Introducción de la edición 89 de FM & Workplaces

A medida que el hombre evolucionó desde la sabana africana hasta la actual era del conocimiento, las condiciones de vida fueron cambiando drásticamente. Hace tan solo un siglo la industria predominante en el mundo era la agricultura, la cual requería un trabajo físico intenso. Hoy, más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y trabaja dentro de una economía de servicios, la mayor parte del tiempo en edificios cerrados.

Pero, aunque nos hemos acostumbrado a trabajar bajo techo, sin luz natural y privados del contacto con la naturaleza, lo cierto es que nuestra biología no se ha podido acomodar completamente a estos cambios. Muchos de los males crónicos que hoy padecemos son producto de la civilización (una gran parte de ellos asociados con el estrés y la inactividad física), y están directamente relacionados con nuestro estilo de vida actual.

Esto tiene enormes repercusiones tanto personales y sociales como económicas. Las empresas son cada vez más conscientes de que el grado de bienestar de los empleados afecta su rentabilidad, lo cual se traduce en un aumento de los gastos en atención médica y la pérdida de productividad debida al ausentismo y la falta de compromiso.

Frente a este panorama, el espacio de trabajo se presenta como una oportunidad única para mejorar la calidad de vida de las personas e influir sobre su bienestar. Desde hace ya mucho tiempo (desde el experimento de Elton Mayo en Hawthorn a principios del siglo XX) las investigaciones demuestran que el entorno físico se encuentra entre los principales factores que determinan el bienestar debido a su gran influencia sobre la salud y las necesidades emocionales y psicológicas de las personas.

¿Cómo hacer para abarcar las demandas de bienestar de la fuerza de trabajo en un mundo en constante evolución? ¿Cómo hacer para conectar a las personas con un entorno que promueva la salud, que fomente las conductas positivas y que apoye sus capacidades cognitivas?

Para comprender los complejos fenómenos que influyen en el bienestar y la satisfacción de las personas decidimos investigar cuáles son las variables más relevantes. Esto nos ayudará a pensar el diseño del espacio de trabajo desde una nueva perspectiva, con el ser humano en el centro.

 

FUENTE: FM&WORKPLACES #89