Las nuevas oficinas Albemarle en Santiago de Chile
Una publicación de Contract Workplaces
Albemarle, una de las mayores productoras de litio del mundo, lleva operando en Chile desde hace más de 40 años. Cuando la empresa decidió buscar una nueva locación para la reubicación de sus oficinas en Santiago, la elección recayó en la Torre 1 del Mercado Urbano Tobalaba (MUT) en la comuna de Las Condes. El edificio, que forma parte de un complejo de usos mixtos, reúne condiciones acorde con las necesidades y valores de la empresa: un entorno sustentable y propicio para la colaboración que promueve el bienestar, favorece un estilo de vida saludable y ofrece una amplia variedad gastronómica y de servicios.
La nueva sede, íntegramente realizada por Contract Workplaces, se desarrolló sobre una superficie de 1.875 m² distribuidos en dos plantas y representa un desafío cumplido: proyectar una imagen corporativa alineada con la identidad de la empresa. Inspirado en el desierto de sal de Atacama y su arquitectura vernácula, el diseño propone una diversidad de amplios espacios que se conectan entre sí a través de un recorrido que incluye múltiples perspectivas.
El piso 9 se destinó exclusivamente para sala de reuniones y capacitaciones, complementadas por un Work Coffee concebido como un espacio versátil para favorecer la interacción. En el piso 10 se ubicaron los despachos cerrados, las salas de reuniones y los puestos operativos distribuidos en open plan. El corazón del proyecto es una gran plaza central que, como el litio, es un generador de energía que empodera y motiva al equipo de trabajo. Ambos niveles están conectados mediante una escalera interna que asegura una circulación fluida entre los espacios.
La estética del proyecto tomó como referencia el paisaje del norte de Chile, incorporando elementos que evocan su vegetación, los colores y las texturas locales, así como la tonalidad de los estanques de evaporación. La estructura hexagonal de la sal molecular —base para la obtención de litio— se refleja en la forma de las luminarias y los paneles acústicos suspendidos. Los materiales seleccionados tales como la madera, las telas en tonos pastel y las lámparas de mimbre, junto con una paleta de verdes y turquesas, refuerzan la identidad de la empresa.
Esta atmósfera convive en armonía con las sutiles gráficas aplicadas y la escultura de sal que preside el acceso principal, una obra de la Arq. Malé Uribe construida con subproductos del proceso de evaporación natural de la salmuera para extraer el litio. De esta forma, la empresa busca apoyar la cultura y el arte vernáculo a partir de los productos que se obtienen de su actividad productiva.
En línea con su filosofía de compromiso con la sostenibilidad en todas sus actividades operativas, la compañía también decidió promover estrategias para que su entorno laboral sea más saludable, eficiente y amigable con el medio ambiente. Esto le permitió obtener en 2024 la certificación LEED Platinum v4 en la categoría de Interiores Comerciales, convirtiéndose en la primera oficina de una empresa química y minera en Chile en alcanzar este reconocimiento. Entre las iniciativas destacadas se incluyen:
Vale aclarar que el diseño del espacio de trabajo fue clave para reducir el impacto ambiental de esta nueva sede. Al priorizar la asignación de áreas según las necesidades funcionales en lugar de las jerarquías, se logró minimizar el espacio ocupado y sus consumos asociados. Además, la implementación de algunas soluciones tales como uso de frentes vidriados en los espacios cerrados y la disposición de las áreas operativas sobre el perímetro, aprovechando la luz natural y las vistas al exterior, potencian el ahorro energético y mejoran el bienestar de sus ocupantes.
El resultado es un espacio de trabajo que evidencia cómo la sostenibilidad puede integrarse en cada detalle, creando entornos que combinan eficiencia, funcionalidad y respeto por el medio ambiente.
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