| El concepto de imagen corporativa ha evolucionado de tal modo que, actualmente, se considera como uno de los principales activos de las empresas; impulsa nuevas formas de abordar la comunicación en cada una de las instancias en las que estas entran en contacto con sus audiencias y proyecta su significado.
“Un hombre jamás es dueño de una idea hasta que puede expresarla con claridad”. Y una marca es una idea que necesita ser expresada.
Las personas no eligen los productos porque sean realmente mejores, sino porque los prefieren. Y los prefieren, porque los representan, los definen y los emocionan. Por lo tanto, cada experiencia que logremos generar con una determinada marca es una oportunidad para transmitir esa idea que nos distingue frente a los otros.
El mobiliario corporativo está llamado a ser una expresión más de las marcas, tan importante en la construcción de identidad como lo son el logo, las estrategias de comunicación y la publicidad.
Un mobiliario corporativo concebido desde la arquitectura y a partir de los rasgos de identidad de la empresa, es una expresión de diseño que puede contribuir a crear mejores y más agradables espacios de trabajo, transmitiendo con sus formas, sus materiales, sus luces y su composición las características esenciales de la marca. Tenemos que convenir que el mueble de oficina dejó de ser un elemento meramente operativo para constituirse en un importante medio de comunicación corporativa.
Espacio y tendencias
La calidad de los espacios que se les ofrecen a las personas en sus lugares de trabajo, ha adquirido una relevancia tan evidente, que no podemos negar la influencia que estos ejercen en la competitividad de las empresas, tanto en términos de eficacia económica, como en la posibilidad de proyectar la identidad corporativa de las marcas.
Cuando observamos y leemos sobre las mejores prácticas organizacionales, la colaboración se destaca como la necesidad número uno, ya que por más independientes que sean las dinámicas entre los miembros de una empresa, hay muchas actividades que requieren ser realizadas en equipo. Por lo tanto, hay que entender cuál es la tarea que desarrollan, cómo lo hacen y, sobre todo, qué los hace felices, para así poder apoyar el trabajo colaborativo. Al mismo tiempo, debemos crear un entorno que transmita información acerca de la empresa, de su trabajo y de sus logros para establecer relaciones positivas que perduren en el tiempo.
El punto de partida para llevar a cabo un proyecto corporativo que satisfaga las necesidades antes mencionadas, además de las de carácter medioambiental, es la investigación de la marca. Es primordial entender quiénes son, qué hacen, qué tipo de cultura tienen y cuál es el ambiente que desean lograr las organizaciones; los clientes siempre van a inclinarse por aquellos profesionales, arquitectos y diseñadores, que comprendan claramente su cultura y su identidad.
Fábrica de conceptos
La evolución del mobiliario corporativo ha permitido que las fábricas de muebles con altos niveles de tecnología, diseño y servicios estén en condiciones de posicionarse como aliados estratégicos de sus clientes al adaptar sus productos y soluciones a las necesidades de cada proyecto. Esta tendencia nos obliga a pensar más allá de las clásicas líneas de muebles para imaginar espacios de trabajo en los que las personas se sientan a gusto, motivadas y, en el mejor de los casos, incrementen su productividad e identificación con la empresa.
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