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Las primeras investigaciones sobre los efectos de las condiciones ambientales en el desempeño laboral comenzaron a comienzos del siglo XX, marcando un punto de inflexión en la forma de entender tanto el trabajo como la productividad.
Uno de los experimentos más conocidos fue el que condujo Elton Mayo –sociólogo e investigador de la Universidad de Harvard– en la fábrica Western Electric en Hawthorne, Illinois. Las pruebas consistían en realizar cambios en la iluminación y la estructura del trabajo para determinar qué condiciones mejorarían la productividad de los trabajadores.
El resultado de esta serie de experiencias fue un aumento notable de la productividad junto con la caída del ausentismo. Pero lo más sorprendente fue que los resultados se mantuvieron aun en el grupo de control y luego de que todas las variables volvieran a su estado original.
Mayo llegó a la conclusión de que el aumento de la productividad no se debía tanto a la modificación de las condiciones ambientales como al hecho de que existiera un interés en mejorarlas. Desde entonces, esta experiencia fue probada en distintos ámbitos (industrias, oficinas, hospitales, escuelas, etc.) y su resultado es conocido como el "Efecto Hawthorne".
Así, quedó establecido que el rendimiento de los empleados está influenciado tanto por sus propias habilidades como por el entorno físico, y que prestar atención a las necesidades psicológicas de las personas tiene como resultado un aumento en la productividad y el compromiso.
En los círculos académicos aún hoy se sigue discutiendo la validez de los resultados de Hawthorne ya que medir la respuesta emocional positiva frente al interés percibido no es tarea fácil aunque, sin duda, existe. No obstante, más allá de su precisión científica, lo importante es que el ensayo puso las necesidades humanas en el centro de la experiencia laboral.
Las investigaciones de Elton Mayo en Hawthorne nos enseñan que, si bien la eficiencia y la funcionalidad del entorno físico son fundamentales, si somos capaces de crear espacios que faciliten el flujo de trabajo y que, al mismo tiempo, tengan en cuenta las necesidades sociales, emocionales y psicológicas de las personas, la experiencia será completa.
Víctor Feingold
Arquitecto
Director FM
& WORKPLACES
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