| Los productos y materiales que se utilizan en un edificio tienen un impacto significativo en el medio ambiente; desde la materia prima y la energía utilizadas en su producción, hasta los residuos que generan una vez obsoletos. Aunque la conciencia medioambiental está aumentando, la mayoría de las personas y de las empresas encuentra difícil relacionar sus hábitos de consumo con problemas a gran escala, como es el cuidado del medio ambiente. Para invertir las actuales tendencias, los consumidores deben estar bien informados, dotados de poder y sentir que sus acciones hacen una diferencia. La etiqueta ecológica, o ecoetiqueta, es una forma clara para ayudar a los consumidores, responsables de compras y Facility Managers a tomar decisiones con bajo impacto medioambiental cuando eligen productos y servicios.
Si la sociedad moderna tiene como meta ser sostenible en el largo plazo, debe privilegiar la utilización de aquellos productos que causen el menor impacto ambiental. Encarar la problemática de los aspectos medioambientales en el diseño de productos ha sido exitosamente utilizado para prohibir los refrigeradores y los aerosoles que contienen los productos químicos que destruyen la capa de ozono –tales como los CFC- y reducir el uso de los compuestos orgánicos volátiles (COV) en las pinturas y disolventes. En este mismo sentido existen distintas directivas en algunos países que restringen la utilización de determinadas sustancias peligrosas para reducir al mínimo el impacto medioambiental de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos; así se asegura que los fabricantes no utilicen materiales o componentes que contengan dichas sustancias restringidas.
Sin embargo, aunque la conciencia medioambiental está aumentando, la mayoría de las personas y las empresas encuentra difícil relacionar sus hábitos de consumo con problemas a gran escala, tales como el cuidado del medioambiente. Para invertir las actuales tendencias, los consumidores deben estar bien informados, dotados de poder y sentir que sus acciones hacen una diferencia.
Los consumidores -grandes, pequeños o individuales- deben contar con una mejor y más clara información acerca de los productos que utilizan para que los cambios en sus hábitos de consumo tengan un mayor impacto. Necesitan saber cuáles son los productos con mejor rendimiento, cómo hacer un uso más eficiente de los mismos, y las formas más limpias de deshacerse de ellos.
La etiqueta ecológica, o ecoetiqueta, es una forma clara para ayudar a los consumidores a tomar decisiones con bajo impacto medioambiental cuando eligen productos y servicios que pueden abarcar desde productos de limpieza hasta materiales eléctricos o pinturas.
Los estudios ambientales necesarios para la implementación de un programa de ecoetiquetado están regulados por un conjunto de procedimientos claramente determinados en la normativa ISO. En países de nuestra región, como la Argentina, las iniciativas existentes están orientadas a la certificación de productos primarios para la exportación.
¿Qué es una ecoetiqueta?
Las etiquetas ecológicas o ecoetiquetas son logotipos otorgados por un organismo oficial que indican que el producto que las lleva tiene una baja incidencia medioambiental y que, por lo tanto, es más respetuoso con el entorno que otros productos que desempeñan la misma función. Son de carácter voluntario y, generalmente, cuentan con el soporte del Análisis del Ciclo de Vida del producto.
El objeto de las ecoetiquetas promover la demanda de aquellos productos que tengan un menor impacto ambiental asociado.
(...) La nota completa, en el número impreso
|