En Latinoamérica, los edificios consumen el 21% del agua y el 42 % de la energía eléctrica al mismo tiempo que producen el 25% de las emisiones de CO2 y el 65 % de los residuos. Considerando que la construcción utiliza más de un tercio de la energía a nivel global, este es un sector que ofrece un gran potencial para el logro de importantes avances en términos de sustentabilidad, ya que con el uso de tecnologías probadas y disponibles en el mercado, el consumo de energía se puede reducir entre un 30% y un 80%. En sintonía con estos criterios, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha elaborado un reporte a fin de brindar un panorama general sobre la situación de la edificación sostenible en 9 países de la región, entre ellos la Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú.
Panorama general El reporte desarrollado por el PNUMA muestra que los países latinoamericanos se encuentran en distintas etapas de desarrollo en materia de construcción sostenible, que existe una creciente sensibilidad en la región acerca del lugar que ocupa la edificación dentro del modelo energético y que está surgiendo un interés genuino en redefinir los parámetros de la construcción para reducir tanto el consumo de energía como las emisiones de CO2.
En los últimos años, la eficiencia energética ha formado parte central de las estrategias de desarrollo en los países latinoamericanos debido a los beneficios económicos y sociales que representa. En algunos casos mediante prácticas tales como la implementación de códigos de construcción que establecen parámetros mínimos de eficiencia energética, de subsidios para la mejora de la envolvente térmica y de incentivos para la certificación de edificios eficientes, normas técnicas y etiquetado de eficiencia, tanto en edificios comerciales como de vivienda.
El informe revela que también se encuentran en vías de desarrollo esquemas de certificación verde a nivel nacional; Brasil, México y Chile se encuentran dentro de los 10 países con el mayor número de proyectos LEED registrados a nivel global. Sin embargo, comparado con la construcción tradicional, el número de edificios verdes sigue siendo mínimo en la región.
Países como Chile y México han desarrollado estrategias de construcción sostenible que, además de la eficiencia energética, integran conceptos tales como el manejo del agua y los residuos, la salud y el bienestar social, la innovación, la competitividad y el manejo en la operación de los edificios, entre otros conceptos.
Brasil, Argentina, México, Colombia y Costa Rica muestran grandes avances en el desarrollo de estándares y códigos de construcción sostenible adecuados al contexto local, lo cual representa un avance remarcable en el sector, afirma el informe. Es importante reconocer que, en este proceso de avance, la cooperación internacional ha desempeñado un papel fundamental en cuanto a la transferencia de capacidades, tecnología y mecanismos de financiamiento para facilitar el desarrollo de políticas públicas en materia de construcción sostenible.
Los números de América Latina
El informe del PNUMA indica que en algunas regiones de América Latina el mercado de la construcción sostenible ha sido catalizado por herramientas de certificación voluntaria. Actualmente, Chile (que cuenta con 203 proyectos certificados), México (356 proyectos) y Brasil (717 proyectos) se encuentran dentro de los 10 países con mayor número de proyectos LEED certificados y registrados a nivel global. La construcción sostenible ha tenido éxito en el sector privado debido a los beneficios demostrados: retorno de la inversión, mitigación del cambio climático, seguridad energética, conservación de los recursos, generación de empleos, mejora en la calidad ambiental del aire y los espacios, mejora en la productividad de los ocupantes, mejor calidad de vida y resiliencia a largo plazo.
Argentina: ocupa el cuarto lugar dentro de los mayores consumidores de energía en América Latina, motivo por el cual el gobierno ha dado especial atención a la eficiencia energética. Existen en la actualidad importantes iniciativas implementadas que sentarán las bases para el desarrollo de un marco legislativo para la construcción sostenible.
En términos generales, las políticas públicas y las estrategias nacionales más destacables son las relacionadas con la puesta en práctica de programas nacionales de eficiencia energética, normas de acondicionamiento térmico y normas voluntarias de edificación sostenible. Por otro lado, el uso de sistemas de certificación voluntarios que facilitan la homogeneización de los parámetros de la construcción sostenible tales como BREEAM, ISO o LEED, empieza a ser relevante. En el sector privado va tomando importancia el contar con un certificado que asegure la sustentabilidad como valor agregado y los retornos de inversión de los proyectos de construcción verde.
En enero de 2014 existían en la Argentina un total de 73 proyectos registrados para la certificación LEED (más del 50% ubicados en la ciudad de Buenos Aires) y 11 proyectos que ya han sido certificados.
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