Detox Spaces

Las extraordinarias transformaciones tecnológicas de las últimas décadas nos enfrentan a presiones cada vez mayores para ajustarnos a unos cambios que ya superan nuestra capacidad de adaptación.

Hoy, las tecnologías digitales forman parte integral de la vida cotidiana, transformando la comunicación, las rutinas diarias y el trabajo. Y aunque han aportado numerosos beneficios, su uso excesivo también genera problemas: su carácter intrusivo puede provocar distracciones y una menor conciencia del entorno físico y social; disminuye la productividad, el compromiso y la satisfacción laboral; debilita las habilidades sociales; produce hiperinformación y difumina el límite entre la vida personal y laboral, entre otros.

A todo esto se suma la adopción generalizada de la inteligencia artificial (IA) que está generando una presión sin precedentes para adaptarse a tecnologías que avanzan muy rápido, lo que provoca ansiedad, agotamiento y estrés. Hoy, este estrés que se ha convertido en un fenómeno cada vez más extendido en el ámbito laboral, ya tiene nombre propio: tecnoestrés.

Algunos estudios realizados después de la pandemia respaldan con datos este alarmante crecimiento: más del 50 % de los empleados reporta sobrecarga, invasión de la vida personal y ansiedad vinculados al uso intensivo de la tecnología¹, mientras que el 58% se mantiene permanentemente conectado² y el 32% sufre fatiga digital³. Esto confirma que, si no se gestiona adecuadamente, el trabajo mediado por la tecnología representa un claro riesgo para el bienestar mental, el equilibrio vida-trabajo y la salud de los colaboradores.

Como respuesta a esta problemática, cobra fuerza la idea de practicar momentos de desintoxicación digital⁴ –un período de desconexión que puede ir desde unas horas hasta varios días– con el objeto de enfocarse en actividades fuera de línea tales como hacer ejercicio, socializar o relajarse.

En la oficina, esta iniciativa puede materializarse en áreas especialmente diseñadas para que los colaboradores se desconecten temporalmente de los dispositivos digitales y la tecnología: los llamados detox spaces. La idea es brindar un entorno libre de pantallas y notificaciones que favorezca el bienestar y la relajación.

Desintoxicación digital: reconectar con el mundo real

La desintoxicación digital parte de la premisa de que el uso excesivo de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), junto con los dispositivos móviles, nos aleja de las personas, la vida real y las experiencias auténticas, por lo que es necesario tomar medidas correctivas⁵. Y aunque la expresión es reciente, sus raíces se hunden en una larga historia de crítica a los medios y la tecnología.

Desde el telégrafo hasta los actuales dispositivos móviles, todas las tecnologías han modificado nuestra experiencia del entorno y las normas sociales. Cuando la televisión se convirtió en un medio masivo, surgieron objeciones por la pérdida de socialización en el hogar: los miembros de la familia se veían como espectadores pasivos que ya no compartían experiencias reales. Muchas miradas contemporáneas encuentran efectos similares en el mundo actual, saturado de dispositivos provistos con conectividad ubicua.

Esta observación se basa en que la tecnología interrumpe las interacciones cara a cara, genera competencia entre distintos espacios sociales y disminuye nuestra conciencia del entorno. En lugar de vivir las experiencias, las “escenificamos” a través de las pantallas.

La desintoxicación digital busca reconectar con el mundo real (las personas y el espacio presentes) mediante distintos niveles de intervención⁶:

• Nivel tecnológico: a través de herramientas digitales que limitan la conectividad. De esta manera se minimizan las distracciones y mejora la capacidad de percibir el lenguaje corporal de quienes nos rodean, lo que fortalece el sentido de conexión.

• Nivel individual: mediante restricciones autoimpuestas a la conectividad tales como tomar descansos regulares, desconectarse al finalizar la jornada laboral, reemplazar el tiempo frente a la pantalla con actividades al aire libre, hobbies o interacciones en persona.

• Nivel institucional: implementación de zonas libres de dispositivos o detox spaces, fomento de la comunicación en persona y establecimiento de momentos específicos sin tecnología.

¿Cuáles son los beneficios?

La desintoxicación digital en el trabajo es crucial para el bienestar de los empleados y la productividad organizacional, especialmente en un mundo cada vez más hiperconectado. Para que sus beneficios se materialicen, es importante establecer pautas claras y espacios adecuados dentro de la oficina.

Algunas de las razones para adoptar esta práctica incluyen:

• Combate la cultura del “siempre conectado”. La conectividad constante –a través de correos, mensajes y notificaciones, incluso fuera del horario laboral– genera ansiedad, agotamiento y estrés, lo que conduce a una disminución de la satisfacción y la productividad. También interfiere con el tiempo personal, el contacto social y el descanso.

• Mejora la productividad y el enfoque. Al alejarse de las distracciones digitales, los empleados se concentran mejor en sus tareas, con más eficiencia y calidad. Los momentos de desconexión permiten que la mente descanse y se recargue para retomar la labor con renovado enfoque.

• Fomenta la recuperación y la creatividad. La desconexión brinda la oportunidad de recuperarse mentalmente y potencia la creatividad, la resolución de problemas y la toma de decisiones.

• Promueve la salud mental y el bienestar general. La desintoxicación proporciona un respiro del “bombardeo digital”, ayuda a reducir los niveles de estrés y previene el agotamiento o burnout.

• Favorece la interacción social y el trabajo en equipo. Al reducir el uso de pantallas, se crean oportunidades para interacciones más auténticas con los colegas. Esto fortalece los vínculos, la comunicación y la cohesión grupal.

Cómo crear un oasis de bienestar

Los detox spaces son áreas especialmente diseñadas para que los empleados se desconecten temporalmente de sus dispositivos digitales. Su propósito es promover el descanso mental y físico frente a la fatiga y la sobrecarga de información en un entorno libre de estímulos tecnológicos.

Para ser efectivos, estos espacios deben incluir:

• Entorno libre de tecnología: el uso de dispositivos digitales debe estar limitado o prohibido. Se debe alentar a los empleados a dejarlos en sus escritorios o casilleros.

• Asientos cómodos y relajantes: se debe incorporar mobiliario cómodo (sillas, puffs, sofás) con texturas cálidas y acogedoras. Materiales naturales tales como el algodón, la lana, el cuero y la madera generan sensaciones de hospitalidad y confort.

• Biofilia: integrar plantas, luz natural y colores tierra ayuda a reducir el estrés y promueve la relajación. También suman los materiales naturales, las superficies curvilíneas, los patrones biomórficos e, incluso, las representaciones de la naturaleza (fotos, pinturas, etc.).

• Elementos sensoriales: los estímulos de la realidad física brindan una oportunidad única para activar los sentidos. El uso de la iluminación, el color, los aromas, la música, etc., ayudan a crear una experiencia sensorial de relajación.

• Iluminación tenue y cálida: el color de la luz afecta el estado de ánimo y la actividad de las personas: la luz azul tiene un efecto activador mientras que la luz cálida es sedante. Una intensidad baja induce a la relajación y el descanso.

• Espacios especiales: se pueden incluir zonas de silencio, salas de yoga, meditación o gimnasio para escapar del constante flujo de notificaciones y así reconectar con el cuerpo y la mente.

Los espacios de desintoxicación digital ofrecen una solución concreta, equilibrada y productiva, ante los desafíos del entorno laboral moderno. No se trata de eliminar la tecnología, sino de encontrar un equilibrio que preserve la salud, la satisfacción y el rendimiento de los empleados.

Referencias:

1 GONZÁLEZ-FERNÁNDEZ, C. et al. (2024): “The effect of technology in the workplace: Consequences of technostress on mental health”.

2 ADECCO GROUP (2021): “Resetting Normal: Defining the new era of work.”

3 LOPEZ, X. & RUIZ NARANJO, E. (2023): “Tecnoestrés post pandemia para mitigar riesgos psicosociales en la empresa”.

4 MIKSCH, L. & SCHULZ, C. (2018): “Disconnect to Reconnect: The phenomenon of digital detox as a reaction to technology overload”.

5 ENLI, G. & SYVERTSEN, T. (2021): “Disconnect to Reconnect! Self-help to Regain an Authentic Sense of Space Through Digital Detoxing”. Rethinking Disconnection.

6 VANDEN ABEELE, M. M. P. (2020): “Digital Wellbeing as a Dynamic Construct.”