El ruido no sólo puede causar sordera, también puede ser un factor que contribuya al estrés laboral. En este artículo se describen algunas medidas que pueden ayudar a reducir el impacto del ruido en las personas que trabajan en oficinas.

“Cuando Reynaldo Zavala se sienta en su escritorio, puede ver el color de la camisa de su compañero de la oficina de al lado. Puede oír con quién habla su vecino por teléfono. Y si su colega tiene que informar a su superior, puede oír toda la conversación. Porque trabajar en Lucent significa trabajar en un entorno moderno y flexible, sin barreras, ni para la vista ni para el oído. Las paredes son de cristal y sólo tienen dos metros de alto. El concepto de la oficina es nuevo y actual, original de EE.UU. ‘Es una auténtica basura’, dice Zavala, el representante de los trabajadores de Lucent” .

Esta cita ilustra perfectamente de qué trata el estrés relacionado con el ruido en las oficinas. La situación descripta es representativa de todos los recientes excesos acústicos en la planificación moderna de oficinas, que pasa por alto las necesidades de los trabajadores, para seguir en su lugar el espíritu del momento de la flexibilidad absoluta, una transparencia mal entendida y una obsesión por el diseño. El hecho de que, en este caso y en muchos otros, se use el ruido blanco para suprimir la audibilidad de las voces de las zonas de trabajo circundantes, relega este tipo de planificación de oficinas al montón de la basura.

Requisitos generales para la planificación profesional de oficinas

Se pueden encontrar oficinas en las que se recoge, recopila, procesa, almacena y transmite información en muchos ámbitos; por ejemplo, en las oficinas administrativas, oficinas de diseño, y oficinas de compra y venta.

Actualmente, la mayor parte del trabajo está asistido por moderna tecnología de comunicaciones, lo que hace que la mayoría de los lugares de trabajos sean puestos con pantallas de visualización (monitores de computadoras, pantallas de vigilancia, etc.).

A medida que el trabajo se vuelve cada vez más exigente, especialmente en lo que respecta a los requisitos mentales para el trabajador, se deben alcanzar inmisiones de sonido menores (niveles de presión sonora en el lugar de trabajo). Por lo tanto, la planificación profesional de oficinas comprende:

• La adquisición de equipos e instalaciones más silenciosos.
• El alcance de bajos niveles de ruido de fondo.
• Una organización del espacio de trabajo que resulte acústicamente favorable.
• El logro de una mayor distancia entre los puestos de trabajo y/o el uso de pantallas acústicas adecuadas en oficinas abiertas.

Al contrario de lo que sucede en las fábricas, por ejemplo, donde lo primordial es evitar las lesiones auditivas, en las oficinas la reducción del nivel de presión sonora no es la única prioridad. Aquí también se debe tomar en consideración la estructura del ruido (sonido), y si deseamos reducir los efectos negativos del ruido sobre la capacidad de concentración y el estrés que esto ocasiona.

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