En los últimos años, producto de los profundos cambios que se vienen registrando gracias a la globalización y al extraordinario desarrollo de la tecnología, se han instalado a paso firme algunas tendencias que están marcando el rumbo en el mundo del trabajo y transformando las organizaciones.

Sin embargo, a medida que estos nuevos modelos ganan terreno, han comenzado a aparecer los primeros movimientos pendulares. A principios de 2013, Marissa Mayer, CEO de Yahoo!, llamó a todo su personal a trabajar nuevamente en la oficina. A esta iniciativa le siguieron las de otras empresas líderes tales como Hewlett Packard y Best Buy. Al mismo tiempo, en los medios especializados han empezado a surgir las primeras reacciones contra el open plan. El ruido, la falta de privacidad y el aumento del estrés son señalados como los principales responsables de esta resistencia.

A partir de este estado de cosas, resulta curioso comprobar de qué manera las leyes de la física también se pueden aplicar a los cambios en las organizaciones. “A toda acción siempre se opone una reacción de igual magnitud y sentido contrario”, dice la tercera ley de la dinámica de Newton. Los modelos que hasta ayer se vislumbraban como ideales hoy son percibidos como los responsables del descenso de la productividad, y el efecto péndulo nos arrastra nuevamente hasta el punto de origen.

Defensores y detractores de los nuevas tendencias tienen sus argumentos, sin duda. Pero lo cierto es que la adopción sin reservas, ya sea del open plan y del trabajo flexible como de cualquier otro modelo, puede transformarse en una fuente de problemas si no se aplica con criterio y si no se tienen en cuenta las verdaderas necesidades de la empresa y de la fuerza laboral.

La metáfora de la tercera ley de Newton no es exclusiva de las organizaciones: aplica a todas las actividades humanas. Existen innumerables ejemplos a lo largo de la historia, desde los más banales hasta los más trascendentes, que indican que para llegar a un estado de equilibrio parece ser necesario pasar varias veces por los extremos. Alcanzarlo será una cuestión de tiempo y de buen criterio.

Víctor Feingold
Arquitecto
Director FM & WORKPLACES