Un modelo que puede ser muy productivo cuando se adapta a las tareas que pueden realizarse de manera remota
Una publicación de Contract Workplaces
Después de la pandemia, el trabajo híbrido se ha convertido en la tendencia predominante en muchas áreas de la actividad económica. Sin embargo, la implementación de este modelo varía significativamente según el sector. De acuerdo con un informe de la consultora McKinsey1, entre el 20% y el 25% de los trabajadores de las economías avanzadas podrían realizar sus tareas de forma remota más de tres días a la semana. Pero esto depende de varios factores, entre los que se destaca la importancia de la presencialidad en el desarrollo de su labor.
Basándonos en este criterio de presencialidad, existen notables diferencias entre, por ejemplo, los trabajadores del conocimiento y los de la industria del retail. En el primer caso, gran parte del trabajo se puede realizar de forma remota: no requiere equipo especial y las herramientas virtuales pueden facilitar las interacciones interpersonales necesarias. Según el mismo informe, casi todo el trabajo remoto potencial se da dentro de este ámbito, el cual representa entre un 26% y un 35% en las economías avanzadas, y entre un 10% y un 19% en las economías en desarrollo.
Por su parte, la industria del retail –que abarca los locales minoristas y las tareas de atención al cliente– depende en gran medida de la presencia física para muchas de sus funciones, lo que la enfrenta a más limitaciones para la implementación del trabajo híbrido. No obstante, algunos roles relacionados con el back office pueden adaptarse muy bien a este modelo.
De esto se desprende que, en última instancia, la posibilidad de llevar a la práctica el trabajo híbrido dependerá de la posibilidad de las empresas para adecuarse a las necesidades específicas tanto de sus empleados como de su industria en particular, promoviendo un equilibrio que beneficie a ambos.
La actividad minorista ha enfrentado importantes desafíos y transformaciones en los últimos años, particularmente con el auge del comercio electrónico, la transformación digital, los cambios en los hábitos de los consumidores y el reciente impacto de la pandemia. A medida que las empresas buscan formas de adaptarse y prosperar en este contexto cambiante, el modelo híbrido surge como un enfoque alentador ya que combina el trabajo remoto y presencial. Esta combinación ofrece flexibilidad –una de las condiciones más valoradas por los trabajadores– al mismo tiempo que mantiene las interacciones cara a cara, esenciales para el comercio minorista y la atención al público.
Uno de los mayores desafíos para implementar el trabajo híbrido en este sector es la necesidad de la presencialidad para muchos roles. Las posiciones tales como cajeros, repositores y servicio y atención al cliente, requieren en su mayoría de una interacción directa tanto con los productos como con el público, lo que limita la posibilidad de trabajar de manera remota. A pesar de esto, la industria del retail puede sacar provecho de los beneficios de este modelo, especialmente en funciones administrativas y de soporte que no requieren presencia física constante.
La capacidad de amoldarse a estos cambios les permitirá a las empresas de retail mejorar su eficiencia operativa, reducir los costos y aumentar la satisfacción tanto de los empleados como de los clientes. Por ejemplo: la posibilidad de alternar entre el trabajo remoto y el presencial que brinda el modelo híbrido, viene acompañada de mejores condiciones de bienestar y satisfacción para el personal, un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida social y familiar, menores tasas de rotación y mayor compromiso con la compañía.
Al mismo tiempo, gracias a la constante evolución de la tecnología que ha proporcionado nuevas herramientas y soluciones que permiten a los empleados trabajar desde cualquier lugar, se han reducido las barreras geográficas. Esto facilita la incorporación de un grupo de talentos más amplio, con un conjunto variado de habilidades y perspectivas, lo que favorece la innovación y la creatividad dentro de la fuerza laboral.
Sin embargo, a pesar del rápido crecimiento del comercio electrónico, el sector minorista sigue prosperando mayormente gracias a las interacciones en persona. Para no empobrecer la experiencia de los clientes en los comercios físicos, será necesario adaptar el modelo híbrido con estrategias innovadoras que no descuiden este canal de ventas.
La implementación del trabajo híbrido en el sector del retail puede ser muy productiva cuando se adapta a las tareas que pueden realizarse de manera remota. Estas incluyen las actividades administrativas, las funciones de soporte, y todas aquellas labores que pueden beneficiarse del uso de la tecnología digital. Esto significa que el trabajo remoto y la flexibilidad laboral también pueden integrarse de manera efectiva en un sector que tradicionalmente ha dependido de la presencia física de sus empleados.
Para aplicar con éxito el trabajo híbrido, la clave radica en identificar cuáles son las áreas que se pueden adaptar a este modelo, proporcionar las herramientas y el apoyo necesarios para que los empleados puedan realizar sus tareas de manera efectiva tanto en casa como en la oficina, considerar las estrategias de comunicación y mantener viva la cultura de la empresa.
Aprovechar al máximo las oportunidades de este nuevo paradigma en la industria del retail dependerá de la puesta en práctica de algunas estrategias indispensables:
No todas las funciones son aptas para el trabajo híbrido. La clave es identificar qué roles pueden adaptarse a este modelo y cuáles requieren presencia física constante. Para ello es necesario evaluar cuidadosamente las tareas y responsabilidades de cada puesto, asegurando que los empleados tengan las herramientas y el soporte adecuados para mantener la productividad y la calidad del servicio al cliente.
La integración de herramientas tecnológicas específicas puede facilitar el trabajo remoto, ayudar a mejorar la eficiencia operativa y brindar mayor flexibilidad a los colaboradores permitiendo que algunos empleados trabajen remotamente supervisando las operaciones a través de sistemas avanzados. Algunos de ellos incluyen:
La utilización de herramientas tecnológicas avanzadas puede ser costosa y requerir una capacitación considerable, dado que no todos los colaboradores tienen las habilidades técnicas necesarias para adaptarse a los nuevos sistemas digitales. Por esto es importante que las empresas brinden programas de formación continua a todo el personal; así se aseguraran de que todos estén familiarizados con las nuevas tecnologías y los métodos de trabajo.
Mantener una cultura organizacional cohesiva puede ser un desafío cuando los empleados no están físicamente juntos. Las empresas deben encontrar maneras creativas de fomentar la comunicación abierta, la colaboración, el compromiso y el sentido de pertenencia, utilizando tanto encuentros virtuales como reuniones presenciales periódicas.
En definitiva, abordando estas áreas fundamentales, las empresas de retail podrán beneficiarse de las ventajas que ofrece este modelo: mayor satisfacción de los empleados, reducción de los costos de operación, aumento de la productividad y atracción de los mejores talentos. No obstante, para tener éxito en un mercado en constante evolución, esta estrategia requerirá una gestión aceitada y competente para superar los desafíos que presenta la interacción con los clientes, la operación diaria y el compromiso de los colaboradores.
Referencias:
1 LUND, S. et al (2021): “The future of work after COVID-19” McKinsey Global Institute.
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