La clave para hallar el equilibrio y encontrar las soluciones más adecuadas para cada espacio está en comprender de qué manera los distintos elementos de la oficina pueden afectar el nivel de ruido.
Una publicación de Contract Workplaces
Los seres humanos somos muy sensibles al ruido porque hemos evolucionado para explorar el entorno permanentemente a fin de detectar, filtrar y analizar las señales que merecen atención para enfocarnos en las que tienen interés1. Esta sensibilidad a los sonidos aumentó nuestras posibilidades de supervivencia en un entorno repleto de depredadores y se ha mantenido intacta en nuestra neurobiología hasta el día de hoy.
Pero, además, el oído humano –un sentido que no descansa ni aún cuando dormimos– es particularmente receptivo al rango de frecuencias de entre 100 Hz y 5.000 Hz donde las señales de la voz tienen la mayor cantidad de energía.
No es de extrañar, entonces, que en los actuales entornos de trabajo de planta abierta una de las principales quejas esté referida al exceso de ruido y la privacidad de las conversaciones. Y no se trata de un tema menor ya que la investigación ha comprobado que el aumento de los niveles sonoros está vinculado con una serie de consecuencias negativas para la salud: presión arterial alta, enfermedades del corazón, insomnio, irritabilidad y mala memoria a corto plazo, entre otras2.
Sin embargo, la experiencia del sonido dentro de un entorno dado depende tanto de la configuración y el diseño del espacio como de las preferencias personales y la actividad que se está llevando a cabo. Por ejemplo, una conversación en tono “normal” dentro de un ambiente silencioso como una biblioteca puede resultar demasiado alta, molesta e intrusiva, mientras que en un área de Coffee el mismo tono puede resultar insuficiente para permitir una comunicación clara3. Esto es así porque la experiencia acústica está determinada por el nivel del ruido de fondo dentro del espacio (el conjunto de todos los sonidos ambientales).
La clave para hallar el equilibrio y encontrar las soluciones más adecuadas para cada espacio está en comprender de qué manera los distintos elementos de la oficina pueden afectar el nivel de ruido. Siempre considerando que, más allá de las necesidades específicas de cada ámbito, tanto el exceso de ruido como el silencio absoluto pueden tener un efecto negativo sobre la productividad de los trabajadores. Desde hace tiempo se sabe que el ruido de fondo controlado genera mejor respuesta que el silencio total por razones evolutivas: el canto de los pájaros y otros sonidos ambientales les indicaban a nuestros antepasados que no había depredadores cerca y eso les permitía relajarse4.
Sabiendo, entonces, que no existe una solución única para todas las tareas y para toda la fuerza laboral, la zonificación del espacio de acuerdo con las características de las actividades que se desarrollan ofrece numerosas ventajas desde el punto de vista del confort acústico.
Comprender que las personas perciben el sonido de diferentes maneras a lo largo del día según la tarea, el estado de ánimo y la personalidad es un aspecto clave al abordar la experiencia acústica en el lugar de trabajo. Encontrar los elementos adecuados para materializarla, también.
Una buena experiencia acústica en la oficina es primordial para el rendimiento laboral y el bienestar de los colaboradores. El confort acústico se logra cuando el lugar de trabajo proporciona un apoyo adecuado tanto para la interacción y la confidencialidad como para el trabajo concentrado.
No obstante, la percepción del nivel de ruido varía para cada persona en función de los siguientes factores5:
La oficina debe brindar la posibilidad de que cada colaborador pueda contar con la experiencia acústica que necesita en cada momento: lugares tranquilos para apoyar el trabajo de concentración, ámbitos para las interacciones planificadas o espontáneas sin molestar a los demás, y recintos aislados para las interacciones confidenciales y otros procesos de trabajo.
Sin embargo, estudios que datan de la década de 19606 ya señalaban que ni la privacidad ni el confort acústico pueden garantizarse mediante un único parámetro de diseño. Una buena experiencia acústica se basa en tres técnicas básicas que se pueden aplicar en una amplia variedad de formas:
• Absorción. Los espacios de trabajo organizados en open plan requieren un tratamiento acústico en la mayor parte de su superficie para absorber el ruido producido por personas y equipos. Esto implica utilizar materiales con suficiente absorción como para reducir la cantidad de energía sonora dentro de parámetros aceptables.
• Bloqueo. La estrategia más simple consiste en aislar la fuente de ruido dentro de un espacio cerrado especialmente diseñado para contener el sonido (por ejemplo, las salas de reuniones).
• Enmascaramiento. Consiste en la emisión de un ruido de fondo controlado para enmascarar los sonidos molestos. Cuando este método se utiliza correctamente, los sonidos no deseados tales como una conversación vecina, generalmente pasan desapercibidos.
Una buena experiencia acústica implica crear una variedad de espacios de trabajo, zonas de descanso, cafeterías y salas de reuniones con un nivel adecuado de absorción donde los ocupantes puedan trabajar sin tener que alzar la voz para ser escuchados o susurrar para no molestar a otros.
Cuanto más absorbentes sean los materiales seleccionados, mayor será el confort acústico. Cada elemento constructivo hará su contribución en este sentido:
→ Mobiliario. La ubicación del mobiliario dentro del espacio tanto como los materiales que lo constituyen ayudan a crear condiciones de confort acústico en la oficina. Los muebles con respaldo alto y los pods individuales pueden servir como módulos insonorizados para una reunión improvisada o para realizar tareas de concentración dentro de un área en open plan.
→ Barreras de sonido. El ruido en áreas abiertas también se puede amortiguar mediante el uso de barreras tales como los paneles y pantallas construidos con materiales aislantes para bloquear el ruido. Resultan eficaces para interrumpir las vías de propagación del sonido desde la fuente hasta el receptor al mismo tiempo que absorben parte de la energía sonora. Sin embargo, si los paneles son muy altos pueden darnos la ilusión de estar solos y, como resultado, elevar el tono de voz. Por esto, es recomendable que la altura no supere 1,30 m.
Un ejemplo muy difundido de esta herramienta es el uso de las pantallas que cuelgan perpendicularmente del techo en áreas de open space. También se pueden utilizar pantallas acústicas móviles para configurar de manera rápida y flexible un área de conversación privada en cualquier lugar que los empleados puedan necesitar privacidad.
→ Paneles fonoabsorbentes. Los paneles o placas fonoabsorbentes consisten en una serie de estructuras modulares que se aplican de manera estratégica tanto en paredes como en cielorrasos. El objetivo es lograr una mejor experiencia acústica disminuyendo localmente la reverberación del sonido y mejorando la privacidad de la voz. Por ejemplo, pueden incluirse placas detrás de las áreas de recepción o en lugares destinados para sentarse y conversar.
Existe una amplia variedad de materiales, texturas y colores disponibles en el mercado de acuerdo con el tipo de rendimiento acústico requerido y de la estética deseada.
→ Cielorrasos. Las placas acústicas para cielorraso son fáciles de colocar en la estructura estándar del cielorraso, lo que las convierte en una opción fundamental para mejorar la acústica en la oficina. También se pueden utilizar paneles fonoabsorbentes o paneles acústicos decorativos.
→ Nubes acústicas. Para el caso en que se considere dejar la losa a la vista se debe tener en cuenta el uso de “nubes acústicas” o deflectores. Cuando están bien diseñados y ubicados estratégicamente pueden ser muy efectivos para mitigar el sonido en áreas ruidosas.
→ Pisos. Los pisos son una importante fuente de absorción, especialmente para amortiguar las pisadas. Por ejemplo, las alfombras son especialmente eficaces y su uso está ampliamente difundido, pero otros materiales tales como el corcho y el linóleo también funcionan para mejorar la acústica. Las piedras pulidas y la cerámica, por el contrario, reflejan el sonido produciendo reverberación.
→ Puertas. Es importante considerar las características de las puertas en las salas que deben aislarse acústicamente porque de ellas también dependerán las condiciones de confort.
Algunas puertas placa de abrir –a diferencia de las de vidrio– cuentan con un núcleo sólido o aislado con un excelente potencial de aislamiento, teniendo presente que el perímetro debe protegerse de alguna manera para evitar fugas y ayudar a las paradas de impacto.
Referencias:
1 ASUTAY, E. (2014): “Emotional Influences on Auditory Perception and Attention”.
2 TREASURE, J. (2012): “Building in sound”.
3 KOUKOUNIAN, V. et al. (2021): “Rethinking Acoustics”.
4 YOUNG, H. y BERRY, G. (1979): “The impact of environment on the productivity attitudes of intellectually challenged office workers“.
5 STEELCASE (2018): “Acoustics Work and the Physical Environment”.
6 CAVANAUGH, W. et al. (1962): “Speech Privacy in Buildings” .
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