Existe una sencilla regla que dice que el trabajo debe estar pensado a escala humana y el producto a la medida del usuario. Según escribe el ergonomista y diseñador industrial Gary Davis "la Ergonomía debe ser considerada en el diseño de prácticamente cualquier producto, sistema o entorno…”. En los últimos quince años, y debido al avance de las tecnologías IT, ha surgido una nueva categoría de productos, un nuevo concepto destinado a mejorar la experiencia del uso de la tecnología desde una perspectiva humana y técnica, y que puede transformar un escritorio en una estación de trabajo ergonómica a medida.

De acuerdo con la Ergonomics Society podemos definir la Ergonomía como “la aplicación del conocimiento científico concerniente a los seres humanos al diseño de objetos, sistemas y entornos para uso humano. La Ergonomía está presente en todo aquello que involucre a las personas. Los dispositivos destinados al trabajo, el deporte, el esparcimiento, la salud y la seguridad deberían estar imbuidos de principios ergonómicos, si fueron bien diseñados”. Y de manera sucinta, describe la esencia de la palabra: “la Ergonomía es un enfoque que pone las necesidades y capacidades humanas en el centro del diseño de los sistemas tecnológicos. El objetivo es garantizar que los seres humanos y la tecnología funcionen en total armonía, con el equipo y las tareas alineados con las características humanas”.

Cuando hay algún tipo de uso repetitivo de una herramienta o tarea, es necesario considerar la Ergonomía. El objetivo siempre debe ser reducir la exposición a la incomodidad por lo que, si una tarea es repetitiva, la herramienta utilizada debe estar diseñada de manera que el cuerpo pueda llevarla cabo en una cantidad de maneras diferentes. Existe una sencilla regla que dice que el trabajo debe estar pensado a escala humana y el producto a la medida del usuario. En cuanto a Ergonomía se refiere, el objetivo es maximizar la productividad al mismo tiempo que se reducen la fatiga y el malestar del operario.

A partir de esta descripción bastante amplia, se desprende que la Ergonomía es aplicable a cada ámbito de nuestras vidas, desde conducir un automóvil, ver televisión, usar un teléfono o una computadora, hasta hacer labores de jardinería o cocinar. Pero, ¿qué deberíamos buscar como consumidores de productos o como trabajadores, donde se nos proporciona el equipamiento? La respuesta no es tan sencilla como podría suponerse. La palabra “ergonómico” está a menudo erróneamente asociada con el equipo científico, médico, o similar; pero no hay ninguna razón por la cual los productos ergonómicamente correctos no debieran ser interesantes, ya que pueden lucir modernos o de estilo tradicional. Las mismas reglas que se aplican a los principios de buen diseño también se aplican a una buena Ergonomía: la forma debe seguir a la función.

Por supuesto, algunos productos son más flexibles que otros y pueden diseñarse con acuerdo a las necesidades de la persona que los utiliza. Sin embargo, otros productos tienen su forma más condicionada por lo que hacen, en contraposición a la comodidad del usuario. Por ejemplo, el automóvil y la moto están mucho más condicionados por la necesidad funcional, mientras que un par de tijeras puede ser diseñado con la facilidad de uso como la principal prioridad. El ergonomista y diseñador industrial Gary Davis escribe "la Ergonomía debe ser considerada en el diseño de prácticamente cualquier producto, sistema o entorno. El no hacerlo puede dar lugar a diseños que no se ajustan a las necesidades físicas, psicológicas o sociológicas de los usuarios y tienen pocas probabilidades de éxito comercial”.

Así que la principal consideración no es cómo se ve un producto sino cómo funciona. La silla que resulta más ergonómica para una persona no será la misma para todo el mundo. No hay motivos visuales o estilos que las relacionen.

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