Por Richard Clifton

Las nuevas estructuras empresariales que se derivan de los cambios en los mercados laborales plantean retos y dificultades que pueden suponer una amenaza para las normas de salud y seguridad en el trabajo. Existe el riesgo de que se desarrolle un sistema estratificado, con niveles más altos en algunos sectores e importantes problemas para la salud y la seguridad en los demás.

Los cambios de la organización industrial que han afectado a la estructura de las grandes empresas en los últimos 10 a 20 años -al menos en el Reino Unido- han sido los siguientes:

  • La privatización y la fragmentación de grandes empresas públicas, por ejemplo: compañías ferroviarias, líneas aéreas, compañías de telecomunicaciones, de suministro de agua y parte importante del sector energético.
  • La liberalización de los mercados antes dominados por estas empresas.
  • La reducción del tamaño de grandes organizaciones del sector privado y público -entre ellos los servicios oficiales- para afrontar las presiones de la competencia y alcanzar los objetivos de la política económica del gobierno.
  • Estructuras de gestión más austeras en estas organizaciones, con escasas reservas de capacidad de gestión adicional para responder a situaciones imprevistas y, a menudo, con una tendencia a la reorganización frecuente y a la redefinición del negocio.
  • Concentración de estas organizaciones en las funciones básicas, previa eliminación de las actividades de apoyo, que se incorporan cuando es necesario o se subcontratan.
  • Un aumento proporcional de personal subcontratado, con el consiguiente incremento del número de pequeñas empresas, de empresas subcontratistas y de autónomos que compiten por trabajar en régimen de subcontratación.<
  • Grandes cambios tecnológicos -entre ellos de la tecnología de la información- que permiten a las personas trabajar en lugares alejados de la empresa y el rápido traslado de las operaciones de un país a otro, o la colaboración entre distintos centros que pueden estar ubicados en diferentes regiones del mundo (la globalización de la producción paralela a la globalización de los mercados).
  • Cambios drásticos en la distribución industrial del empleo, con un rápido declive en las áreas de empleo tradicionales, por ejemplo: la industria pesada, la siderurgia, la construcción de automóviles, los puertos, la minería y la agricultura, con un gran aumento del trabajo de oficina, los servicios y las actividades de ocio.
  • Cambios en la forma de trabajar, con mayor demanda de actividad continua durante las 24 horas del día debido a las exigencias del mercado o a la necesidad de estar disponible cuando los mercados operan en el extranjero.

Cambios en la estructura empresarial
Es posible que se esté haciendo mucho ruido en torno a las implicaciones de estos cambios y, sin duda, existen algunas organizaciones que siguen estando estructuradas en gran parte como hace 10 o 20 años. Pero en la mayoría de los sectores económicos, la estructura de las empresas se ha visto significativamente afectada.
Simplificando un poco, se puede caracterizar un modelo tradicional del lugar de trabajo para compararlo con lo que llamo “el modelo empresarial moderno”.

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