseñar nuevos modelos de negocios.
El gemelo digital puede ser utilizado por cualquier organización interesada en obtener información capaz de generar más valor en menos tiempo. Por ejemplo, los sensores de ocupación instalados en la oficina pueden ser suficientes para proporcionar un modelo básico que muestre el uso del espacio y las condiciones ambientales (temperatura, nivel de ruido, ventilación, etc.) a fin de lograr una mejor experiencia para el usuario. Otros sensores también permiten identificar fallas en los sistemas, exceso de ocupación en los espacios o derroche de energía antes de que ocurran en el mundo real.
La posibilidad de contar con estas simulaciones puede ser un gran beneficio con vistas a un futuro en el que seguramente deberemos convivir con COVID-19, y en el que muchas empresas ya apuestan por el trabajo híbrido. En este contexto, el gemelo digital permitiría gestionar más eficientemente los espacios de trabajo ya que optimizar los recursos para esta nueva forma de trabajar será más difícil que cuando las personas iban a la oficina todos los días en horario fijo.
A través de la modelización en tiempo real de sistemas tales como la iluminación, la calefacción, la refrigeración, la ventilación y el uso del espacio, el gemelo digital ayudará a lograr un rendimiento óptimo para cada momento sin importar la cantidad de trabajadores presentes. Además, como también es capaz de analizar el espacio disponible, brindará a los colaboradores remotos la libertad para elegir cuándo ir a la oficina en función de sus necesidades.
Pero no solo podemos ocuparnos del espacio físico; también es posible desarrollar gemelos digitales de los propios empleados, una característica que se viene desarrollando con éxito en entornos industriales y de logística. En el ámbito del trabajo del conocimiento, el gemelo digital podría realizar un seguimiento (con consentimiento expreso y de manera voluntaria) de los horarios y calendarios de los colaboradores a fin de monitorear su carga de trabajo, sugerir un tiempo libre o estrategias de recuperación tales como una sesión de yoga y meditación, actividad física, etc4.
En un escenario de trabajo híbrido, sincronizar los perfiles de los empleados con el gemelo digital también podría resultar útil para personalizar la información relevante para cada trabajador, ya sea de forma presencial o virtual: realizar un seguimiento de su equipo y sus contactos en los sistemas de reserva de espacios para facilitar los encuentros, invitar a los colegas a chatear y colaborar con personas en ciudades y países diferentes. Con un gemelo digital, todos tienen acceso a la misma información, lo que significa pasar menos tiempo gestionando la coordinación y la comunicación.
En definitiva, el gemelo digital no solo facilita la gestión de los activos; también podría ayudar a las empresas a comprender mejor las prioridades y las necesidades de los empleados durante una época de gran incertidumbre.
Porque, tal como sucedió por primera vez hace más de 50 años en la Apolo XIII, lo importante es mantener la nave funcionando y la tripulación en óptimas condiciones.
Referencias:
1 FERGUSON, S. (2020): “Apollo 13: The First Digital Twin”.
2 IBM (2020): “What is a digital twin?”.
3 DELOITTE (2020): “Digital Twins. Bridging the physical and digital ”.
4 POPE, C. (2021): “The case for creating an employee ‘digital twin’”.
¿Quieres conocer más sobre tendencias relacionadas al mundo del trabajo? Descúbrelas en WOW.
Suscribite