por Tamara Goldvarg, Directora Regional de Personas y Cultura en Contract Workplaces, y Mariela Cavallini, Líder Regional de Personas y Cultura en Contract Workplaces.
Una publicación de Contract Workplaces
Una de las consecuencias de la globalización es la creciente diversidad humana en un mismo territorio geográfico; conviven muchas lenguas, religiones, culturas y formas diferentes de entender la vida. Así como sucede en las sociedades, este fenómeno es parte del mundo organizacional. En una misma oficina pueden coexistir personas de diferentes nacionalidades y tradiciones, lo cual se ha incrementado en los últimos tiempos gracias al trabajo remoto, que ha permitido diluir fronteras y favorecer la formación de equipos multiculturales.
En este contexto, las empresas que demuestran una comprensión y valoración de la diversidad se posicionan mejor para atraer a profesionales de todo el mundo. Y cuando hablamos de atracción de talento y de potenciar la colaboración, la inteligencia cultural juega un papel fundamental. Pero, ¿qué significa realmente la inteligencia cultural (IC)? Se trata de la capacidad de interactuar y comunicarse de manera efectiva con personas de distintas culturas, comprendiendo y respetando las diferencias para lograr una conexión genuina. Esto ayuda a generar confianza y a fomentar la cooperación, potenciando el desempeño del equipo.
La IC no solo mejora la marca empleadora, también genera un ambiente inclusivo donde cada individuo, sin importar su origen, se siente valorado, escuchado y respetado. Hoy, las personas buscan trabajar en entornos donde la diversidad no solo es aceptada, sino que se percibe como una ventaja. Ser parte de un equipo donde las diferencias culturales se consideran una fuente de riqueza y no un obstáculo se vuelve un diferencial. Una empresa que cultiva este tipo de inteligencia atrae talento más diverso y, al mismo tiempo, envía un mensaje claro: “Aquí valoramos lo que te hace único.”
El desarrollo de la inteligencia cultural es fundamental para el éxito organizacional. Las empresas que invierten en esta habilidad no solo mejoran su rendimiento, sino que también enriquecen su comprensión de las particularidades de los mercados y sociedades en las que operan.
Cuando un equipo entiende la perspectiva cultural de sus compañeros, se fortalecen los lazos de trabajo, lo que sin duda potencia los resultados. La diversidad de enfoques es el ingrediente fundamental para el éxito de cualquier proyecto. Además, permite apreciar diferentes puntos de vista, comunicarse a través de las fronteras y aprovechar diversas experiencias para generar ideas y soluciones novedosas. Los equipos multiculturales son más eficientes, innovadores y empáticos, lo que resulta en un mejor rendimiento y éxito organizacional.
Desde la perspectiva del negocio, la gestión de la diversidad también ofrece ventajas: facilita la proyección hacia nuevos mercados, permite sumar nuevas y variadas perspectivas en los servicios, procesos y productos, y favorece el entendimiento y la flexibilidad a la hora de atender una pluralidad de clientes y consumidores.
En resumen, algunos de los beneficios de las organizaciones culturalmente inteligentes son:
Sin embargo, las diferencias culturales –especialmente si los integrantes de un mismo grupo de trabajo viven en diferentes países– pueden generar malentendidos. La diversidad en el uso del lenguaje –incluso dentro del mismo idioma–, el manejo del humor, las costumbres locales y hasta los distintos husos horarios, podrían ser potenciales focos de conflicto. Dado que la mayoría de las veces estas situaciones surgen por falta de información o desconocimiento, es posible prevenirlas si se toman las medidas adecuadas.
A diferencia de la sensibilidad cultural, que se centra en la conciencia de las diferencias culturales, la IC implica un conjunto de habilidades más profundas que permiten colaborar y prosperar en entornos multiculturales. Para lograrlo eficazmente, las organizaciones deben comprometerse desde la Dirección en la implementación de herramientas que fomenten y faciliten este aprendizaje:
Contract Workplaces es una compañía que nació hace más de 25 años en la Argentina y se fue expandiendo en la región. Esta expansión puso de manifiesto la necesidad de aprender a gestionar no solo desde la distancia, sino también desde la multiculturalidad.
A lo largo del camino, desde el equipo de Personas & Cultura y junto a los líderes, incorporamos distintas estrategias para consolidarnos como un solo equipo y promover tanto las capacidades individuales como las colectivas, favoreciendo la integración y el respeto mutuo.
“Hechos, más que palabras” fue la premisa que, como organización regional, nos guió para que estas iniciativas se materializaran en un documento que no solo explicita nuestro compromiso con la diversidad, la equidad y la inclusión, sino que también actúa como guía en cada una de nuestras acciones diarias. La igualdad de oportunidades y la consideración por cada uno de los colaboradores, sin distinciones, forman parte de nuestra cultura y se viven de manera orgánica en el día a día de la empresa.
Llevamos adelante este proceso de integración cultural desde la inducción de los nuevos integrantes y lo reforzamos periódicamente con distintas actividades de integración y capacitación transversales. Nuestros equipos son, por definición, transnacionales. Tanto es así que, para afianzar nuestra regionalidad y fortalecer los lazos entre países, fomentamos los traslados laborales –tanto permanentes como temporales– entre los distintos mercados donde tenemos oficinas.
Y para validar que nuestras acciones concuerdan con lo que declaramos, todos los años realizamos una encuesta de clima laboral. Estamos convencidos de que los enunciados por sí solos no convierten a una organización en aquello que proclama; son las acciones concretas las que lo hacen posible. Es por esto que trabajamos de manera permanente para que nuestro compromiso sea consistente con el día a día y, sobre todo, para que esto beneficie a todos los formamos parte de Contract Workplaces.
Tamara Goldvarg es Directora Regional de Personas y Cultura en Contract Workplaces. Por más de 25 años ha liderado áreas de Capital Humano en empresas de servicios. Es Lic. en Relaciones Laborales, cuenta con un posgrado en Administración de Empresas, una certificación internacional Agile HR Professional y formación como Coach Ejecutiva Organizacional.
Mariela Cavallini es Líder Regional de Personas y Cultura en Contract Workplaces. Con más de 10 años de trayectoria en el área de Capital Humano hoy lidera las áreas de desarrollo y capacitación. Es Lic. en Relaciones del Trabajo, posee una diplomatura en Aprendizaje, Talento y Desarrollo y es Coach Organizacional.
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