Oficinas que influyen en el desempeño laboral

Los espacios cerrados han quedado en el pasado, siendo reservados para salas de reunión y áreas de concentración, sin embargo, actualmente, los espacios abiertos prevalecen a la hora de diseñar las oficinas de las empresas, incluso para los puestos gerenciales.

Carolina Pérez, gerente general de Contract Workplaces, explica que, bajo este formato de planta abierta, las empresas logran facilitar el trabajo colaborativo, el intercambio de ideas y las reuniones informales.

“Logran optimizar el uso del metro cuadrado, sin perder de vista la necesidad de espacios privados para algunas tareas”, indica la experta.

Según Pérez, el trabajo basado en las actividades o activity based working (ABW) es un concepto que se impone como una estrategia sustentada un diseño capaz de ofrecer una variada gama de opciones para dar soporte a las acciones que se llevan a cabo en el día a día de las compañías.

La experta dice que, de esta forma, cada uno puede elegir el ámbito más adecuado para la tarea que tiene entre manos (trabajo de concentración, reuniones de equipo, llamadas telefónicas, etc…) en lugar de trabajar en un solo entorno, anclado en un escritorio.

Pérez asegura que para llevar adelante este programa, es esencial contar con puestos de trabajo no asignados y tener disponibles zonas de trabajo colaborativo, como salas de reuniones, de brainstorming , de capacitación y de concentración, así como salas para conversaciones telefónicas o videoconferencias.

 

Actividades versus jerarquías

La tendencia muestra que debemos organizar los espacios de acuerdo con las actividades y no con las jerarquías. Según los analistas, la ecuación “a mayor jerarquía, más espacio privado” generalmente implica una gran cantidad de metros subutilizados, ya que, debido a sus compromisos, los altos ejecutivos suelen ser los que menos tiempo están en sus oficinas.

Así las cosas, estos metros, generalmente privilegiados en cuanto a luz natural, vistas y ubicación estratégica, pueden destinarse a espacios colaborativos o puestos operativos con alta tasa de ocupación. A este esquema se agregan los espacios multifuncionales, áreas de descanso y de encuentro informal. Por ejemplo, en lugar del clásico comedor, las nuevas oficinas incluyen pequeñas cafeterías.

“La posibilidad de que un ambiente pueda tener distintos usos a lo largo del día es un recurso muy valorado por las organizaciones. Cafeterías que funcionan como salas de capacitación fuera de los horarios de almuerzo, grandes salas de directorio que se subdividen en dos o tres salas de reuniones pequeñas, áreas de living que funcionan como recepción de visitas externas, espacio de reunión informal de equipo y zona de descanso son algunos de los ejemplos favoritos dentro de esta tendencia”, comenta Pérez.

La ejecutiva agrega que también hay empresas que incorporan gimnasios, salas de masajes y relajación. Esta decisión se basa en que está comprobado que las actividades recreativas y los momentos de descanso tienen una influencia positiva en el desempeño de los empleados.

 

FUENTE: Economía y Negocios, 06 de diciembre, 2018

www.economiaynegocios.cl