Nota a Víctor Feingold - El entorno cambia nuestra conducta

El Home no es Office

Por Víctor Feingold, Presidente de Contract Workplaces

Nota a Víctor Feingold - El entorno cambia nuestra conducta

Y de repente, todos nos quedamos trabajando en nuestras casas. De un día para el otro, sin previo aviso y sin estar preparados ni nosotros ni las organizaciones, se inició este experimento forzoso de Home Office sin precedentes a escala global. Entonces comenzaron a surgir algunas voces apresuradas por proclamar el fin de las oficinas: “Después de la pandemia todos trabajaremos desde el hogar y los espacios corporativos serán dinosaurios de otra era”.

Nada más alejado de esta profecía. Veamos por qué.

Los conceptos de Home Office y teletrabajo no son nuevos. Desde que la tecnología nos ha convertido en trabajadores nómadas, la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar y en cualquier momento ha sido un hecho y varias empresas han adoptado esta modalidad con resultados diversos, entre los que se cuentan las experiencias poco afortunadas de IBM y de Yahoo.

El poder trabajar productivamente desde el hogar depende de tres factores: la calidad ambiental (contar con un espacio específico, con el mobiliario, la luz, la temperatura y las condiciones de seguridad adecuados), la tecnología (traducida en la calidad de los equipos y la conectividad) y el comportamiento de las personas (que dependerá del temperamento de cada uno y de su capacidad para programar las tareas y las rutinas diarias).

Pero las organizaciones también necesitan cumplir con varios requisitos que hacen a la cultura de cada empresa: confianza en sus colaboradores, comunicación fluida y efectiva y un Management capacitado para gestionar a distancia y centrarse en lo relevante (el cumplimiento de objetivos y no la ocupación de un puesto de trabajo de 9 a 18 horas).

El hecho es que, ya sea del lado del colaborador o del lado de la compañía, estos factores coinciden solo excepcionalmente. Y aunque existiera la remota posibilidad de que el mundo del trabajo evolucionara hacia una nueva realidad sin oficinas corporativas (cosa bastante improbable) esta nunca será viable, aun si se concretasen todos los cambios necesarios –tanto culturales como legales– para formalizar la relación laboral.

Esta afirmación se fundamenta en tres circunstancias que hay que considerar:

1. El entorno

Solo unos pocos privilegiados cuentan en sus casas con el espacio adecuado para trabajar en un ambiente seguro, cómodo y libre de interrupciones.

De acuerdo con la encuesta “Criteria” realizada recientemente en Chile, solo el 36% de los encuestados dijo contar con las condiciones necesarias para el teletrabajo.

Otro sondeo británico realizado sobre un grupo de personas que están trabajando actualmente en sus casas (*IES Homeworkers Wellbeing Survey) concluye que en solo dos semanas los participantes tuvieron una significativa declinación en la salud musculo-esquelética, reportaron mayor fatiga y trastornos del sueño, disminuyeron la actividad física y la calidad de la dieta, junto con un aumento de las preocupaciones emocionales relacionadas con las finanzas, el aislamiento y el balance vida/trabajo.

Esto ya define unas condiciones limitantes ineludibles a la hora de imaginar a toda una fuerza laboral trabajando el 100% de su tiempo desde sus casas.

2. La cultura organizacional

Somos animales gregarios por naturaleza. El aislamiento (que poco tiene que ver con la soledad) enferma a las personas tanto mental como físicamente.

La distancia física conlleva la ausencia del barómetro social que normalmente nos orienta para entender cómo comportarnos ante otras personas y no hay que perder de vista que toda organización funciona como una pequeña sociedad.

Para construir una cultura común es necesario compartir valores e identificarnos como un grupo; conocernos para entender quién es quién, cuáles son nuestros gustos, nuestros miedos, nuestros talentos y nuestro carácter; generar un espíritu de cuerpo, crear una mística y alinearnos detrás de un propósito. Todos estos ingredientes –que resultan casi imposibles de cimentar remotamente– son el aglutinante invisible de las empresas. Como dice Xavier Marcet: “La cultura organizacional es lo que sucede cuando nadie mira”.

En definitiva, la clave para el logro de los objetivos a largo plazo y la salud de las empresas reside en la identidad y el ADN organizacional.

3. La necesidad vital de innovación

La tecnología, la globalización, el cambio climático y las nuevas generaciones establecen nuevos paradigmas cada vez con más frecuencia. Las disrupciones acechan detrás de cada esquina y los modelos de negocios caducan a gran velocidad. Las empresas necesitan entender rápidamente esa nueva realidad para adaptarse, reinventarse y mantenerse competitivas. Esta pandemia es un ejemplo brutal.

Es por esto que la palabra “innovación” ha alcanzado el estatus de estrella dentro de las corporaciones. Sin innovación no hay evolución, y está científicamente comprobado que la creación no surge de un genio iluminado en una cúpula de cristal sino del intercambio activo de ideas entre personas con distintas miradas. En muchas ocasiones, esto sucede en encuentros distendidos y casuales y no solo en espacios de brainstorming con horarios programados.

Si todos nos quedamos en casa, cada uno conectándose por videoconferencia de acuerdo con una agenda preestablecida, la innovación difícilmente florecerá. Esto podría marcar el principio de la decadencia de una empresa y su pérdida de competitividad.

Entonces, ¿para qué vamos a la oficina si podemos trabajar desde cualquier lugar y a cualquier hora? La respuesta es: para encontrarnos.

En la reciente encuesta lanzada por Contract Workplaces en Latinoamérica sobre una muestra de más de 2.000 participantes, hay una respuesta en la que coincide una abrumadora mayoría. Ante la pregunta: “Una vez terminada la cuarentena, si pudieras elegir ¿dónde trabajarías?”. El 82% respondió: “Con flexibilidad para optar por el lugar que me resulte más apropiado en cada ocasión”.

Es por esto que, muy probablemente, en un futuro cercano la oficina policéntrica será el nuevo estándar para la mayor parte de nosotros. Podremos trabajar desde casa, en el Headquarter o en terceros lugares tales como: espacios de coworking, cafeterías, bibliotecas u oficinas satélite, de acuerdo a lo que sea más adecuado y conveniente en cada caso. Esto traerá múltiples ventajas: menor cantidad de desplazamientos de personas, menor huella de carbono, mayor bienestar, mejor balance vida/trabajo y menores costos para las empresas y los empleados junto con equipos más ágiles y productivos.

Por otra parte, hoy las industrias están a merced de mercados volátiles en permanente mutación, lo que hace casi imposible definir cuáles serán las necesidades de espacio que tendrán las compañías en el mediano plazo. Solo unos pocos osados podrían –peligrosamente y a riesgo de equivocarse mucho– aventurar una respuesta.

Las organizaciones también necesitan cada vez más flexibilidad en cuanto a los metros cuadrados que destinarán de aquí en adelante para albergar sus operaciones. Esto, sumado a la renuencia de incurrir en costos de capital, hace del “Office as a Service” un modelo muy conveniente para los tiempos que corren. Un espacio listo para usar donde todo el gasto será OPEX, la operación y el mantenimiento vendrán junto con el paquete de servicios y, sobre todo, con la posibilidad de crecer y decrecer con facilidad. ´Flexibilidad´, es el nombre de la canción.

En una reciente investigación, la consultora JLL apunta que desde 2010 el modelo Flex Office ha venido aumentando en Latinoamérica a un ritmo promedio del 23% anual y proyecta que en 2030 el 30% del stock de oficinas corporativas estaría funcionando bajo esta modalidad. Se estima que después del COVID-19 el proceso se acelerará y este porcentaje quedará muy probablemente retrasado, tanto por la demanda de los colaboradores, como por la necesidad de las empresas.

Sin duda, cuando retornemos a la normalidad, el haber experimentado a la fuerza lo mejor y lo peor del Home Office nos habrá proporcionado lecciones invalorables que deberemos capitalizar para diseñar y construir un mundo (algo) mejor.

Cuando todo vuelva a la ¿Normalidad?

Por Annarita Nieri*

Nada volverá a ser como antes. Les queda claro ¿cierto?, un choque de esta escala ha creado un cambio en las necesidades, preferencias y expectativas de vida de todos los ciudadanos, colaboradores y consumidores.

Todas las prioridades se han movido, y hemos entrado en una etapa del “Re” sin precedentes.

Y como “Re” no me refiero a la nota musical, sino a Re-imaginar la colaboración en el mundo de los negocios, donde la solidaridad y el cuidar la cadena de valor son prioridad. Re-imaginar nuestro productos y soluciones, porque lo que hoy le sirve al cliente debe ser lo le hace sentido y no necesariamente lo que vendías antes. Re-imaginar nuestros trabajos y relaciones, porque nos hemos atrevido a implementar las cosas que sabíamos se venían, pero no nos atrevíamos a ponerlas en práctica como el teletrabajo, la educación a distancia o el telemarketing. Cómo vivimos, cómo trabajamos y cómo usamos nuestros sistemas colaborativos surgirán a partir de ahora más claramente, ya que las oportunidades para ampliar la adopción de la tecnología se acelerarán de manera transformacional.

La crisis revelará no solo vulnerabilidades sino también oportunidades para mejorar el desempeño nuestras empresas, Rediseñando las estructuras de colaboración o los costos realmente fijos versus los variables y este efecto podría resultar aún más significativo en la medida que la búsqueda de la eficiencia nos va a dar paso a la capacidad de Recuperación.

Las empresas que aprendieron a Reinventarse van a aprovechar al máximo su mejor visión y previsión, porque a medida que cambian las preferencias, ellas se irán adaptando y por ende tendrán un éxito desproporcionado. Y aquí, claramente el mundo online está tomado una relevancia sin precedentes, porque estamos viviendo una modificación del comportamiento del consumidor para siempre.

Finalmente, y porque es lo más importante, nuestra capacidad de Resiliencia y de Reconectarnos con lo básico porque en este tiempo hemos valorado lo que habíamos dejado de ver… y que hoy se vuelve lo más importante: la solidaridad dejó de ser un accesorio, porque “los tuyos” ahora son “todos”, porque no necesitabas tener tanta ropa, ni carteras o zapatos, ya que tu prenda favorita es tu piel, tus manos, cuidar de tu cuerpo. Hemos extrañado nuestras oficinas, porque hoy cobran un sentido diferente, se han vuelto en un espacio de encuentro y construcción de experiencias, de risas, discusiones y de compartir entre colaboradores.

Nos dimos cuenta de que cuidar y respetar a nuestros ancianos se ha vuelto una necesidad, sí, así como lo hacían nuestras culturas antiguas. Hemos tenido la oportunidad de Reconectarnos con nuestros hijos, nuestros primos, pareja, con las personas que nos ayudan en casa o en los edificios, con médicos, enfermeras, policías o las personas recogiendo la basura día a día. A todos ellos, no volveremos a verlos con los mismos ojos… o más bien empezaremos a verlos con mayor admiración.

No podemos no dejar de desaprender, no seamos tan tontos. La vida nos está dando otra oportunidad, abracémosla.

*Annarita es Gerente de la División Estrategia de Clientes y Cultura de Niubiz Perú y ha sido oradora de Worktech LATAM 2019

Técnica Pomodoro: Gestiona mejor tu tiempo

En estos días alejados de las rutinas cotidianas, se convierte en un desafío administrar nuestros horarios y energías, sobre todo, cuando nuestros hogares pasaron a ser también nuestro espacio laboral.

Una herramienta que -creemos- puede ayudar en cuanto a este objetivo, es la Técnica Pomodoro: un método de gestión del tiempo que colabora para que logres llevar a cabo tus tareas de forma más eficiente.

Consiste en dividir el tiempo que se quiere dedicar a una actividad en intervalos, llamados pomodoros, de 25 minutos. A cada uno de ellos, deben seguir 5 minutos de descanso.

Para reuniones presenciales o remotas también se puede aplicar este metodología. Lo importante en estos casos es:

– Que todos los integrantes accionen en el mismo instante el reloj para la alarma
– Dejar de lado los celulares durante el período acordado
– Ser estrictos con el cumplimiento del tiempo de las pausas

BONUS TRACK: La Técnica Pomodoro se llama así por la forma de tomate del reloj de cocina que usó el creador de la técnica, el italiano Francesco Cirillo, cuando era un estudiante universitario (´pomodoro´ significa ´tomate´ en italiano).

¿Cómo funciona la técnica Pomodoro?

La técnica Pomodoro divide el tiempo en bloques de 25 minutos de trabajo concentrado seguidos por 5 minutos de descanso. Tras cuatro ciclos, se realiza una pausa más larga de 15-30 minutos.

¿Cómo aplicar el método Pomodoro para mejorar la productividad?

Para aplicar Pomodoro, elegí una tarea, configurá un temporizador por 25 minutos, trabajá sin interrupciones y tomá un descanso breve al finalizar. Repetilo cuatro veces y luego hacé una pausa más larga.

¿Qué es la técnica Pomodoro y para qué sirve?

Es una herramienta de gestión del tiempo que mejora la concentración, evita el agotamiento mental y aumenta la productividad en sesiones de trabajo breves.

Diseño y construcción de oficinas modernas

¿Cuál es la tendencia del futuro en los espacios de trabajo?

Entrevista realizada por VidaTech a Juan Carlos Checa, Director Comercial de Contract Workplaces en Perú & Bolivia.

La oficina ha dejado de ser un espacio cerrado e íntimo para convertirse en uno grande, de estructuras compartidas, con mucha gente y tecnología alrededor.

  • ¿Cómo la tecnología ha cambiado el trabajo en las oficinas?

Ya no requerimos la presencia de todos los trabajadores. Antes necesitábamos a la persona para tomar decisiones, agendar reuniones, monitorear su trabajo, pero con las herramientas tecnológicas y colaborativas podemos trabajar con cualquier equipo a distancia y eso, en el futuro, con el internet de las cosas y el Big Data, va a hacer cada vez más fácil.

  • Eso quiere decir que todas las generaciones deben ponerse al día con la tecnología…

Claro, y aquí pasa algo curioso. Ahora es normal ver a varias generaciones trabajando juntas. Eso ha hecho que los Millennials desarrollen de a pocos la habilidad de enseñar a las personas de cuarenta, como los Baby Boomers.

  • ¿Cómo ayuda la tecnología al Bienestar del trabajador en una oficina?

El certificado Well explica por sí sola la tendencia actual. Este se otorga a las empresas que se preocupan por la salud del colaborador. ¿Y cómo se mide? Con tecnología, colocando sistemas de aire acondicionado y luminaria regulable y automatizada, o proveyéndonos de sillas que se regulen al peso y estatura de la persona. Así cada vez se investiga más sobre las necesidades y los perfiles de los colaboradores.

  • En el Perú, ¿cómo está evolucionando esa tendencia del “bienestar del trabajador”?

Aquí aún se piensa que contar con espacios recreativos para los trabajadores es suficiente. Y si bien es importante, falta promover un poco más el trabajo horizontal, colaborativo y remoto. A las generaciones de hoy ya no les interesa “hacer línea de carrera” sino elegir a la empresa que les da un propósito. Por eso ya no son empleados, sino colaboradores.

  • ¿Cada vez será más difícil retener talento?

Muchísimo. Las generaciones del futuro elegirán dónde trabajar y cómo quieren trabajar. El trabajo de la compañía será  buscar a personas que tengan afinidades y propósitos similares a los suyos.

  • ¿Cuál es la tendencia del futuro en el trabajo de oficina?

El profesional independiente, alguien que te ayudará a ti, pero que no será completamente “tuyo”. Las empresas deberían darle a este profesional las comodidades propias de su generación para crear en él un sentido de pertenencia con la empresa. Al Centenniall no le interesará que seas un banco y le pagues para trabajar, sino que el propósito del banco, por ejemplo, sea dar créditos a las personas… Es decir, que su objetivo sea compatible con tus valores.

  • ¿Los espacios de Coworking están funcionando?

Los Coworking son negocios que han llegado para quedarse, pero entenderlo en Perú está tomando tiempo. Los peruanos todavía sentimos recelo de trabajar en espacios compartidos y no entendemos muy bien el sentido de colaboración de los Coworking, que es justamente generar trabajo con distintas empresas.

  • ¿Hay alguna contra?

Quizás que el índice de rotación de trabajo aumenta, pues estas personas están constantemente expuestas a que otra compañía se las lleve. Pero, como digo, en el futuro las personas trabajarán con distintas compañías a la vez.

  • ¿Cómo vez la irrupción cada vez más fuerte de la Inteligencia Artificial en el trabajo?

Será esencial. En Contract Workplaces, por ejemplo, estamos próximos a lanzar “Black Mirror”, una app que funciona con AI, en la que puedes buscar los edificios más atractivos de Lima según tus necesidades (costo, metraje, lugar, etc.). Otras tecnologías como el Big Data y el Internet de las Cosas ayudan a ello. En el Perú ya existen empresas que no tienen recepcionistas, sino una pantalla programada para atendernos, eso es AI.

  • ¿Las próximas oficinas tienen que ser sí o sí inteligentes?

Es inevitable. Necesitamos más implementos tecnológicos, rapidez, eficiencia y comunicación constante por la tendencia colaborativa. Sin tecnología, será imposible avanzar.

 

Contract diseña nuevas oficinas para Geometry Global

7 Tendencias para Oficinas: #7 Espacios para la creatividad y la innovación

A medida que la innovación se hace cada vez más importante para el desarrollo de las organizaciones, crece la necesidad de contar con espacios de trabajo adecuados para apoyar más eficazmente los procesos que impulsan la creatividad. El proyecto arquitectónico de oficinas es una herramienta muy poderosa para conseguirlo.

 

Las investigaciones demuestran que las personas que trabajan en compañías tradicionales dentro de estructuras formales, con limitaciones de tiempo, regulaciones estrictas, tareas rutinarias y puestos de trabajo estandarizados, tienen pocos estímulos para desarrollar sus aptitudes creativas. Esto demuestra que la capacidad para generar ideas nuevas está influenciada por el ambiente físico y que los espacios que cuentan con un diseño cognitiva y perceptualmente estimulante pueden mejorar la creatividad.

Contract diseña nuevas oficinas para Geometry Global

Se sabe que ciertas características del diseño de oficinas pueden tener efectos positivos en el rendimiento de la tarea creativa: una baja densidad de ocupación, el acceso a la luz natural, vistas al exterior, la presencia de plantas, etc. En el proyecto arquitectónico de oficinas, la eliminación de las barreras físicas y la transparencia son herramientas que ayudan a promover el pensamiento original ya que la comunicación y el intercambio entre personas con distintos intereses, culturas y formas de pensar, alimentan los procesos creativos.

 

Si bien los arquitectos de oficinas saben que también se pueden incluir espacios dedicados a actividades que no estén directamente relacionadas con el negocio tales como el arte, los juegos, la meditación, etc., es necesario construir una cultura que aliente la adquisición de nuevos conocimientos y nuevas formas de hacer las cosas, que estimule la colaboración, la curiosidad y la libertad con responsabilidad, y que proporcione flexibilidad y opciones para elegir dónde, cuándo y cómo trabajar.

 

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bar de diageo a cargo de contract workplaces

7 Tendencias para Oficinas: #4 El trabajador nómada

Las nuevas tendencias sociales, junto con la creciente disponibilidad de una tecnología de comunicaciones portátil, potente y asequible, han evolucionado hacia la adopción del teletrabajo como un emergente natural para hacer frente a diversos problemas: el medio ambiente, los excesivos tiempos de traslado entre el hogar y la oficina, la búsqueda de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, el aumento de la flexibilidad y la necesidad de dar una respuesta rápida a las oportunidades que se presentan en la nueva economía global.

El teletrabajo se puede definir como el acto de cumplir todas o una parte de las funciones del trabajo desde una locación alternativa: la casa, un café, una oficina satélite o cualquier otro sitio con conectividad. El trabajo va hacia donde estemos y ya no es necesario “atarse” a un escritorio para desarrollar las tareas cotidianas. El teletrabajo es, en definitiva, un componente clave que está impulsando la reestructuración de las actividades laborales bajo una organización virtual que viene acompañada de una nueva manera de pensar el diseño y construcción de los espacios de trabajo, basada en la flexibilidad.  

 

bar de diageo a cargo de contract workplaces

 

Pero si podemos hacer las tareas en cualquier momento y desde cualquier lugar, ¿para qué ir a la oficina?

A pesar de los enormes avances de la tecnología (y tal vez debido a eso), el mundo se ha vuelto demasiado complejo para las soluciones individuales. La movilidad, la flexibilidad y la colaboración están en el centro del panorama laboral actual y la oficina, lejos de estar en vías de extinción, se reconvierte en el escenario por excelencia del trabajo colaborativo.

Por esa razón, el diseño de oficinas modernas se ha convertido en un gran desafío para los arquitectos de espacios corporativos y una estrategia clave para incentivar la colaboración y la creatividad. Actualmente, la interacción entre las personas y los encuentros casuales representan un recurso valiosísimo para las empresas ya que ayudan a promover el conocimiento entre los colaboradores, a compartir experiencias y fomentan la creatividad y la innovación.

 

 

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Florence Knoll: Utopista del espacio de trabajo

Florence Knoll es una de las figuras del siglo XX que mayor impacto tuvo sobre la concepción y el diseño de la oficina moderna. Sobre el legado de su trabajo descansan el desarrollo del diseño de interiores y los fundamentos del actual Space Planning. Fue arquitecta, diseñadora de muebles, interiorista y space planner y, junto a su marido Hans, construyó una empresa emblemática que aún hoy, 70 años después, sigue vigente.

Florence Margaret Schust nació en Saginaw, Michigan, el 24 de mayo de 1917. Única hija de Frederick Schust -ingeniero de origen suizo y presidente de The Schust Company- y de Mina Schust, quedó huérfana a los 12 años, y a cargo de un tutor legal. En 1932 ingresó en la Escuela Kingswood como internada y , con esa elección, quedaría sellada su futura carrera.

Por ese entonces Kingswood formaba parte de la Academia Cranbrook -la cuna del modernismo norteamericano- fundada por George Booth, un próspero editor influenciado por los ideales de William Morris. En 1932, el año en el que Florence Schust ingresó en Kingswood, Eliel Saarinen era director de la fundación y pronto se convirtió en su mentor. Bien recibida por la familia Saarinen, Florence amplió sus horizontes con largos viajes por Europa y un entorno intelectualmente estimulante, pero también encontró la seguridad de un entorno familiar acogedor.

Florence también se benefició con la influencia del hijo de Eliel, Eero Saarinen, quien era siete años mayor que ella. Se podría decir que junto con la influencia de la familia Saarinen y la experiencia de Cranbrook comenzó la evolución de lo que luego se convertiría en la filosofía de diseño de la compañía Knoll: el reconocimiento del trabajo artesanal, el diseño superior, y una simplicidad elegante.

Después de completar sus estudios de arquitectura en el Instituto de Tecnología de Illinois en 1941, trabaja en Nueva York para Harrison y Abramovitz donde se le asignan, sobre todo, trabajos de interiorismo. En 1943, en busca de piezas de mobiliario para un proyecto, conoce a Hans Knoll, heredero de una larga tradición en la fabricación de muebles en Alemania. Los jóvenes, que comparten los mismos ideales estéticos, el interés por el mobiliario y por el diseño industrial, se casan en 1946 y refundan la empresa de Hans como Knoll Associates.

A partir de mediados de la década del 40, cuando Florence se hace cargo de la dirección de diseño de la compañía, la estética cambia radicalmente. Además de sus propios diseños, propicia las piezas con estructura metálica, las innovaciones en la tapicería, los detalles de las terminaciones. Sin embargo, muchos otros diseñadores incorporan al catálogo de la empresa miradas diferentes dentro de un vocabulario en el que prevalecen las formas simples, elegantes y funcionales. Así, la empresa difundió y comercializó la línea Barcelona de Mies van der Rhoe (1946), las icónicas sillas Womb (1948) y Tulip (1958) de Eero Saarinen  y la Diamond Chair de Harry Bertoia (1952), entre otras.

Los Knoll compartían la convicción de que era necesario promover el mobiliario innovador y moderno de alta calidad. Para llevar adelante esta empresa, Florence dio un paso revolucionario y creó un departamento interno dentro de la compañía: la Knoll Planning Unit, el cual ofrecía a los clientes corporativos un único paquete que incluía piezas de mobiliario original junto con los servicios de diseño interior. La inmediata aceptación y el exitoso desarrollo de esta unidad de negocios fue responsable de lo mejor del diseño de la posguerra en los EE.UU. y en Europa, y encarnó el estilo de la década de los 50.

Con la creación de la Knoll Planning Unit, Florence desarrolló un enfoque diferente sobre cómo se debía abordar el espacio de trabajo. Como parte integral del proceso de diseño llevaba a cabo un análisis de las necesidades de espacio, y realizaba una serie de entrevistas intensivas -tanto a los ejecutivos de las compañías como a su personal- recopilando y evaluando en detalle sus necesidades reales.   A lo largo de este proceso, el diseñador de interiores se convirtió en un elemento activo dentro de una síntesis que involucraba el espacio, el mobiliario, el equipamiento técnico, la elección de los colores y los textiles, y la selección del arte, los gráficos y los detalles de terminación. Hoy en día este proceso resulta habitual, pero en aquel momento fue absolutamente innovador.

La Planning Unit abarcaba una completa comprensión de cómo se realizaba el trabajo dentro de la oficina ya que tenía en cuenta los procesos, los trabajadores y los recursos. Por lo tanto, entendía que el diseño del ambiente de trabajo no solo influía en la configuración del espacio físico sino también en la forma en la que se desarrollaba el flujo de trabajo dentro de él.

El primer gran éxito de la Planning Unit fue la propia oficina de Hans Knoll, diseñada cuando la empresa se trasladó en 1950 a 575 Madison Avenue. La creciente demanda de oficinas en Nueva York durante la posguerra había hecho que el espacio se convirtiera en un bien muy escaso. El desafío de las reducidas dimensiones de este espacio -de solo 3,65 m por 3,65 m- le dio a Florence una oportunidad para la innovación.

En diciembre de 1951 los Knoll cruzan el Atlántico e inauguran el primer showroom y oficina de ventas de Knoll International en Stuttgart, Alemania. Muy pronto, nombres tales como el de Le Corbusier se unen a los de Mies van der Rohe y Breuer como arquitectos que diseñan para Knoll. Al final del primer año, la empresa fabricaba mobiliario en tres países: Alemania, Italia y los Estados Unidos.

En 1955 Hans Knoll muere en un accidente automovilístico en La Habana, Cuba. Tenía 41 años y Florence 38. A pesar de las dudas iniciales sobre el futuro de la empresa, Florence asume la operación del negocio sin dejar de lado su rol de directora de diseño.

Tres años más tarde, en 1958, se casa con Harry Hodd Bassett, y un año después vende las empresas Knoll a un gran fabricante de muebles de oficina, Art Metal.  En 1960 se retira de la presidencia pero continúa ejerciendo como directora de diseño en virtud de un contrato de consultoría.

En 1963, Frank Stanton, presidente de la empresa CBS para quien había diseñado unas oficinas en 1954, le encarga el diseño interior del edificio corporativo tras la prematura muerte de Eero Saarinen. Fue su última intervención profesional a gran escala. En 1965, Florence Knoll se retiró por completo, trabajando solo en proyectos personales.

Como directora de la Knoll Planning Unit, Florence Knoll se erigió en una de las más importantes e influyentes diseñadoras de interiores y space planner de la segunda mitad del siglo XX. Creía en la capacidad intrínseca del diseño para cambiar el comportamiento y los hábitos de las personas, por lo cual trabajó cerca de la gente, a fin de conocer sus necesidades y las de las compañías que la contrataron. Su visión de la nueva oficina era limpia y ordenada, y el boom de las empresas de la década del 60 le proporcionó la oportunidad para cambiar el concepto de espacio de trabajo.  Sus obras se distinguieron por un modernismo humanizado, diáfano, limpio y ordenado, que supo combinar las formas puras con ricas texturas y colores vivos.

Florence Knoll fue reconocida y premiada con innumerables distinciones, pero su galardón más  preciado  fue la Medalla de Oro al Diseño Industrial otorgada por el American Institute of Architects en 1961. En 1972, el Museo del Louvre organizó una muestra retrospectiva de la obra de Florence y Hans Knoll, “Knoll au Louvre“, con la cual colaboró activamente. Por su extraordinaria contribución a la arquitectura y el diseño, se le otorgó en 2002 la prestigiosa National Medal of Arts.

 

FUENTE: FM&WORKPLACES #65

La importancia del equipamiento y de los muebles de oficina para crear espacios más eficientes

Crear oficinas que den soporte a las nuevas modalidades de trabajo que están impulsando los avances tecnológicos y que, al mismo tiempo, respondan a las necesidades de todos sus ocupantes, es una tarea cada vez más compleja que obliga a buscar soluciones de gran flexibilidad y adaptabilidad. El mobiliario cumple un rol de primera línea para acompañar estas  transformaciones.

Las nuevas tecnologías móviles que han posibilitado el rápido desarrollo del trabajo remoto, la preocupación por alcanzar soluciones sustentables y la diversidad de la fuerza laboral son algunos de los factores que han dado lugar a profundos cambios en la configuración espacial de los lugares de trabajo. Para acompañar estos cambios, y al mismo tiempo optimizar la productividad y el bienestar de los empleados, el equipamiento corporativo ha tenido que reinventarse. Actualmente, los puestos de trabajo son más compactos y  eficientes, la altura de los paneles es mínima, los muebles son más pequeños, flexibles y funcionales para adaptarse a las demandas reales de los usuarios, y el espacio de almacenamiento se ha reducido drásticamente.

Los nuevos ambientes de trabajo también buscan rescatar la escala doméstica, su carácter íntimo y cálido. En esta nueva concepción, el equipamiento “de oficina” busca referencias en muebles diseñados para uso residencial y se vuelve menos acartonado y severo, más informal. Explora texturas más amigables y la paleta de colores se abre a un gran abanico de opciones.

Pero, a la hora de elegir el mobiliario, las empresas tampoco deben olvidar que desde hace tiempo el equipamiento ha dejado de ser un elemento meramente operativo para erigrse en un valioso medio de comunicación. En este sentido, los muebles de una organización juegan un rol tan importante en la construcción de identidad como el logo, las estrategias de comunicación y hasta la publicidad.

Frente a este complejo escenario, el gran desafío consistirá en elegir un equipamiento que se encuentre en sintonía con las necesidades de cada empresa, sin olvidar los avances tecnológicos y las nuevas formas de trabajo.

Equipamiento para una nueva configuración espacial

La nueva configuración espacial de las oficinas se caracteriza por la proliferación de los espacios compartidos en detrimento de las oficinas privadas. Las nuevas estaciones de trabajo colaborativo son modulares y se pueden encontrar en diferentes tamaños y formas, pero siempre persiguiendo el mismo objetivo: favorecer la tarea en equipo.

La utilización de configuraciones tipo bench, por ejemplo, permite dar soporte a las tareas con superficies de trabajo paralelas a lo largo de un eje. Dependiendo del tipo de labor a desarrollar podrán contar con divisores bajos o no llevar ningún tipo de división, y disponen de muy poco espacio dedicado al archivo. Una solución que apuesta por la eficiencia.

Pero al adoptar este tipo de configuración siempre se deberá tener en cuenta el tipo de trabajo que se va a realizar. Por ejemplo, los miembros de un equipo de trabajo podrán utilizar un bench tanto para el trabajo individual como para tareas que precisen colaboración. El puesto individual necesitará algunos pequeños elementos de privacidad y espacio para herramientas portátiles, mientras que el de colaboración se beneficiará con una mayor superficie de trabajo, espacio para más usuarios y ningún elemento de privacidad.

Las nuevas estaciones de trabajo colaborativo también necesitan confort a la hora de sentarse. Trabajar en posición sentada requiere una serie diferente de posturas y, por lo tanto, un tipo de silla que permita una amplia variedad de movimientos en cualquier posición que adopte el usuario. Esto ayudará a alcanzar la concentración necesaria durante las largas horas de reuniones, conferencias o sesiones de capacitación.

Las actuales necesidades de comunicación, junto con el alto porcentaje de empleados que se mueve entre los diferentes espacios durante un día de trabajo, han obligado a que las divisiones de la oficina se hagan cada vez más transparentes y flexibles.

La necesidad de una rápida adaptación de los ambientes al nuevo flujo de trabajo hace que los sistemas de tabiques móviles sean una buena solución a largo plazo para maximizar el rendimiento del espacio. El uso de este tipo de particiones se adecua a los actuales requerimientos de colaboración y flexibilidad al mismo tiempo que permite un mejor aprovechamiento de la luz natural y de las vistas, otra de las preocupaciones que persigue el diseño de oficinas en la actualidad. Además, son reconfigurables, admiten una gran variedad de terminaciones y brindan la posibilidad de integrar pizarras, tableros, estantes y puertas corredizas, entre otras cosas.

Sin embargo, algunas marcas ofrecen equipamiento específico para cubrir cada requerimiento de la empresa, al punto de que ya no es necesario levantar paredes dado que el propio mobiliario puede resolver las necesidades con la flexibilidad de cambiar cualquier configuración. Esto permite adaptarse a medida que evoluciona el trabajo en la empresa.

En cuanto a la coexistencia de los espacios de oficina abierta junto con los despachos y salas privadas, las tendencias se inclinan por las divisiones transparentes, las que, además de favorecer el ingreso de la luz natural, ayudan a vincular visualmente a todos los empleados dentro de la organización favoreciendo la integración. Para aquellos casos en los que se busque mayor privacidad, se puede optar por los esmerilados.

Por otra parte, y teniendo en cuenta el gran número de trabajadores móviles que eventualmente se acercan a la oficina para reunirse con clientes o con sus equipos de trabajo, las salas de reuniones deben estar equipadas con un mobiliario que permita que, no importa cuáles sean las tareas a desarrollar, estas se puedan llevar a cabo sin inconvenientes. Las mesas modulares se imponen en este punto, ya que permiten diferentes configuraciones en función del uso. Para completar el equipamiento de las salas de reuniones se puede contar con accesorios tales como credenzas y bases de apoyo que admitan la integración con el equipamiento audiovisual y demás dispositivos informáticos.

Las nuevas tendencias que impulsa el trabajo móvil y flexible también han dado origen a una nueva generación de muebles rodantes que permiten a los empleados trasladarse dentro de la oficina de acuerdo con las exigencias que imponga la tarea. Estos muebles rodantes (cajoneras, mesas y hasta puestos de trabajo completos) resultan versátiles, multifuncionales, de fácil desplazamiento y aplicables a cualquier situación que lo requiera. Las ruedas también aportan estilo y dinamismo a los ambientes.

Infraestructura y nuevas tecnologías

El aumento del uso de la tecnología informática y de telecomunicaciones, incluidos los dispositivos móviles y las herramientas de oficina tales como pantallas de plasma y tarjetas inteligentes, hanafectado considerablemente la infraestructura del espacio de trabajo.

Hoy en día, un buen porcentaje de los empleados trabajan “on the road” y usan la oficina como un sitio desde donde organizan sus tareas y en el que pueden reunirse con colaboradores y clientes. Y dado que los costos de mantenimiento y operación de las oficinas han aumentado considerablemente en los últimos tiempos, el desafío se traduce en hacer más en menos espacio.

Los espacios de trabajo contemporáneos hacen un uso intensivo de la tecnología, por lo que el cableado para el servicio eléctrico, de voz y de datos debe ser alojado con mayor eficiencia. Actualmente, un gran porcentaje de personas está orientado al trabajo colaborativo y de equipo. Es por esto que las tomas de energía y la posibilidad de acceso a Internet vía WiFi para facilitar la conexión de todo tipo de dispositivo móvil en la cafetería, en los break points, en las salas de reunióny en los espacios compartidos, se están convirtiendo en el estándarde la oficinade hoy.

Según algunos fabricantes y distribuidores del rubro en la región, la incorporación de la tecnología informática en el mobiliario es lenta, en parte debido a la propia velocidad de las transformaciones. Se encuentra presente, en términos generales, en el manejo de los cableados y las opciones de electrificación para distintos tipos de enchufes y normas. No obstante,  se verifica una mayor integración en la iluminación con la implementación de iluminación LED profesional, estudios de flujo lumínicos, dimerización inteligente y control de la tonalidad de la luz que conllevan ahorro de energía y aumentos de la productividad.

Otra de las tendencias tecnológicas que está cobrando importancia en la oficina actual es la videoconferencia, una práctica que se ha desarrollado notablemente en los últimos tiempos. Si bien las soluciones de gama alta son caras, para muchas organizaciones vale la pena la inversión si se la compara con los gastos que implican los viajes de trabajo.

Algunas de estas soluciones permiten que las personas se conecten para compartir información a través de la integración de sistemas de alta definición. La integración del equipamiento con sistemas HDVC y una pizarra interactiva ayuda a los equipos a compartir  e interactuar con documentos, hojas de cálculo y sitios web en tiempo real desde cualquier sitio donde se encuentren.

A escala humana

La clave de los nuevos espacios de trabajo es la colaboración. Y esta no solo se logra demoliendo paredes y colocando tabiques móviles. El mobiliario debe colaborar con el flujo de trabajo de la oficina y los nuevos estilos de trabajo admiten una variedad de opciones para que las personas puedan estar sentadas, de pie o caminar, según su preferencia y el estilo de la tarea que lleven a cabo.

El nuevo mobiliario permite que se realicen ajustes de una manera cada vez más rápida y efectiva, dependiendo de quién haga uso del mismo y con qué fines. Mientras que las sillas ergonómicas permiten una variación automática de altura y posición (algunos fabricantes han desarrollado mecanismos de ajustes de la posición de trabajo que incluso son más sofisticados que los de un coche de alta gama), las mesas también deben poder regularse en altura para facilitar los cambios de postura. Del mismo modo, existen soluciones que permiten acomodar el monitor de acuerdo con las preferencias de cada usuario.

De cara a la reducción que enfrentan los espacios de trabajo actuales, resulta indispensable que el mobiliario sea cada vez más funcional. En este sentido, es indispensable que las superficies de trabajo adquieran más de un uso.

Diseño ergonómico

Con los cambios en las formas de trabajo, el equipamiento debe volverse cada vez más flexible. El diseño ergonómico aplicado al mobiliario representa una solución frente a las nuevas demandas que presentan las oficinas actuales.

Está demostrado que una parte muy importante del bienestar cognitivo, emocional y físico de las personas que forman parte de una organización está dado por el diseño de sus espacios de trabajo. Por ello, cada vez son más las empresas que se preocupan por brindarles a sus empleados la posibilidad de elegir entre diferentes opciones para desarrollar sus actividades.

El principio ergonómico fundamental que debe regir todas las intervenciones dentro del espacio de trabajo consiste en adaptar la actividad a las capacidades y limitaciones de los usuarios, y no a la inversa. El mejor diseño para un puesto de trabajo es aquel que otorga total libertad para que las personas modifiquen su postura cada vez que lo deseen, sin abandonar ni perjudicar la tarea que están realizando.

Cuanto más estático y sedentario sea un trabajo, tanto más importante será que el entorno facilite la posibilidad de movimiento y los cambios de postura frecuentes. La forma, las dimensiones y la posibilidad de regulación de la silla y del plano de trabajo afectan la postura del tronco y la movilidad de la espalda y las piernas. Utilizar unos apoyabrazos regulables permitirá descansar los brazos de acuerdo con la tarea que se esté llevando a cabo y aliviará la tensión muscular en los hombros.

Las mesas de trabajo deberán ser regulables en altura y disponer de unas dimensiones tales que permitan distribuir adecuadamente los elementos necesarios para desarrollar las tareas con comodidad. Finalmente, determinados complementos tales como reposapiés, soportes para monitor, superficies auxiliares, bandejas para documentación, etc., pueden mejorar mucho la funcionalidad y la ergonomía del puesto de trabajo.

El mobiliario ergonómico se ha convertido en una solución indispensable en los nuevos entornos de trabajo que cuentan con pocos puestos asignados ya que no solo posibilita que las personas se sientan más cómodas en sus estaciones de trabajo sino que, gracias a su flexibilidad, estas pueden ser utilizadas por diferentes usuarios, incluso en el transcurso de un mismo día de trabajo.

En buena posición

Además de una amplia gama de tipologías de espacio, actualmente también existen nuevas tipologías en las actitudes corporales. Algunas investigaciones aseguran que los trabajadores necesitan cambiar varias veces de posición durante la jornada laboral si el espacio se los permite.

Para muchas personas, variar de postura es físicamente energético y mentalmente estimulante. Contribuye a mantenerse fresco, a evitar la fatiga física y mental, y a afrontar las tareas diarias con mejor ánimo. Crear ámbitos donde los trabajadores puedan moverse, sentarse y descansar con comodidad reporta grandes beneficios: mejora la productividad y disminuye la tasa de ausentismo por enfermedad.

Es por esto que los muebles deben ser elegidos cuidadosamente en función de la posibilidad de favorecer el movimiento y la colaboración. Las superficies de trabajo, por ejemplo, deben ofrecer la opción de ajustar su altura a fin de poder realizar tareas ya sea sentado o parado. Las mesas de equipo con capacidad para unas cuatro personas, distribuidas estratégicamente en distintos lugares de la planta, propician las reuniones rápidas ya sea de pie o acomodados en taburetes altos.

Pero para promover el movimiento y evitar las posiciones sedentarias es importante que los ajustes ergonómicos puedan realizarse de manera rápida, sencilla y efectiva. Además de los ajustes de altura y posición que se pueden realizar sobre sillas y escritorios de trabajo, también existen soluciones que permiten acomodar el monitor de acuerdo con las preferencias individuales de cada usuario.

Algunas empresas también están incorporando los active rooms. Estos espacios cuentan con un equipamiento especial que, además de disponer de todo lo necesario para trabajar, incorporan algunos implementos de gimnasia tales como bicicletas fijas y cintas para caminar, lo cual permite hacer ejercicio sin interrumpir el trabajo. Ofrecer la opción de hacer ejercicio mientras se realizan las tareas diarias no solo tiene un impacto sumamente positivo sobre la salud física de los empleados; también crea un ambiente estimulante y productivo.

¿Cómo se equipa una oficina moderna?

Con mobiliario ergonómico, tecnología flexible, estaciones colaborativas, buena iluminación y zonas de bienestar que se adapten al trabajo híbrido.

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FUENTE: FM&WORKPLACES #65

Cómo influye el color en tu espacio de trabajo

El 21 de marzo se celebra el Día Internacional del color, fue establecido en 2009 por la Asociación Internacional del Color, en la que participan representantes de más de 30 países. La elección de la fecha se definió porque todos los 21 de marzo es el momento del año en que la noche y el día tienen la misma duración, y se da una relación simbólica entre la claridad y la oscuridad, la luz y la sombra. Además, es la fecha de inicio de la primavera y el otoño (dependiendo el hemisferio), consideradas las estaciones más coloridas del año.

Se considera al color como uno de los fenómenos más influyentes sobre las emociones, las actitudes y las decisiones de las personas. El color puede impactar de manera positiva o negativa en un entorno, y los espacios de trabajo no son la excepción.
Contract Workplaces, empresa de diseño y construcción de espacios de trabajo nos da algunos tips para tener en cuenta en la elección de los colores:
– Para que el diseño de la oficina sea verdaderamente eficaz, es tan importante abarcar los aspectos funcionales del espacio como su dimensión emocional. Para satisfacer la necesidad de conexión con la naturaleza dentro del espacio de trabajo, no solo se necesita luz natural, vistas al exterior, plantas y elementos naturales, sino que la elección de los colores también es un factor fundamental.
– La psicología sugiere que los humanos tenemos una preferencia innata por los colores presentes en la sabana, que indican la presencia de elementos como agua limpia, tierra, rocas, vegetación, frutas, flores, entre otros.
– Las oficinas que incorporan colores que se asemejan al entorno natural, tales como el verde, el azul o el marrón, tienen un impacto positivo sobre el bienestar de los empleados. Por el contrario, el uso de los blancos y grises tiene un impacto negativo en los niveles de estrés. En definitiva, la forma en que se utilice el color no es un tema menor dado que puede alterar completamente la apariencia del espacio y, al mismo tiempo, influir en el estado de ánimo y la creatividad de las personas.
– Un espacio donde predominan los colores de la naturaleza tiende a percibirse como un lugar saludable, donde uno puede sentirse estimulado o relajado. Existe una clara preferencia por los verdes oscuros o intermedios (reducen el ritmo cardíaco y la presión sanguínea aliviando el estrés), mientras que los anaranjados, amarillos pálidos o marrones típicos de la vegetación estresada o moribunda son los menos deseados. Además, el color rojo puede estimular los procesos cognitivos y la atención, factores necesarios para tareas que requieren un gran esfuerzo y concentración mental. Por su parte, el color azul y algunos verdes intermedios pueden ayudar en las tareas que requieren creatividad.
– El uso de colores vivos debe hacerse con prudencia, a modo de acentos, y enfatizando los tonos que se encuentran en formas ambientales naturales atractivas tales como las flores, los ocasos, el arco iris, entre otros.
La incorporación de acentos de color verde, azul y amarillo produce efectos beneficiosos sobre la creatividad, siendo el color verde el que ejerce mayor influencia. Mientras que las oficinas grises están asociadas con niveles bajos de creatividad, los colores vivos, como el amarillo, el azul y el verde, la favorecen.
Los esquemas de colores de las oficinas que incorporan acentos verdes, azules y marrones indican más felicidad, productividad y creatividad de los empleados, en comparación con muros blancos. No obstante, cabe destacar que los colores particulares asociados con estos resultados pueden presentar diferencias culturales entre los países.
Diario La Nación – Online – 21-03-2018
https://blogs.lanacion.com.ar/bien-verde/consejostips/como-influye-el-color-en-tu-espacio-de-trabajo/