La integración de robots colaborativos en el entorno laboral puede traducirse en beneficios tanto para las empresas como para los empleados.
Una publicación de Contract Workplaces
La reciente declaración de Elon Musk anunciando que Tesla tendrá robots humanoides para uso interno el próximo año ha llamado la atención sobre un fenómeno que, aunque de manera gradual, ya está ocurriendo: la integración de la tecnología robótica en nuestra vida cotidiana y en el ámbito laboral.
Hasta hace no mucho, la idea de utilizar robots en el trabajo evocaba la imagen de enormes máquinas confinadas, realizando tareas repetitivas en las fábricas. Sin embargo, el incesante avance de la tecnología ha generado una notable evolución en este campo. Hoy en día existen dispositivos autónomos capaces de colaborar con las personas en diversas industrias: los llamados “cobots”.
Desde los precursores de mediados del siglo XX (el primer robot industrial fue introducido en 1961 por General Motors para realizar tareas monótonas y peligrosas en la línea de montaje) hasta los modernos robots colaborativos actuales, ha habido un gran cambio de paradigma en la automatización. En lugar de confinar a las máquinas, el enfoque actual se orienta a la colaboración sinérgica entre robots y personas aprovechando las fortalezas y habilidades de cada uno. Gracias al desarrollo de los sensores y la inteligencia artificial, los cobots son capaces de percibir su entorno, adaptarse a los cambios y responder a la interacción humana.
Investigaciones recientes sobre la formación de equipos entre humanos y robots revelan un gran potencial para que estos últimos no solo sirvan como sustitutos de las personas en tareas repetitivas, peligrosas o exigentes, sino también para aumentar y complementar sus capacidades cognitivas y físicas de las personas1. Sobre la base de esta comprensión, hoy los cobots han excedido los límites del sector industrial para incorporarse con éxito a otras actividades que van desde la salud, el retail y la hotelería hasta la educación y el trabajo del conocimiento, ayudando a mejorar la eficiencia y la seguridad en el trabajo.
No obstante, antes de decidir qué actividades laborales asignar a los cobots, es crucial comprender sus características y potenciales beneficios.
A diferencia de los robots industriales que a menudo operan en áreas separadas y aisladas por razones de seguridad, los cobots están preparados para trabajar de manera segura junto a los humanos. Estos dispositivos cuentan con inteligencia artificial, sistemas de control y sensores avanzados que les permiten detectar la proximidad de personas y objetos. Además, pueden ser programados para realizar una variedad de tareas mediante interfaces intuitivas y fáciles de usar, incluso a través del aprendizaje por demostración.
También suelen ser más pequeños y livianos que sus homólogos industriales, lo que facilita su integración en espacios de trabajo existentes sin necesidad de realizar grandes modificaciones. Esto hace que sean fáciles de mover y reubicar para realizar diferentes tareas en distintas áreas de una empresa. Además, algunos cobots son capaces de trasladarse de manera autónoma, segura y eficiente utilizando sistemas de navegación y mapeo incorporados. Por ejemplo, el robot androide Sanbot Elf tiene integrados más de 60 sensores que le permiten reconocer su entorno y detectar obstáculos para desplazarse sin tropiezos ni caídas2.
Lo cierto es que los cobots han sido concebidos para interactuar activamente con los humanos, compartiendo el espacio de trabajo y las tareas. Esta característica es su principal atractivo y la clave fundamental para su aceptación en entornos de intensa colaboración.
La integración de cobots en el entorno laboral ofrece beneficios tangibles e intangibles que pueden traducirse en un aumento significativo tanto de la eficiencia operativa como del bienestar de los empleados. Su creciente valor se atribuye a varios factores que tienen el potencial de mejorar la dinámica del trabajo y la producción:
•Aumento de la productividad. Los cobots pueden asumir tareas rutinarias y repetitivas que, aunque esenciales, no requieren habilidades especializadas. Al automatizar estas tareas, los empleados pueden concentrarse en actividades de mayor valor agregado. Esta redistribución del trabajo no solo aumenta la productividad general, sino que también mejora la satisfacción laboral ya que los empleados se sienten más valorados y realizados en sus roles.
• Reducción de errores. Los robots colaborativos operan con gran precisión y consistencia lo que reduce significativamente el riesgo de errores en procesos que requieren un alto grado de exactitud como la digitalización de documentos y la gestión de bases de datos.
• Flexibilidad y adaptabilidad. Pueden ser fácilmente reprogramados y reconfigurados para adaptarse a diferentes tareas y cambios en las necesidades de la organización, una característica crucial en entornos donde las demandas pueden cambiar rápidamente.
• Seguridad. Al asumir tareas físicamente demandantes o potencialmente peligrosas, los cobots mejoran la seguridad laboral, especialmente en tareas donde el riesgo de lesiones por movimientos repetitivos o manejo de cargas pesadas puede ser importante.
Los robots colaborativos pueden desempeñar una amplia gama de funciones, muchas de las cuales se centran en la automatización de tareas repetitivas, permitiendo a los empleados enfocarse en actividades más estratégicas y creativas. Algunas de las aplicaciones más comunes incluyen:
• Gestión de inventarios y suministros. Los cobots pueden monitorear y gestionar el inventario de empresas, comercios u oficinas, reponer suministros cuando sea necesario y asegurar que los empleados siempre tengan acceso a los recursos que necesitan. Por ejemplo, la empresa Amazon cuenta con más de 750.000 robots que trabajan junto a sus empleados (casi un millón en todo el mundo), ayudando a mover, clasificar, identificar y empaquetar los pedidos de los clientes3.
• Asistencia administrativa. Pueden ayudar con tareas administrativas tales como la organización de documentos, la digitalización de archivos físicos, y la gestión de bases de datos. Estos cobots suelen estar equipados con diversas tecnologías avanzadas como inteligencia artificial, visión por computadora y capacidades de aprendizaje automático.
• Servicios de mensajería y logística Interna. En grandes oficinas y campus corporativos o universitarios, los cobots pueden ser utilizados para transportar documentos, paquetes y otros materiales entre diferentes ubicaciones, mejorando la eficiencia logística. Algunos modelos están basados en una plataforma móvil que cuenta con dispositivos de localización y un compartimento de almacenamiento para llevar suministros4.
• Atención al cliente y recepción. Los cobots equipados con inteligencia artificial pueden ser empleados como asistentes en áreas de recepción, proporcionando información básica, guiando a los visitantes y manejando tareas simples de atención al cliente. Por ejemplo el robot humanoide Pepper, fabricado por SoftBank Robotics, ha sido diseñado para interactuar con las personas, responder preguntas y proporcionar información útil en tiendas y eventos5.
• Mantenimiento y limpieza. Pueden realizar tareas de mantenimiento y limpieza, como aspirar, desinfectar superficies y mantener el orden en áreas comunes.
• Robots de telepresencia. Diseñados para permitir que los trabajadores remotos se conecten a una pantalla montada en un robot móvil, estos dispositivos permiten moverse por la oficina y participar en interacciones como si estuvieran físicamente presentes. Los robots de telepresencia, como Double Robotics o Beam, facilitan la colaboración en tiempo real, ya sea en entornos de trabajo, educación o atención médica.
El futuro del trabajo no se trata de los robots reemplazando a las personas, sino de la colaboración entre ambos. Esta sinergia aumentará nuestras capacidades y nos permitirá centrarnos en habilidades exclusivamente humanas. Pero, a pesar de los numerosos beneficios que ofrece, la implementación de los cobots no está exenta de desafíos que deben ser gestionados adecuadamente para garantizar una integración exitosa y sostenible.
• Aceptación del personal. Los cobots en el entorno laboral pueden generar incertidumbre y resistencia entre los empleados, especialmente si temen que puedan reemplazarlos. Para fomentar la aceptación y la colaboración es fundamental brindar una capacitación adecuada y comunicar claramente los beneficios y el propósito de estas nuevas herramientas, junto con recursos para ayudar a los empleados a adaptarse a los cambios.
• Reestructuración de roles. La incorporación de cobots para realizar tareas que solían realizar los empleados puede requerir una reevaluación de roles y llevar a la creación de nuevas funciones centradas en la supervisión, la programación y el mantenimiento de los robots.
• Fortalecimiento de la cultura organizacional. La colaboración efectiva entre humanos y cobots no solo implica la integración técnica, sino también la creación de un entorno de trabajo donde los empleados se sientan cómodos y apoyados trabajando con robots. Fomentar una cultura de colaboración y proporcionar las herramientas y el apoyo necesarios puede ayudar a superar las barreras iniciales y crear un entorno de trabajo más productivo y armonioso.
Referencias:
1 MICHALOS, R. et al. (2015): “Human Robot Collaboration for Enhancing Work Activities”.
2 http://en.sanbot.com/product/sanbot-elf/design
3 https://integratechnologyschool.com/noticias/amazon-y-su-impresionante-fuerza-robotica-en-logistica-la-evolucion-de-la-automatizacion-en-sus-almacenes/ (2023)
4 https://leotronics.eu/es/nuestro-blog/robots-de-servicios-de-transporte-y-logistica-entornos-interiores-con-trafico-publico
5 https://revistaderobots.com/robots-y-robotica/robot-pepper-que-es-historia-y-precio-de-pepper/
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