Medidas preventivas

El riesgo de interrupciones eléctricas impacta directamente sobre el negocio. Por eso, es  responsabilidad del Facility Manager considerar y dimensionar cómo afecta a nuestras empresas la caída de los sistemas críticos, y buscar las soluciones más adecuadas de acuerdo con las necesidades puntuales de cada una.

Crisis energética y calidad de la energía

Las crisis energéticas suelen ser el resultado, en mayor o menor medida, de la falta de inversión, el crecimiento poblacional e industrial, las condiciones climáticas y la falta de combustible y gas.

Dado que el riesgo de interrupciones eléctricas impacta directamente en el negocio, es necesario evaluar cuánto estamos dispuestos a invertir para que nuestro sistema e infraestructura mantenga una continuidad de servicio permanente, aun en situaciones extremas. Para esto debemos considerar y dimensionar cómo afecta a nuestra empresa la caída de sistemas críticos, tanto en lucro cesante y pérdida de producción como en la calidad de servicio al usuario interno.

En este sentido, es importante que los directivos de la compañía participen activamente para concientizar a todas las áreas creando comisiones de trabajo que evalúen el impacto en cada una de ellas en el contexto general, y analizando los procesos para minimizar los inconvenientes que se pudieran presentar.

Para el normal desenvolvimiento de las empresas es preciso contar siempre con calidad de energía,  por ello es necesario que los responsables del área de FM conozcan cuáles son los pasos a seguir ante cortes de suministro o mala calidad del servicio. Pero ante todo, es esencial tomar todos los recaudos para que las interrupciones no afecten la continuidad operativa de frente a la pérdida económica que se genera en todos los aspectos de nuestro negocio

Las empresas, ya sea por la naturaleza de la actividad que desarrollan o debido a la estructura de su organización y/o criticidad de sus instalaciones, establecen distintos criterios de participación del área de FM sobre cuestiones de infraestructura eléctrica. No obstante, el FM siempre debe estar involucrado en los temas relacionados con el gerenciamiento de los servicios edilicios y la satisfacción a los usuarios.

Qué deben tener presente los Facility Managers

Con la mayor utilización de las redes informáticas, la importancia de la protección de los sistemas contra cualquier disturbio en el suministro eléctrico se ha convertido en indispensable. Lo que llamamos calidad de energía no es otra cosa que asegurar la provisión de energía limpia y continua a los sistemas críticos de una empresa.

Al momento de presentarse una interrupción o falla en el suministro, importa más la velocidad de respuesta para dar con la solución y asegurar la continuidad operativa que las causas que originaron el inconveniente. Por este motivo, el Facility Manager debe prevenir y considerar varios factores referidos a la optimización del uso de las instalaciones junto con la evaluación de los mejores sistemas de soporte, de manera de asegurar en todo momento disponibilidad y calidad de energía.

Antes de comenzar a analizar las posibilidades de eficiencia energética y calidad de energía, debemos pensar que la gestión de eficiencia también se refiere a la gestión, para lo cual deberemos considerar la mejor opción de contratación de energía.

Sistemas de protección por fallas del servicio eléctrico

Debido a las causas mencionadas anteriormente, debemos pensar en una solución que se adapte a cada necesidad, evaluando siempre la mejor ecuación entre costos, beneficios, riesgos y lucro cesante.

El primer punto es asegurar la propia generación de energía, por lo que deberemos considerar un grupo electrógeno cuya potencia se determinará de manera de obtener las máximas prestaciones. Es decir que el FM deberá considerar al menos 2 o 3 alternativas de potencia con sus costos asociados de inversión, y evaluar la criticidad del equipamiento a alimentar y los costos de instalación y mantenimiento.

Será importante considerar el lugar del emplazamiento, ingreso y posicionamiento del equipo, el cálculo estructural, las ventilaciones del recinto -necesarias para mantener el equilibrio térmico de funcionamiento-, el silenciador, el tanque adicional de combustible, el tablero de transferencia automática, etc.

También se deberá evaluar la calidad y, especialmente, el servicio de posventa (la garantía, la ingeniería, el respaldo técnico, el tiempo de respuesta, la disponibilidad de repuestos, etc.) y, desde ya, los costos.

Sistemas de protección de energía crítica

Luego de pensar en el grupo electrógeno debemos diagramar los criterios de selección de sistemas que aseguren la calidad y la continuidad de la energía, ya que los generadores no cubren el tiempo de parada de transferencia y retorno de red como tampoco ciertas perturbaciones eléctricas.

Pero la falta de energía no es el único problema -ni el más frecuente- en cuanto a los inconvenientes de suministro. Por eso, es muy importante que el Facility Manager haga un análisis minucioso de toda la instalación para saber cuál es el sistema que deberá elegir y proponer para su empresa.

También habrá que analizar la conveniencia de optar entre un sistema UPS centralizado o varios sistemas UPS distribuidos de menor potencia, para lo que habrá que evaluar el nivel de criticidad, la distribución y la localización de los consumos, y estimar si se justifica instalar sistemas redundantes o no.

Asimismo, deberá considerar si se compra la potencia máxima requerida desde el inicio o si se aumenta modularmente la potencia instalada conforme se vaya presentando la necesidad. Y, finalmente, deberá estudiar cuál es la tecnología que otorga mayor confiabilidad y cuánto está dispuesta a invertir la compañía para garantizar la continuidad del negocio.

El nivel de disponibilidad buscado definirá la arquitectura del sistema de protección y su instalación eléctrica asociada. Dicha arquitectura debe contemplar todo el contexto de la instalación ya que de nada sirve tener un excelente sistema pero baja confiabilidad.

Desde ya que subir el nivel de criticidad implicará aumentar la inversión inicial pero, si esto responde al nivel de disponibilidad que se requiere, se justificará ampliamente, especialmente si lo comparamos con otros gastos o inversiones edilicias.

Un UPS es un equipo que tiene la finalidad de seguir proporcionando energía a un dispositivo en caso de que ocurra una interrupción eléctrica, así como de proteger a la carga de las distorsiones de la red entregando energía confiable, libre de todas las perturbaciones de la red, dentro de las tolerancias compatibles con las exigencias de los dispositivos electrónicos sensibles.

Los UPS on line brindan protección contra todos los disturbios eléctricos y entregan confiabilidad, disponibilidad y eficiencia energética sin afectar los equipos informáticos durante la transición de corte hasta el arranque del generador y el retorno a red.

Pueden conectarse en cascada o en paralelo. El tiempo de autonomía dependerá de las condiciones de cada empresa (disponiblidad de grupo electrógeno, tablero de transferencia automática, personal de mantenimiento en sitio 7 x 24 y apagado automático, tipo de aplicación, etc.), y de la mejor ecuación para cada negocio.

La batería en un UPS es la parte más vulnerable del sistema. De hecho, es la principal causa de pérdida de carga. Aun si se cumplieran adecuadamente los requerimientos de almacenaje, uso y mantenimiento, la batería requerirá ser reemplazada luego de un cierto período de tiempo. Muchos proyectos de recambio de baterías son definidos simplemente por la mejor oferta económica dejando de lado los argumentos técnicos. La temperatura de diseño de las baterías está basada a una temperatura ambiente de 25°C. Cualquier variación afecta directamente su expectativa de vida. Por ejemplo cada 8,3°C de temperatura promedio anual por sobre los 25°C, la vida de la batería se reduce en un 50%.

El mantenimiento periódico preventivo extiende la vida útil del banco de baterías previniendo la pérdida de conexiones, removiendo la corrosión, e identificando las baterías en mal estado antes de que puedan afectar al resto del banco.

Conclusiones

Se debe cuantificar la importancia que la energía tiene para el funcionamiento de la compañía, tanto en lo que respecta a la protección del equipamiento tecnológico como a la inactividad del negocio en términos de lucro cesante, pérdida de producción y disminución de la calidad del servicio prestado al usuario interno y externo.

Una caída de carga puede provocar costos tangibles e intangibles que pueden superar ampliamente el valor de mantenimiento de muchos años, e incluso el valor de la inversión de un sistema UPS.

Por todo lo expuesto -y basados en el nivel de criticidad, riesgo y costo de inactividad del negocio-, la comprensión del ciclo de vida útil del UPS, sus características de expansión y el costo total de la propiedad y del servicio, nos ayudará a evaluar qué tipo de servicio necesitamos.

Considerando el valor promedio del costo de la energía contratada y que la vida útil de un equipo UPS es de unos 10 años, se puede afirmar que la inversión necesaria para tener disponibilidad, calidad y seguridad de energía -amortizada a lo largo de la vida útil del equipo-, representa solo el 10% del valor de la energía.

*Claudio Blum es Director de Cushman & Wakefield Argentina.

 

FUENTE: FM&WORKPLACES #66