Una publicación de Contract Workplaces
Paulista es una exclusiva tienda multimarca de indumentaria para mujer de origen brasileño. La firma se ha instalado en Montevideo con el objeto de traer al país una selección de prendas limitada, pero con una gran variedad de estilos.
A la hora de establecer su primer local en Uruguay, Paulista no solo buscaba atraer clientes por la calidad de sus productos, sino también por la experiencia de compra. Para ello necesitaba un espacio adecuado para instalar el showrroom y el back office, además del asesoramiento de un especialista en arquitectura comercial como Contract Workplaces.
El proyecto se desarrolló en Carrasco Valley, un edificio de oficinas con locales en la planta baja, ubicado en un barrio residencial destacado por sus servicios, accesibilidad y entorno atractivo. De los 180 m² totales del local ubicado en esquina, 105 m² se destinaron a la tienda y 75 m² al back office y el depósito.
El diseño conceptual se basó en el uso de las curvas como alegoría de la forma femenina y en la idea de la tienda como un espacio de descubrimiento que invita a recorrerlo pero, a la vez, es exclusivo. Por este motivo, los cristales del frente se cubrieron con un vinilo que impide ver desde afuera y una cortina metálica que envuelve la vidriera. Esta fachada velada crea expectativa y cierto misterio que invita a la exploración. De esta manera, también se logra que las clientas que entran no sean vistas desde afuera, tengan intimidad y una experiencia más exclusiva.
Dentro del local, el proyecto de arquitectura comercial contempló una circulación que se articula en torno a un sillón rojo ubicado en el centro del salón, el cual es el gran protagonista del espacio y el único elemento que lleva el color de la marca. En el resto de la tienda se aplicó una paleta neutra en la que predominan el beige y el dorado para darle un marco de lucimiento a la ropa con sus toques de color y contraste.
En cuanto a los accesorios, las tarimas y percheros se diseñaron en conjunto, cada uno con una altura acorde con el largo de las prendas exhibidas y con facilidad de desplazamiento. Así, se pueden crear distintos rincones temáticos según las necesidades.
La iluminación general es suave y difusa, y toda la tienda cuenta con música ambiental a fin de mejorar la experiencia del cliente. En la sección de probadores se dispuso una antecámara con cortinas que se pueden dejar abiertas y una iluminación uniforme para favorecer a la mujer. Los espejos tienen formas orgánicas, emulando las curvas femeninas.
Detrás del sector de caja se ubicó una tisanería donde se sirve café, jugos de fruta y champagne para que las clientas se sientan atendidas, disfrutando de una experiencia de compra completa y personalizada.
El espacio de back office es pequeño, pero está aprovechado al máximo (descubre más sobre back offices eficientes para retail en esta nota). Cuenta con entrada independiente desde la calle, una sala de reuniones para cuatro personas, un open space para seis personas, lockers y depósito. Este último se ubicó de manera estratégica, próximo al showroom, de modo que el personal pueda tener un acceso rápido al stock para atender sin demora los requerimientos de las clientas.
El resultado es un espacio que combina elegancia y funcionalidad, ofreciendo una experiencia de compra exclusiva e inigualable.
Conoce otros proyectos de arquitectura comercial y diseño de retail realizados por Contract Workplaces: BAS (Uruguay); Banco Estado (Chile); Adidas (Argentina); Krispy Kreme (Costa Rica).
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