Un nuevo riesgo para el bienestar laboral que las organizaciones no deben ignorar.
Una publicación de Contract Workplaces
En un mundo cada vez más interconectado gracias a los avances tecnológicos, la soledad y el aislamiento van en aumento entre los trabajadores. El lugar de trabajo, que solía ser el centro de la dinámica social, hoy se ha transformado en un espacio dominado por las interacciones digitales. Es un cambio profundo en la forma en la que trabajamos y nos relacionamos.
Si bien la digitalización ofrece grandes ventajas –ampliación de las redes de contactos, mayor inclusión y participación, intercambio de información más rápido–, también tiene un lado oscuro. Estudios recientes1 señalan que puede erosionar la camaradería espontánea y las charlas informales, deteriorando las relaciones humanas y el reconocimiento social, lo que conduce a mayor soledad. Una encuesta de Gallup2 respalda esta tendencia: la soledad afecta al 22% de los trabajadores a nivel global, un aumento de dos puntos porcentuales entre 2023 y 2024.
El informe también revela variaciones regionales significativas, lo que sugiere que existen elementos culturales y condiciones económicas y laborales específicas que pueden influir en la prevalencia y percepción de la soledad en el trabajo.
Pero existen otros factores. El creciente uso de tecnologías como la inteligencia artificial (IA) presenta una relación ambigua con este fenómeno: aunque tiene un enorme potencial para mejorar la productividad, también pueden contribuir a la soledad y el aislamiento. Muchos empleados prefieren consultar a la IA en lugar de interactuar con sus colegas, lo que reduce los contactos humanos. Este fenómeno, conocido como “AI-solation“, representa un nuevo riesgo para el bienestar laboral que las organizaciones no deben ignorar.
La soledad en el trabajo es una experiencia subjetiva que surge cuando un empleado se siente desconectado, sin vínculos emocionales ni relaciones sociales satisfactorias, independientemente del contexto laboral.
Como seres sociales, tenemos necesidad de reconocimiento, consideración positiva y deseo de vinculación interpersonal. Existe consenso en que el sentido de pertenencia es una necesidad humana fundamental que juega un papel crucial en la salud, el comportamiento y la experiencia.
De acuerdo con los resultados de investigaciones de la Universidad de California3, la percepción de sentirse solo o excluido activa respuestas cerebrales similares a las del dolor físico, lo que subraya la profundidad del impacto emocional y psicológico de la soledad. Desde el punto de vista evolutivo, el cerebro interpreta el aislamiento social como una amenaza vital, desencadenando respuestas de estrés y aumentando la sensibilidad al dolor.
En el entorno laboral existen diversas causas y factores de riesgo para sentir soledad o aislamiento:
→ Estructuras jerárquicas rígidas: cuando la comunicación fluye principalmente de arriba hacia abajo, se crea un clima donde los empleados pueden sentirse ignorados y desvalorizados.
→ Falta de reconocimiento y apoyo emocional: la ausencia de validación y respaldo emocional por parte de colegas o líderes fomenta la sensación de aislamiento.
→ Escasez de interacciones sociales significativas: la falta de oportunidades para interactuar con colegas, ya sea en reuniones o actividades informales, dificulta la construcción de relaciones laborales sólidas, especialmente en contextos de trabajo remoto o híbrido.
→ La tecnología como barrera: el uso excesivo de canales digitales puede dificultar la conexión emocional y generar una sensación de distanciamiento.
Sean cuales sean los factores desencadenantes, la soledad impacta negativamente en el bienestar de los colaboradores, elevando el riesgo de padecer depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental. Además, afecta la creatividad, la calidad del trabajo, la toma de decisiones y el compromiso laboral.
La IA se está integrando en las funciones organizativas y la vida laboral a gran velocidad. Esta nueva dinámica hace que los colaboradores interactúen cada vez más con algoritmos que con personas, lo que puede llevar a un debilitamiento del entorno social del trabajo. Este fenómeno intensifica la soledad y refuerza el “AI-solation“.
Los sistemas de IA no proporcionan una experiencia social rica, por lo que, si no se implementan adecuadamente, pueden profundizar el aislamiento. Esto subraya la necesidad de que las organizaciones encuentren un equilibrio entre las interacciones digitales y personales. Algunas estrategias clave para mitigar los efectos negativos de la IA en el bienestar de los empleados son:
→ Reconocer los riesgos: esto permite implementar medidas para gestionarlos y mantener el valor de las interacciones humanas.
→ Fomentar lo social: incorporar más espacios de coworking y organizar eventos presenciales puede tener un gran impacto en la colaboración y ayudar a reducir la soledad.
→ Gestionar la implementación de la IA: utilizarla como un complemento y un apoyo, no como un sustituto.
La cultura influye profundamente en cómo se vive la soledad en el trabajo. Existen diversas teorías y enfoques para entender las diferencias culturales entre países, como la del psicólogo social Geert Hofstede. Su modelo que se ha convertido en un estándar reconocido internacionalmente para entender estos contrastes4.
De acuerdo con este marco, en Latinoamérica, las jerarquías y desigualdades de poder son más aceptadas que en Europa o EE.UU. Además, los vínculos, la familia y la lealtad social son valores centrales. Los trabajadores suelen considerar a sus colegas parte de una familia extendida, lo que fortalece la cohesión y el trabajo en equipo, en contraste con el individualismo norteamericano.
La cultura laboral latinoamericana es fuertemente relacional. En países como Argentina, Brasil y México, las pausas para el café, los almuerzos grupales y las conversaciones informales son esenciales en la rutina laboral. Asimismo, la implementación de la IA avanza más lentamente, por lo que la “AI-solation” aún no es una realidad extendida.
Estas características culturales influyen en las prácticas laborales y la salud mental en la región. En este contexto, donde las relaciones interpersonales y el sentido de grupo son esenciales, la soledad laboral puede ser más dañina que en las culturas europeas y norteamericanas. Esto significa que las estrategias para enfrentarla deben ser culturalmente adaptadas.
La hiperconexión no garantiza vínculos humanos auténticos. La soledad en el entorno laboral es una amenaza silenciosa que erosiona el bienestar, la productividad y el compromiso. En un contexto de transformación digital acelerada, las organizaciones tienen la responsabilidad de proteger el tejido social del trabajo. Combinar tecnología con humanidad no es solo una estrategia: es una necesidad urgente para tener equipos sanos, conectados y resilientes.
Para enfrentar el sentimiento de soledad de los trabajadores y fomentar una mayor integración de los equipos, algunas acciones clave son:
→ Crear una cultura inclusiva: asegurar que todas las personas se sientan valoradas y escuchadas.
→ Capacitar a los líderes: entrenar líderes empáticos que detecten señales de aislamiento y actúen en consecuencia.
→ Fomentar la comunicación y la colaboración: abrir canales de comunicación fluidos para que los empleados puedan interactuar y compartir ideas. Crear oportunidades para la conexión, tanto presenciales como virtuales.
→ Organizar actividades sociales: promover encuentros informales y eventos grupales que fortalezcan el compañerismo.
→ Reconocer los logros: agradecer el esfuerzo y el trabajo bien hecho para aumentar la sensación de pertenencia.
→ Fomentar el apoyo emocional: ofrecer recursos de bienestar, espacios seguros para expresarse y acceso a apoyo profesional.
Referencias:
1 JACOBS, K. A. (2024): “Digital loneliness: changes of social recognition through AI companions”. Frontiers in Digital Health
2 GALLUP, INC. (2025): “State of the Global Workplace: 2025 Report”.
3 EISENBERGER, N. et al. (2003): “Does Rejection Hurt? An fMRI Study of Social Exclusion”. Science.
4 HOFSTEDE, G. (1980): “Culture’s Consequences: Comparing Values, Behaviors, Institutions and Organizations Across Nations”.
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