El acoso en el trabajo produce graves reacciones emocionales, tales como temor, ansiedad, sentimiento de desamparo, depresión y conmoción. En algunas organizaciones, el acoso incluso puede estar institucionalizado y ser parte de las prácticas de liderazgo y dirección. Además de los valores y las normas que predominan en la cultura organizativa, la calidad del entorno psicosocial del trabajo parece ser una de sus causas más importantes. Lo fundamental es recordar siempre que el acoso en el trabajo es un problema tanto para la salud y la seguridad, como para la dirección de la empresa.

Un gran número de estudios recientes indica que el acoso en el trabajo constituye un problema grave para muchos trabajadores en Europa, pues entre el 8% y el 10% de los trabajadores europeos pueden sufrirlo.
Este fenómeno se da tanto en el sector público como en el privado y tiene como víctimas a hombres y mujeres por igual. Asimismo, los estudios revelan que el acoso en el trabajo es una importante fuente de estrés laboral y puede constituir un problema abrumador y devastador para las personas que lo sufren.

El acoso en el trabajo produce graves reacciones emocionales, tales como temor, ansiedad, sentimiento de desamparo, depresión y conmoción. Al parecer, modifica la percepción que las víctimas tienen de su entorno laboral, transformándolo en un lugar amenazante, peligroso, inseguro y desestabilizador que puede dar lugar a profundos problemas emocionales, psicosomáticos y psiquiátricos.

Sin embargo, el acoso también puede tener importantes efectos negativos sobre la organización. En uno de nuestros estudios, realizado en siete sindicatos noruegos, hasta un 27% de todos los participantes afirmaba que la intimidación reducía la productividad de su grupo de trabajo. Otras consecuencias negativas están relacionadas con el ausentismo, la rotación y una reducción de la motivación y satisfacción laboral entre los compañeros de trabajo de la víctima.

¿Qué es el acoso en el trabajo?
El acoso abarca todas las situaciones en las que una o más personas se sienten sometidas a una conducta negativa por parte de otras personas en el lugar de trabajo durante un determinado tiempo y en una situación en la que, por diversas razones, no son capaces de defenderse contra dichos actos. Por lo general, las víctimas son constantemente objeto de burlas, molestias e insultos y piensan que carecen de recursos para responder con la misma moneda.

Podemos distinguir entre el acoso relacionado con el trabajo, como la imposición de plazos poco razonables, cargas de trabajo insoportables u otros tipos de conductas que dificultan la situación laboral para la víctima, y la intimidación relacionada fundamentalmente con una persona, como las observaciones insultantes, las bromas excesivas, el chismorreo y los rumores, el aislamiento y la exclusión social.

Este tipo de comportamiento puede ser muy común y ser experimentado por la mayoría de los trabajadores de vez en cuando. Como hechos aislados en un clima social positivo, estos actos incluso pueden resultar inofensivos. No obstante, si el receptor considera molesto este comportamiento y éste va dirigido en forma sistemática y constante a una persona en particular, sobre todo en una situación en la que la víctima se siente indefensa ante los actos o las personas que los realizan, dicho comportamiento se convierte en un acto de intimidación.

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