Aproximadamente el 70% de las oficinas actuales cuenta con una configuración de planta abierta. Con esta estrategia, las empresas aspiran a facilitar la colaboración, el intercambio de ideas y los encuentros informales. Pero no todas las personas ni todas las tareas se benefician con esto porque las características individuales de la fuerza laboral no son las mismas. Para algunos, esta tendencia está dañando los mismos objetivos que se espera promover.

.Durante los últimos años, las tendencias que están dominando los cambios en el lugar de trabajo se han ido consolidando. Actualmente, un alto porcentaje de personas lleva adelante sus tareas en oficinas diseñadas en open plan, espacios abiertos sin barreras ni divisiones que buscan estimular la interacción de los trabajadores a fin de beneficiar la colaboración y la creatividad.

En estos nuevos entornos que privilegian el trabajo en equipo por sobre todas las cosas, los espacios privados han quedado reducidos a las cabinas telefónicas y los espacios de reunión. Pero los nuevos ambientes de trabajo abiertos y colaborativos no son, necesariamente, la solución ideal para todo tipo de tarea. El ruido, las distracciones, las interrupciones constantes y la falta de privacidad suelen ser las principales fuentes de queja por parte de los trabajadores, y pueden comprometer la tan ansiada productividad.

Por otra parte, tampoco hay que perder de vista las características individuales de la fuerza laboral. Algunos tipos de personalidad, como los introvertidos, prefieren los espacios tranquilos y la actividad solitaria, y se distraen con la interacción personal. El grupo de los extrovertidos, por el contrario, prospera en ambientes estimulantes, es muy sociable y no establece vínculos territoriales.

Los esquemas de planta abierta, que cada vez más empresas están adoptando como una estrategia para favorecer la colaboración, pueden estar muy bien para el extrovertido que se nutre de la interacción social; el introvertido, en cambio, que necesita espacios más tranquilos y silenciosos para prosperar, sufrirá las consecuencias. Pero tampoco hay que perder de vista que hasta el trabajador más extrovertido en algún momento tendrá  necesidad de privacidad.

Lo cierto es que la adopción sin reservas de la oficina de planta abierta puede transformarse en una fuente de problemas si no se tiene en cuenta que dos personas que tienen el mismo trabajo pueden necesitar diferentes espacios para llevarlo a cabo exitosamente.

Psicología de la colaboración

La colaboración no es simplemente la interacción entre colegas, se trata de dos o más personas que trabajan por un objetivo común en la creación de una nueva idea. La posibilidad de interacción y la socialización son dos ingredientes muy importantes para promover la colaboración pero, en última instancia, la personalidad de cada individuo será el factor decisivo.

Por lo general, el diseño de los nuevos entornos de trabajo asume que  todos los integrantes de la fuerza laboral tienen una personalidad similar sin tener en cuenta que lo que constituye un entorno productivo para unos puede resultar agotador para otros y viceversa. Las tendencias actuales en el diseño de espacios de trabajo son claramente mucho más estimulantes para los extrovertidos mientras que no parecen ayudar a los introvertidos a rendir al máximo.

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