Los nuevos desafíos del bienestar

La búsqueda de condiciones saludables en el lugar de trabajo es una tendencia cada vez más extendida, especialmente después de la pandemia. Las empresas han comprendido que el bienestar de la fuerza laboral no solo afecta la rentabilidad; también mejora el compromiso, el rendimiento y la retención de los empleados.

Los nuevos avances tecnológicos, que han significado un alivio de la carga física y mental en una amplia gama de tareas, están transformando radicalmente la forma de trabajar y los espacios de trabajo. Por esto, es cada vez más importante tener en cuenta los riesgos resultantes del estrés y la inactividad física, fenómenos cada vez más frecuentes en la oficina.

A todo esto, hoy se suman los grandes cambios derivados de la introducción de la inteligencia artificial (IA) en muchos ámbitos laborales. Estas nuevas tecnologías, que tienen la capacidad de afectar las oportunidades de empleo transformando el papel que desempeñan las personas en el mundo del trabajo, seguramente tendrán un impacto sobre la salud, la seguridad y el bienestar general de los trabajadores, aunque la comprensión de sus efectos aún no es del todo clara.

Es bien sabido que la IA puede automatizar tareas en una variedad de ocupaciones diferentes. También puede ayudar a los empleados a completar tareas física o mentalmente pesadas y repetitivas; de esta forma liberan su tiempo para actividades de alto valor agregado contribuyendo a mejorar el desempeño laboral y el aumento de la productividad. Además, podrían llevar a una nueva concepción de los entornos de trabajo debido a la redistribución y reorganización de las tareas entre trabajadores y máquinas. La adopción de la IA también puede requerir que las personas trabajen junto con los sistemas inteligentes creando nuevas dinámicas y una mayor colaboración entre la tecnología y las personas¹.

Visto el alcance que puede tener la adopción de la IA en el lugar de trabajo, es dable suponer su alto potencial para alterar las condiciones de bienestar de la gente. Los nuevos desafíos que plantea la disminución de las oportunidades laborales, la necesidad de adquirir habilidades especializadas para no quedar obsoletos y la exposición a riesgos físicos y psicosociales desconocidos hasta ahora obligarán a las empresas a un nuevo abordaje de la salud, la seguridad y el bienestar de los trabajadores.

Riesgos asociados con las tecnologías

Hoy resulta relativamente sencillo automatizar una gran cantidad de tareas que son difíciles para la capacidad humana: memorizar información, evaluar de manera precisa los factores de riesgo, realizar tareas repetitivas sin errores, manejar datos estadísticos, encontrar patrones, etc. Sin embargo, a medida que la IA se integra cada vez más en la vida laboral, las empresas deben comprender no solo sus beneficios sino también las contingencias relacionadas con en el bienestar del plantel:

→ Desplazamiento laboral y automatización. La introducción de la IA en el trabajo puede generar inseguridad, ansiedad y estrés entre los empleados, especialmente si perciben que la tecnología puede desplazarlos de ciertas funciones, hacerlos perder autonomía o requerir habilidades extra para trabajar eficazmente con las nuevas herramientas o procesos laborales.

Alterar el tradicional equilibrio de control entre personas y tecnología con los humanos al mando, puede crear un ambiente más estresante y deshumanizado que impactará negativamente en la salud y el bienestar de los trabajadores.

→ Fatiga tecnológica y estrés. El uso constante de tecnologías con interfaces digitales puede contribuir a la fatiga tecnológica, que se manifiesta como cansancio visual, mental y emocional junto con agotamiento mental y cognitivo. Esta exposición prolongada a estímulos tecnológicos puede dificultar la capacidad de estructurar y asimilar la cantidad de información recibida.

→ Impacto en la interacción humana. La dependencia excesiva de tecnología como los chatbots o los asistentes virtuales, podría afectar la calidad de la interacción humana en el entorno de trabajo. Esto podría tener consecuencias en la colaboración y la cultura organizacional.

→ Riesgos para la salud mental. Algunas personas pueden desarrollar ilusiones de relación social con chatbots avanzados impulsados por IA, especialmente aquellos diseñados para simular la conversación humana de manera convincente. Esto puede llevar a la formación de vínculos emocionales o expectativas poco realistas, lo que podría afectar el bienestar emocional. Si esta interacción sustituye las conexiones humanas reales, podría contribuir al aislamiento social y tener efectos negativos en la salud mental.

→ Preocupaciones éticas y de privacidad. El uso de algoritmos de IA para tomar decisiones en el lugar de trabajo puede plantear preocupaciones éticas y de privacidad, especialmente si no se abordan adecuadamente los aspectos relacionados con la transparencia y la protección de los datos. Para mitigar estos riesgos, es fundamental que las organizaciones y desarrolladores de tecnología sean transparentes sobre la naturaleza de los sistemas de IA.

Soluciones de IA para mejorar el bienestar

Los avances tecnológicos tienen dos caras. Por un lado, como hemos visto, las tecnologías impulsadas por IA tienen sus riesgos –especialmente si están mal diseñadas o implementadas– pero, por el otro, son claramente parte de la solución.

Una de las ventajas de las tecnologías basadas en IA y aprendizaje automático para mejorar el bienestar de los empleados es su capacidad para analizar grandes cantidades de datos y brindar recomendaciones personalizadas. Al utilizar algoritmos y modelos predictivos, la IA puede tener en cuenta información sobre la salud, las preferencias y los comportamientos de cada empleado; de esta forma, es posible crear programas de bienestar a medida. Estos pueden incluir desde rutinas de ejercicio y alimentación saludable hasta poderosas herramientas y valiosos recursos para ayudar a gestionar el estrés, la ansiedad y un equilibrio positivo entre el trabajo y la vida personal. Pero, sobre todo, tienen el potencial de permitir que los trabajadores se sientan más comprometidos, satisfechos y felices en su lugar de trabajo. Estas son algunas de sus posibilidades:

→ Monitoreo de datos biométricos en tiempo real. Algunas aplicaciones impulsadas por IA pueden hacer un seguimiento de los niveles de estrés de los trabajadores analizando los datos provenientes de wearables. Los relojes inteligentes o pulseras de actividad que emplean algoritmos de aprendizaje automático para monitorear la actividad física, la calidad del sueño y otros, aportan una variedad de parámetros relacionados con la salud. Con esta información, estas aplicaciones pueden brindar recomendaciones personalizadas sobre técnicas de reducción del estrés e, inclusive, predecir el riesgo de sufrir Burnout.

Por ejemplo, la empresa Kintsugi ofrece tecnología que aprovecha el poder de la IA y los biomarcadores vocales para identificar signos de depresión y ansiedad en el habla de los usuarios, al mismo tiempo que brinda asesoramiento sobre el tipo de apoyo necesario.

→ Chatbots para la salud mental. Los chatbots basados en IA pueden servir de apoyo las 24 horas del día para aquellos que experimentan problemas de salud mental, agotamiento o estrés. Estas herramientas interactúan de forma confidencial con los empleados para discutir sus inquietudes y brindar consejos e información sobre los recursos de salud mental disponibles dentro de la organización; también pueden sugerir estrategias de autoayuda. La asistencia y disponibilidad inmediatas que ofrecen estos chatbots ayudan a mitigar el estigma asociado con los problemas de salud mental y a promover la intervención profesional temprana en caso de ser necesario.

→ Asistentes virtuales para el bienestar. Ciertos asistentes virtuales motorizados por IA están diseñados para brindar apoyo relacionado con el bienestar proporcionando información sobre hábitos saludables, recordatorios para tomar descansos y sugerencias para mejorar la calidad de vida en el trabajo. También ayudan a optimizar la carga laboral y el manejo de los horarios ofreciendo recomendaciones sobre la priorización de tareas y la gestión del tiempo. De esta forma, los empleados utilizan su jornada laboral de manera más eficiente y logran un equilibrio más saludable entre el trabajo y la vida personal.

→ Monitoreo de la actividad física. La actividad física tiene un papel muy importante en la promoción y el mantenimiento del bienestar físico y mental. Existen evidencias que sugieren que hacer ejercicio se asocia con un aumento de la productividad y la competencia en tareas creativas. Para mantenerse siempre en forma existen dispositivos portátiles, aplicaciones y plataformas que integran los datos de la actividad física, la frecuencia cardíaca, la saturación de O₂, etc. para proporcionar informes personalizados y recomendaciones a lo largo del día.

Para concluir, es importante tener en cuenta que el uso de este tipo de herramientas plantea cuestiones éticas y de privacidad. Es esencial garantizar que se cumplan los estándares de seguridad de los datos y que se proporcionen opciones claras para que los empleados puedan participar voluntariamente en estos programas.

Referencias:

BULPIN, J. (2020): “How AI could benefit mental health and well-being in the workplace”.

DALMIA, N. (2023): “As AI reshapes workplaces, prioritizing health & well-being of employees takes center stage”.

ROBINSON, B. (2023): “Workers Using AI Technology Taking Mental Health Into Their Own Hands”.

1 JETHA, A. et al. (2023): “Artificial intelligence and the work–health interface: A research agenda for a technologically transforming world of work”.