Carmen Gloria Cárcamo Losada* y Leeor Solnik** nos enseñan a construir un futuro más humano en esta nueva era tecnológica.
Una publicación de Contract Workplaces
La inteligencia artificial (IA) ya no es el futuro; es el presente, y está transformando nuestras vidas a una velocidad vertiginosa. El avance de esta tecnología nos impulsa a repensarnos como seres humanos y a revaluar nuestras funciones en el ámbito laboral. De hecho, la colaboración con la IA ofrece un enorme potencial, permitiendo que no solo nos reemplace en ciertas tareas, sino que también complemente y potencie nuestras capacidades cognitivas y físicas. Mientras que los seres humanos aportamos creatividad, intuición, empatía y ética, los sistemas de IA ofrecen velocidad, precisión y consistencia. En el ámbito de la arquitectura, estas herramientas ya están transformando los procesos de diseño, mejorando la eficiencia y ampliando los horizontes creativos gracias a su poder de cálculo.
Sin embargo, la revolución de la IA apenas está comenzando. Su capacidad transformadora no solo creará oportunidades de crecimiento e innovación que van más allá del espacio de trabajo tradicional; también redefinirá el concepto mismo de trabajo.
Para profundizar estos temas, y en el marco de Worktech24 Latam, Carmen Gloria Cárcamo Losada* nos invitó a explorar cómo podemos construir un futuro más humano en el que la IA nos permita enfocarnos en lo que realmente importa para prosperar en esta nueva era tecnológica, poniendo nuestras capacidades humanas en el centro. Por su parte, Leeor Solnik** analizó el impacto de la IA en la planificación arquitectónica, con soluciones y herramientas que están revolucionando el sector y ampliando los límites de la creatividad y la innovación.
En definitiva, el futuro del trabajo no se trata de que la IA reemplace a las personas, sino de la colaboración entre ambos. Esta sinergia aumentará nuestras capacidades y nos permitirá enfocarnos en las habilidades exclusivamente humanas.
“En lugar de verla como una amenaza, ¿qué pasaría si consideráramos la IA como una aliada que potencia lo mejor de nosotros?”, nos interpela Carmen Gloria al inicio de su charla, invitándonos a reflexionar. “El temor de que la IA nos reemplace provoca una ansiedad natural en los seres humanos: el cambio y la incertidumbre nos asustan y pueden paralizarnos”.
Lo cierto es que lo único permanente en nuestra vida y en la historia es el cambio, la constante impermanencia de las cosas. A lo largo de las eras hemos enfrentado distintas crisis provocadas por las revoluciones tecnológicas, cada una con sus ventajas y desafíos. Aunque los cambios puedan generar incomodidad a corto plazo, a largo plazo conducen a un mayor desarrollo y bienestar general.
Hoy, afirma Carmen Gloria, lo importante es poner a los seres humanos en el centro y evaluar cómo nos posicionamos frente al futuro de la IA, en lugar de limitarnos a observar cómo redibuja las reglas del juego. Para ello, necesitamos adoptar una actitud positiva y ser capaces de adaptarnos. Aunque el miedo ha sido una herramienta útil para la supervivencia, debemos convertirlo en un motor de cambio. En la medida en que veamos de manera positiva las profundas transformaciones que trae esta tecnología, podremos construir un mundo más próspero y un futuro que esté en nuestras manos.
Carmen Gloria también sostiene que, si trabajamos como robots, es probable que la tecnología nos reemplace. Aquí surge una pregunta fundamental: ¿quiénes somos como seres humanos? ¿Qué queremos? ¿Cuál es el propósito que realmente nos define como individuos? Entre las habilidades humanas duraderas se encuentran la empatía, el pensamiento crítico, la creatividad, la ética, la intuición, la pasión, el amor, la inspiración y el coraje. Pero, ¿qué pasaría si combináramos estas habilidades con la tecnología y colaboráramos con ella para adquirir una especie de “superpoder”?
Lo cierto es que ha surgido un nuevo agente, la IA, que estamos integrando cada vez más en nuestra vida y con el que deberemos colaborar. Las empresas que impulsan la colaboración entre humanos y tecnología tienen un 27% más de probabilidades de liderar en innovación, apunta Carmen. Debemos encontrar la complementariedad con estas máquinas que amplifican nuestras capacidades humanas, aumentando la productividad, reduciendo errores y mejorando la toma de decisiones.
¿Dónde pueden darse estas colaboraciones? La IA puede incorporarse con éxito en actividades que abarcan desde la salud, el comercio minorista y la hotelería hasta la educación y los trabajos de conocimiento, ayudando a mejorar la eficiencia y la seguridad en cada sector.
Finalmente, Carmen Gloria nos deja un mensaje claro: la diferencia entre competir y colaborar con la IA radica en la educación. A través del conocimiento, el miedo se transforma en poder y la competencia en colaboración. La educación empodera.
Una de las áreas de aplicación de la IA es el diseño arquitectónico. Leeor Solnik, cofundador y CEO de Qbiq, compartió su mirada sobre cómo las herramientas impulsadas por esta tecnología están teniendo un impacto significativo en actividades que, como el diseño, han sido tradicionalmente privativas de los seres humanos. Asistimos al surgimiento de un nuevo escenario para la arquitectura, una práctica que, durante siglos, se ha basado en la experiencia y la intuición de los profesionales para encontrar nuevas soluciones.
Aunque la IA es una de las tecnologías más vanguardistas disponibles, su historia comenzó en los años 60; su evolución fue lenta. Sin embargo, a medida que aumentaba la disponibilidad de datos en internet, la IA comenzó a crecer rápidamente. La IA aprende de forma similar a nosotros, a través de la experiencia; solo que, en lugar de experiencias del mundo real, usa datos.
La IA generativa es relativamente nueva y representa la IA más avanzada disponible hoy en día; es capaz de generar contenido en lugar de simplemente reconocerlo. Puede crear música, arte e incluso escribir guiones.
Leeor sostiene que, en el ámbito de los bienes raíces, estas capacidades son muy relevantes. Los procesos de diseño arquitectónico son largos y dependen de muchas variables que incluyen normativas, limitaciones de construcción, optimización de costos, comparación de ventajas y desventajas, etc. Este proceso no ha cambiado mucho en los últimos 40 años, afirma Leeor. Aunque el uso de la informática en la arquitectura no es nuevo –llegó con los sistemas que automatizan los procesos de representación para hacer el proceso más eficiente– no ha generado cambios fundamentales en el método de diseño. Por ejemplo, los sistemas CAD (Computer Aided Design) se utilizan desde hace décadas para representar gráficamente un diseño a través de dibujos y modelos.
Actualmente, las posibilidades que brindan la IA y el aprendizaje automático están ampliando los límites de las herramientas al servicio de la creatividad; permiten tener capacidades arquitectónicas a gran escala y sin limitaciones. Esto podría apoyar todo el proceso, proporcionando ROI e información para cada ubicación considerada.
Para ilustrar los beneficios de la IA aplicada al diseño, Leeor presentó Qbiq, el primer motor de planificación arquitectónica automática que puede generar alternativas de diseño optimizadas. Lo que antes llevaba semanas, ahora se hace en segundos. Cuando se ingresan los requisitos y dimensiones del espacio, el sistema usa 1.500 computadoras en paralelo para crear miles de opciones. El resultado es un diseño arquitectónico detallado que también se puede renderizar en 3D para visualizar el espacio.
Esta tecnología se basa en cuatro pilares:
La integración efectiva de estas tecnologías promete transformar radicalmente el campo del diseño arquitectónico, posibilitando un enfoque más eficiente y creativo hacia la planificación y ejecución de proyectos arquitectónicos.
* Carmen Gloria Cárcamo Losada es una reconocida profesional experta en innovación, tendencias tecnológicas, transformación digital e inteligencia artificial, Co-Founder & Profesor Unlearni y Directora de proyectos de innovación en Socialab. Es diseñadora PUCV, MBA (c) PUC, Máster en Innovación UAI, Gestión, Liderazgo e Innovación en MIT Sloan School of Management, Economía Circular y Estrategias Sustentables, Cambridge y Máster en Comportamiento del Consumidor UAI.
** Leeor Solnik lleva más de una década especializándose en llevar tecnologías disruptivas al mercado. Ha liderado el desarrollo de varios proyectos pioneros que ampliaron los límites de la innovación tecnológica. Es cofundador y CEO de Qbiq.
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