|
Hoy en día las lámparas de bajo consumo, en concreto las lámparas compactas fluorescentes (CFL), están reemplazando progresivamente a las incandescentes convencionales. La luz fluorescente se utiliza desde hace muchos años en tubos fluorescentes de techo sin causar ningún tipo de problema. En Europa, sin embargo, algunas asociaciones de ciudadanos con “fotosensibilidad” han expresado su preocupación sobre las lámparas compactas fluorescentes. En este informe de evaluación del Comité científico para los riesgos sanitarios emergentes y recientemente identificados (CCRSERI) se estudia si las lámparas de bajo consumo pueden agravar los síntomas en personas con ciertas enfermedades.
¿Qué es la luz?
La luz consiste en ondas electromagnéticas visibles para el ojo humano. Además de la luz visible, el sol también emite radiación infrarroja (IR) y ultravioleta (UV). La radiación ultravioleta tiene una carga energética mayor que la luz visible, mientras que la carga de la radiación infrarroja es menor. La atmósfera filtra casi toda la radiación UV de alta energía antes de que esta alcance la superficie de la Tierra.
¿Cómo interaccionan la luz, la radiación infrarroja y la ultravioleta con la piel y los ojos?
La luz es necesaria para la vida en la Tierra e influye de muchas formas en los seres humanos y en otros organismos vivos. Por ejemplo, la interacción de la luz con la piel o los ojos afecta a la percepción del frío y del calor. También ayuda al cuerpo a regular los procesos que llevan a la vigilia y al descanso durante el ciclo del día y la noche, y a lo largo de las estaciones.
Cuando la radiación alcanza la piel o los ojos, puede reflejarse o penetrar el tejido y ser absorbida o esparcida en varias direcciones. Esta interacción depende de la longitud de onda de la radiación.
- La mayor parte de la radiación ultravioleta no penetra más allá de las capas superficiales de la piel. Aunque tiene algunos efectos beneficiosos, como ayudar en la producción de vitamina D, suele considerarse perjudicial, en particular aquella radiación ultravioleta con longitud de onda corta (radiación ultravioleta C), ya que puede dañar las proteínas y el ADN de la piel y los ojos. Algunas personas son especialmente vulnerables a la radiación UV y sufren quemaduras solares, incluso a niveles de exposición extremadamente bajos, o presentan reacciones cutáneas anormales parecidas a las alergias.
- Una radiación de longitud de onda más larga, como la luz visible y la radiación infrarroja, suele ser menos dañina a pesar de que puede aumentar la temperatura del tejido expuesto. La interacción de la luz visible con las células fotosensibles del ojo permite percibir los colores.
¿Cómo funcionan las lámparas fluorescentes?
Las lámparas fluorescentes están formadas por un tubo de cristal que contiene una mezcla de gases de baja presión, como el mercurio. La pared interior del tubo está recubierta con sustancias químicas fluorescentes. Al encender la corriente, los mecanismos de arranque situados a cada extremo de la lámpara producen electrones que estimulan los gases del interior del tubo provocando que liberen radiación ultravioleta (UV).
(...) La nota completa, en el número impreso |