Cómo pueden trabajar bien cuatro generaciones

Por Miguel Jurado

Espacios laborales que reúnen a Baby Boomers, Millennials y GenX, la fuerza laboral actual, y a los Tradicionales que aún no se retiraron. Pronto se sumará la Generación Z.

Varias empresas internacionales de equipamiento y diseño de oficinas están ocupadas en resolver un problema nuevo: por primera vez, en entornos laborales de escala mediana y grande, se pueden ver cuatro generaciones trabajando juntas, cada una con actitudes y necesidades muy diferentes.

Hoy a la mayoría de la fuerza de trabajo la componen Baby Boomers (1945-1965) y Generación X (1965-80), a estos se les suma un puñado de Millennials (nacidos después de 1980). Pero, para completar el cuadro, no es raro que todavía se puedan ver trabajando a miembros de la generación Tradicional (nacidos antes de 1945) y en poco tiempo se sumará la Generación Z (nacidos del 2000 en adelante).

“A la hora de diseñar sus oficinas, las compañías deben acompañar esta combinación de edades y tipos de trabajo porque resultan clave para la productividad y el entendimiento del staff”, afirma Alejandro Mariani, Gerente General de Contract Workplaces Argentina, una empresa que asesora sobre equipamiento y diseño de oficinas en todo el mundo.

En condiciones normales, los Tradicionalistas más jóvenes de su generación ya estarían retirados y los Baby Boomers más viejos también casi habrían alcanzado la edad de jubilación. En un estudio de la empresa británica Business Interiors, dedicada al equipamiento de oficinas, se asegura que la forma en que una organización gestiona esta transición tiene enormes implicancias para su futuro. “Las generaciones más viejas acumularán valiosas experiencias y conocimientos que es necesario transmitir en la transición”, afirman.

Pero el caso argentino es algo diferente. Por un lado, los márgenes de cada generación podrían estar diez años desfasados por las características del proceso histórico local. A su vez, la filial local de Contract a descubierto que la reforma previsional que se reglamentó a fines del año pasado establece que las empresas no pueden jubilar a sus empleados menores de 70 años.

Estas dos situaciones hacen que la combinación de generaciones sea cada vez más variada en los espacios laborales, los que deberán diseñarse para compartir conocimientos y experiencias. “El desafío de las compañías es relacionar a las diferentes generaciones de una manera eficaz”, señala un informe de la firma y agrega que debido a las características particulares de cada grupo etario, tanto el espacio de trabajo como la forma de trabajar se deberán redefinir de forma acelerada.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que el 45% de la fuerza laboral en la Argentina nació entre 1980 y 1995; su relación con el entorno laboral lleva a repensar el diseño de las oficinas contemporáneas.

Según los estudios de la firma Business Interiors, con cada nueva generación viene una reinterpretación de la relación trabajo/vida. “Para el tradicionalista (nacidos antes de 1955), el trabajo era una obligación y un deber que implicaba sacrificio. Para los Baby Boomers (1946-1964) , una emocionante aventura que se dirige hacia el logro personal y la satisfacción, sin tiempo para el descanso. Trabajadores full time sin vida privada. Para la Generación X (1965-1980), el trabajo es un desafío y debe lograrse dentro de un contrato, pero no a costa de la vida social o familiar. Trabajo y vida, separados pero en medida adecuada. Ahora los Millennials (1982-2000) traen una integración completa de trabajo y vida. Buscan satisfacción y significado”, explican.

Por esta razones, los expertos de Contract afirman que cada generación considera al lugar de trabajo de manera distinta. Los pertenecientes a la generación tradicional , fieles a sus características –conservadores, disciplinados y con un gran sentido de la obligación y la responsabilidad- buscarán un espacio que marque las jerarquías y establezca las diferencias en los puestos de trabajo. Por su parte, los Baby Boomers son optimistas, orientados al trabajo en equipo y a su desarrollo profesional, por lo que priorizan aquel lugar que cuente tanto con espacios individuales como con espacios para el trabajo grupal.

En cuanto a la Generación X, individualistas, autónomos y emprendedores, necesitan una oficina flexible y personalizable, con espacios abiertos y acceso directo a la tecnología. Por último, los nuevos trabajadores que están desembarcando en las empresas, los Millennials o Generación Y, junto con los Centennials o Generación Z (2000-2010), se caracterizan por sus habilidades tecnológicas y por ser multitasking: pueden estar en una reunión a la vez que envían un e-mail o chequean las noticias a través de su smartphone.

“Son usuarios activos de las redes sociales y de los mensajes instantáneos, están bien preparados para un entorno empresarial global, siempre y cuando este sea capaz de brindarles entusiasmo y sentido de propósito. Es por eso que requieren un espacio divertido, flexible, personalizable y abierto, que los mantenga entretenidos y ocupados, y que tenga, por supuesto, acceso directo a la tecnología”, afirman los investigadores de Contract.

Un focus group realizado por la empresa internacional de arquitectura Gensler demuestra que el entorno de trabajo tiene asociaciones importantes para cada generación. Para unveterano, el estado y el logro son comunicados por el tamaño de su oficina o el piso que ocupa su empresa.

“Los Boomers no abandonaron por completo este modelo, sino que desarrollaron lugares de trabajo para incluir más apertura y características que satisfacían sus necesidades de creación de consenso y colaboración. Las áreas de trabajo de las generaciones más jóvenes suelen estar decoradas con imágenes y recuerdos muy expresivos y personales. Las áreas de trabajo de la generación anterior, generalmente, están decoradas con elementos más funcionales que sugieren logros laborales (un premio, la etiqueta de nombre de un evento al que asistieron)”, explica el informe de Gensler.

De este estudio se desprende que la Generation X busca aumentar la cantidad de espacio de colaboración en el trabajo y se muestra desilusionado por los límites jerárquicos y las barreras implícitas de oficinas cerradas. “Sin embargo, a menudo piden un lugar cerrado y reservado para el trabajo en solitario y, a veces lo encuentran fuera de la oficina, lo que hace que los Boomers se pregunten dónde han ido. Los Millennials ejemplifican el fenómeno de trabajar en cualquier parte, con la capacidad de cambiar el lugar y el momento del trabajo a donde sea y cuando sea más conveniente para ellos”.

Los veteranos son cautelosos con respecto a un lugar de trabajo muy modificado y con ganas de compartir lo que saben; los Boomers tratan de tener un impacto y mantenerse relevantes; Generación X buscando equilibrio y meritocracia; los Millennials recién comienzan y desean ser valorados: ¿qué podría haber en común entre estas diferentes personas y todas las cosas que quieren de su trabajo?

Para los expertos de Gensler, las generaciones encuentran su terreno común en cinco áreas centrales donde cada grupo tieneprioridades o donde hay un problema que se puede abordar mediante la estrategia y el diseño del lugar de trabajo: Trabajo significativo, colaboración, aprendizaje, tecnología y flexibilidad. “Las generaciones pueden tener diferentes puntos de vista sobre lo que es significativo, cómo les gusta colaborar, y el tipo de aprendizaje que buscan, pero tienden a estar de acuerdo en la importancia de las tres primeras áreas; las organizaciones deberían tratar de fortalecerlas a través de la estrategia en el lugar de trabajo”, afirman.

Desde la perspectiva de bienes raíces, un desafío para los espacios de aprendizaje formales es su grado de flexibilidad para otros usos y la facilidad de cambiar la tecnología según sea necesario. La investigación ha indicado que la mayoría de la colaboración se lleva a cabo en grupos de dos o tres personas, lo que sugiere que las soluciones vienen en forma de muebles móviles o planificación de espacio reflexiva en lugar de simplemente asignar grandes cantidades de espacio. “Apoyar la colaboración y el aprendizaje entre las generaciones es principalmente una cuestión de crear tantas formas posibles para que las personas se reúnan, formalmente o no”.

 

FUENTE: Diario Clarín, 29 May 2018.

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