por Leon Rost*
Una publicación de Contract Workplaces
Leon Rost forma parte de un equipo de arquitectos, paisajistas, ingenieros, urbanistas y diseñadores de productos que cree que el enfoque multidisciplinario es esencial para enfrentar los grandes desafíos globales de hoy. Su visión se centra en pensar en el futuro del entorno construido y en cómo convertir sueños en realidades tangibles.
En su reciente charla en Worktech24 Latam sobre el diseño de los espacios de trabajo, Leon nos llevó en un recorrido por varios de sus proyectos. Desde su perspectiva, el trabajo moderno se integra cada vez más con otros aspectos de la vida, que incluyen elementos del ámbito residencial, la hospitalidad, el arte e, incluso, el entretenimiento.
Los ejemplos compartidos abarcan una amplia gama de espacios: desde un restaurante diseñado para Noma en Copenhague y el museo de Lego en Billund, hasta un campus para Toyota –donde las calles mismas se utilizan para pruebas de vehículos y tecnología robótica– y un estadio de béisbol en Las Vegas, un paradigma de cómo los espacios deben reunir a miles de personas en un ambiente comunitario. “Las marcas se han convertido en una parte vital de la identidad empresarial, al igual que las experiencias y el esparcimiento”, añade Leon.
A lo largo de su charla, Leon se encargará de remarcar la sostenibilidad como un pilar del entorno construido. Y para ilustrarlo, presentó el proyecto de una planta de energía en Copenhague que cuenta con una pista de esquí en el techo, una innovadora combinación de ideas y tipologías arquitectónicas en un mismo edificio. Esto refleja la variedad de espacios de trabajo que pueden surgir en empresas y fábricas.
Al analizar el futuro de los espacios de trabajo, Leon repasó la historia de las oficinas: desde la época de la obsesión por la eficiencia y la línea de montaje, pasando por los cubículos y las oficinas abiertas, hasta el enfoque actual en el equilibrio entre la vida personal y profesional, la salud mental y el bienestar físico, especialmente después de la pandemia de COVID-19.
A continuación, identificó los cinco componentes críticos para el diseño de los espacios de trabajo del futuro:
Para ilustrar estos principios, Leon realizó una recorrida visual por varios edificios emblemáticos de su firma:
Situado en un muelle, este edificio podría haber tenido tres pisos para acomodar a los 500 miembros del staff; sin embargo, se optó por construir seis niveles utilizando solo la mitad de cada piso. Esto permitió que cada espacio de trabajo esté abierto al nivel inferior y superior, promoviendo tanto la conexión y la colaboración como el trabajo concentrado.
El diseño interior se centró en resaltar la estructura; se utilizaron acabados mínimos y se integró el arte en cada piso. En la planta baja se incluyó un restaurante público y en los pisos superiores, un espacio para eventos disponible para alquilar.
Este espacio de trabajo y aprendizaje para la futura generación de arquitectos es una especie de reversión de la sede de BIG, pero con estructura de madera, uno de los materiales de construcción más sostenibles que ayuda a crear espacios cálidos y acogedores sin necesidad de acabados adicionales.
Recientemente completado, el edificio fue concebido para ofrecer espacios de trabajo al aire libre en cada piso. El resultado fue una espiral ascendente que se afina a medida que gana altura. Desde el interior se puede contemplar la increíble e inspiradora vista de la ciudad de Nueva York.
Compuesto por dos edificios que integran el paisaje del Área de la Bahía, este proyecto permite ir en bicicleta hasta el escritorio y bajar fácilmente al terminar. Los pisos están interconectados tanto por dentro como por fuera, fomentando la movilidad y el acceso a la naturaleza.
La inspiración para este proyecto fue un edificio cercano, hoy abandonado, que es parte de un aeródromo de la NASA y solía albergar un dirigible. El diseño interior se organizó en grupos de cuatro puestos –la unidad básica del espacio de trabajo de Google– que pueden escalar a un equipo de 20 o 30 personas y luego a un vecindario de 120, hasta una comunidad de 3000 personas. El edificio es una verdadera ciudad que incluye gimnasios, cafeterías y espacios flexibles.
Cada vecindario de 120 personas está separado por patios que permiten una conexión con la naturaleza. Cada patio está cubiertos por un gran dosel con aberturas que dejan pasar solo el 5% de la luz, iluminando el espacio sin provocar deslumbramiento. El resto de la energía se captura con 100.000 paneles fotovoltaicos especialmente diseñados, similares a “escamas de dragón”. Además, el campus es autosuficiente en agua, recolectando y reutilizando el agua de lluvia mediante un sistema de tratamiento interno.
El interiorismo se inspiró en el festival Burning Man, con espacios de trabajo desmontables y reensamblables que se adaptar de manera flexible a las cambiantes necesidades laborales presentes y futuras.
Luego de este recorrido por las obras más emblemáticas del estudio BIG, Leon concluye que el lugar de trabajo del futuro debe priorizar la interacción social y la conectividad, además de una integración con el entorno natural que permita desconectar y refrescarse antes de volver al trabajo. Debe ser un lugar cómodo y acogedor, flexible para adaptarse a las diferentes demandas laborales y, sobre todo, sostenible, para asegurar un futuro habitable.
*Leon Rost es arquitecto. Ha trabajado en reconocidas firmas de diseño en Japón, Escandinavia y Portugal, antes de unirse a BIG (Bjarke Ingels Group) en 2011 con el lanzamiento de la oficina en Nueva York. Ha liderado una variedad de proyectos enfocados en la sostenibilidad, la tecnología y el espacio público. Además, es catedrático y ha estudiado en las mejores universidades.
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