El jueves 28 de agosto se llevó a cabo la 3ª jornada de la SLFM con la presencia de Claude Ouimet, Vicepresidente y General Manager para Canadá y América Latina de InterfaceFLOR, empresa líder en la fabricación de alfombras modulares que desde hace varios años se encuentra profundamente comprometida con el esfuerzo de convertirse en una empresa sostenible. Desde su experiencia, Claude Ouimet cree que existen soluciones rentables, creativas y sostenibles para evitar el derroche de los recursos del planeta: estrategias tales como la evaluación del ciclo de vida de los productos y el uso de la biomimética como parámetro de diseño. Apasionado defensor de “el poder de cada uno”, cree que todos nosotros -individuos y empresas- tenemos en nuestras manos la posibilidad de cambiar, de hacer real ese cambio y de ayudar a enfrentar juntos la crisis ambiental global.

El industrialismo se desarrolló en un mundo muy diferente del que vivimos hoy: había menos población, menos bienestar material y abundantes recursos naturales. Este sistema se desarrolló gracias a una gran explotación de los recursos y a una alta generación de residuos, lo cual se basaba en el supuesto de un planeta con recursos infinitos y sumideros ilimitados para los desechos industriales. En la actualidad, este enfoque es arcaico y, de hecho, está poniendo en peligro nuestro propio bienestar. Por esto es necesario un cambio fundamental, un enfoque sostenible.

Como individuos debemos reencontrarnos con nuestra naturaleza y aprovechar lo que nos rodea de manera consciente. Además, como seres inteligentes debemos comprender que existe un límite en nuestro entorno, y que por más que deseemos vivir con comodidad no debemos seguir explotando de manera indiscriminada unos recursos que son limitados. La presión demográfica también es importante para el equilibrio: la población mundial supera hoy los 7.000 millones de habitantes y pareciera que no nos preguntamos si el planeta podrá seguir soportando la manera en la que vivimos

La sostenibilidad, en definitiva, no se relaciona solo con las cosas que hacemos sino también con la manera en la que pensamos. Por eso es imperativo que busquemos la solución en nosotros mismos cambiando nuestra manera de ver las cosas.

Es necesario crear una cultura empresarial que se comprometa con el concepto de sostenibilidad y  con la noción de que el potencial de la empresa es expresión de la capacidad de los individuos que la componen para percibir la realidad emergente y actuar en sintonía con ella. En este sentido, la capacitación de los empleados resulta fundamental para que la empresa pueda convertirse en una corporación verdaderamente sostenible. En consecuencia, los empresarios deben empezar a ser hombres de valores y de liderazgo.

El poder del cambio está en cada uno

Si bien es de suma importancia el rol que juega la sociedad para contribuir a construir un mundo sostenible, la responsabilidad de lograr el cambio hacia una conciencia ecológica recae, principalmente, en el propio individuo. Este debe encontrar el sentido de la “inspiración” y aplicarlo dentro del seno de la familia, de la universidad, de la empresa y de la comunidad, sumando los aportes de cada individuo en un propósito común.
Se trata de aunar la capacidad de pensar y la creatividad de cada uno, con el fin de producir una contribución activa a la solución del problema.

El camino hacia la sostenibilidad

El camino hacia la sostenibilidad comenzó en 1994, cuando un importante cliente de California le preguntó al fundador de InterfaceFLOR, Ray Anderson, qué hacía su empresa por el medio ambiente. Al no saber qué responder, este comenzó a interesarse por ampliar sus conocimientos sobre el tema y tomó conciencia de que todas las actividades industriales provocan un enorme impacto ambiental. A partir de entonces decidió que Interface sería una empresa verde y que solo vendería productos verdes.

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