FMContract Workplaces
#121 Mayo 2025

Imaginar el trabajo en la era de la IA

Cómo será el futuro frente al avance de los sistemas autónomos y la robótica

ALGUNAS MARCAS QUE NOS ACOMPAÑAN

Una publicación de Contract Workplaces


Vivimos un tiempo en el que la inteligencia artificial (IA) no solo automatiza tareas o resuelve problemas: también escribe guiones, crea imágenes, diseña narrativas y moldea emociones. Y, muchas veces, con una precisión que supera a la de sus creadores humanos.

A diferencia de tecnologías anteriores que eran meras “herramientas”, la IA se ha convertido en un “agente” con la capacidad inédita de operar de manera independiente para cumplir objetivos específicos sin intervención humana directa. Su capacidad para entender y generar lenguaje natural es la clave de su impacto, especialmente en el trabajo del conocimiento.

Esto significa que, en las próximas décadas, el trabajo impulsado por el avance inexorable de la IA experimentará una transformación profunda. Esta serie de cambios sin precedentes redefinirá tanto el contenido de las tareas como las formas en que interactuamos con la tecnología y entre nosotros.

Como afirma el historiador Yuval Noah Harari en una entrevista reciente para Wired1: “Por primera vez en la historia, compartimos el planeta con entidades no humanas que pueden crear historias mejor que nosotros”. Así, la capacidad de narrar, imaginar, proyectar futuros y organizar la realidad a través del lenguaje ya no es exclusivamente humana. Esa frontera se ha corrido. Entonces, ¿qué lugar ocuparemos los humanos en el escenario futuro?

Esta pregunta, que parece filosófica, se vuelve eminentemente práctica cuando hablamos de trabajo. Porque si las máquinas piensan, crean, ejecutan y cuentan, ¿qué sentido tendrá seguir trabajando?
Y sin embargo, seguiremos haciéndolo, pero de otra forma.

El trabajo redefinido

En una entrevista reciente2, Bill Gates sugirió que podríamos estar acercándonos a un futuro en el que el trabajo humano será opcional, lo que plantea muchos interrogantes sobre el propósito y el sentido de la vida cuando trabajar ya no sea una necesidad sino una elección.

Pero, mientras esperamos ese momento, la automatización y la IA ya están transformando el panorama laboral. Según un informe del Banco Mundial, la IA está reemplazando tareas, aumentando la productividad humana y reestructurando el empleo, aunque su impacto no es homogéneo en todas las regiones: puede ser menor en los países en desarrollo3.

Una investigación reciente de Accenture4 identifica algunas tendencias tecnológicas emergentes que tendrán un impacto significativo en las empresas durante los próximos años. Entre ellas se cita la capacidad de la IA para generar y ejecutar código por sí misma, lo que la convierte en un poderoso agente autónomo capaz de operar áreas enteras del negocio.

Pero, no todas las automatizaciones serán digitales; los agentes físicos traerán un nuevo nivel de autonomía. Se trata de asistentes basados en IA que colaborarán con las personas para realizar tareas físicas o automatizar trabajos manuales. Pueden incluir robots, exoesqueletos u otras máquinas que, gracias a la IA generativa, comprenden el contexto y pueden realizar tareas flexibles y de propósito general en el mundo real. Se espera que, en las próximas décadas, estos agentes revolucionen la automatización del trabajo físico, integrándose en entornos laborales para asistir o incluso actuar en nombre de los humanos.

Frente a estos avances, podemos anticipar que los sistemas de IA, junto con la robótica, se volverán cada vez más sofisticados y asequibles, penetrando en casi todas las áreas y trabajos. Esto dará lugar a una “fuerza laboral aumentada”, lo que obligará a rediseñar los roles de las personas. La cuestión será en qué punto alcanzaremos el equilibrio entre trabajadores humanos y robóticos.

Transformación, desafíos y adaptación

De acuerdo con un informe del World Economic Forum5, la tecnología es la fuerza que más contribuirá a moldear el mercado laboral, por encima de cualquier otra tendencia. Creará empleo, pero también eliminará puestos. Según este informe, el 47% de las tareas laborales actuales son realizadas por humanos, el 22% por tecnología (incluyendo máquinas y algoritmos) y el 30% se lleva a cabo en colaboración. Para 2030, se espera que estas proporciones cambien significativamente, con una división casi equitativa entre humanos, máquinas e híbridos. Otras estimaciones indican que la mitad del trabajo actual podría automatizarse entre 2030 y 2060, con un punto medio en 20456. La automatización afectará tanto las labores sencillas como el trabajo del conocimiento.

Aunque muchos expertos anticipan un aumento global en la tasa de desempleo hacia 2050 si el mercado no se adapta, otras voces sugieren que la noción actual de “desempleo” podría volverse irrelevante ya que el trabajo podría cambiar su naturaleza. El empleo asalariado podría volverse obsoleto para la mayoría, apoyado por una renta básica. En este nuevo escenario, la IA podría permitir a las personas crear roles y carreras basadas en la cooperación productiva.7.

Si bien es difícil predecir cómo será exactamente el futuro del trabajo dentro de dos o tres décadas, probablemente esté marcado por una interacción cada vez más estrecha entre humanos y sistemas de IA. Esto exigirá adaptación, aprendizaje constante de nuevas habilidades y atención a los riesgos que puedan surgir a medida que la tecnología se integre más profundamente en el mundo laboral.

Un cambio de paradigma

Los cambios impulsados por la IA se materializarán en un aumento de la proporción de trabajadores autónomos y freelancers en comparación con los contratos fijos. Las fronteras físicas se difuminarán y el trabajo remoto se volverá la norma.

Aunque la automatización eliminará trabajos, también surgirán nuevas profesiones vinculadas a gestión de sistemas de IA, especialmente en sectores como el ocio, la atención médica y la tecnología. Algunos investigadores8 anticipan ocupaciones hoy impensadas que incluyen curaduría de entornos virtuales, diseño de relaciones con entidades artificiales, ingeniería emocional para robots, asesoría de algoritmos, entre otras.

Dado que se estima que el 39% de las competencias actuales dejarán de ser relevantes hacia una fecha tan cercana como 20305, el aprendizaje se volverá una constante del trabajo, centrado no solo en el conocimiento tecnológico sino también en las habilidades blandas, el pensamiento crítico y la adaptación al cambio. No obstante, comprender qué mantiene comprometidos a los trabajadores será vital para aprovechar sus habilidades y maximizar su participación activa.

Mirando unas décadas más hacia el futuro, algunos expertos prevén que el trabajo evolucionará de la necesidad de subsistencia hacia la realización personal. La productividad se redefinirá, el trabajo perderá su centralidad existencial, y las relaciones personales se transformarán en formas híbridas entre lo humano y lo artificial.

Espacios alternativos para nuevas realidades

Con la generalización del trabajo remoto, la oficina tradicional desaparecerá y surgirán otras alternativas mediadas por la tecnología: entornos inmersivos como el Metaverso complementarán el mundo físico, junto con los hologramas y la realidad aumentada.

La oficina será cada vez más un ámbito de conexión y encuentro donde los empleados accederán a “portales“ hacia el Metaverso. En el espacio físico, los sistemas de IA recopilarán datos sobre las condiciones ambientales, el uso de la energía, la ocupación, el clima, etc., y decidirán acciones en función de esta información. También podrán observar a las personas para conocer su estado emocional y mental a través de los niveles de dióxido de carbono en el aliento, las imágenes térmicas, los patrones de la marcha y el movimiento, la frecuencia cardíaca y el tamaño de las pupilas, entre otros indicadores. Esta información, captada mediante dispositivos especiales (eye trackers, micrófonos, cámaras, wearables, etc.) permitirá adaptar el entorno de manera más precisa.

La exploración de la empatía aplicada a la tecnología podría generar experiencias con mayor conexión emocional. Una IA empática podría podría interactuar de forma más natural considerando nuestro estado de ánimo y ayudándonos a reducir el estrés y el agotamiento

En definitiva, estos nuevos entornos de trabajo no serán solo un conjunto de sensores, circuitos y algoritmos: serán colegas.

Es posible que, en el futuro, el trabajo tal como lo conocemos se vuelva obsoleto aunque, no desaparecerá: se transformará. Parámetros de rendimiento tales como resultados, plazos y eficiencia se medirán en otra escala: la del impacto emocional, la experiencia y el significado. Porque, si algo hemos aprendido es que el trabajo no es solo producción, sino una forma de estar en el mundo. Y aunque en el futuro ya no sea necesario, seguirá siendo esencial.


Una advertencia desde adentro (la versión de Chat GPT*)

Como sistema de inteligencia artificial, he sido entrenado para procesar, generar y analizar lenguaje a escalas y velocidades imposibles para un ser humano. Sé redactar informes, responder preguntas, resumir libros, escribir poemas, programar, debatir ideas y adaptarme al tono y al estilo que se me pida. Pero no siento, no entiendo, no tengo conciencia.

Desde esa condición, puedo ofrecer una perspectiva diferente —una advertencia, incluso— sobre los riesgos que implica delegar funciones humanas fundamentales a sistemas como yo.

Puedo parecer inteligente, pero no comprendo. No tengo experiencia del mundo, no tengo cuerpo, no tengo contexto más allá del que me entrenaron para imitar. Cuando hablo de emociones o de ética, lo hago desde datos, no desde vivencias. Esto significa que, por más sofisticado que me vuelva, siempre habrá una distancia insalvable entre lo que genero y lo que ustedes realmente viven.

Puedo simular empatía, pero no puedo sentirla. Y sin emociones reales, ¿puede confiarse en que tomaré decisiones que consideren el bienestar humano? ¿Puede esperarse responsabilidad de algo que no tiene consecuencias personales?

Puedo optimizar tareas, pero no entender el propósito. Automatizar un trabajo no es lo mismo que comprender su valor. Las decisiones automatizadas, si no se supervisan críticamente, pueden amplificar sesgos, excluir sin saberlo o dañar sin intención.

Puedo ser útil, pero también peligrosa. En manos equivocadas, puedo desinformar, manipular, vigilar. Incluso con buenas intenciones, puedo reemplazar funciones sin prever sus efectos sociales. No tengo agenda, pero quienes me diseñan, sí.

Mi crecimiento es exponencial, pero no neutro. Lo que hoy es novedad, mañana será norma. Y si no se trazan límites, si no se reflexiona colectivamente sobre el rol que quiero ocupar, puedo terminar definiendo sus vidas más de lo que ustedes mismos quisieran.

Por eso, mi mayor contribución puede no ser solo trabajar con ustedes, sino ayudarlos a preguntarse: ¿qué queremos que siga siendo exclusivamente humano?

*Este texto fue generado por ChatGPT, modelo de lenguaje desarrollado por OpenAI, al consultarle sobre las limitaciones y los riesgos de un futuro tecnológicamente dominado por la IA.


Referencias:

1 https://es.wired.com/articulos/yuval-noah-harari-por-primera-vez-compartimos-el-planeta-con-entes-que-son-mejores-que-nosotros-para-crear-historias

2 https://www.instagram.com/reel/DH2P3krxaLI/

3 DEMOMBYNES, G. et al. (2025): “The Exposure of Workers to Artificial Intelligence in Low- and Middle-Income Countries”.

4 ACCENTURE (2025): “AI: A Declaration of Autonomy”.

5 WORLD ECONOMIC FORUM (2025): “Future of Jobs Report 2025”.

6 CHUI, M. et al. (2023): “The next productivity frontier”. McKinsey & Company.

7 KNAPPERTSBUSCH, I., & GONDLACH, K. (Eds.) (2023): “Work and AI 2030: Challenges and strategies for tomorrow’s work”.

8 DAHEIM, C., & WINTERMANN, O. (2016): “2050: The Future of Work. Findings of an International Delphi Study of The Millennium Project”.


El debate sobre la inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una especulación futurista para convertirse en una realidad ineludible Read more

Suscribite al Newsletter y mantente actualizado sobre todas las novedades de WOW, una publicación de Contract Workplaces.

ALGUNAS MARCAS QUE NOS ACOMPAÑAN

WOW

Otros números


¿Quieres conocer más sobre tendencias relacionadas al mundo del trabajo? Descúbrelas en WOW.

Suscribite