En la actualidad los niños pasan más del 90% de su tiempo en ambientes interiores: gran parte de ese tiempo, en sus escuelas. En el caso de la doble escolaridad suelen estar hasta un 33% del día en ambientes cerrados escolares. Los padres o tutores esperan que el ambiente escolar sea saludable y sustentable, maximizando así el potencial de aprendizaje de cada niño. En realidad, un aprendizaje integral y efectivo requiere de aulas con características sustentables. Aquí nos enfrentamos a un interrogante: las escuelas actuales, ¿son sustentables?

¿Qué beneficios acompañan a un estudiante dentro de un aula sustentable?

Actualmente, se reconocen en todo el mundo los innumerables beneficios de una buena calidad del aire interior en las escuelas. Estudios realizados en los EE.UU. muestran que las calificaciones y los puntajes de los estudiantes aumentan cuando se mejora la calidad del aire interior. Según otros estudios, más de la mitad del personal académico encuestado consideraba no trabajar más en un establecimiento debido a la pobre calidad del aire interior, citando como problemas principales la humedad, las goteras, los hongos, el bajo confort térmico y la ventilación deficiente.

La responsabilidad de diseñar, construir y operar escuelas debe recaer sobre profesionales capacitados con conocimientos de sustentabilidad edilicia, donde el objetivo principal sea lograr un ambiente que potencie el desarrollo intelectual y minimice los efectos asociados con la baja calidad del aire interior.

Desde el punto de vista de los ambientes interiores, se reconoce desde hace muchos años que la buena calidad del aire interior reduce enfermedades, no solo en los niños, sino también en el staff educativo, con la consecuente reducción de costos operativos como producto de una disminución en el ausentismo laboral.  Una adecuada calidad del aire interior también disminuye los días de enfermedad en los niños. En los padres conlleva, en forma indirecta, un menor ausentismo laboral incrementando la productividad, sin hijos enfermos en sus casas o las de sus abuelos.

¿Existen normativas internacionales de sustentabilidad en escuelas?

En la actualidad existen diversas normas internacionales que apuntan a diseñar, construir y operar escuelas en forma sustentable.

En el Reino Unido se han desarrollado con gran éxito las normas BREEAM (BRE Environmental Assessment Method), un método de evaluación medioambiental de edificios. En el ámbito de operación de edificios existentes se sabe que la herramienta de sustentabilidad edilicia más utilizada en Latinoamérica es LEED (Leadership in Environmental and Energy Design) del U.S. Green Building Council, la cual incluye una certificación específica para centros educativos con varios niveles de reconocimiento tales como edificio "Certificado", con sus siguientes categorías Plata, Oro y Platino. Los puntos claves de la certificación LEED son:

•    La sustentabilidad del sitio donde se encuentra la escuela.
•    El ahorro energético del edifico y la sustentabilidad atmosférica.
•    El uso de materiales de construcción e insumos sustentables.
•    La reducción de consumo energético de la escuela.
•    La calidad del medio ambiente interior.

Tal vez el punto más importante en la categorización es la calidad del medio ambiente interior, con sus tres componentes: la buena calidad de aire interior, la iluminación natural y una adecuada acústica.

(...) La nota completa, en el número impreso