Diseño y construcción de oficinas de WPP por Contract Workplaces

Las oficinas de Wunderman en México: Un espacio flexible con identidad y versatilidad.

El reto para Contract Workplaces en este proyecto fue lograr un espacio versátil que refleje y destaque la identidad de Wunderman dentro del Campus de WPP México, donde también funcionan otras agencias del grupo enfocadas en servicios de marketing y comunicaciones.

Se trabajó en un formato de planta abierta para puestos operativos y se colocaron a su alrededor en forma de L los espacios de apoyo como: salas de reunión de distintos tamaños, salas de videoconferencia y “phone booths””. Este recurso y la tabiquería de vidrio, permiten que la luz penetre en todos los espacios e inunde toda la planta.

Los materiales y texturas fueron protagonistas a la hora de marcar el carácter de este espacio: el ladrillo a la vista, la madera y las carpinterías metálicas con vidrio repartido, le imprimen un carácter industrial y moderno. Esta sensación se crea desde el ingreso, donde destaca el imponente mueble facetado de recepción realizado en concreto y los sillones de cuero.

Los pisos vinílicos marcan las zonificaciones y delimitan los espacios públicos, privados y semi privados. En el acceso y la sala de juntas se utilizó la textura símil madera. Para el open space se optó por un tono gris claro, mientras que en los espacios de apoyo se utilizó un gris oscuro.

Diseño de oficinas de WPP por Contract Workplaces

Es interesante el diseño de los cielorrasos que aportan textura y refuerzan el concepto de la división por tipos de espacios. En la zona de puestos de trabajo se colocaron bajadas colgantes de yeso, que se superponen con una malla metálica color negro que recorre todo el espacio, a excepción del sector de la entrada donde se trabajó un diseño con varillas de madera. La iluminación también adquiere distintas variantes en las que se distinguen artefactos embutidos lineales, apliques cuadrados y colgantes circulares de distintas formas y tamaños para acentuar las diferencias de función entre las áreas.

La paleta de colores se trabajó dentro de los neutros: negro, blanco, marrones y grises poniendo un acento de tonos naranjas en algunas piezas de mobiliario para dar un toque fresco al ambiente.

La flexibilidad y la integración de las distintas funcionalidades del espacio a través del diseño, permiten el máximo aprovechamiento de los 755 metros cuadrados de superficie donde cada detalle transmite la impronta creativa y fuerte de la marca.

RECORRE EL PROYECTO COMPLETO

 

 

Ficha Técnica:
Cliente: Wunderman
Ubicación del proyecto: Ciudad de México
Superficie: 755 m2
Año: 2019

Cómo integrar el home office a su estrategia de espacios de trabajo en sólo 8 semanas

A partir de la pandemia del COVID-19 se han acelerado muchos cambios que se venían asomando en cuanto a modalidades y formas de trabajo. 

Se borran los límites de la oficina, como espacio laboral, y aparece la oportunidad de trabajar en otros lugares: nuestro hogar, un café, una biblioteca, un coworking o alguna oficina satélite.

Las empresas deben prepararse para estos cambios y, aquellas que logren hacerlo de forma eficiente y rápida, se van a destacar u obtener ventaja frente a sus competidores.

Para llevarlo a cabo, las compañías necesitan buscar respuesta a algunos interrogantes: 

  • ¿Cuáles son las áreas e individuos que continuarán haciendo home office y cómo mejorar su experiencia? 
  • ¿Cómo cuantificar la ocupación efectiva en la oficina y readecuar su diseño y funcionamiento en base a ello? 
  • ¿Cómo impactarán estos cambios en la cultura de la organización?

Con el fin de ayudar a las organizaciones a responder estas preguntas, desarrollamos: NEW NORMAL STRATEGY, un servicio que permite integrar el home office a las empresas de manera efectiva y preparar las oficinas para esta nueva normalidad en solo 8 semanas.

¿Cómo lo hacemos?

FASE 1. HOME OFFICE INDEX: 

En una primera fase, aplicamos esta herramienta que nos permite medir el grado de adaptabilidad al home office de cada colaborador, partiendo de las condiciones básicas que se requieren para llevarlo a cabo de manera eficiente y confortable. La evaluación abarca cinco dimensiones:

Físico-Ambiental: Condiciones del espacio que dispone para teletrabajar;

Tecnología: Equipamiento (software, hardware), soporte remoto y conectividad;

Roles y tareas: Análisis de acuerdo a descripción  de funciones;

Perfil de las personas: Características psicolaborales y contexto  de cada colaborador;

Liderazgo: Competencias clave para líderes que  gestionan  equipos en contexto de cambio.

A partir del análisis, generamos un informe global con el perfil de la compañía, otro por cada área, y un informe individual, junto con unl plan de acción por persona y una propuesta de soluciones para cada caso que abarcan desde un kit de home office y soluciones tecnológicas coaching, hasta programas de coaching .

FASE 2. WORKPLACE STRATEGY:

Esta etapa está orientada a entender en profundidad el ADN de la organización y sus desafíos actuales en la nueva realidad, para identificar los drivers clave que definirán la estrategia espacial que potencie un alto desempeño del equipo, incluyendo el factor home office y optimizando la superficie y los recursos necesarios. Este análisis está dividido en tres fases:

Investigación: Para obtener información cuantitativa y cualitativa a nivel organizacional, estratégico, humano, tecnológico y arquitectónico.

Diagnóstico: A partir de los factores clave identificados y los objetivos de la organización en la nueva realidad, delineamos un mapa detallado identificando tendencias y oportunidades de mejora en aspectos estratégicos como: cultura e identidad; dinámicas de trabajo; configuración y usabilidad del espacio; tecnología aplicada al espacio; seguridad; calidad de vida y bienestar.

Brief conceptual: Como resultado de los pasos anteriores, proponemos las soluciones estratégicas que mejor respondan a los nuevos desafíos de la organización para garantizar un espacio de trabajo eficiente, flexible, saludable e inspirador. Proponemos: 

  • Estrategia de Real Estate
  • Diseño conceptual del espacio
  • Diseño conceptual de tecnología
  • Usabilidad y Workplace experience
  • Nuevas dinámicas organizacionales
  • Conceptos Wellness
  • Plan Comunicación Positiva del cambio

Con toda esta información disponible, cada compañía podrá tomar las decisiones adecuadas para readecuar sus espacios, adaptarse  a las nuevas necesidades y modalidades de trabajo y cuidar el bienestar de sus colaboradores sea donde sea que trabajen esta nueva normalidad.

Si necesitas orientación o recomendaciones a medida, contáctate con nuestro equipo. Es parte de nuestro compromiso continuo ayudar a nuestros clientes a prepararse para lo que viene.

 

RetornoSeguro

El retorno seguro a la oficina

El contexto de pandemia que estamos viviendo trajo consigo nuevos paradigmas a nivel laboral, tanto en las dinámicas como en los espacios de trabajo. Con respecto a las oficinas, en este momento el primer foco de atención de las compañías está puesto en el retorno seguro a los lugares de trabajo, en cuidar a sus trabajadores y en mantener el funcionamiento de sus operaciones.

Con este objetivo, Contract Workplaces, junto a Fmax, empresa del grupo especializada en facility services, desarrolló un plan estratégico para que los trabajadores regresen a las oficina de forma segura, resguardando su salud en tiempos de COVID-19.

La propuesta, que contempla diferentes aspectos a implementar dentro de las oficinas, está dividida en dos fases de acción que incluyen el diagnóstico y plan de acción para la prevención de riesgos de salud dentro de las oficinas, así como la implementación de medidas y dispositivos adecuados para tal fin.

La FASE UNO tiene el objetivo de facilitar el reingreso de los empleados a su lugar de trabajo en el corto plazo a través de una serie de herramientas que incluye los siguientes aspectos:

Manual de retorno a la oficina: Se describirán tips, pautas y hábitos de convivencia generales que fomenten la salubridad y el cuidado de los colaboradores.

Calidad del aire: Purga del sistema de climatización. Revisión y/o reemplazo de filtros de aire por filtros especiales.

Sanitización general: Desinfección y limpieza profunda de cada uno de los espacios de su oficina. Propuesta de buenas prácticas de limpieza.

Cámaras termográficas: Instalación de cámaras especialmente diseñadas para el escaneo de temperatura corporal.

Área con módulo sanitizante: Definición del punto conveniente en la planta para montaje del área sanitizante e instalación de los materiales necesarios.

Nuevo protocolo de limpieza: Se describirán tips, pautas y descripciones de tareas  que fomenten espacios limpios para cumplir con las nuevas normas sanitarias y el cuidado de los colaboradores.

Durante la FASE DOS, luego de una revisión de los espacios y las instalaciones, se implementarán medidas estructurales que permitirán preparar a las oficinas para disminuir dentro de ellas los riesgos de contagio de enfermedades, además de brindar una serie de estrategias que fomenten el cuidado de la salud y del medioambiente. Esta etapa contempla: 

Relevamiento, diagnóstico y plan de acción: Revisión de la situación edilicia actual de la organización con el objetivo de diseñar un plan de acción que asegure una experiencia saludable dentro de los espacios de trabajo.

Adecuaciones de ambientes y superficies: Adecuaciones del espacio de trabajo para el cumplimiento de las nuevas normas sanitarias.

Puertas manos libres: Propuesta de apertura de puertas sin contacto con las manos.

Intervenciones tecnológicas y touchless: El nuevo contexto pone urgencia a la automatización de controles, desde un nuevo enfoque: evitar tocar. En función de la situación de cada empresa, se recomendará un plan de rápida implementación que incluya la automatización de algunos elementos considerando el siguiente alcance: puertas, accesos, griferías, control de iluminación, artefactos y equipos de workcoffee.

Agua: Revisión del sistema hídrico. Propuesta de filtrado de agua. Plan de mantenimiento de agua limpia.

Manejo de residuos: Propuesta de plan de reciclaje y manejo saludable de residuos: identificación de potenciales fuentes contaminantes.

Barrera sanitaria: Propuesta de instalación de una barrera que evite el paso de microorganismos entre puestos.

Complementos: Diseño, provisión e instalación de equipamientos para la mantención de la higiene del espacio y de sus usuarios.

Si necesitas orientación o recomendaciones a medida, contáctate con nuestro equipo. Es parte de nuestro compromiso continuo ayudar a nuestros clientes a prepararse para lo que viene.

Oficinas modernas de Bricsa Chile por Contract Workplaces

La oficina ha muerto, larga vida a la oficina

Por Víctor Feingold, Presidente de Contract Workplaces

Víctor Feingold

Somos seres sociales, gregarios por definición, pero esta naturaleza social puede verse afectada por nuestro entono y nuestras circunstancias.

La cuarentena obligatoria ha atrapado nuestras vidas confinándolas, no solo en un espacio físico, sino también virtual.

La pandemia de Covid-19 ha instalado un experimento social masivo sin precedentes, y la explosión en el uso del e-mail, los chats y las videoconferencias a gran escala, revelan lo que siempre hemos sabido: “Las relaciones virtuales pueden resultar extremadamente duras para el cerebro” (1), la administración de las emociones y la comunicación efectiva, impactando finalmente sobre la productividad y el bienestar de las personas.

“La comunicación por chat y correo electrónico muchas veces crea rencor. Y así surgen malentendidos por doquier derivados de una mala redacción, una lectura rápida o una mala interpretación, que suelen desaparecer o disminuir al ver a la persona frente a frente” (2).

Expresarnos más con emoticones que con gestos y palabras, puede resultar impreciso, confuso y limitado. “Los seres humanos nos comunicamos incluso cuando estamos callados” (1).

Durante una comunicación en persona el cerebro se enfoca en las palabras que se dicen, pero también obtiene información adicional a partir de una gran cantidad de señales no verbales, tales como la mirada, los gestos y la postura del interlocutor, información que completa y clarifica el significado del mensaje que se transmite.

“Dado que hemos evolucionado como animales sociales, la percepción de estas señales es algo natural para la mayor parte de la gente y requiere poco esfuerzo consciente. Sin embargo, una videollamada típica deteriora estas habilidades innatas y demanda una atención sostenida e intensa a las palabras. El cerebro, entonces, se ve abrumado por el exceso de estímulos desconocidos (que se potencian en las videollamadas colectivas) mientras se concentra en la búsqueda de señales no verbales que no puede encontrar” (1).

Cuando trabajamos en la modalidad de Home Office, esta situación se repite una y otra vez durante toda la jornada y a lo largo de varias semanas. Entonces, se vuelve casi inevitable la aparición de síntomas que se manifiestan en pesadumbre, fatiga física y mental, mayor distanciamiento y una creciente tendencia al aislamiento, la soledad, el estrés y la ansiedad.

¡Y ni qué hablar de la espontaneidad! Es mucho más difícil que surja durante una videoconferencia en la que suelen abundar los problemas técnicos, la comunicación limitada y una agenda acotada con hora de comienzo y fin. Mucho menos, cuando la posibilidad de expresarse se circunscribe a una carita amarilla de caricatura que difícilmente genere empatía o entendimiento.

¿Por qué es importante la espontaneidad para las organizaciones? La espontaneidad es una gran virtud que facilita las relaciones humanas; las personas espontáneas generan un clima de seguridad y sinceridad, honestidad y autenticidad. Se la suele relacionar con una personalidad genuina, chispeante y fresca que tiene gran importancia a la hora de alcanzar el éxito.

“Una dosis de espontaneidad es necesaria como hoja de ruta vital en busca de lo desconocido” (2). De lo desconocido surge la innovación, de la innovación nace la creación, y de la creación emergen nuevos modelos de negocios que mantienen competitivas a las organizaciones en un mundo donde la única constante es el cambio.

Como comenta Nico Matji, cofundador del estudio de animación Lightbox, en un reciente artículo del diario El País de España: “echo muchísimo de menos la espontaneidad cuando de pronto alguien gritaba ‘¡Qué bueno esto!’ y se formaba un corrillo alrededor. Esa ilusión, esa energía se nota en una película”. Difícilmente la espontaneidad pueda florecer dentro de un equipo que trabaja a distancia.

Si bien la flexibilidad laboral tiene muchos aspectos positivos (mejor balance trabajo-vida social y familiar, menor impacto medioambiental, economía en trasporte, ropa y comida, entre otros), el trabajar exclusivamente desde nuestras casas sin el contacto cara a cara con nuestros compañeros, genera barreras infranqueables para la creatividad y la innovación; “estrecha el margen para imaginar y romper el molde volviéndonos más previsibles y conservadores” (3).

Repetir los mismos hábitos y tareas (el film “El día de la marmota” es una alusión frecuente en estos días) nos encierra no solo en los confines de nuestras casas, sino también en una zona de comodidad y pereza –de falso confort– sin desafiar la reinvención.

Palabras que forman parte del ideario de las corporaciones, tales como trabajo en equipo, cooperación, solidaridad, empatía, creatividad, innovación, confianza, liderazgo, sentido de pertenencia, compromiso y pasión, entre otros, son los ingredientes imprescindibles de la fórmula efectiva para enfrentar los síntomas de la incertidumbre, el riesgo y la complejidad de los mercados en los que nos toca actuar.

¿Creen ustedes que esto se consigue trabajando cada uno desde su casa? Claramente no.

El teletrabajo se instaló en forma intempestiva, improvisada, sin planificación, herramientas, formación ni espacios adecuados. Pero, sin duda, podemos aprender mucho de esta experiencia. Varias organizaciones que percibían el trabajo remoto como una pérdida de control están entendiendo que también tiene su lado beneficioso, y que después de este ejercicio los empleados demandarán más flexibilidad a la hora de cumplir con sus tareas.

Pero, por más “holográficas” y vívidas que sean, las tecnologías difícilmente podrán reemplazar a las relaciones humanas que se construyen a través del contacto personal, con un apretón de manos, con un abrazo o con una mirada entre conversaciones banales y tiempos “perdidos”. Estos son los ingredientes imprescindibles para generar la confianza y el conocimiento necesarios entre los miembros de un equipo que debe trabajar en pos de un objetivo común.

“La nueva normalidad no será, pues, telemática ni presencial sino una mezcla de ambos” (4).

Entonces, si la oficina ha muerto, ¡larga vida a la oficina!

Referencias:

(1) “Zoom fatigue” is taxing the brain. National Geographic.

(2) ¿Por qué es vital ser espontáneo hoy día? Ecoosfera.com.

(3) Espontaneidad. Dr Luis M. Labath.

(4) Y ahora, ¿dónde está la oficina? Diario El País, España.

Oficinas Modernas de Spaces Chile por Contract Workplaces

Las condiciones y el potencial para el teletrabajo

En el actual contexto de distanciamiento social adoptado como respuesta a la pandemia de COVID-19, el trabajo remoto se ha vuelto un tema de gran actualidad para instituciones, empresas y empleados. 

La actual pandemia es solo el ejemplo más reciente de un flagelo que atraviesa todo el planeta y para el cual no estábamos preparados. Está claro que en un mundo signado por la globalización, la forma en la que trabajamos necesita desarrollar una mayor resiliencia. Y aun cuando superemos el coronavirus y regresemos a la oficina (nuestras encuestas indican que solo el 7% de los empleados optarían por seguir trabajando en casa) seguiremos siendo susceptibles a otras pandemias y a otros eventos inesperados o potencialmente catastróficos. Es por esto que la mejor estrategia será incorporar al ADN de nuestras empresas –y también de nuestras instituciones– la capacidad para trabajar de forma distribuida, descentralizada y discontinua cuando sea necesario.

Pero lo primero que se debe hacer es evaluar cuáles son las condiciones que se necesitan para poner en práctica el trabajo remoto. Porque, como muchos han podido experimentar en estos días, implementar el teletrabajo de manera exitosa no se hace de un día para el otro sin ninguna preparación; hace falta considerar una variedad de factores que analizaremos a continuación.

Los tipos de trabajo

No todas las ocupaciones son iguales. Por sus características, algunas son susceptibles de realizarse a distancia y otras no.

De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de La Plata existen una serie de variables para evaluar las posibilidades de hacer trabajo remoto. Por ejemplo, entre las actividades poco compatibles con el teletrabajo se pueden citar: asistir y cuidar a otras personas (personal de la salud, cuidadores), interactuar o trabajar directamente con el público (comercio, hotelería, gastronomía), realizar alguna actividad física tal como operar vehículos (choferes, pilotos), dispositivos o equipos mecanizados (carpinteros, torneros), y el manejo y movimiento manual de objetos (depósitos, construcción), etc. 

Por su parte, las actividades pasibles de realizarse de forma remota se encuentran fuertemente vinculadas con la presencia, uso y manipulación de tecnología de la información, lo que en parte explica el alcance que puede llegar a tener el teletrabajo entre el universo de posibles empleos.

La tecnología

Con la llegada de la conectividad ubicua y el surgimiento de nuevos dispositivos cada vez más asequibles, portables y compatibles también crece la oportunidad para que una mayor cantidad de personas pueda adoptar el teletrabajo. Pero a medida que el trabajo migre cada vez más fuera de la oficina, la integridad de las empresas dependerá de la eficiencia y la seguridad de la red corporativa. Contar con la infraestructura tecnológica apropiada garantizará que los recursos sean accesibles de forma remota. Así, los teletrabajadores podrán disponer fácilmente de la información almacenada en La Nube, compartir documentos, realizar videoconferencias, etc. 

Sin embargo, extender la red corporativa hacia donde se encuentran los empleados supone algunos riesgos para la seguridad. Es por esto que las empresas deberán adoptar políticas claras sobre aquello que los teletrabajadores pueden y no pueden hacer, a qué recursos están autorizados a acceder y administrar remotamente no solo notebooks, smartphones o PCs, sino toda una nueva generación de dispositivos móviles que han de ser actualizados con las últimas aplicaciones de seguridad.

Gestión y cultura organizacional

El apego a la tradicional gestión jerárquica y de control es uno de los motivos de la lenta difusión del teletrabajo. La gestión directiva junto con la cultura empresarial crean algunas de las barreras que han impedido una mayor aceptación de este estilo de trabajo

El teletrabajo requiere que la gerencia no se centre tanto en controlar cómo y cuánto tiempo trabajan los empleados sino en su rendimiento. En un entorno de trabajo móvil y remoto el concepto de trabajo se transforma en lo que las personas hacen, no dónde lo hacen.

Este cambio de paradigma requiere adoptar normas, mejores prácticas y formas de evaluar la productividad junto con una estructura más horizontal, orientada a objetivos y basada en la confianza. Una adecuada implementación de las tecnologías de la comunicación y la gestión del cambio también contribuirá a mantener y potenciar los valores de la cultura corporativa.

Seguridad y salud

Las cuestiones relacionadas con la seguridad y la salud de los teletrabajadores, incluso en la modalidad Home Office, son responsabilidad del empleador y es él quien debe llevar a cabo una evaluación del riesgo cualquiera sea el lugar de trabajo. 

Para poder llevar a cabo el teletrabajo en casa se requiere que los hogares tengan condiciones tales que incluyan un ambiente seguro y confortable para realizar las tareas. Sin embargo, es difícil evaluar el ambiente laboral en el hogar por lo que el Home Office sigue siendo una zona gris en materia de seguridad y salud.

Espacio físico y hábitos culturales

La adaptación del espacio físico en el hogar es un tema crucial para que los trabajadores puedan realizar sus tareas en un ambiente controlado y libre de interrupciones. Detalles tales como tener una silla y un escritorio ergonómicos o poder contar con la privacidad necesaria para atender una llamada sin que se filtren los sonidos de la casa tienen un gran valor. 

Por otra parte, para que el trabajo remoto sea eficiente es importante cambiar ciertos hábitos culturales tales como poder establecer de forma nítida las fronteras entre el trabajo y la vida familiar en el entorno doméstico.

Perfil para los líderes y los trabajadores

Para lograr que el teletrabajo sea una verdadera ventaja los directivos deben proponer a los candidatos para el trabajo remoto sobre la base de ciertas condiciones que deben reunir. Pero tanto los colaboradores como los líderes requerirán nuevas competencias para avanzar en la aplicación del teletrabajo. Estas facilitan el desempeño del trabajador y permiten que pueda organizar sus tareas dentro de las condiciones establecidas junto con el acompañamiento de sus superiores directos.

Perfil del teletrabajadorPerfil del líder del teletrabajador
  • Tener competencias y formación sobre el funcionamiento de los sistemas.
  • Tener espíritu emprendedor, capacidad de asumir riesgos, criterio propio para tomar decisiones, capacidad de iniciativa.
  • Tener automotivación, autocontrol y autodisciplina y poder de adaptación. 
  • Tener capacidad para organizar los tiempos y las tareas.
  • Ser capaz de trabajar con un contacto social reducido.
  • Poder equilibrar el trabajo con la vida social y la vida familiar.
  • Tener conciencia sobre la seguridad y el bienestar.
  • Tener conocimientos tecnológicos suficientes y adecuados.
  • Tener una actitud positiva hacia el teletrabajo.
  • Ser buen comunicador.
  • Ser flexible. 
  • Poder aplicar métodos de supervisión basados en resultados, no en tiempo o actividades. 
  • Tener facilidad para delegar y otorgar autonomía. 
  • Poder proporcionar feedback.
  • Ser buen contenedor. Generar confianza y empatía.
  • Analizar puestos de trabajo y perfiles adecuados para el teletrabajo.

El potencial del teletrabajo en América Latina

En otra escala, también valoramos cuál es el verdadero potencial que tienen los países de América Latina para el teletrabajo, especialmente en la modalidad de Home Office, un recurso reservado casi exclusivamente para las personas que forman parte del colectivo que impulsa la economía del conocimiento.

Un estudio reciente determinó que, antes de la pandemia, Brasil era el país con más empleados trabajando desde sus casas (12 millones de teletrabajadores) seguido por México (2,6 millones), Argentina (2 millones) y Chile (500 mil). También indicó que solo el 24% de las compañías utiliza el teletrabajo de forma regular, valor que puede llegar al 41% en el caso de las empresas de servicios. Pero en comparación con los países desarrollados, América Latina no cuenta con las condiciones necesarias para adoptar plenamente esta modalidad de trabajo. 

¿Cuál es el verdadero potencial que tiene el teletrabajo en la región? De acuerdo con varias investigaciones, la diferencia entre el teletrabajo potencial y el efectivo es muy grande y responde a varios factores:

  • En términos del desarrollo de su ecosistema digital, América Latina se encuentra en un nivel intermedio con respecto a otras regiones del mundo. Con un índice de 49,92 (en una escala de 0 a 100), la región está muy lejos del 71,06 de Europa Occidental y el 80,85 de América del Norte, pero supera los índices de Asia y África.
  • La digitalización de los hogares muestra una alta heterogeneidad. Aunque existe una conectividad estimada en un 78,78%, las diferencias entre los distintos países y entre las áreas urbana y rural marcan una brecha digital importante en amplios sectores de la población.
  • La región se encuentra bastante rezagada con respecto a la velocidad de las conexiones. Chile y Uruguay se encuentran como los mejor posicionados en la conectividad de la red fija y móvil respectivamente, pero bastante lejos de los primeros puestos que ostentan los países con mayor desarrollo.
  • La tenencia de computadoras en América Latina alcanza un 44,89%, índice que no sería suficiente para el acceso a la red de todos los trabajadores. 
  • Los bajos niveles de capacitación de la fuerza laboral en la región suponen un freno para la adopción de nuevas tecnologías. Es preciso mejorar las habilidades y los conocimientos necesarios para que más personas puedan acceder al teletrabajo.
  • Un modelo efectivo de trabajo a distancia no solo involucra la tecnología. También implica contar con un marco legal y regulatorio junto con una cultura organizacional que hasta el momento no están plenamente desarrollados y varían entre los distintos países de la región. 

Tal como surge de este análisis se concluye que no es realista pensar que el teletrabajo puede llegar a ser la nueva normalidad pos pandemia en la región; todavía hace falta mucho trabajo  para elevar los estándares requeridos. Y lo que muchas empresas y empleados también están descubriendo en un contexto impensado hace tan solo unas semanas, es que organizar el trabajo remoto –y el Home Office en particular– no se puede improvisar y no es tan simple como parece. 

El desafío será imaginar cómo, cuándo y dónde trabajaremos cuando la pandemia termine.

Diseño de oficinas de Sanofi por Contract Workplaces

Espacios colaborativos y vibrantes que potencian la innovación

El diseño conceptual para las nuevas oficinas de Sanofi Perú, se apoyó en tres principios clave: innovación, adaptabilidad y crecimiento. El proyecto de desarrolló en 1.800 m² distribuidos en dos plantas de la Torre Javier Prado de Lima, un edificio que contará con la Certificación LEED Gold, y que se encuentra ubicado sobre una de las avenidas más importantes de San Isidro, el centro financiero de la ciudad.

La farmacéutica francesa está implementado a nivel global un cambio en materia de innovación de procesos y ese enfoque los ha llevado a remodelar sus oficinas bajo la filosofía de “espacios abiertos”, muy parecidos a los que ofrecen los co-work, sin olvidar las áreas “de concentración”. Perú ha sido el tercer país, luego de Francia y Brasil, en incorporar este concepto.

En línea con las necesidades de la compañía, el diseño del layout buscó generar nuevas dinámicas de trabajo para que cada empleado pueda elegir cómo, cuándo y dónde realizar sus tareas diarias, y también favorecer la interacción, la innovación y la productividad.

Diseño de oficinas de Sanofi por Contract Workplaces

Diseño de oficinas de Sanofi por Contract Workplaces

Para ello se apostó por la eliminación de las oficinas cerradas y la creación de un Open Space con puestos no asignados, que se complementa con distintos espacios de distensión y reuniones informales. Los puestos de trabajo cuentan con divisores bajos de vidrio a fin de no interrumpir las vistas, aprovechar la luz natural y conseguir una integración de todo el equipo. Las salas de reunión cerradas, se ubicaron sobre las medianeras.

El aprovechamiento de las vistas y la luz natural, la inclusión de la vegetación dentro del espacio, y la elección de la materialidad, se inscriben en una búsqueda por incluir el concepto de biofilia en las nuevas oficinas. La paleta elegida se basa en los verdes, azules y grises, los tres colores de la marca, para definir y brindar carácter a las distintas áreas de trabajo.

Para acentuar el espíritu local que se buscó en las nuevas oficinas de Sanofi en Lima, la gráfica que se utilizó en las distintas áreas, se diseñó a partir de una reinterpretación de los motivos utilizados en los tejidos de distintas culturas peruanas utilizando colores vibrantes.

La multiplicidad de espacios de reunión, tanto formal como informal, e incluso la sala de juegos, reafirman la importancia que le da la organización al trabajo colaborativo como una instancia de creación y de intercambio de ideas.

 

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Piso 14 - Sanofi - Peru

Piso 15 - Sanofi - Peru

Ficha Técnica:
Cliente: Sanofi
Ubicación del proyecto: Lima, Perú
Superficie: 1800 m2
Año: 2018
Project Manager: Arq. Claudia Malatesta
Diseño: Arq. Saira Salazar – Arq. Gonzalo Salvo
Dirección de Obra: Arq. Milagros García – Arq. Jorge Casanova

Teletrabajo: qué es y qué no es

En las últimas décadas, la irrupción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en todas las áreas de la sociedad hizo que buena parte de los trabajadores se convirtiera en una fuerza nómada, independiente de la tiranía del cuándo y dónde trabajar. Una nueva generación se apropió del tiempo y el espacio para mejorar su productividad, el balance entre la vida personal y laboral, la satisfacción profesional y el compromiso con la empresa.

Sin embargo, si bien las TIC han cambiado la forma de trabajar, la adopción del teletrabajo fue mucho más lenta que lo supuesto inicialmente; factores humanos, sociales, organizacionales y de infraestructura han demostrado tener más peso que lo previsto. En los países en los que está más desarrollado, el teletrabajo puede llegar a alcanzar hasta el 30% de los empleos que se pueden realizar a distancia. Pero en la mayor parte de nuestra región, la ausencia de un marco contractual junto con una cultura organizacional y de Management apegados al control y a las jerarquías hicieron del teletrabajo un fenómeno casi marginal. Hasta hoy.

La pandemia de COVID-19, que nos está obligando a hacerle frente a una nueva e impensada realidad, también está acelerando la adopción de estas tendencias del mundo laboral que ya estaban presentes pero que hubieran tardado mucho más tiempo en establecerse. Para poder sostener su operación manteniendo el aislamiento social de distinto grado impuesto a nivel global, la mayor parte de las empresas optaron por algún tipo de teletrabajo para realizar aquellas tareas pasibles de realizarse de manera remota.

Y para saber de qué hablamos cuando hablamos de teletrabajo, cabe aclarar que no se debe reducir el concepto solo al cumplimiento de las tareas desde la casa; el Home Office no es sinónimo de teletrabajo sino solo una de las variantes que puede ofrecer esta modalidad. También es importante señalar que existe teletrabajo solo cuando hay una relación laboral de dependencia, lo cual excluye de esta categoría a la actividad free lance y a los autónomos o cuentapropistas.

El teletrabajo, entonces, se puede definir como el acto de cumplir todas o una parte de las tareas fuera de las instalaciones de la empresa mediante la utilización de las TIC. De acuerdo con esto podemos distinguir distintos tipos de teletrabajo:

  • Home Office: el empleado trabaja desde el hogar.
  • Oficinas satélite: el empleado trabaja desde otra locación de la empresa.
  • Centros de Coworking: el empleado trabaja desde otra locación compartida por más de una organización y/o por freelancers.
  • Trabajadores móviles: el empleado trabaja una gran cantidad de horas tanto fuera del hogar como de la oficina. Por ejemplo: cuando está de viaje, haciendo trabajo de campo o en oficinas de terceros (clientes, proveedores, etc.). 

En definitiva, el teletrabajo representa una verdadera transformación que va mucho más allá del “horario flexible” y debe ser adoptado como un cambio fundamental en la naturaleza del trabajo, lo cual hará necesaria una actualización tecnológica junto con una profunda reestructuración de la gestión y la cultura de la empresa. Esto significa que tanto las organizaciones como los trabajadores deberán afrontar varios retos: el uso de otros canales de intercambio, la implementación de otras aplicaciones y herramientas, el cambio en la comunicación y el manejo remoto tanto de los equipos de trabajo como de los colaboradores.

Ventajas y desafíos

El teletrabajo representa una valiosa herramienta para hacer frente a diversos tipos de problemas: el cuidado del medio ambiente, la búsqueda de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, el aumento de la flexibilidad y la necesidad de dar una respuesta rápida a las oportunidades que se presentan en la nueva economía global. Adicionalmente, frente a la inesperada pandemia que nos golpea, también surge como una de las opciones para respetar el distanciamiento social sin perder productividad.

Estos son algunos de los beneficios del teletrabajo:

  • Mayor productividad. Trabajar de forma remota implica más tiempo de trabajo efectivo.  Además, reduce significativamente el ausentismo y la continuidad de la operación no se ve afectada por eventos climáticos, de tránsito o de fuerza mayor.
  • Atracción y retención de talentos. Las empresas pueden contratar a la persona más adecuada para el trabajo, independientemente de su ubicación geográfica. 
  • Reducción de los requerimientos de espacio físico.  La reducción de la superficie necesaria es una de las mayores consecuencias de esta modalidad laboral, la cual puede llegar a alcanzar valores de hasta un 40% con el consiguiente ahorro en los costos de alquiler, operación y mantenimiento. 
  • Ahorro de viáticos. Las empresas pueden evitar gastos innecesarios en viajes utilizando las nuevas tecnologías que permiten realizar videoconferencias en tiempo real. 
  • Disminución de gastos. Al empleado le permite disminuir no solamente los costos de traslado sino también los de vestimenta, comida, etc., con lo cual aumenta el salario real.
  • Mayor flexibilidad. Los teletrabajadores tienen una mayor dosis de flexibilidad en la determinación de sus propios horarios y esquemas de trabajo.
  • Menos estrés. Al reducirse el desplazamiento diario desde y hacia la oficina se ahorran muchas horas de viaje que el trabajador puede destinar a las actividades sociales, al aprendizaje y también a la vida privada.
  • Sustentabilidad. La reducción de los desplazamientos diarios tiene un impacto positivo sobre el medio ambiente ya que disminuye el tráfico vehicular, la contaminación del aire y el consumo de energía.
  • Inclusión. El teletrabajo promueve la inclusión social de mujeres con hijos pequeños, personas con familiares a cargo y discapacitados.

Con respecto a los efectos negativos que puede tener el teletrabajo estas son algunas de las consecuencias que ya se vislumbran por el confinamiento en casa y que será preciso considerar: 

  • Aislamiento. El teletrabajo puede conducir al aislamiento físico, social y profesional de los colaboradores (1). El aislamiento físico de los empleados que trabajan en un entorno distinto que sus colegas puede dar lugar al aislamiento social, caracterizado por sentimientos de falta de inclusión o conexión con los compañeros y la organización, junto con la percepción de una falta de visibilidad que reduce sus oportunidades de desarrollo profesional.
  • Sentido de pertenencia. En un estudio sobre el sentido de pertenencia de los teletrabajadores (2) se encontró que la identificación y el apego a la organización pueden verse erosionados cuando se trabaja a distancia, lo cual compromete la motivación y la productividad de los trabajadores.
  • Bienestar. Los resultados iniciales de la primera encuesta del Institute for Employment Studies del Reino Unido que analiza los efectos del Home Working durante la pandemia de COVID-19 muestran un preocupante deterioro de la salud física y mental derivados del aislamiento y la falta de ergonomía.

Lo cierto es que la implantación exitosa del teletrabajo en una organización supone un cambio que afecta muchos aspectos tales como la estructura física, la tecnología, la naturaleza del trabajo, los recursos humanos, la cultura y los valores de la empresa. 

Sin embargo, no debería sorprendernos si después de que superemos este aislamiento sanitario forzado más empresas optaran por facilitar esta y otras modalidades de trabajo remoto para ofrecer una mayor flexibilidad a sus empleados de acuerdo con la naturaleza y la dinámica de la tarea que desempeñan (las cifras de nuestra encuesta revelan que el 82% elegiría trabajar con flexibilidad cuando termine la cuarentena).

Para afrontar estas transformaciones puede ser necesario aplicar un plan de gestión del cambio que ayude a asegurar una adopción positiva. También será necesario implementar un plan de comunicación interna orientado a beneficiar la cohesión del plantel y evitar problemas de confianza, falta de responsabilidad o de productividad. Tanto el plan de gestión del cambio como la comunicación interna estarán orientados a consolidar una cultura organizacional que incluya a todos por igual.

La pandemia de COVID-19 que nos impuso el trabajo a distancia también nos enfrenta a un mundo que será distinto en muchos aspectos. Es momento de pensar en los enormes desafíos que nos esperan pero también en las oportunidades; momento de capitalizar esta nueva experiencia y de recapacitar sobre la función de la oficina.

¿Cuáles son los beneficios del teletrabajo?

El teletrabajo ofrece ahorros operativos para la empresa (espacio, energía y transporte), incrementa la productividad al reducir interrupciones y tiempos de traslado, mejora el balance vida–trabajo, impulsa la retención de talento y abre la oportunidad de contratar perfiles en cualquier región sin limitaciones geográficas. Además, favorece la inclusión laboral y reduce el impacto ambiental al disminuir los desplazamientos diarios.

¿Cuáles son los mitos sobre el teletrabajo?

Que se trabaja menos, que no hay control, o que se pierde cultura empresarial. Con una buena gestión, el teletrabajo puede ser incluso más eficiente.

(1) BEAUREGARD, T. A., BASILE, K. A., & CANÓNICO, E. (2019): “Telework: Outcomes and facilitators for employees”. The Cambridge handbook of technology and employee behavior.
(2) BURLEY, & LONG, S. (2015): “Where do I belong? High-intensity teleworkers experience of organizational belonging”. Human Resource Development International.

Oficinas Modernas de BMI Quito por Contract Workplaces

La materialidad y la tecnología se complementan para una mejor experiencia en el nuevo espacio de BMI en Quito

Situada frente al imponente parque La Carolina –uno de los espacios verdes urbanos más importantes de Ecuador– la sede de BMI Quito cuenta con 1.974 m² distribuidos en dos plantas con amplias vistas en toda su fachada oeste. Rescatar y poner en valor esta ubicación privilegiada, fue uno de los requerimientos que tuvo el cliente a la hora de abordar el proyecto.  Con tal objetivo, el diseño realizado por Contract Workplaces, contempla la ubicación de los puestos de trabajo y las áreas de encuentro en el perímetro de la planta; mientras que las salas de reunión, los meeting boxes y los servicios de apoyo se sitúan en la zona central. Los cerramientos vidriados de los despachos privados y las salas de reuniones colaboran para crear una atmósfera diáfana y transparente que permiten traer parte de ese
espacio exterior, al interior de la planta.

Esta nueva distribución, además, logró solucionar algunos de los problemas que surgieron del diagnóstico obtenido en la consultoría de Workplace Strategy, a partir del cual, se identificó que anteriormente las oficinas contaban con una distribución poco equitativa de su superficie, con muy pocos metros cuadrados por persona en las áreas de trabajo, y también con escasez de espacios colaborativos y de encuentro.

La estética sobria que se adoptó en todo el lay out, sumado a la paleta de colores seleccionada, apuntaron a resaltar las áreas más representativas. Los tonos claros de la madera en los espacios abiertos, las texturas de los pisos, los textiles y los detalles de la gráfica aplicada, dialogan entre sí generando un espacio luminoso y de gran armonía.

Como valor agregado, cabe mencionar la incorporación de la mejor tecnología de punta, tanto en la sala de Directorio, como en la oficina de Presidencia. Ambas cuentan con un sistema de videoconferencias nativo de CISCO que permite el manejo de distintos escenarios mediante una botonera de control, pantalla touch e integración con el sistema de iluminación y las cortinas. Mientras que la sala de Directorio dispone de amplificación de audio y micrófono en el techo junto con una pantalla interactiva con soporte móvil, en la oficina de Presidencia el sistema de iluminación y las cortinas están completamente integrados con el cerramiento de vidrio, el cual cuenta con tecnología smart glass. Esto hace posible que el vidrio cambie de modo transparente a modo traslúcido de acuerdo con el escenario seleccionado.

De esta manera, Contract Workplaces ha abarcado de manera integral este proyecto, teniendo en cuenta que el diseño del espacio sea funcional a la dinámica de trabajo, que la materialidad contemple el bienestar de las personas y que la tecnología esté totalmente integrada a la experiencia.

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Ficha Técnica:
Cliente: BMI
Ubicación del proyecto: Quito, Ecuador
Superficie: 2201 m2
Año: 2019

Construcción de Oficinas Unilever Chile por Contract Workplaces

Las Nuevas Oficinas Corporativas de Unilever en Santiago de Chile

Las oficinas corporativas de Unilever Chile se encontraban ubicadas desde 1957 sobre la calle Carrascal en la comuna Quinta Normal, justo frente a su emblemática planta de producción de detergentes. Pero tras décadas ahí, la compañía decidió trasladarse a un edificio sobre Av. Las Condes y, a través del nuevo espacio, poder conectar departamentos que se encontraban esparcidos en las antiguas oficinas.

El anterior espacio de trabajo no permitía el flujo de interacción entre las distintas áreas que se encontraban repartidas en diferentes pisos e, incluso, en dos edificios separados, unidos mediante un puente que cruza la Av. Carrascal. Esto generaba una conexión bastante complicada, espacios de reunión subutilizados, gran presencia de oficinas privadas e insuficientes condiciones lumínicas y espaciales.

Esta disgregación, además de la necesidad de afrontar un cambio en la filial chilena para alinearse con el cambio de imagen de la marca a nivel global, fueron las causas de este gran proceso de transformación adjudicado -por medio de un concurso- a Contract Workplaces.

Diseño de Oficinas Unilever Chile por Contract Workplaces Diseño de Oficinas Unilever Chile por Contract Workplaces 1

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Las nuevas oficinas cuentan con 2368 m2 divididos en dos pisos, subdivididos cada uno en dos áreas conectadas entre sí por un hall central de ascensores.

El diseño partió de la necesidad del cliente de apoyar mediante el espacio a las nuevas formas de trabajo que se está proponiendo la multinacional, con formatos más ágiles, flexibles, modernos y digitales, de manera de fortalecer la integración de sus distintas áreas.

La idea fue lograr salas de reunión más eficientes, espacios dinámicos, flexibles para llevar la modalidad de trabajo hacia el Activity Based Working (trabajo basado en actividades).

El partido general, por la forma de la planta, se configura con los servicios y sala de reunión en el núcleo; kitchenette y áreas de reunión informal se colocaron en el centro y el open plan, se situó sobre el perímetro de la planta, aprovechando la vista e iluminación natural.

Se priorizaron como tipologías las salas de reuniones de tres y cuatro personas, los phone booths, quiet rooms y las salas de reuniones más grandes y dúctiles.

Construcción de Oficinas Unilever Chile por Contract Workplaces Oficinas Modernas de Unilever Chile por Contract Workplaces

Conceptualmente el proyecto está basado en cuatro axiomas definidos por Unilever que se representaron a través de la distinta funcionalidad de los espacios:

Be connected: se reflejó en los sectores de la oficina destinados a favorecer la conexión entre los empleados, como las salas de reunión o de brainstorming.

Be human: representado en los sectores destinados a privacidad, concentración, tranquilidad y desconexión.

Have fun: sectores de esparcimiento y de reunión social.

Be real: plasmado en las zonas operativas.

Se consideró una paleta de colores basada en el azul (que es el color corporativo) y se incluyeron otros tonos como contrapunto, lo que dio lugar a una combinación cromática vibrante. La variedad de texturas, por su parte, aporta una riqueza visual interesante.

Se incorporó también el concepto de biofilia y se tomaron ciertos elementos que conforman el logotipo de la empresa para plasmarlos en el espacio.

Finalmente, se logró actualizar a la filial chilena al standard global de la marca, con espacios amplios y cálidos que aportan un mayor bienestar a los colaboradores, como así también brindar soporte a las nuevas formas de trabajo que los cambios actuales demandan a las organizaciones.

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Oficinas Unilever Piso 4

Oficinas Unilever piso 5

Ficha Técnica:
Diseño y habilitación: Contract Workplaces
Cliente: Unilever
Ubicación del proyecto: Av. Las Condes 11.000, Vitacura – Santiago, Chile
Superficie: 2.368 m2
Año: 2019
Project Manager: Francisca Guerra (Contract Workplaces)
Equipo de Arquitectura: Consuelo Larrea, Tomás González, Ximena Valencia, Manuel Hernandez y Camilo Gonzalez.
Equipo de Obra: Rudy Avilés, Daniela Morales, Ruperto Lizana, Eric Abarca y Nicolas Donato.

Uruguayos y el teletrabajo: solo un 4% seguiría desde su casa tras la pandemia

A su vez, un 22% explica que el teletrabajo no le permite equilibrar el balance entre el trabajo y el descanso de modo adecuado.

Transcurrieron casi dos meses desde que llegó el nuevo coronavirus a nuestro país, lo cual ocasionó importantes cambios en el mundo laboral. La mayor parte de las organizaciones enfrenta un escenario adverso que impacta de manera directa en la cantidad de puestos ocupados, su nivel de productividad, así como en la forma en la cual desarrollan su trabajo.

Mediante el decreto 94/020 del 16 de marzo el gobierno exhortó “a todos los empleadores a instrumentar y promover, en todos los casos que sea posible, que los trabajadores realicen sus tareas en sus domicilios”, modalidad conocida como teletrabajo.

Sin embargo, lo intempestuoso de este cambio impuso desafíos adicionales tanto para las empresas como para los colaboradores que comenzarían a realizar su labor de esta forma. El anhelo de muchos de desarrollar sus actividades desde el hogar confirmó que no siempre se trata de la situación ideal y que para lograr altos niveles de desempeño es necesario controlar varios factores que a veces son fáciles de gestionar.

Contract Workplaces —empresa especializada en diseño y construcción de espacios de trabajo— realizó una encuesta a nivel regional en el contexto de la pandemia del COVID-19. Del estudio se desprende que solo un 7% de los empleados optaría por continuar con su labor en forma permanente desde su casa una vez que terminen las medidas de aislamiento social. En Uruguay la cifra desciende al 4%.

Conectividad y productividad.

Víctor Feingold, presidente de Contract Workplaces señaló: “El hecho de poder trabajar productivamente desde el hogar depende básicamente de tres factores”. Uno de ellos es “la calidad ambiental, es decir, contar con un espacio específico donde haya el mobiliario, la luz, la temperatura y las condiciones de seguridad adecuados”. La segunda es “la tecnología, traducida en la calidad de los equipos y la conectividad”. En tercer lugar está el “comportamiento de las personas, que dependerá del temperamento de cada uno y de su capacidad para programar las tareas y las rutinas diarias”.

En relación a la tecnología, las tendencias de Uruguay superan el promedio de la región. Un 50% de los teletrabajadores uruguayos está conforme con su conexión a internet, mientras que en Latinoamérica el promedio es de 45%. En la misma línea, el 55% de las personas de nuestro país está satisfecho con el acceso remoto a los archivos de trabajo, cifra que desciende al 42% en el promedio regional.

De todas formas, aunque un 14% de los uruguayos preferiría volver a realizar sus tareas solo desde la oficina, a un 77% de los encuestados le gustaría tener flexibilidad para optar por el lugar que le resulte más apropiado en cada ocasión (casa, oficina, coworking, otros).

Hogares preparados.

Resulta complejo analizar los resultados obtenidos sin tener en cuenta cómo influye el contexto de la pandemia y el aislamiento social. El 67% opina que su casa está efectivamente preparada para el trabajo que debe realizar de manera diaria, aunque el equipamiento —sillas, mesa o escritorio, impresora y escáner— fueron de los elementos peor puntuados.

Un punto crítico son los aspectos relativos a equilibrio trabajo/descanso, concentración, productividad e interacción con los compañeros. La investigación pone de manifiesto que la modalidad remota no es tan efectiva para la gestión del tiempo y las tareas, y que puede generar algunos ruidos en la labor individual y la colaborativa. Por otra parte, un 22% de quienes respondieron, explica que la modalidad remota no le permite equilibrar el balance entre trabajo y descanso de modo adecuado.

Un 29% de los encuestados indicó que al estar en su hogar logra organizar de manera adecuada el tiempo y las tareas a desarrollar. Además, solo el 19% respondió que logra una adecuada concentración en las mismas sin interrupciones.

Si bien un 39% señaló que a pesar de estar en su casa sigue sintiéndose parte de la empresa, solo el 29% logra interactuar fácilmente con sus compañeros y equipo.

Rediseñar los espacios de trabajo.

Otra de las características de esta pandemia es navegar en un mar de incertidumbres. Si bien no está determinado cómo y cuándo se dará el retorno generalizado a los lugares de trabajo, algunas organizaciones ya están reabriendo sus oficinas o iniciando el proceso.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) y diversas entidades de referencia sectorial han delineado protocolos al respecto. No obstante, el reto de los espacios de trabajo luego de que termine el aislamiento social será también mejorar la seguridad sanitaria. Para ello es fundamental propiciar condiciones y rutinas que aseguren la salud y el bienestar. Por ejemplo, una correcta sanitización de los espacios, un filtrado de aire correcto, mayor superficie por persona, uso de sensores para adecuar la temperatura, empleo de materiales antimicrobianos, uso de tecnología para crear diseños touchless (sensores, comandos de voz), elaboración de protocolos de convivencia y de limpieza, entre otros.

El regreso a la oficina.

El arquitecto Daniel Flom, director ejecutivo de Contract Workplaces Uruguay, compartió su visión sobre la nueva normalidad y el retorno progresivo a la actividad de oficina en nuestro país.

“Es fundamental diseñar cuidadosamente el proceso. Es cierto que los aspectos edilicios son importantes (separar escritorios, no compartir teléfonos o dispositivos, colocar mamparas y separadores, etcétera), pero lo actitudinal será la clave del éxito. Tener un protocolo para el uso de los espacios abiertos (open space), salas de reuniones y el comedor, es fundamental”, dijo.

Asimismo, expresó: “A la hora de reducir las posibilidades de circulación del virus, la permanencia en la oficina durante el horario acordado, evitando salir a comprar comida, fumar o hacer gestiones es un punto muy importante a considerar. Ahora bien, si queremos que todos almuercen en la oficina, deberemos facilitar espacios seguros para ello, respetando las mismas reglas que puede tener hoy en día un restaurante. ¿Estamos realmente preparados? ¿Tendremos la capacidad de higienizar profundamente entre comensal y comensal?”.

“Desde hace algunos años vemos que los puestos de trabajo no se utilizaban al 100%, ya que siempre hay personas de licencia o de viaje, entonces las oficinas no están ocupadas en su totalidad. Dependiendo de la organización, se utilizan entre el 70 u 80% de la cantidad de estaciones disponibles. En los escenarios que estamos considerando para el regreso, la mayoría de las empresas proyectan ocupar un 30% de los puestos en una primera etapa y no superar el 50% en el mediano plazo”, agregó.

Por lo tanto, “a la hora de asignar estos turnos, debemos tener en cuenta que si planificamos trabajar en régimen de media jornada (part time) por grupo o alternando los días en los cuales cada grupo va a la oficina, esto exigirá protocolos de higiene mucho más frecuentes y minuciosos cada vez que una persona deja su espacio e ingresa un nuevo contingente de colaboradores. En el caso de las oficinas abiertas, una buena alternativa sería que los grupos de colaboradores vayan 15 días corridos en la empresa y otros 15 desde su hogar, de esta manera, si bien se deberá realizar una correcta higiene al final de cada jornada, no se requiere una limpieza profunda a mitad, como sí ocurriría si pensamos en grupos que realicen part time”, concluyó Flom.

Sin duda la correcta planificación del regreso a la oficina requiere de protocolos específicos y una buena comunicación interna de los mismos. Pero, sobre todo, un alto grado de compromiso y adhesión por parte de los colaboradores, por lo cual, el rol del área de Gestión Humana es clave en este proceso.

El comedor de la empresa, un punto crítico
El arquitecto Daniel Flom señaló: “La permanencia en la oficina durante todo el horario es clave para reducir las posibilidades de circulación del virus, evitando salir a comprar comida, fumar o hacer gestiones. De esta forma, si esperamos que todos almuercen en la oficina, deberemos facilitar espacios seguros para ello, respetando las mismas reglas que puede tener hoy en día un restaurante, además de higienizar profundamente entre comensal y comensal. El comedor de personal es un área clave”.

FUENTE: El País (Uruguay)