Workplace Trends
Si te encuentras en búsqueda de lo último que está pasando en materia de diseño de oficinas, estás en el lugar indicado. Te invitamos a sumergirte en las nuevas tendencias que abarcan temas de diseño, construcción de oficinas, tecnología, sustentabilidad, equipamiento, RRHH y management
WELL, un estándar centrado en las personas
La preocupación por el impacto que el entorno construido tiene sobre el medio ambiente hizo que, en los últimos años, aumentara enormemente el interés por los estándares de construcción destinados a certificar la sostenibilidad de los edificios. Sin embargo, dado que estos edificios son para las personas –el activo más importante dentro de las organizaciones–, también es necesario centrarse en el efecto que el entorno construido tiene sobre los seres humanos. Así nace WELL, un sistema orientado a medir, certificar y monitorear el desempeño y las características de los edificios donde vivimos, aprendemos y trabajamos, y que influyen sobre nuestra salud y bienestar. Combina las mejores prácticas de diseño y construcción junto con el aval de investigaciones médicas y científicas basadas en evidencias, y aprovecha el entorno construido como un medio para apoyar la salud y el bienestar de los ocupantes.
El 90% de nuestras vidas transcurre en el interior de edificios, y una gran parte de ese porcentaje, en la oficina. ¿De qué manera nos afecta el entorno construido en el lugar donde más tiempo pasamos? ¿Puede alterar nuestra calidad de vida? La respuesta es sí, puede hacerlo, y por eso las empresas están destinando cada vez más esfuerzos a mejorar el bienestar de sus empleados. Dado que se estima que entre el 80% y el 90% de los gastos operativos anuales de una compañía se invierten en el personal, la preocupación parece fundada.
Las investigaciones de las últimas décadas han puesto de relieve el potencial del entorno construido para promover activamente la salud y el bienestar de las personas pero, paradójicamente, las estrategias orientadas a mejorar estas condiciones no han desempeñado un papel significativo en la evolución de los estándares de construcción.
Así, luego de varios años de investigación rigurosa en colaboración con los principales médicos, científicos y profesionales de la industria, nace WELL: un sistema que promueve las mejores prácticas de diseño y construcción, orientado a medir, certificar y monitorear el desempeño y las características edilicias que influyen sobre la salud y el bienestar de las personas.
¿Qué es WELL?
El Estándar WELL es un enfoque integrador que se basa en una revisión exhaustiva de las investigaciones existentes sobre los efectos que los espacios interiores tienen sobre las personas, con el objeto de transformar los edificios en los que vivimos aprendemos y trabajamos en promotores de la salud y el bienestar de sus ocupantes.
Combina las mejores prácticas de diseño y construcción junto con la implementación de estrategias, programas y tecnologías diseñadas especialmente para fomentar un estilo de vida más saludable, más activo y con menos exposición a productos químicos y contaminantes dañinos, mejorando la nutrición, el estado físico, el estado de ánimo, los patrones de sueño y el rendimiento de las personas.
Dado que la investigación demuestra que el bienestar puede ser una experiencia muy subjetiva, el Estándar WELL está diseñado para cubrir tanto una base común que abarque los requerimientos de todos los habitantes del edificio como para satisfacer las diversas necesidades individuales.
El Estándar Constructivo WELL fue creado por Delos Living LLC y es dirigido y administrado por el International WELL Building Institute (IWBI). El Estándar es certificado por terceros a través de la colaboración de IWBI con el Green Building Certification Institute (GBCI), el organismo de certificación para el Sistema LEED.
El Estándar de Construcción WELL
WELL otorga certificaciones en distintos niveles (Núcleo y Envolvente, Plata, Oro y Platino), y está organizado en siete categorías de bienestar llamadas “conceptos básicos”. Estos son: Aire, Agua, Alimentación, Iluminación, Estado Físico, Confort y Mente. Cada concepto contine múltiples características destinadas a abordar aspectos específicos de la salud, el confort y el desempeño de los ocupantes. A su vez, cada característica se divide en distintas partes, las cuales se ajustan a un tipo específico de edificio. Cada parte tiene uno o más requisitos específicos que se deben cumplir.
Las características WELL se clasifican como “Precondiciones” u “Optimizaciones”. Las Precondiciones son necesarias para todos los niveles mientras que las Optimizaciones son características adicionales, cierto porcentaje de las cuales se debe lograr dependiendo del grado de certificación que se busque alcanzar (Tabla 1).
Si bien la certificación es aplicable tanto a edificios como a interiores de oficinas, ya sean nuevos o existentes, los edificios nuevos son los que presentan más posibilidades de implementar una mayor cantidad de características WELL, pudiendo abordar la totalidad del diseño, la construcción y la operación desde el comienzo.
El cumplimiento del Núcleo y la Envolvente es posible para aquellos edificios de oficinas que buscan implementar las características WELL en todo el edificio. Incluye la estructura, la ubicación de las aberturas y los tipos de vidrios, las proporciones, los sistemas de calefacción, ventilación y refrigeración, y la calidad del agua. Además, considera la ubicación del sitio en relación con las comodidades y las oportunidades de bienestar que brinda. Este cumplimiento no es una certificación: es una verificación que se hace una sola vez y que contribuirá a la simplificación de las solicitudes de certificación WELL para interiores nuevos y existentes.
La certificación WELL para edificios o interiores nuevos y existentes es válida por tres años. Durante este período se presentan datos anuales de desempeño para las características que así lo requieren: encuestas de post ocupación, prueba de mantenimiento (registros de cronograma de limpieza y sustitución de filtros de aire, etc.) y medición de parámetros medioambientales (calidad del aire y el agua, etc.).
Pero WELL también permite soluciones alternativas e innovadoras que ayuden a satisfacer cualquiera de los requisitos planteados en el Estándar, siempre y cuando cumplan con el objetivo del requisito y cuenten con el respaldo de investigaciones científicas apropiadas. Esto permite desarrollar estrategias únicas para crear un ambiente saludable.
Los conceptos básicos
→ Aire
La calidad del aire interior es fundamental para la salud. La contaminación atmosférica en el exterior, los gases que desprenden los materiales de construcción en el interior y la proliferación de microorganismos patógenos son las principales causas de su degradación. Todo esto contribuye a la aparición de riesgos para la salud tales como el asma, las alergias y otras enfermedades de las vías aéreas superiores.
Los problemas de calidad del aire pueden disminuir la productividad y conducir al Síndrome del Edificio Enfermo, condición edilicia caracterizada por provocar síntomas inespecíficos en sus ocupantes tales como irritación en los ojos, la piel y las vías respiratorias, junto con dolor de cabeza y fatiga.
La eliminación de las fuentes de contaminación, una ventilación adecuada, el control de la humedad y el filtrado del aire son algunos de las estrategias que establece WELL para lograr una alta calidad del aire interior.
→ Agua
Más de dos tercios del cuerpo humano está compuesto por agua, un elemento esencial en la homeostasis interna. Reponer este vital fluido es fundamental para compensar las pérdidas por respiración, transpiración y excreción.
La contaminación del agua debida a la presencia de sustancias tóxicas, e incluso de cloro y otros productos que comúnmente se le añaden para potabilizarla, pueden producir efectos indeseados sobre la salud.
El Estándar WELL promueve la aplicación de técnicas de filtrado apropiadas junto con la realización de pruebas regulares para que los ocupantes de los edificios puedan acceder a un agua segura y de calidad óptima para los diversos usos.
→ Alimentación
La nutrición juega, junto con la actividad física, un papel clave en el mantenimiento de la salud, el control del peso y la prevención de enfermedades. El sobrepeso y la obesidad ocupan el 5° puesto como factor de riesgo de mortalidad, aumentando la probabilidad de padecer de enfermedades cardiovasculares, diabetes y cáncer.
Muchas veces, el ritmo de trabajo y las jornadas laborales extensas también favorecen las comidas al paso y el consumo de snacks poco saludables. Es importante que los trabajadores tengan acceso a alimentos saludables, frutas y verduras frescas, y que se reduzca la comercialización y disponibilidad de aquellos que son poco saludables.
WELL requiere que los trabajadores puedan disponer de alimentos frescos y saludables, limita los ingredientes perjudiciales y fomenta los buenos hábitos alimenticios.
→ Iluminación
Además de facilitar la visión, la luz influye en el cuerpo humano de diferentes formas. Los seres humanos tenemos relojes internos que, en respuesta a determinados estímulos externos, sincronizan las funciones fisiológicas en un ciclo de aproximadamente 24 horas llamado ritmo circadiano. La luz es el más importante de estos estímulos. Es importante destacar que toda la luz –no solo la luz solar– puede contribuir en este proceso.
Muchos procesos fisiológicos tales como el estado de alerta, la digestión y el sueño, están regulados por hormonas involucradas en este ciclo. Por este motivo, la iluminación es particularmente importante teniendo en cuenta el papel que desempeña en el ciclo del sueño, cuyo desorden se asocia con un mayor riesgo de diabetes, obesidad, depresión, enfermedades cardiovasculares y accidente cerebrovascular.
Dado que la gente pasa gran parte de su día en ambientes interiores, el Estándar WELL ofrece pautas de iluminación para mantener nuestros ciclos naturales bien sincronizados teniendo en cuenta tanto la temperatura de la luz como los deslumbramientos, y asegurando al máximo el aprovechamiento de la luz natural. De esta forma, aumenta la productividad y mejora la calidad del sueño y la agudeza visual.
→ Actividad física
La Organización Mundial de la Salud identifica la inactividad física como el cuarto factor de riesgo de mortalidad, lo cual no es de extrañar ya que la tecnología nos ha convertido en los seres humanos más sedentarios de la historia. Tener una vida activa ayuda a controlar el peso, a prevenir enfermedades crónicas y a mantener una buena condición física.
Para ayudar a promover un estilo de vida más activo y saludable se pueden implementar estrategias de diseño orientadas a fomentar la actividad física: alentar el uso de la bicicleta en lugar del automóvil, proveer instalaciones para ejercitarse dentro o cerca del lugar de trabajo, favorecer el uso de las escaleras y del mobiliario activo junto con otros elementos que colaboren con la actividad física de las personas.
WELL promueve la integración de la actividad física en la vida cotidiana propiciando un estilo de vida activo y desalentando los comportamientos sedentarios. Así se disminuye el riesgo de padecer diabetes, síndrome metabólico, obesidad, enfermedades cardíacas, cáncer de mama y de colon, etc.
→ Confort
Las encuestas muestran que los problemas acústicos en la oficina son la principal fuente de insatisfacción de los empleados. El objetivo será lograr un acondicionamiento acústico tal que permita mejorar la interacción social, el aprendizaje, la satisfacción y la productividad.
La ergonomía y el Diseño Universal también desempeñan un papel importante en la mitigación del estrés físico y mental. El Estándar WELL promueve soluciones ergonómicas que ayudan a evitar la aparición de trastornos musculoesqueléticos tales como el dolor lumbar y de cuello, la osteoartritis, etc., facilitando la comodidad y el bienestar.
El confort térmico es otro factor que depende tanto de variables físicas (velocidad del aire, temperatura, humedad, tasa metabólica, indumentaria) como de factores psicológicos (expectativas individuales), lo que hace que no todas las personas estarán igualmente cómodas bajo las mismas condiciones. WELL adopta un enfoque integral del control térmico al mismo tiempo que proporciona estrategias para abordar los problemas individuales.
→ Mente
La salud física y mental no representan dominios separados; el cuerpo y la mente son un todo orgánico. Por ejemplo, mientras que el ejercicio físico mejora el estado de ánimo y ayuda a regular el ciclo del sueño, las preocupaciones pueden desencadenar respuestas fisiológicas de estrés. Y el estrés crónico puede conducir a estados de ánimo negativos, depresión y pérdida de la autoestima lo que, a su vez, favorece el desarrollo de algunas enfermedades crónicas. Mientras que la depresión se asocia con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca e inmunosupresión, el estrés crónico y la ansiedad se vinculan con una mayor incidencia de síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares, trastornos gastrointestinales y afecciones de la piel tales como el acné y la psoriasis.
WELL identifica las estrategias que se pueden implementar para mejorar el estado de ánimo, el sueño, los niveles de estrés y el estado psicosocial de los trabajadores con el fin de mejorar su salud cognitiva y emocional. La incorporación del concepto de Biofilia en el diseño, los espacios de relax, la presencia de obras de arte y la posibilidad de regular la interacción con los demás son algunas de las posibilidades.
Conclusiones
Las personas son el motor que impulsa el desarrollo y el crecimiento de las empresas. Y cuando consideramos que los gastos de personal representan alrededor del 90% de los costos de operación, se comprende la importancia que adquieren las acciones destinadas a mejorar el bienestar de la gente.
La certificación WELL es un modelo multidisciplinario que abarca el diseño, la construcción y la operación de los edificios centrado en la integración del entorno construido con el bienestar y la salud de las personas. Su principal objetivo es generar hábitos saludables con el consiguiente incremento de la productividad y la calidad de vida.
Hay estudios que avalan que este nuevo enfoque permite un aumento de la productividad del 83% mientras que el impacto positivo de los espacios con certificación WELL sobre el rendimiento de la empresa alcanza el 94% de los encuestados. La razón es sencilla: una fuerza de trabajo saludable y feliz es un fuerza de trabajo más productiva, comprometida y eficiente.
FUENTE: FM&WORKPLACES #83
Cuestiones de familia
En los últimos años, junto a las grandes transformaciones tecnológicas, económicas, demográficas y culturales que están modelando el siglo XXI, hemos asistido a un cambio de paradigma en la composición familiar que ha acompañado a la masiva incorporación de la mujer al mercado laboral, con la consiguiente modificación de los tradicionales roles de género. El equilibrio entre la vida familiar y el trabajo se ha vuelto una labor muy exigente –especialmente para las mujeres– que afecta no solo el bienestar de los colaboradores sino también la productividad de las empresas. Es por esto que hoy, los nuevos espacios de trabajo contemplan alternativas para aliviar las tensiones que demandan estos nuevos modelos: desde salas de lactancia para las madres, horarios flexibles y trabajo a distancia, hasta la comodidad de contar con una guardería dentro o fuera de la empresa.
Desde la industrialización, y durante la mayor parte del siglo XX, la vida familiar y laboral se organizó en torno a un modelo donde el hombre era el único proveedor del hogar mientras que a la mujer se le reservaban las tareas de la casa y el cuidado de los hijos, actividades indispensables pero sin remuneración económica. Hoy, este paradigma ya no se ajusta a la vida social del siglo XXI donde una serie de cambios en distintas áreas han modificado tanto el concepto y los modelos familiares como las formas de trabajo.
¿Qué ocurrió? De acuerdo con un informe de la OIT, existen varias razones: por un lado, disminuyeron las familias extendidas en los que conviven padres y abuelos al mismo tiempo que aumentaron los hogares monoparentales, por lo que la mayor parte de la gente hoy ya no cuenta con una persona que se pueda dedicar exclusivamente al cuidado de los hijos. Esta reducción del tamaño medio de la familia se debe a la disminución del número de hijos, especialmente entre las mujeres de sectores medios y altos de áreas urbanas.
Por otro lado, durante las últimas décadas se viene registrando un constante aumento de la incorporación de las mujeres al mercado laboral, proceso que ya está instalado en la realidad social. El informe consigna que hay más de 100 millones de mujeres que trabajan en América Latina, lo cual ha producido cambios importantes en la organización del trabajo, incrementado las tensiones entre la vida laboral y la familiar.
Los cambios sociales también han permitido que las mujeres cuenten con más años de educación por lo que valoran su autonomía y tienen expectativas diferentes con respecto a la familia. No obstante, a diferencia de los hombres que suelen insertarse laboralmente una vez concluida su educación y permanecen activos hasta la jubilación, la inclusión laboral de las mujeres está condicionada por otros factores donde la maternidad y el cuidado del hogar y de los hijos juega un papel preponderante que determina su menor participación en la fuerza laboral.
Al igual que ha ocurrido en varios países de Europa, la reducción de la fecundidad y la postergación de la maternidad –especialmente en las zonas urbanas y entre aquellas con más años de estudio– pueden estar relacionadas con estas dificultades. Esta falta de equilibrio entre el trabajo y las responsabilidades familiares genera consecuencias negativas no solo para las familias sino también para las empresas.
Buscando soluciones
En la actualidad, las exigencias del trabajo pueden dificultar la vida familiar transformándose en un factor de tensión, especialmente para las mujeres. Y esta tensión no resuelta tiene efectos indeseados también para las organizaciones: genera una mayor rotación de personal, dificultades para atraer y retener trabajadores –especialmente trabajadoras con alto nivel de calificación–, junto con el consiguiente aumento en los costos de reclutamiento, inducción y formación. Es sabido que la implementación de políticas empresariales amigables con la familia es un factor que puede inclinar la balanza de los mejores talentos a la hora de aceptar una oferta laboral, superando la importancia del salario.
Por otra parte, el desbalance entre las obligaciones laborales y las necesidades familiares puede afectar el desempeño de las personas, generar tensión psicológica, irritación frecuente y estrés junto con un mayor ausentismo, menor satisfacción laboral y menor compromiso con la organización.
También hay que destacar que posicionarse como una empresa que está a la vanguardia de los cambios sociales y que apoya la igualdad de oportunidades, es una de las claves para lograr una buena imagen pública tanto para los clientes internos como para los clientes externos.
A continuación se enumeran algunas posibles estrategias que ayudarán a lograr un mejor balance entre la vida familiar y laboral de los trabajadores:
- Facilitar la lactancia materna
En casi todas las legislaciones, la mujer tiene derecho a una o varias interrupciones por día o a una reducción del tiempo de trabajo para la lactancia de su hijo de acuerdo con la legislación y la práctica nacionales. Habitualmente, el tiempo reconocido es de al menos una hora, el cual suele repartirse en dos intervalos de 30 minutos. En muchos países, estas interrupciones se pueden convertir en una reducción del horario que permite llegar más tarde o salir más temprano del lugar de trabajo.
Pero, independientemente de lo establecido por la legislación de cada país, alentar a las mujeres a amamantar en el trabajo tiene muchos beneficios tanto para las madres como para las empresas. Su práctica protege a los bebés de infecciones respiratorias y gastrointestinales con la consiguiente disminución de las ausencias por enfermedad, intensifica el vínculo emocional de la madre con su hijo mientras esta se beneficia con una recuperación posparto más rápida. Y para la empresa, significa menos rotación de personal, mayor productividad, menos ausentismo y más compromiso.
Para cumplir con este fin, UNICEF impulsa la creación de Salas de Lactancia en los lugares de trabajo, las cuales deben cumplir con los siguientes requisitos:
- Debe ser un espacio acogedor, privado, cómodo e higiénico, acondicionado para que las mujeres en período de lactancia puedan extraer su leche durante la jornada laboral y asegurar su adecuada conservación.
- Se recomienda asignar un área cuyo tamaño dependerá del número de mujeres en edad fértil y de la disponibilidad de espacio físico en la empresa.
- Deberá estar disponible y accesible en todo momento para todas aquellas trabajadoras que la necesiten durante la jornada laboral.
- Debe contar con buena iluminación y ventilación, una temperatura agradable y un mínimo de ruido para crear un clima donde la madre se sienta relajada y cómoda.
- Se recomienda el uso de colores pastel cálidos, una decoración mínima e iluminación cálida y tenue.
- El equipamiento debe estar compuesto por sillas o sillones individuales, regulables y cómodos. Una mesa será indispensable para poder apoyar los utensilios necesarios así como el acceso a un tomacorriente para que las madres que lo necesiten puedan conectar su propio extractor de leche.
- El refrigerador para almacenar la leche extraída por las madres durante su jornada laboral es indispensable.
- Tampoco debe faltar una provisión constante de agua y vasos para que las trabajadoras puedan hidratarse adecuadamente.
- Y, finalmente, es necesario que las madres puedan tener acceso a un lavamanos dentro de la sala para facilitar el lavado de manos, con dispensador de jabón líquido y toallas de papel.
Promover la flexibilidad
Actualmente, la disponibilidad de herramientas digitales y la adopción por parte de las empresas de formas de trabajo flexibles, permiten que muchos hombres y mujeres con responsabilidades familiares –especialmente las madres de hijos pequeños– puedan mantenerse dentro del mercado laboral.
La flexibilidad es un instrumento esencial para mejorar el balance entre la vida laboral y las responsabilidades familiares, que reconoce el derecho que tienen las personas a desarrollarse en el ámbito profesional, laboral y personal. Podemos identificar dos tipos de medidas de flexibilidad:
- Flexibilización del horario de trabajo: permite a los trabajadores adecuar los horarios en función de las necesidades familiares, pudiendo cambiar la hora de inicio o de finalización de la jornada laboral durante un período predeterminado de tiempo o en circunstancias particulares.
Poder reducir la cantidad de horas de trabajo también es una forma de flexibilidad. Para muchas mujeres, acortar la jornada laboral durante los años de crianza de los hijos puede ser una buen solución. La tasa de empleo femenino disminuye más para las madres de niños pequeños (que necesitan más atención) que para las madres de niños mayores. La tasa de empleo también es menor para las madres de varios niños. Facilitar la reducción de la jornada laboral puede mejorar el balance entre el trabajo y la vida personal al mismo tiempo que anima a las mujeres a seguir trabajando.
- Flexibilización del lugar de trabajo: para muchas personas, trabajar cerca del hogar puede ser la única manera de regresar al mercado laboral. La posibilidad que actualmente ofrece la tecnología de realizar las tareas en cualquier momento y desde cualquier lugar, hace del teletrabajo (especialmente en su modalidad home office) una de las mejores alternativas de inclusión para las familias con hijos pequeños o familiares a cargo que necesitan atención y cuidados. Pero trabajar desde una ubicación alternativa (espacios de coworking que proveen servicios de guardería, por ejemplo) también puede significar una manera de mejorar el balance entre el trabajo y la vida personal.
Para los trabajadores, los arreglos flexibles pueden significar la diferencia entre trabajar o no trabajar y tienen múltiples beneficios: les permiten aprovechar mejor el tiempo que emplearían viajando a la oficina, participar del cuidado de los hijos o de los familiares que necesitan atención y minimizar el impacto económico que significaría tercerizar esas actividades. Además, disminuye el estrés y refuerza los lazos con la compañía.
Proveer un servicio de guardería
Hoy en día, el cuidado privado de los niños en el hogar –ya sea por un miembro de la familia o por un trabajador doméstico– sigue siendo una práctica muy extendida. De acuerdo con información proporcionada por la OIT, solo el 53% de los países del mundo tienen un programa público para la primera infancia dirigido a los niños menores de tres años.
La contratación de servicios privados de cuidado infantil suele ayudar a reducir el conflicto entre el trabajo y las responsabilidades familiares siempre y cuando sea asequible: para las mujeres que ocupan puestos de menor remuneración y tienen dos o más hijos, el alto costo de las guarderías privadas puede socavar gran parte de los beneficios que reporta el empleo.
Es por esto que disponer de una guardería infantil (dentro o cerca del lugar de trabajo) ayuda a los empleados a resolver las preocupaciones relacionadas con el cuidado de los hijos proporcionando acceso a instalaciones asequibles y confiables, convenientemente ubicadas. En muchos países la provisión de este servicio tiene beneficios fiscales.
En los lugares donde no se pueda proporcionar una guardería dentro de las mismas instalaciones, se puede contratar una guardería local con subsidio para los empleados.
Proporcionar este servicio lleva tranquilidad a los empleados que saben que sus hijos están a tan solo unos minutos, facilita el mantenimiento de la lactancia, disminuye el estrés y fomenta el compromiso y la productividad de los trabajadores.
Extender la licencia por paternidad
La licencia por paternidad está presente en la legislación de algunos países y consiste en un breve período de baja para el padre en torno al momento del parto. Pero, aunque su duración varía de un país a otro, este beneficio se está haciendo cada vez más corriente y prolongado, lo que indica la creciente importancia que se atribuye a la presencia del padre en torno a la fecha del parto.
Ampliar a ambos padres la licencia paga por nacimiento es un beneficio que puede ayudar a mejorar el balance entre el trabajo y la vida familiar, a fomentar la igualdad de género y a garantizar desde el inicio la participación del padre en la vida familiar. Grandes empresas como Facebook y Google son pioneras en este tipo de iniciativa.
Conclusiones
La sociedad está enfrentando un cambio de paradigma que se expresa en una creciente diversidad de modelos de familia y en una transformación de los roles de género asociada a la masiva incorporación laboral de la mujer. El balance entre la vida laboral y familiar ha cambiado de manera decisiva acarreando tensiones que generan altos costos tanto para las familias como para la productividad empresarial.
Las compañías empiezan a ser conscientes de que el bienestar del personal está directamente relacionado con su rendimiento y que los trabajadores son más productivos cuando las necesidades de la vida familiar y personal están cubiertas. Facilitar las condiciones para gozar de un buen balance entre ambas también mejora la inclusión laboral de las mujeres, reduce el ausentismo, aumenta el compromiso, mejora la organización del trabajo, ayuda a reclutar y conservar a los mejores talentos, disminuye la rotación y reduce los gastos por enfermedad.
Con una vida más equilibrada, ganamos todos.
FUENTE: FM&WORKPLACES #83
La organización ética
En esta nueva era de redes sociales, la privacidad se encuentra en franco declive y la transparencia se ha convertido en la virtud más apreciada. Dentro del ámbito corporativo, la transparencia genera confianza, la confianza produce un mayor compromiso de los empleados y, cerrando el círculo virtuoso, las empresas obtienen mayor productividad y mejor reputación en el mercado. La evidencia científica muestra que, junto con la cultura de la empresa, el diseño del espacio de trabajo también tiene la capacidad de influir en el comportamiento ético de los empleados. La implementación de las estrategias apropiadas (el uso de espacios abiertos, transparentes y bien iluminados, compartir la información, facilitar la comunicación, el crecimiento personal, la libertad y la autonomía, entre otras cosas) no solo aumenta la motivación y la lealtad de los trabajadores; también ayuda a alinear la fuerza laboral con los valores y la ética corporativos.
Muchos de los cambios producidos en estos primeros años del siglo XXI han estado marcados por el crecimiento de Internet, la ubicuidad de los dispositivos móviles y la influencia de las redes sociales señalando el comienzo de una era que demanda transparencia en todos los ámbitos del quehacer humano.
Las organizaciones no están al margen de esta exigencia social: por eso, hoy más que nunca, deben exhibir no solo un correcto desempeño económico sino también un comportamiento ético a fin de mejorar su reputación y lograr el reconocimiento de los mercados interno y externo. Para construir una organización ética –sin importar la naturaleza de su actividad– la transparencia es el requisito fundamental.
Transparencia y confianza
La transparencia es directamente proporcional al grado de libertad con que fluye la información a través de toda la organización, incluidos directivos y empleados. Ninguna compañía puede prosperar, innovar ni funcionar eficientemente a menos que todos tengan acceso a la información que necesitan. Además, cuando la información se divulga abiertamente produce confianza, y la confianza ayuda a evitar la corrupción y a reforzar los comportamientos éticos.
La construcción de una cultura de confianza hace que las personas sean más productivas, estén más motivadas, colaboren mejor y se sientan más comprometidas; también sufren menos estrés crónico y son más felices. Para ello es imprescindible el compromiso de la dirigencia ya que la confianza es un camino de dos vías: se debe confiar en los demás para que los demás confíen en uno.
De acuerdo con el neuroeconomista Paul J. Zack, existe gran cantidad de estudios que prueban que los seres humanos –dada la naturaleza social que nos caracteriza– tenemos una inclinación innata a confiar en los demás. Zack ha identificado algunas pautas que se pueden implementar para reforzar la confianza y crear un clima de mayor transparencia y apertura:
. Compartir la información. La falta de información provoca incertidumbre, la incertidumbre conduce al estrés crónico y el estrés socava el trabajo en equipo. La apertura es el antídoto para la desconfianza y la comunicación continua es la clave.
. Promover la autonomía. La autonomía motiva a la gente y también promueve la responsabilidad. Cuando las empresas confían en los empleados para elegir los proyectos en los que trabajarán, estos enfocan todas sus energías en la tarea para llevarla a término de la mejor manera.
. Alentar la socialización. La confianza y la sociabilidad están profundamente arraigadas en nuestra naturaleza. Cuando las personas pueden construir vínculos sociales en el trabajo el clima de la organización mejora.
. Reconocer la excelencia. El reconocimiento tiene efecto sobre la confianza cuando se produce inmediatamente después de que un objetivo se ha cumplido y cuando se realiza en forma personal y pública. También anima al resto de los compañeros a apuntar a la excelencia.
. Promover el crecimiento personal. Una cultura de confianza ayuda a las personas a desarrollarse y crecer tanto en lo personal como en lo profesional.
Diseño y comportamiento ético
Establecer una cultura de transparencia y confianza es uno de los fundamentos esenciales para construir una organización ética. No obstante, el diseño del espacio de trabajo también tiene la capacidad de influir en el comportamiento de las personas y puede convertirse en un poderosísimo aliado para ayudar a alinear a la fuerza laboral con los valores y la ética corporativos.
Si bien cada empresa necesitará un tipo de ambiente diferente de acuerdo con sus necesidades específicas y las características de su actividad, existen estrategias de diseño orientadas a reforzar aquellos comportamientos que ayudan a reducir las violaciones éticas dentro de la organización.
. Los espacios de trabajo abiertos
Según una encuesta realizada por Ethisphere y Jones Lang LaSalle, los espacios de trabajo abiertos pueden reducir los tipos y la gravedad de las violaciones éticas. La gente se apega más a las políticas y los procedimientos cuando sabe que existe la posibilidad de que sus acciones sean vistas u oídas por otras personas dentro de su mismo entorno; tiende a ser más considerada y evita el lenguaje ofensivo; el intercambio de información es más abierto y aumentan la empatía y la visibilidad.
Por otra parte, el espacio de trabajo abierto reúne a las personas y aplana las jerarquías dentro de la organización. Cuando los gerentes trabajan en el mismo espacio que los empleados, se vuelven más accesibles ayudando a crear un clima de mayor apertura y confianza.
. La transparencia
La transparencia en el diseño del espacio de trabajo puede funcionar como una metáfora de la cultura de la empresa. Pero, además, la ausencia de barreras visuales puede tener efectos concretos sobre los empleados mejorando su comportamiento social: los interiores transparentes parecen facilitar la disposición a colaborar y también la inhibición de conductas antisociales tales como la agresión y la falta de honradez.
. La iluminación
Un estudio reciente demuestra que los ambientes mal iluminados pueden inducir una sensación ilusoria de anonimato que promovería comportamientos poco éticos y transgresión de las normas. De hecho, las estadísticas muestran que los ataques criminales son más frecuentes al amparo de la noche y que los ambientes oscuros promueven las conductas agresivas.
Gracias a la relación metafórica entre la luz y la bondad –omnipresente en la literatura y la religión de todas las culturas del mundo– otro estudio ha comprobado que una buena iluminación tendría el potencial de encarnar las virtudes que llevan a las personas a tener un comportamiento ético: menor tendencia al egoísmo junto con una mayor inclinación a la honestidad, el altruismo y la colaboración.
. La panelería y el mobiliario
La disposición del mobiliario dentro del espacio de trabajo –en especial la de los paneles divisorios– suele utilizarse para ayudar a crear condiciones de confort acústico y privacidad en la oficina. Sin embargo, la utilización de paneles altos que impiden las visuales da al trabajador la ilusión de estar solo, lo que puede crear una falsa sensación de invisibilidad. Cuando se usan paneles bajos y se puede ver a otras personas dentro del mismo ámbito, el comportamiento se vuelve más considerado y los patrones de trabajo interactivos se benefician.
Cuando sea necesaria la instalación de paneles más altos para dar mayor privacidad a los trabajadores que realizan tareas de concentración, es recomendable que la altura no supere 1,30 m para que sean conscientes de que hay otras personas en el espacio de trabajo.
Conclusiones
En 1971, el psicólogo social Philip Zimbardo condujo en Stanford el conocido y polémico “Experimento de la prisión”. Para ello reclutó voluntarios entre los estudiantes que desempeñarían los roles de guardias y prisioneros en una prisión ficticia ubicada en el sótano de un edificio del campus. Pero el experimento, que había sido programado para tener una duración de 15 días, se les fue de las manos: los participantes tomaron su dramatización tan en serio que los guardias comenzaron a abusar psicológica y físicamente de los prisioneros. El experimento se canceló en la primera semana.
En 2007, Zimbardo publicó un libro donde vuelve a examinar el experimento a fin de comprender por qué causa personas comunes y corrientes pueden transformarse en personajes oscuros y malignos. A esta transformación la llamó “Efecto Lucifer”, y se basa en que el comportamiento humano está más determinado por las condiciones circunstanciales y la dinámica de grupo que por nuestras propias características (en la naturaleza humana subyace un poderoso deseo de pertenecer). Por lo tanto, concluye, resulta increíblemente sencillo crear situaciones y sistemas en los que personas esencialmente buenas sean incapaces de resistir la tentación de hacer cosas moralmente cuestionables.
La conclusión de Zimbardo nos lleva a reflexionar sobre el comportamiento ético en las organizaciones y demuestra que las conductas reprobables de las personas no se explican solo con la fórmula simplista de las “manzanas podridas” sino que germinan dentro de sistemas intrínsecamente perversos que, a su vez, dan lugar a situaciones y conductas perversas.
En conclusión, el antídoto más efectivo para alejar el “Efecto Lucifer” parece ser la creación de una cultura corporativa que, apoyada por un diseño del espacio de trabajo, genere un clima de transparencia y confianza, y conduzca al comportamiento ético de las personas.
La oficina resiliente
En un mundo donde la única constante es el cambio, la capacidad de las empresas para responder rápida y eficazmente a fuerzas o eventos imprevisibles ya no parece ser opcional: es una necesidad básica. Y para lograrlo, las organizaciones no solo deben ser ágiles sino también altamente resilientes. La capacidad para recuperarse de un cambio o para hacer frente a la adversidad sin perder la funcionalidad y la identidad dependerá de la adecuada combinación de múltiples factores, ninguno de los cuales generará resiliencia por sí mismo. Considerados en forma aislada estos elementos no son novedosos, pero cuando se combinan de manera adecuada pueden adquirir un gran poder transformador. La oficina resiliente se encuentra en la intersección de estos factores y prosperará gracias a una fuerza de trabajo comprometida y capacitada para afrontar los cambios.
Según una frase atribuida a Charles Darwin, no es la especie más fuerte ni la más inteligente la que sobrevive sino la que se adapta mejor al cambio. Si aplicamos a las organizaciones este concepto biológico podemos concluir que las compañías “resilientes” son las que tienen mayores probabilidades de éxito en un entorno cambiante como el de hoy.
El concepto de resiliencia –muy difundido dentro de las prácticas empresariales actuales– se refiere a una noción de la física empleada para describir la capacidad de un metal de regresar a su estado original después de ser doblado al máximo, pero sin llegar a quebrarse. En la década del 70, el concepto se introduce en el terreno de la ecología para tratar de comprender los procesos a través de los cuales los ecosistemas se automantienen y persisten frente a los cambios del entorno. Y a partir de allí se extiende a otras áreas de las ciencias sociales como una metáfora para explicar el impacto de las transformaciones en los sistemas humanos.
Volviendo al contexto empresarial, ¿puede el espacio de trabajo responder a distinto tipo de perturbaciones y tensiones con resiliencia? ¿Es posible desarrollar planificadamente la capacidad de adaptarse y hacer frente ya sea a los cambios del mundo actual o a los desastres naturales?
Dentro de una compañía, la resiliencia no debería ser solo una estrategia sino una condición intrínseca, presente tanto en la cultura y los valores de la organización como en el diseño del espacio de trabajo. La oficina debe estar concebida para adaptarse y evolucionar en respuesta a diferentes factores, ya se trate de eventos fortuitos o de las cambiantes necesidades del negocio y de los empleados, la principal fuente de resiliencia.
Las personas resilientes
Para que una organización sea resiliente necesita personas que puedan responder rápida y eficazmente al cambio, y que sean capaces de adoptar comportamientos positivos acordes a la situación mientras soportan un estrés mínimo. Esto representa una ayuda inestimable a la hora de afrontar eventuales situaciones de crisis o incertidumbre en la empresa.
Saber adoptar una actitud positiva para resolver problemas y no enfocarse en el fracaso ante situaciones difíciles son características de las personas resilientes. Las empresas pueden ayudar a sus empleados a ser más resilientes fomentando estas conductas:
- Percibir las experiencias constructivamente: ante situaciones difíciles es preferible encontrar el costado positivo –percibir el cambio como una oportunidad, no como un peligro– y seguir avanzando. La resiliencia consiste en adoptar respuestas acordes a las necesidades de la situación, en lugar de asumir conductas ineficaces tales como la queja, que van en contra de la resolución del problema y constituyen estrategias negativas de afrontamiento.
- Encontrar recursos adicionales: una actitud resiliente requiere ser capaz de encontrar recursos más allá de los límites de los que se usan habitualmente en el curso del trabajo, tales como el asesoramiento, la información especializada, el apoyo emocional u otro tipo de ayuda.
- Sentirse empoderado: el empoderamiento es un factor clave para tener una fuerza de trabajo resiliente e implica otorgar una mayor participación en la toma de decisiones. Esto fomentará una mejor respuesta adaptativa junto con la posibilidad de utilizar los recursos necesarios para cumplir con los objetivos.
- Ser creativo: en situaciones de crisis ser resiliente significa ser capaz de encontrar soluciones utilizando los recursos disponibles. La creatividad es un elemento esencial de la resiliencia.
- Tener tolerancia a la incertidumbre: desarrollar la capacidad para tomar decisiones con menos información de lo deseado.
- Construir redes de apoyo: tener redes de apoyo, tanto dentro como fuera del lugar de trabajo, es muy importante para desarrollar la resiliencia. Las redes sociales son una fuente de recursos y de emociones positivas, necesarias para lidiar con la adversidad.
La oficina resiliente
Los modelos tradicionales de oficina no ofrecen alternativas eficientes para enfrentar escenarios inciertos. Hoy es preciso aprovechar los cambios, las posibilidades que brinda la tecnología y la fluidez que proporcionan las estructuras corporativas más horizontales, distribuidas y autogestionadas.
Considerados en forma aislada, los elementos que conforman un espacio de trabajo resiliente no son especialmente novedosos. Sin embargo, una adecuada combinación de factores puede ser capaz de crear una poderosa sinergia que posibilitará la resiliencia.
. Crear un ecosistema de trabajo distribuido
Actualmente están emergiendo formas de trabajo no convencionales alentadas por el avance de la tecnología y las empresas se están transformando en “ecosistemas de trabajo”. Esto es: una compleja red de empleados, proveedores y clientes dentro de un entorno que puede incluir las oficinas corporativas junto con cualquier combinación de terceros espacios tales como home office, espacios de coworking, la cafetería de la empresa o de cualquier otro sitio, oficinas satélite y, en general, cualquier lugar con una conexión WiFi o una buena señal de 4G.
Esta estrategia de distribución junto con la creación de espacios de trabajo no tradicionales, capaces de adaptarse y evolucionar a lo largo del tiempo, tiene innumerables ventajas y puede contribuir a una mayor eficiencia en la recuperación de eventos inesperados.
. El layout
El diseño del layout debe ser capaz de ofrecer una variada gama de opciones para dar soporte a las diversas actividades que se llevan a cabo dentro de la empresa. De esta forma, cada uno puede elegir el ámbito más adecuado para su tarea en lugar de trabajar en un solo lugar anclado a un escritorio.
Las alternativas flexibles tales como el “hoteling“, donde el espacio ya no es privativo sino que puede ser compartido con otros trabajadores, facilitan el incremento de las relaciones interpersonales, el intercambio de información y conocimiento, y la innovación. Esto permite colaborar mejor tanto dentro como fuera de la oficina y proporciona la flexibilidad necesaria para mitigar el riesgo de incidentes catastróficos o disruptivos en la empresa.
. El equipamiento
Los cambios en el layout también influirán en el diseño del equipamiento. Este debe poder adaptarse (reconfigurarse, trasladarse, etc.) para permitir que, ya se trate de individuos o de grupos, la tarea se desarrolle según las necesidades del momento. De esta manera, también se minimizan los riesgos en la planificación.
Los muebles son variados, flexibles e intercambiables, como un escenario que se puede reconfigurar fácilmente. La ergonomía y el confort son críticos, con énfasis en las superficies de trabajo, incluyendo las pizarras para la colaboración espontánea.
. La tecnología
Los nuevos ecosistemas de trabajo distribuidos con una fuerza laboral cada vez más dispersa necesitan una interacción más estrecha entre colegas y clientes. Dentro de este entorno fluido, la tecnología juega un papel fundamental a la hora de otorgar agilidad y flexibilidad. Un lugar de trabajo altamente distribuido precisa una infraestructura tecnológica robusta y colaborativa.
Las dispositivos móviles inalámbricos (computadoras portátiles, teléfonos inteligentes, tabletas, etc.) permiten a los empleados acceder a las aplicaciones, documentos y correos electrónicos almacenados en La Nube desde cualquier lugar con acceso a Internet y trabajar con ellos on line (o en forma off line con posibilidad de sincronizarlos posteriormente).
La Nube es el nuevo paradigma que permite a los usuarios utilizar la infraestructura proporcionada por un proveedor a través de la red, en cualquier momento y desde cualquier lugar. De esta forma se eliminan las restricciones físicas y se virtualiza el entorno de operación, condición indispensable cuando se trabaja desde dispositivos móviles que no tienen capacidad de almacenamiento. Además, la ubicuidad de los servicios en La Nube permite a la fuerza laboral desenvolverse dentro de un entorno de colaboración móvil y flexible.
Esta flexibilidad que aumenta la capacidad de trabajar a distancia también mejora la resiliencia frente a los desastres. Además, los proveedores de servicios en La Nube disponen de sistemas de respaldo que reducen la posibilidad de pérdida de información o falta de servicio en caso de infortunio.
. Las estrategias de gestión
Para lograr una organización verdaderamente flexible es necesario empoderar a las personas para que trabajen donde, como y cuando quieran; el trabajo no es donde uno está sino lo que uno hace. Para ello, las empresas también deberán cambiar la forma de medir la productividad y pasar de un sistema basado en las horas transcurridas en la oficina hacia un sistema de gestión por objetivos.
. El liderazgo
Los directivos son quienes establecen el rumbo de la organización mediante el desarrollo de una visión de negocios y alinean e inspiran a las personas tanto para alcanzar las metas como para superar los obstáculos. Por lo tanto, la resiliencia comienza con un liderazgo empresarial que sea capaz de establecer prioridades, asignar recursos y asumir los compromisos necesarios para hacer posible la recuperación de la empresa ante una eventualidad, comunicando en forma clara su compromiso con las medidas y las inversiones necesarias para crear un estilo de trabajo altamente móvil y distribuido.
. La cultura empresarial
Una cultura resiliente se basa en los principios de empoderamiento organizacional, un fuerte sentido de propósito, confianza y responsabilidad, redes de empleados que se autoorganizan en comunidades y que están capacitados para participar, dirigir y organizar equipos virtuales. Son esas redes de empleados empoderados y conectados las que forman la base de una cultura organizacional resiliente.
. La comunicación
Para afrontar cualquier medida que haga falta frente a una situación de cambio (ya sea planificado o disruptivo), será necesario implementar un plan de comunicación interna bien orientado a fin de beneficiar la cohesión organizativa y evitar problemas de confianza, falta de responsabilidad o de productividad.
Un lugar de trabajo resiliente tendrá éxito cuando se capacite a las personas y se las apoye para trabajar de nuevas maneras. Las personas que son adecuadamente seleccionadas, motivadas, equipadas y dirigidas superarán casi cualquier obstáculo o interrupción.
Conclusiones
La resiliencia es la capacidad de una empresa para responder rápida y eficazmente a los cambios imprevistos de cualquier naturaleza. Un lugar de trabajo resiliente es un ecosistema de espacios diseñados para evolucionar y adaptarse a las contingencias, optimizando el uso de los activos físicos y fomentando la participación activa de los empleados.
Para construir una empresa resiliente no hay que perder de vista aquellos elementos que hacen que una organización sea verdaderamente flexible y adaptable: una dirección preparada y con liderazgo, una fuerza laboral motivada y proactiva, una cultura y unos valores que apuntalen los cambios, y un entorno distribuido junto con una infraestructura tecnológica, robusta y colaborativa, que facilite los objetivos y sirva de adecuado soporte para responder a cualquier cambio inesperado.
FUENTE: FM&WORKPLACES #84
Productividad laboral: cómo optimizarla a través de la actividad física y los hábitos saludables
El reto que enfrentan las empresas del siglo XXI se centra en resolver la paradoja que plantea el actual trabajo del conocimiento. Por un lado, requiere el desarrollo de las habilidades cognitivas mientras que, por el otro, el estilo de vida sedentario que ha promovido la irrupción de las tecnologías que han hecho posibles las nuevas formas de trabajo, atenta contra el bienestar físico y mental del hombre moderno. Ante este estado de cosas, en las últimas décadas ha surgido un creciente interés por la actividad física regular como un medio para alcanzar el bienestar tanto en el aspecto físico como en el psicológico. Promover en las organizaciones un estilo de vida saludable, que estimule la actividad, no solo mejora el estado físico sino también las habilidades cognitivas, la innovación y la productividad de los empleados.
Para muchas personas, una caminata diaria es esencial para poner en orden las ideas, despejar la mente o, tal vez, encontrar un destello de inspiración. Muchos de los grandes creadores de la historia han desarrollado este hábito y lo han mantenido como una rutina indispensable para mantener en forma no solo el cuerpo sino también la mente.
Charles Dickens, por ejemplo, realizaba extensas caminatas de tres horas por las tardes y lo que observaba se convertía en material para su obra. Tchaikovsky caminaba obsesivamente dos horas por día, lo mismo que hacía Beethoven después del almuerzo, con un lápiz y un papel en caso de que apareciese la inspiración. Sigmund Freud solía pasear a paso vivo por Viena y el día a día del filósofo danés Søren Kierkegaard estaba dominado por dos actividades: escribir y caminar. En estas excursiones era cuando tenía sus mejores ideas.
Existen abundantes pruebas que sugieren que caminar -y hacer ejercicio físico en general- se asocia con un aumento de la productividad y la competencia en tareas creativas. Actualmente, en un mundo donde prima la tecnología y los dispositivos digitales casi se han convertido en nuestro alter ego, la práctica del ejercicio físico tiene un plus adicional: nos aleja de televisores, computadoras, smartphones y consolas, y nos acerca a nuestra realidad orgánica y natural, propiciando el pensamiento profundo.
Cuerpo y mente
Para despejar dudas sobre el dualismo cuerpo-mente que ha dominado el pensamiento occidental desde la época de Descartes, el neurofisiólogo Antonio Damasio afirma: “La mente existe en un organismo integrado y para él; nuestras mentes no serían como son si no fuera por la integración de cuerpo y cerebro durante la evolución, durante el desarrollo individual y en el momento presente. La mente tuvo que estar primero relacionada con el cuerpo o no hubiera existido.”
El ejercicio físico parece tener un papel importante en la promoción y el mantenimiento de la salud cognitiva en los seres humanos. El estilo de vida activo de nuestros primeros ancestros, utilizando la locomoción para la búsqueda de alimento, puede haber promovido el desarrollo de las habilidades cognitivas para la supervivencia.
El cerebro, que es un órgano dotado de una gran plasticidad, tiene una notable capacidad para modificar su estructura y su función de acuerdo con las influencias del medio ambiente y la experiencia. En ese sentido, la actividad física jugó un papel importantísimo en el proceso de adaptación biológica que duró millones de años y desembocó en el desarrollo del cerebro moderno. Durante este proceso, la exploración, la defensa, la búsqueda de alimento y las habilidades cognitivas fueron fuertemente integradas a las operaciones motoras indispensables para la subsistencia.
Pero, además, la actividad física estuvo siempre presente en la historia de la especie humana, tal como lo atestiguan numerosos hallazgos antropológicos y evidencias históricas que reportan la existencia de prácticas físicas en antiguas culturas como un componente integral de la expresión religiosa, social y cultural.
Hoy en día, el acelerado desarrollo tecnológico que se viene produciendo desde la Revolución Industrial, ha propiciado una profunda transformación en las formas de vivir y trabajar. El alto nivel de sedentarismo que hemos desarrollado atenta contra nuestra salud física y mental y nos enfrenta a un grado muy elevado de estrés, ansiedad y otras patologías. La cantidad de actividad física que en promedio desarrollamos los humanos modernos se ha reducido por debajo del nivel de nuestra predisposición genética.
Ante este estado de cosas, en las últimas décadas ha surgido un creciente interés por la actividad física regular como un medio para alcanzar el bienestar físico y cognitivo, entendiendo la función cognitiva asociada con actividades cerebrales tales como el procesamiento de información, la percepción, el aprendizaje, la memoria, la atención, la capacidad de razonamiento y la resolución de problemas.
Los beneficios de estar en movimiento
El ejercicio físico tiene múltiples beneficios para la salud: mejora el sistema cardiorrespiratorio, aumenta la densidad mineral ósea, disminuye el riesgo de padecer enfermedades degenerativas y mejora la función cognitiva.
Varios estudios que han demostrado que el ejercicio físico ayuda a desarrollar y proteger la función cerebral, sugerirían que los individuos físicamente activos presentan un menor riesgo de desarrollar trastornos mentales en comparación con los que son sedentarios. Esto demuestra que el ejercicio físico también incide en el bienestar psicológico ya que una buena condición física se relaciona con los estados de ánimo positivos, el aumento de la autoestima y la disminución de los sentimientos negativos, la ansiedad y el estrés.
Además, durante el ejercicio físico se liberan endorfinas, una sustancia capaz de provocar una sensación de relajación y felicidad que también puede aliviar ciertos síntomas de la depresión. Asimismo, diversos estudios han demostrado que el ejercicio promueve la neurogénesis (creación de nuevas células cerebrales), mejora el rendimiento general del cerebro y aumenta los niveles de una proteína conocida como BDNF (Brain Derived Neurotrophic Factor) la cual parecería estar involucrada en los procesos de toma de decisiones, el pensamiento y el aprendizaje.
La experiencia de empresas que incluyen programas para que los empleados caminen más, usen las escaleras en lugar del ascensor o realicen ejercicio físico intensivo, han demostrado la relación positiva entre la práctica de ejercicio físico y el aumento del rendimiento laboral.
Promover el movimiento en la oficina
Las empresas pueden ayudar a mejorar la salud de los trabajadores a través del establecimiento de una cultura corporativa que incentive las conductas saludables. Muchas organizaciones están tomando medidas para desarrollar un ambiente de trabajo favorable ofreciendo instalaciones para desarrollar actividad física (gimnasio con aparatos, clases de yoga, etc.), y fomentar una alimentación más saludable ofreciendo opciones de alimentos saludables en la cafetería de la empresa.
Los estilos de vida poco saludables pueden ser riesgosos para la población en edad de trabajar, y dar lugar a la aparición de enfermedades que podrían tener un impacto negativo en la productividad. Estas cuestiones deberían ser un incentivo suficiente para animar a las organizaciones a invertir y adoptar programas de promoción de la salud en el trabajo.
Algunas estrategias que se pueden utilizar en la oficina para poner el cuerpo en movimiento son:
- Utilizar equipamiento ajustable. Para favorecer las posturas saludables y recuperar la participación de todo el cuerpo, las superficies de trabajo deben ofrecer la opción de ajustar su altura a fin de poder realizar las tareas en distintas posiciones.
- Cambiar de posición periódicamente durante el día. Crear ámbitos donde los trabajadores puedan moverse, sentarse y descansar con comodidad reporta grandes beneficios: mejora la productividad y disminuye la tasa de ausentismo por enfermedad.
- Promover el ejercicio activo. Ofrecer la opción de hacer ejercicio mientras se realizan las tareas diarias incorporando algunos implementos de gimnasia tales como bicicletas fijas y cintas para caminar, lo cual permite hacer ejercicio sin interrumpir el trabajo. Sin embargo, el ejercicio activo también se puede promover a partir del diseño del layout. Un diseño planificado en base a las actividades diarias (trabajo individual y en grupo, tareas de concentración, áreas de aprendizaje, descanso y socialización, etc.) dotará al plantel de espacios específicos para desarrollar las distintas labores al mismo tiempo que promoverá el movimiento evitando las largas jornadas sentados frente a un puesto de trabajo.
Conclusiones
El ejercicio físico regular ha demostrado tener una extraordinaria aptitud para influir de manera positiva en las vías relacionadas con el aprendizaje y la memoria. Poner el cuerpo en movimiento mejora la capacidad de aprendizaje, reduce los efectos negativos del estrés, la ansiedad y la depresión, y ayuda a desarrollar y mantener las habilidades cognitivas.
La falta de correspondencia entre los niveles de actividad física que desplegamos en el mundo moderno y nuestra genética puede contribuir a la prevalencia de algunas enfermedades tales como la obesidad y otras disfunciones metabólicas tales como la diabetes tipo II, la hipertensión, y algunas enfermedades cardiovasculares . Más aún, la disfunción metabólica puede ser el punto de partida para desarrollar varios trastornos neurológicos con resultados sobre la función cognitiva.
En definitiva, y tal como afirma John Ratey, el ejercicio es una poderosa herramienta para optimizar la función cerebral. Inmersos en el mundo tecnológico de hoy es fácil olvidar que, a lo largo de miles de años, nuestra biología fue diseñada para el movimiento y que el cerebro evolucionó a partir de la necesidad de perfeccionar las habilidades motoras para encontrar y almacenar alimentos. Esta relación entre la alimentación, la actividad física y el aprendizaje está impresa en los circuitos del cerebro. Para mantener nuestras habilidades cognitivas en su mejor nivel nuestros cuerpos también tienen que ejercitarse.
¡Estar sentados nos mata!
Las investigaciones muestran que estar sentado por largos períodos de tiempo produce un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades que afectan al organismo en general, y eleva el riesgo de mortalidad desde un 15% (para las personas que están sentadas más de 8 horas al día) hasta un 40% (para los que no se despegan de la silla por más de 11 horas diarias). Ante este sombrío panorama, los investigadores junto con la industria del equipamiento, han tratado de diseñar nuevos dispositivos que ayuden a disminuir el sedentarismo y a mantenerse saludables sin dejar de ser productivos. Una de las soluciones propuestas son los escritorios que incorporan una cinta para caminar, lo cual permite hacer ejercicio sin interrumpir el trabajo. Las pruebas psicométricas encontraron que la creatividad mejora al caminar.
En un estudio llevado a cabo en Canadá se investigó el efecto que tiene el uso de estos escritorios sobre dos importantes habilidades cognitivas para el rendimiento laboral: la memoria y la atención. Se comprobó también que estos beneficios se mantienen durante un tiempo una vez que la persona se ha sentado.
Si bien los beneficios para la salud que reporta el uso de estos dispositivos es indiscutible, también es importante que los usuarios sientan que pueden realizar su trabajo tan bien o mejor que con el uso de un escritorio tradicional.
En conclusión, los resultados del estudio sugieren que el uso de escritorios que incorporan una cinta para caminar puede mejorar la atención y la memoria, incluso después de que el usuario ha dejado de hacer ejercicio. Las mejoras en el rendimiento laboral parecen ser convincentes para las organizaciones, lo cual puede incentivar el uso de este u otro tipo de escritorio alternativo.
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FUENTE: FM&WORKPLACES #72
Las empresas que estimulan dormir la siesta
EN FOCO ¡Adormir la siesta en la oficina! Poco a poco, algunas empresas comienzan a aceptar y favorecer ese `sueñito` de 20 minutos post almuerzo, reparador y productivo. Quiénes están haciendo punta con los siestarios. POR MARIANA ROLANDI
El pasto. Asi le dicen los chicos de la Facultad de Diseño de la UBA a este espacio, con una estructura metálica con madera y pasto sintético Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo, lo que revela la importancia del sueño en nuestro ciclo
vital. Ocho horas de sueño reparador nos ayudan a transitar las restantes dieciséis en un óptimo nivel de alerta. ¿Qué está sucediendo efectivamente en el mundo? Que gran parte de la población, por diferentes motivos, no está durmiendo estas horas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud. Preocupaciones, estrés, familias desorganizadas, más cantidad de horas de trabajo de las indicadas, una vida hiperconectada… son muchos los motivos por los cuales se llega al trabajo con 506 horas de sueño.
Distintos estudios señalan que dormir dos horas menos puede reducir la seguridad y la salud, incrementando el riesgo de lesiones y accidentes en el lugar de trabajo. También se asocia con una mayor prevalencia de enfermedades tales como la obesidad, los trastornos cardiovasculares, la hipertensión, el cáncer, la ansiedad y la depresión, entre otros.
En ese contexto es que aparecen los siestarios, un espacio confortable y disponible para tomar una siesta de no más de 30 minutos. El tiempo no es un factor menor. De acuerdo con los estudios de la NASA, la siesta ideal no debe durar más de 26 minutos. De esta manera, nunca se llega a la etapa Científico. Hasta la NASA se ocupó de estudiar el beneficio de la siesta.
Seis alumnos de una cátedra de Arquitectura ganaron un concurso y desarrollaron este innovador proyecto.
La falta de sueño es muy común en las grandes ciudades: produce estrés, ansiedad y depresión. de sueño profundo y se evita la sensación de aturdimiento al despertar. Todo calculado.
En la Argentina, detectamos cuatro espacios que tienen este tipo de siestarios: la empresa Google, para sus `googlers` (así llaman a sus empleados); las oficinas administativas Arredo; la Facultad de Diseño y Urbanismo de la UBA, con un espacio diseñado y realizado por sus propios alumnos, y la UADE, con un lugar entero de siete metros cuadrados.
¿Cuáles son las claves para armar un buen siestario? Por empezar, debemos aclarar que no tiene que ser un lugar caro, sólo es necesario tomar la decisión de realizarlo. Contract Workplaces, empresa regional de diseño de espacios de trabajo, recomienda contar con un espacio adecuado. Puede ser un lugar especialmente dedicado, una sala de reunión informal o una sala común, siempre y cuando reúna algunos requisitos esenciales para poder conciliar el sueño. Éstas son algunas de las cosas que no deben faltar:
Tranquilidad y privacidad. En lo posible, debe ser un espacio con puerta, para poder aislarse del exterior.
Equipamiento apropiado: sillones mullidos, hamacas, bagbeans o cualquier otro equipamiento cómodo. Puede ser desde una estera de yoga en el suelo hasta un sofisticado Nap pod.
Sistemas de oscurecimiento. Cortinas blackout que bloquean la luz solar, junto con una iluminación ambiental tenue, serán efectivos para ayudar a conciliar el sueño. `Estos lugares generan mejor desempeño, menor rotación y mayor productividad`, afirma Florencia Sabatini, de Google.
Desenchufe. Los empleados pueden usarlo durante el día para descansos de poco menos de media hora. Datos a tener en cuenta. Cerca del 40% de la población mundial sufre problemas de sueño. Un 6% sufre de Insomnio.
Integral. `Los slestarios forman parte de acciones de cuidado, atención y responsabilidad social`, afirma Marta del Pino, de Arredo. `Saludable` se llama el programa de Arredo que promueve mejor alimentación, buen sueño y ejercicio físico para sus empleados.
¦Temperatura agradable y fresca. La temperatura ideal son los 24 °C.
Acondicionamiento acústico. Un sistema de enmascaramiento de sonido ayudará a bloquear los ruidos del exterior, mientras que reproducir sonidos naturales (agua fluyendo, viento, lluvia, etc.) favorece la calma.
Aromatizantes naturales. Algunos estudios revelan que hay aromas que producen efectos beneficiosos sobre las personas. Por ejemplo, la lavanda y el romero disminuyen el estrés y mejoran el humor, mientras que el ylangylang, al igual que la vainilla, propicia la relajación.
¦Mantas y almohadas. Debido a que nuestro sentido del tacto está estrechamente asociado con sensaciones de comodidad, contención y calidez, los materiales naturales tales como los textiles de lana suave se asocian a menudo con un sentimiento cálido y acogedor.
Por otro lado, se calcula que el momento ideal para dormir una siesta es durante el lapso en que los niveles de actividad del ciclo circadiano son más bajos: entre las 15 y las 17 horas. Por último, es recomendable no excederse en el tiempo de esa siesta. `Lo armamos en el área del comedor, tiene 7 m2. Se usa en varios turnos de cursada`, cuenta Federico Iñiguez, director de Alumnos de UADE. Madrugadores. La hora pico del siestario son las 14, con los alumnos que comienzan muy temprano con las clases.
Con 20 minutos de sueño se puede recuperar la atención y consolidar la memoria, según los especialistas.
Ocho horas. Es el tiempo de sueño recomendado por la OMS. Dormir dos horas menos puede incrementar el riesgo de accidentes. Nota Revista Pymes – Clarín
Costo de habilitar y equipar oficinas en Chile
El costo de habilitación y equipamiento de interiores de oficinas corporativas en Chile asciende a 12,83 UF/m {+2} en el caso de una oficina en la categoría Estándar Básico, mientras que para una de Estándar Superior llega a 19,88 UF/m {+2} y para una de Alta Gama a 34,87 UF/m {+2} , de acuerdo al Índice Contract que mide en valor absoluto la evolución de costos de esta actividad. Elaborado por Contract Workplaces -firma regional de arquitectura corporativa- este indicador mostró en última medición de 2017 correspondiente al trimestre octubre, noviembre y diciembre, una leve baja en los precios frente al trimestre anterior: entre 0,1% y 0,5% menos. “Los costos para habilitar una oficina en Chile no han variado significativamente en los últimos seis meses. El último informe viene a consolidar la estabilidad que observamos durante el período anterior (julio-agosto-septiembre) en términos de los valores reales que se manejan en el rubro. Esperamos un año dinámico para el sector apoyado en factores político-económicos que pueden favorecer el crecimiento”, afirmó Carolina Pérez, gerenta general de Contract Workplaces Chile.
El país, además, comparado con Argentina, Uruguay y Perú, tiene los valores más competitivos en la categoría Estándar Básico
Fuente: Diario El Mercurio – Chile (https://t.co/q4N6JdAhjW) 05-03-2018
La nueva tecnología del bienestar
Con el acelerado avance de la tecnología y el surgimiento de sensores cada vez más discretos y ubicuos, hoy resulta posible no solo controlar las condiciones ambientales del espacio de trabajo sino también conocer los parámetros fisiológicos y el movimiento de las personas en tiempo real. Dado que los seres humanos producimos constantemente bioseñales que pueden ser capturadas, medidas e interpretadas, estos sensores nos permiten conocer una gran variedad de estados, incluido el bienestar. Luego, esta información se puede utilizar para adaptar la configuración del equipamiento, regular los sistemas ambientales y hasta para hacer recomendaciones personalizadas a través de la computadora, tablet o smartphone: hacer ejercicio, hidratarse, socializar, realizar prácticas de reducción del estrés, entre otras intervenciones. De esta forma, la tecnología se pone al servicio de las necesidades de los empleados ayudándolos a experimentar mayor bienestar y efectividad en el desempeño de sus tareas.
En la actual economía del conocimiento, la gente es el activo más importante de las empresas por lo que el bienestar en el lugar de trabajo se está convirtiendo en una necesidad estratégica, habida cuenta del abundante cuerpo de investigación que demuestra el estrecho vínculo que existe entre bienestar y productividad.
Hoy, el paradigma del bienestar personal está cambiando impulsado por el enorme crecimiento del consumo de los wearables, dispositivos que permiten la medición de datos biométricos en tiempo real. La integración de esta información junto con los datos provenientes de los sensores del entorno construido permitiría adaptar el espacio en forma autónoma, regular los sistemas de control ambiental y comunicarse con los empleados para lograr una máxima efectividad y confort.
De sensores y bioseñales
Los sensores recogen datos del entorno, generan información y notifican sobre el estado del mismo. Tienen un papel fundamental en la reducción de la brecha entre los mundos físico y virtual, y en la posibilidad de activar respuestas frente a cambios ambientales. Existe una amplia variedad de usos que abarcan múltiples tecnologías y sectores: desde monitorear los movimientos de las personas o la presencia de humo en el ambiente hasta detectar las bioseñales que revelan el estado físico de la gente.
. Sensores ambientales: se encargan de supervisar y controlar el uso del espacio, la iluminación, la temperatura, la ventilación, la seguridad, el consumo de electricidad, etc. Sin embargo, si una persona no produce sonido o movimiento durante demasiado tiempo, estos sensores pueden ignorar su presencia. Para que esto no suceda hace falta una mayor información de los inputs del sensor que incluyan la intensidad y el espectro de la luz, la amplitud y la dirección del sonido, la calidad del aire, el olor, etc.
. Sensores personales: los seres humanos envían bioseñales que pueden ser capturadas y utilizadas por biosensores para revelar una serie de características personales en tiempo real tales como el estado físico, emocional y cognitivo. Estos productos incluyen relojes inteligentes, sensores de pulsera, etc., que permiten rastrear continuamente variables tales como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal, la transpiración, la actividad cerebral, el nivel de glucosa en la sangre, los niveles de oxígeno, etc.
De acuerdo con una investigación de la firma Haworth, gracias al uso de los sofisticados sensores que utilizan algunos de estos wearables junto con los datos provenientes de los sistemas de ocupación y de las condiciones ambientales del entorno físico, se puede obtener la información necesaria para modificar el espacio de trabajo de acuerdo con las necesidades individuales y así ayudar a lograr y mantener las mejores condiciones para la tarea que se está llevando a cabo.
Por ejemplo, el sistema podría supervisar una reunión y determinar que la mayoría de las personas ha estado sentada durante veinte minutos con pocos cambios de postura, que ha habido un solo participante dominante en los últimos diez minutos, o que el nivel de dióxido de carbono ha superado un umbral aceptable; también podría evaluar la tensión muscular de la cara y la temperatura de la piel de los participantes para verificar si la atención está disminuyendo. Luego, en respuesta a los datos obtenidos, el sistema podría ajustar la intensidad y el color de la luz, modificar la temperatura ambiente y el flujo de aire e, incluso, añadir aromas específicos para estimular la atención de los concurrentes.
Estrategias para alentar el bienestar
Para mejorar los hábitos en la oficina y alentar el bienestar personal, a veces es necesario cambiar algunos comportamientos y la tecnología también puede ser una aliada en este terreno. Para ello se puede hacer uso de la tecnología informática persuasiva: un sistema informático, dispositivo o aplicación diseñado para cambiar la actitud o el comportamiento de la persona de una manera predeterminada. Mensajes de motivación o sugerencias “just-in-time” entregados a través de una amplia variedad de dispositivos tales como computadora, tablet o smartphone pueden producir un impacto duradero, tal vez porque los cambios pueden ser llevados a cabo lentamente y de manera sostenible en la práctica diaria.
Estas notificaciones pueden apoyar actividades para mejorar el rendimiento y el bienestar de las personas basadas en sus datos biométricos entregando alertas para hacer pausas, hidratarse, caminar, hacer meditación, yoga o ejercicios de respiración. Además, cuando el sistema integra la entrada de un biosensor que entrega datos sobre el estado de atención de la persona junto con la agenda personal e información de GPS, por ejemplo, las notificaciones se adaptan en función de un horario más pesado o la eventualidad de un viaje, enviando sugerencias relevantes en el momento más propicio.
Otras tecnologías se basan en un sistema de recompensas con reconocimiento social a fin de orientar un comportamiento o una actitud previamente establecidos. Puede incluir una plataforma de datos unificada basada en datos biométricos personales para el seguimiento de determinadas variables y que incluya las redes sociales.
Por ejemplo, una herramienta simple puede medir la actividad física diaria de los colaboradores a través de un podómetro (dispositivo electrónico que cuenta cada paso que una persona realiza al detectar el movimiento) y ofrecer una recompensa por el logro de una meta personal. Si varias personas están conectadas a la red de la aplicación, el incentivo social puede convertirse en una herramienta capaz de amplificar eficazmente la motivación y el cambio de comportamiento, proporcionando un motivo más para alcanzar las metas propuestas en base al deseo humano de competir y ser mejores.
Conclusiones
Con el avance de la tecnología, hoy resulta muy simple y asequible monitorear continuamente algunos datos biométricos tales como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal y el sudor junto con el movimiento y la ubicación de las personas. Además, ya existen sistemas menos conocidos que realizan el seguimiento de la postura corporal, el movimiento de los ojos, la expresión e, incluso, la temperatura facial. Todo esto podría ser utilizado para identificar la actividad, la emoción y la concentración.
Según el informe de Haworth, es solo una cuestión de tiempo hasta que estos sensores lleguen al mercado de consumo. Entonces, el lugar de trabajo puede sufrir un cambio de paradigma importante. Con el conocimiento de los datos biométricos individuales se podría establecer un perfil para cada usuario y así medir los cambios fisiológicos para relacionarlos con distintos estados: estrés, concentración, etc. Usados en combinación con la información proveniente del espacio físico (ocupación, temperatura, iluminación, etc.) se podrían acomodar las condiciones ambientales de acuerdo con la actividad de cada usuario, según concluye el informe.
Las tecnologías persuasivas y las redes sociales para los productos y servicios de consumo orientados a la adopción de conductas y hábitos saludables en el lugar de trabajo (hacer ejercicio periódico, relajarse, seguir hábitos de alimentación sana, etc.) también podrían alentar el bienestar psicofísico de los colaboradores.
Cuando consideramos que los gastos de personal representan alrededor del 90% de los costos de operación, se comprende la importancia que adquieren todas las acciones destinadas a mejorar el bienestar de la gente. No obstante, como toda tecnología emergente, estas herramientas presentan algunas zonas grises que merecen ser tenidas en cuenta: entre ellas, la intrusión en la esfera personal y la preservación de la privacidad de los datos de los usuarios parecen ser las más sensibles.
FUENTE: FM&WORKPLACES #84
Mulesoft Argentina: Nuevas Oficinas alto impacto
Mulesoft es una empresa con base en San Francisco, California, que se especializa en la integración de aplicaciones, datos y dispositivos para grandes compañías. Cuenta con más de 1.000 empleados repartidos entre sus 18 oficinas de Washington, Nueva York, Amsterdam y otras grandes ciudades del mundo, pero la mayor parte del desarrollo de sus productos se realiza en Buenos Aires. Dado que la empresa está en constante crecimiento, en 2016 decidió trasladar su sede a Puerto Madero. El proyecto –íntegramente realizado por Contract Workplaces– no solo apuntó a brindar un diseño eficiente del espacio: las nuevas oficinas, amplias y versátiles, responden acertadamente a las demandas de una empresa en continua evolución con una imagen de alto impacto, innovadora y joven.
El proyecto de las nuevas oficinas de Mulesoft se desarrolló sobre una planta de 2.400 m² en el 6° piso de un moderno edificio situado sobre la calle Juana Manso, en el Dique 3 de Puerto Madero. Su ubicación cercana a la zona central de la ciudad y sus amplias vistas al Río de la Plata hacen de esta locación una de las más valoradas de la ciudad de Buenos Aires.
A medida que la empresa fue creciendo y debió afrontar nuevos retos, se hizo evidente la necesidad de contar con un espacio más abierto, flexible e inspirador, que fuera capaz de alentar la colaboración, el trabajo en equipo, las reuniones informales y la interacción entre las personas.
Tratándose de una compañía de software, el principal requerimiento para las nuevas oficinas se centró en la necesidad de contar con amplias superficies de trabajo, flexibles y versátiles, para que los equipos puedan colaborar con facilidad. Así, el proyecto se basó en una distribución democrática del espacio sin despachos privados; los puestos de trabajo se organizaron en open plan sobre el perímetro de la planta reservando las zonas interiores para ubicar de forma aleatoria las salas de reuniones, las áreas de encuentro informal, los Meeting Box, el sector de copiado, los lockers, etc.
Esta disposición del layout junto con la utilización de divisores bajos en las estaciones de trabajo y frentes vidriados en las áreas cerradas, permite el aprovechamiento de la luz natural y las vistas al exterior al mismo tiempo que ayuda a mantener la integridad visual de todo el espacio.
El comedor, ubicado en un sector lateral de la planta, ocupa una superficie importante con respecto al conjunto. Se trata de un espacio multifuncional que cuenta con un área de juegos y una amplia cocina que puede ser utilizada como Coffee cuando el salón se convierte en auditorio.
El encuadre estético se inspiró en la cultura “hipster” definiendo las terminaciones, los colores y el diseño de las piezas gráficas que dan identidad al proyecto. Diferentes texturas y tonalidades tales como la madera, el azul y el verde, se combinaron en paredes, alfombras y tapizados para generar los énfasis necesarios en cada uno de los espacios. Al mismo tiempo, la elección del equipamiento y del mobiliario especial contribuyó a caracterizar cada área y a realzar las intenciones del diseño.
Finalmente, el principal desafío del proyecto consistió en brindarle riqueza espacial a un programa de requerimientos muy simple, evitando que se tornara repetitivo. El resultado fue un espacio colaborativo, versátil y flexible que responde acertadamente a las demandas de una empresa en continua evolución, con una imagen de alto impacto, innovadora y joven.
Ficha técnica
Cliente: Mulesoft.
Ubicación: Juana Manso 999, piso 6° – Puerto Madero, Buenos Aires.
Plazo de ejecución: 90 días.
Superficie: 2.400 m².
Año de ejecución: 2016.
Proyecto y dirección de obra: Contract Workplaces.
Gerente de proyecto: Fernando Marconi.
Proyectistas a cargo: Jeremías Saraco, Leandro Boggiatto.
Referente técnico: Esteban Errecart.
Directores de obra: Paola Pionetti, María Sol Fernández Pizarro.
Project Manager: María Laura Esperanza.
Fotografía: Andrés Negroni.
FUENTE: FM&WORKPLACES #84
Neuroarquitectura en oficinas: ciencia para diseñar mejor
¿Puede un edificio hecho de materia inerte hacernos sentir angustiados o felices, aburridos o estimulados, comprometidos o indiferentes? Fred Gage, neurocientífico del Salk Institute, parece haber hallado una respuesta: al diseñar los edificios que habitamos, el entorno construido cambia nuestra conducta y modifica nuestro cerebro. Esto explica la íntima relación que guardan la Arquitectura y las Neurociencias, y su enorme sinergia a la hora de diseñar espacios que ayuden a mejorar la experiencia de las personas que viven, aprenden y trabajan en ellos. Comprender cómo funciona el cerebro humano en la percepción y la navegación por el espacio nos permitirá incluir estrategias de diseño que van más allá de la necesidad de funcionalidad, confort y rentabilidad.
Desde la antigüedad, los seres humanos nos hemos valido de los edificios para expresar y provocar determinadas emociones en la gente. En la arquitectura religiosa, los templos, las tumbas y las catedrales, lograban crear un ambiente sagrado, misterioso o monumental gracias a la elección apropiada de la escala, la gradación de las alturas, el uso deliberado de la iluminación, la acústica, la simetría, etc.
Utilizando recursos similares, los poderes terrenales también se sirvieron de esta capacidad de la Arquitectura para transmitir ideas, estados de ánimo y sentimientos. El lujo y la grandiosidad con que reyes, príncipes y emperadores construyeron sus palacios y sedes de gobierno ayudaban a consolidar y a fortalecer su imagen y su poder frente al pueblo.
A fines del siglo XVIII, el entorno construido también se empleó para controlar la conducta de los prisioneros en las cárceles. Con la aplicación del modelo panóptico de Bentham, la exposición visual provocaba que las sensaciones de vigilancia y control fueran omnipresentes.
Así, a través de un uso adecuado de la composición y el diseño de los edificios, los arquitectos de todas las épocas han sabido intuitivamente cómo movilizar las emociones de la gente, modelando sus percepciones y su pensamiento. Esta fue la revelación que llevó a Jonas Salk a relacionar las Neurociencias con la Arquitectura.
A mediados de los 50, Salk estaba empeñado en encontrar una vacuna contra la poliomielitis pero, recluido en su laboratorio ubicado en un sótano de la Universidad de Pittsburgh, su trabajo no progresaba. Fue entonces cuando decidió viajar a Asís, Italia, donde pasó una temporada en el Convento de San Francisco, una construcción del siglo XIII. Allí, admirando y recorriendo esos amplios claustros, las ideas fluyeron nuevamente.
Salk quedó convencido de que la arquitectura del convento había estimulado su imaginación otorgándole la claridad mental necesaria para encontrar el concepto de la vacuna que tanto buscaba junto con la forma de producirla. Gracias a esta experiencia, se afianzó su creencia de que el entorno construido tiene una profunda influencia sobre la mente y, una vez de regreso en los EE.UU., convocó al arquitecto Louis Kahn para desarrollar y construir el Instituto Salk, un centro de investigación de vanguardia con sede en California, considerado el primer referente de la Neuroarquitectura.
Neuroarquitectura: el impacto de los espacios en la mente y el bienestar
La función primordial del entorno construido es dar cobijo y protección frente a las inclemencias y las amenazas del ambiente. Un edificio bien diseñado tiene que responder tanto a las necesidades funcionales como a los requerimientos de confort de sus ocupantes. No obstante, tal como afirmaba Le Corbusier, la Arquitectura no solo tiene que servir sino también conmover.
Es esta amalgama de elementos dispares la que otorga a la Arquitectura su gran complejidad ya que, mientras que los aspectos técnicos pueden ser abordados con criterios o métodos científicos, su efecto sobre las personas suele quedar librado a la intuición del profesional. Las Neurociencias pueden ayudar a los arquitectos a comprender científicamente este aspecto que, a través de la historia, había quedado sujeto al talento personal.
Hoy, los avances en el campo de la neurofisiología son capaces de explicar la forma en que percibimos el mundo que nos rodea y en que el entorno físico afecta la cognición, la capacidad de resolver problemas y el estado de ánimo. Incorporar estos conocimientos brinda nuevas herramientas para planificar los espacios que ocupamos y en los que pasamos el 90% de nuestra vida.
En la arquitectura de oficinas, comprender cómo el cerebro percibe el espacio permite definir layouts, materiales e iluminación que favorecen la concentración, la colaboración y el bienestar cotidiano.
Entonces si nos preguntamos qué es la Neuroarquitectura, se puede definir como el entorno construido que ha sido diseñado con principios derivados de las neurociencias, ayudando de esta forma a crear espacios que favorezcan la memoria, la mejora de las habilidades cognitivas y la estimulación de la mente, evitando al mismo tiempo el estrés.
Los elementos de las neurociencias
La Academia de Neurociencias para la Arquitectura –creada en 2003 con el fin de dirigir investigaciones en Neurociencias que puedan ser relacionadas con la práctica de la Arquitectura–, estudió los requisitos funcionales para distintos tipos de edificios a partir de los cuales estableció las principales áreas de estudio que deben ser abordadas.
. Percepción sensorial
La percepción es un evento multisensorial que involucra a la memoria, las emociones y las experiencias de los órganos de los sentidos. Influye tanto en el comportamiento como en la imaginación, la manera de procesar la información nueva y la respuesta de las personas al medio ambiente.
. Recorridos
Los puntos de referencia junto con los recorridos presentes en un espacio son características que definen tanto su forma como su función al mismo tiempo que ayudan a significar la percepción espacial.
Las investigaciones demuestran que en los espacios que se pueden transitar en dos direcciones, cada una de ellas está representada por distintos patrones de actividad neuronal de tal manera que el cerebro las trata como entornos diferentes. De esto se infiere que los espacios que fomentan la libre exploración crearán representaciones menos influenciadas por los recorridos mejorando la experiencia personal.
. Aprendizaje y memoria
La memoria espacial necesita referencias visuales para determinar nuestra ubicación y orientación dentro de un entorno dado. Cuando estas referencias faltan se retrasa el aprendizaje de la ubicación y se activa la respuesta de estrés. Esto indica la importancia de incorporar elementos de diseño que permitan el reconocimiento espacial y la recordación.
. Emociones
El entorno construido se percibe inicialmente a través de la emoción, un sistema rápido y eficaz del que nos ha dotado la evolución para juzgar lo que es bueno o malo, seguro o peligroso, para poder sobrevivir. Antes de que las sensaciones que evoca un edificio lleguen a la consciencia ya hemos hecho juicios sobre los materiales, las relaciones espaciales, las proporciones, la escala, los ritmos, la comodidad, etc.
Dado que las respuestas emocionales incluyen las áreas del cerebro relacionadas con los movimientos corporales y con el sistema nervioso autónomo que regula la homeostasis, la arquitectura se convierte en un elemento capaz de alterar nuestros estados fisiológicos.
. Espacio y lugar
Aunque los lugares se asocian más que nada con ambientes espaciales, la noción de “lugar” difiere de la de “espacio” en un aspecto fundamental: la interacción por parte del individuo. La representación interna de un lugar está muy influenciada por la forma en que las personas se mueven dentro de él. Una separación de vidrio –que no interrumpe las vistas pero sí el desplazamiento– puede ser suficiente para que el cerebro perciba como distintos a dos espacios físicamente adyacentes. Esto significa que el sentido de lugar se construye a través del movimiento y las conexiones espaciales que se pueden realizar junto con la propia configuración del espacio.
Una guía para la Neuroarquitectura
La comprensión de los principios de las Neurociencias puede servir de guía para el diseño del entorno construido mejorando la orientación espacial, reforzando las capacidades cognitivas y facilitando las emociones positivas y la motivación.
A continuación se enumeran algunos aspectos que se pueden tener en cuenta a la hora de diseñar espacios de trabajo efectivos y centrados en el bienestar de las personas:
. Cronobiología y ritmos circadianos
La luz solar es fundamental para la regulación de los sistemas endocrino e inmunológico, e influye en el correcto funcionamiento de los ritmos circadianos a lo largo del día y de las estaciones. Cuando no se cuenta con un aporte adecuado de luz pueden producirse problemas tales como alteraciones del ciclo sueño-vigilia, fatiga, falta de concentración, depresión, estrés, etc.
Los cambios de nivel y temperatura del color de la luz natural también afectan el estado de ánimo y la actividad de las personas: mientras que la luz azulada tiene un efecto activador, la luz cálida tiene un efecto relajante. Al mismo tiempo, una intensidad de iluminación alta provoca excitación y, por lo tanto, un aumento de la actividad y un mejor estado de ánimo. Una intensidad baja induce a la relajación y al descanso.
. Altura del cielorraso
Un estudio de la Universidad de Minnesota sugiere que la altura del cielorraso afecta las habilidades de resolución de problemas y el comportamiento induciendo distintos tipos de procesamiento mental.
Mientras que los espacios con techos altos promueven el pensamiento conceptual, activan la sensación de libertad y la imaginación estimulando el pensamiento creativo, los espacios con techos bajos activan un estilo de pensamiento más concreto, enfocado y detallista que mejora la concentración.
. Vistas al exterior
Existe una gran cantidad de estudios que confirman una realidad empírica que se verifica en todos los espacios de trabajo: la posibilidad de tener vistas al exterior –especialmente si se trata de entornos naturales– mejora el bienestar y el estado de ánimo de los empleados. Al parecer, los paisajes verdes ofrecen el mejor efecto mientras que las extensiones de agua parecen ser superiores al paisaje urbano.
. Proxemia
El concepto de proxemia abarca las distancias físicas que las personas mantienen entre sí para conservarse dentro de una zona de confort en función de la relación y del tipo de interacción que posean. Existen cuatro distancias espaciales básicas: íntima, personal, social y pública. La violación de estos límites del espacio personal provoca diversos grados de malestar. El ambiente de trabajo se correspondería con el ámbito social de las personas, donde el espacio privado se ha visto reducido drásticamente en los últimos años en beneficio de las áreas públicas.
Ulteriores estudios han revelado que la amígdala –una estructura relacionada con la percepción de miedo– se activa ante la presencia de otras personas, participando activamente en la gestación de las reacciones emocionales que acompañan la regulación de la distancia interpersonal durante la interacción social.
. Contacto visual
Según una investigación del Center for Brain and Cognitive Development de la University of London, el contacto visual es la base de la conexión humana tanto desde el punto de vista biológico como cultural. Ver a otra persona activa las “neuronas espejo” –fundamentales para la socialización–, las cuales reaccionan con mayor intensidad durante el contacto cara a cara. La mirada permite obtener retroalimentación del interlocutor, sirve como señal de sincronización y permite interpretar la disposición de los otros.
Algunos factores tales como la manera de distribuir el equipamiento dentro del espacio pueden influir en la posibilidad de hacer contacto visual, maximizando o minimizando las oportunidades de relacionarse y socializar.
. Ruido
El ruido en la oficina es una de las causas más importantes de distracción, disminución de la eficiencia, aumento del estrés e insatisfacción laboral. El estrés producido por el ruido puede inducir la liberación de cortisol, una hormona que ayuda a restaurar la homeostasis del cuerpo después de una experiencia negativa. El exceso de cortisol afecta el procesamiento de las emociones, el aprendizaje, el razonamiento y el control de los impulsos, alterando la capacidad para pensar con claridad y retener información.
. Morfología
Las formas con las que se materializa el ambiente de trabajo pueden proporcionar disparadores sensoriales. Un estudio realizado por científicos del Harvard Medical School indica que preferimos las curvas y los contornos suaves sobre aquellos agudos porque instintivamente sentimos peligro ante los objetos afilados, y encontró que la amígdala era más activa cuando la gente miraba objetos afilados. De ello se desprende que las formas angulares benefician el estado de alerta y la concentración mientras que las suaves y redondeadas satisfarían nuestra necesidad emocional de seguridad y protección.
Conclusiones
“Mientras que el cerebro controla nuestro comportamiento y los genes dirigen el diseño y la estructura del cerebro, el ambiente puede modular la función de los genes y, en última instancia, la estructura del cerebro cambiando nuestro comportamiento. Al planificar los entornos en los que vivimos, el diseño arquitectónico cambia nuestro cerebro y nuestra conducta” Fred Gage.
Actualmente, los avances en las tecnologías y los estudios en Neurociencias son capaces de revelar las reacciones de la mente y del cuerpo frente al entorno construido. A la luz de este conocimiento, la Arquitectura debe ser abordada teniendo en cuenta los efectos que el diseño produce tanto en la fisiología como en la psicología de sus ocupantes. Esto nos dará la oportunidad de crear espacios que tengan en cuenta las disposiciones biológicas de las personas para mejorar la experiencia de trabajar dentro de un ámbito saludable y motivador.
Aplicá neuroarquitectura para potenciar el bienestar y la productividad en tu lugar de trabajo.
FUENTE: FM&WORKPLACES #84
