FMContract Workplaces
#114 Marzo 2024

La oficina a través de la tecnología

Por qué la tecnología y la oficina continuarán siendo socios inseparables en este viaje de constante transformación

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Una publicación de Contract Workplaces


Somos seres tecnológicos. Los artefactos que hemos creado a lo largo del tiempo atraviesan nuestra historia y le han dado forma a nuestras sociedades, instituciones, valores y costumbres. Es por esto que el desarrollo de la tecnología nos permite entender cómo ha evolucionado no solo el diseño de la oficina, sino también las distintas modalidades laborales. Desde la máquina de escribir hasta la inteligencia artificial (IA), cada innovación ha influido en la forma en que concebimos y utilizamos los espacios de trabajo.

Hoy, el viaje de la tecnología prosigue su curso a velocidades exponenciales y el diseño de oficinas debe seguir evolucionando para adaptarse a las demandas cambiantes del mundo laboral. Pero, la tecnología no solo ha influido en la morfología de los edificios; también ha transformado la forma en la que trabajamos.

En 2020, la pandemia de COVID-19 catalizó los cambios que ya estaban en marcha; impulsó la adopción del trabajo remoto y precipitó la necesidad de reinventar los espacios de trabajo para una fuerza laboral que se ha vuelto híbrida. Los avances tecnológicos disponibles ahora, junto con los que seguramente vendrán, serán los que harán posible la evolución hacia nuevos e impensados modelos de oficina y estilos laborales.

Personas, espacio y tecnología

Hoy en día, ya no necesitamos estar anclados a un escritorio para ser productivos. La innovación y el progreso tecnológico han sido fuerzas transformadoras en la forma en que trabajamos, tradicionalmente vinculada a un espacio físico. El uso intensivo de la tecnología ha llevado a una optimización en el uso del espacio y a una redefinición de la oficina para adaptarse a las nuevas tendencias laborales, más flexibles, móviles y descentralizadas. Ahora, el trabajo es lo que hacemos, independientemente del lugar o el momento en que lo llevemos a cabo.

En este nuevo contexto, los dispositivos móviles, La Nube y los teléfonos inteligentes se han convertido en herramientas de primer orden para intercambiar conocimientos, tomar decisiones y crear comunidades con intereses afines. La tecnología nos ha permitido aumentar la productividad, mejorar la colaboración, simplificar la comunicación y almacenar información en La Nube para compartirla, editarla y acceder a ella en cualquier momento y desde cualquier lugar.

La llegada de la Inteligencia Artificial (IA) y el aprendizaje automático al ámbito laboral brindará a las organizaciones un sinfín de herramientas para ser aún más productivas y eficientes. La IA implementada a través de chatbots y robots contribuirá a automatizar las actividades rutinarias permitiendo que los empleados dediquen su tiempo a tareas más productivas. Simultáneamente, los sistemas de análisis recopilarán y examinarán datos de una gran variedad de fuentes para elaborar planes estratégicos, realizar pronósticos, hacer seguimiento de actividades y gestionar recursos. Finalmente, la tecnología de redes 5G proporcionará conexiones rápidas a Internet y les permitirá a los empleados acceder a los servicios e información que necesiten desde sus dispositivos móviles.

Hoy más que nunca, las personas, los espacios y la tecnología continuarán siendo el fundamento para que las organizaciones sean más productivas y eficientes.

La singularidad está cerca

Algunas tecnologías tales como la IA, la robótica y la nanotecnología se encuentran en el inicio de una fase de crecimiento exponencial que ya está cambiando radicalmente una gran cantidad de procesos1. Muchos de estos nuevos desarrollos permitirán grandes mejoras en el mundo del trabajo, pero también desafían las estructuras y los modelos existentes con un efecto tan amplificador como en su momento lo tuvieron la electricidad, la electrónica e Internet, pero a un ritmo más acelerado. De hecho, algunas investigaciones predicen que la próxima ola de innovación impulsada por estas tecnologías será diferente y tendrá un impacto mucho más profundo que sus predecesoras, especialmente en la fuerza laboral2.

Como resultado, algunas ocupaciones disminuirán, otras crecerán y muchas más cambiarán. Este nuevo panorama tendrá consecuencias sobre el empleo. Los trabajadores deberán adquirir nuevas habilidades y es posible que tengan que reinventarse completamente varias veces a lo largo de su vida profesional.

Ante el crecimiento exponencial de la tecnología, algunos especialistas sostienen que, en un futuro cercano, la inteligencia de los algoritmos podría equipararse a la de los seres humanos. Según una encuesta reciente dirigida a expertos en el progreso de la IA3, la mayoría concuerda en que existe un 50% de posibilidades de que este evento –conocido como “la singularidad”– ocurra alrededor de 2060. Sin embargo, la gran mayoría opina que es muy probable que en las próximas décadas emerja una tecnología de IA con un impacto transformador en el mundo.

Al margen de las especulaciones, lo cierto es que nos estamos acercando aceleradamente hacia un nuevo paradigma que volverá a revolucionar el comportamiento, las costumbres sociales, las características de los mercados y las formas de trabajar. Y, frente a este contexto, las empresas deberán adaptarse para mantener el ritmo de la evolución tecnológica y permanecer viables.

¿Cómo podemos prepararnos para trabajar con tecnologías que aún no han sido inventadas, o ni siquiera imaginadas, pero que tarde o temprano llegarán?

El factor humano: la adaptabilidad

La adaptación tecnológica ha estado con nosotros desde la fabricación de la primera hacha. No obstante, a lo largo de la historia hemos aprendido a adaptarnos cada vez con más rapidez gracias a una mayor educación y difusión del conocimiento.

Pero, actualmente, –de acuerdo con la investigación de Thomas Friedman, escritor y periodista estadounidense4– existe un desfasaje entre la velocidad del cambio y nuestra habilidad para seguir el ritmo de la innovación. La aceleración del desarrollo tecnológico nos ha llevado a un nuevo escenario donde la rapidez de los avances técnicos y científicos supera la capacidad para adaptarse de los seres humanos, las organizaciones y las sociedades.

Dado que ralentizar el progreso de la tecnología no parece una opción viable, la solución tendría que pasar por aumentar nuestra capacidad de adaptación; tan solo una ligera mejora podría tener un impacto significativo. Cuando la velocidad de cambio es tan rápida, la única manera de conservar la capacidad de trabajar es, según Friedman, dedicarse a estudiar toda la vida.

Para ello necesitamos ser ágiles, estar dispuestos a experimentar y a aprender de los errores, reevaluando y corrigiendo rápidamente para mantenernos al día. Ser aprendices permanentes, abiertos, flexibles y adaptables puede hacer la diferencia. Por el contrario, la distracción, la ansiedad, el temor al fracaso o el miedo a la novedad son un obstáculo para la adaptación5.

Sin embargo, a pesar de que estas características cognitivas pueden parecer rasgos de personalidad innatos, son competencias que pueden adquirirse y entrenarse. Estas habilidades básicas de adaptabilidad deberían permitir a los trabajadores adecuarse rápidamente a las tecnologías emergentes y a las que surjan en el futuro, aun sin una capacitación explícita sobre un sistema concreto. Reconocer estas cualidades personales será muy valioso a la hora de atraer/retener talentos y formar equipos.

La historia nos enseña que el diseño de los espacios de trabajo y la forma en las que trabajamos seguirán evolucionando y que la tecnología continuará siendo un socio inseparable en este viaje de constante transformación. La flexibilidad, la conectividad y la atención al bienestar de las personas serán elementos clave para afrontar las necesidades cambiantes del mercado laboral del siglo XXI.

Referencias:

1 DELOITTE (2015): “Industry 4.0 Challenges and solutions for the digital transformation and use of exponential technologies”.

2 NEWMAN, S. A. & GOPALKRISHNAN, S. (2020): “The Future of Technology in the Workplace”.

3 OXFORD UNIVERSITY: “2022 Expert Survey on Progress in AI”.

4 FRIEDMAN, T. (2018): “Gracias por llegar tarde”.

5 POLLARD, K. et al (2022): “How to Prepare for Rapidly Evolving Technology: Focus on Adaptability”.


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