Aquellos que siguen el desarrollo de las tendencias que están modelando el futuro del trabajo habrán comprobado que existe una enorme cantidad de tinta derramada sobre "cómo aumentar la productividad haciendo felices a los empleados". El creciente interés por mejorar las condiciones para que la fuerza laboral se sienta más a gusto (implementación de nuevos modelos en el diseño de los espacios de trabajo, distinto tipo de amenities, beneficios para satisfacer las necesidades físicas y psicológicas de los empleados, etc.) ha disparado innumerable cantidad de estudios, artículos y libros que prometen llevar la productividad por las nubes si seguimos unos pocos consejos de sentido común.

No cabe duda de que un entorno confortable, donde todos gozan de luz natural y una temperatura adecuada, donde existe un excelente clima laboral y la compañía provee gran cantidad de comodidades y beneficios, mejora el estado de ánimo y estimula a los trabajadores. Pero lo cierto es que, para convertirse en una empresa de primera línea, no es suficiente instalar toboganes, salas multiuso y masajista. Con eso no basta.

En un artículo publicado recientemente en el blog del New York Times, el especialista Cliff Oxford hace una interesante distinción entre empleados felices y empleados altamente motivados. Según Oxford, los empleados felices se sienten a gusto con todos los beneficios que proporciona la compañía; disfrutan de ellos, se sienten satisfechos, desempeñan con corrección su trabajo pero, con el tiempo, se embotan. Los empleados de alto rendimiento, en cambio, tienen una actitud y una serie de competencias que necesitan ser estimuladas de otra forma para poder desarrollarse plenamente. Para estas personas, la felicidad consiste en formar parte de un equipo de primera línea, en afrontar el cúmulo de responsabilidades que esto conlleva, y en trabajar con total libertad y compromiso.

Para convertirse en una empresa de primera línea ningún beneficio que se otorgue mejorará la productividad si no se tienen grandes personas haciendo algo en lo que creen sinceramente. Los beneficios para producir felicidad y satisfacción funcionan como una palanca que consigue un efecto limitado. Las ideas, la responsabilidad, el crecimiento y el compromiso con una tarea superior son motivadores mucho más importantes, y funcionan a largo plazo.

Víctor Feingold
Arquitecto
Director FM & WORKPLACES