Los cambios económicos y la modificación del entorno urbano han hecho que el mantenimiento y la operación de grandes superficies de oficinas en las zonas céntricas de las ciudades sean cada vez más caros. Además, el transporte y la congestión vehicular en las áreas metropolitanas están convirtiendo en un calvario el desplazamiento de miles de trabajadores que tratan de llegar diariamente a sus lugares de trabajo.

En este complicado escenario -y aprovechando el desarrollo y la disponibilidad de las tecnologías de la comunicación y la información-, cada vez más empresas están optando por esquemas de localización distribuidos, más racionales y sostenibles, con oficinas satélite en la periferia de las grandes concentraciones urbanas. Se trata de una tendencia que se está consolidando en muchos lugares del mundo y su enfoque es muy claro: no sacar a la gente para hacer su trabajo sino llevar el trabajo hacia la gente. Al ofrecerles la posibilidad de evitar los problemas de congestionamiento de tránsito, de trabajar más cerca de sus hogares y de mejorar el balance entre el trabajo y la vida familiar y social, los empleados se sienten más satisfechos, más productivos y más comprometidos.

Pero además, la estrategia tiene claros beneficios ambientales. Para poder evaluar el impacto positivo que tiene esta nueva tendencia, bastará con analizar los datos que arrojan algunas investigaciones: si todas las empresas de una gran área metropolitana alentaran a la totalidad de su fuerza laboral a trabajar desde una oficina satélite un solo día a la semana, el número de automóviles circulando y el consumo de energía se reducirían en un 20%. Una cifra nada despreciable.

Una vez más, las tecnologías de la información jugarán un papel esencial en esta transformación, permitiendo a las organizaciones con visión de futuro integrar una amplia gama de entornos para impulsar a su fuerza de trabajo a ser más eficiente, y con la mirada puesta en la sustentabilidad.

Sin embargo, el futuro enfrentará a las empresas a nuevos retos para seguir siendo competitivas y prosperar: la utilización eficiente del tiempo por parte de los trabajadores y la gestión de una fuerza de trabajo geográficamente dispersa. Ese es el desafío.

Víctor Feingold
Arquitecto
Director FM & WORKPLACES