En febrero de 2008, la empresa JBS Swift Argentina inició sus operaciones en su planta de la localidad de Pontevedra. En este predio se construyó la sede corporativa de la compañía y también un Centro de Distribución para el abastecimiento del mercado interno. Buenos Aires Planning tuvo a su cargo el asesoramiento integral del proyecto de relocalización de las oficinas, el cual consistió en trasladar el personal de la planta de la ciudad de Rosario y de las oficinas corporativas del Edificio Laminar, en la zona de Catalinas, a la nueva locación.

El predio contaba con dos edificios existentes de 3000 m2 semi abandonados y emplazados dentro de un gran espacio verde. El objetivo del Master Plan fue interrelacionar estos edificios entre sí y con los aledaños, a fin de lograr un ámbito en el cual la gente pudiera desarrollar sus actividades, con la posibilidad de tener sectores de comedor y recreación.

En este proceso, los equipos de BAP trabajaron en conjunto con el personal de la empresa a fin de integrar ambas culturas corporativas. El Space Planning tuvo un rol fundamental en la estandarización de los espacios y contribuyó a desarrollar un proyecto flexible y organizado.

El acceso al predio de Pontevedra se realiza a través de una gran playa de estacionamiento desde donde se distingue el primer edificio, al que se le realizó un reciclaje de fachada y una plaza seca para unificar la imagen arquitectónica del conjunto. Allí se encuentra la recepción principal de la empresa que fue modificada conservando el mármol travertino en las paredes, y reemplazando el acrílico de las barandas por acero inoxidable para reforzar una imagen más tecnológica. La recepción es pasante y transparente y al atravesarla se llega a un parque central con remate en el segundo edificio de oficinas. Para vincular ambos edificios se proyectó un gran conector abierto de 40 m de largo con un ritmo de columnas diseñadas como costillas metálicas con cubierta de vidrio transparente.

En la fachada del segundo edificio se conservó el ladrillo exterior y se sumaron en el acceso dos placas de revoque texturado. El interior fue concebido con el criterio de planta libre; en el diseño del layout se buscó optimizar la capacidad de guardado para eliminar armarios en los sectores inmediatos a los puestos de trabajo y se colocaron baterías de archivos deslizantes por ala. También se dispusieron máquinas expendedoras de café frente a los baños, generando áreas de servicio bien definidas.

El comedor original de la planta también se reacondicionó; se realizó un nuevo acceso por medio de una escalera metálica de cuatro tramos como envolvente de un tabique central en forma de cinta que constituye su estructura vertebral. La adecuación del comedor se desarrolló en tres etapas: se cambiaron los solados y se modificaron los cielorrasos, se acondicionó el espacio con sistemas de refrigeración y se amplió la capacidad de comensales con la modificación de los flujos de abastecimiento, por tratarse de un sistema de auto servicio. Desde el punto de vista estético se buscó claridad y limpieza visual: todo el espacio es blanco y se utilizó el rojo corporativo de Swift en las sillas. Se diseñaron platos colgantes circulares con iluminación diferenciada en los cielorrasos, y se pintaron en color rojo y dos tonos de gris. También, se recicló el comedor VIP con detalles de mobiliario en madera de Maple, lustre natural.

Como etapa final se diseñó un edificio de recreación con un sector de servicios médicos, proveeduría, bancos, gimnasio, vestuarios y un SUM de 4.50 m de alto con cubierta de vidrio que vincula el exterior con el interior. Y como símbolo de fusión entre ambas empresas se proyectó un sector con dos parrillas, una tipo “espeto” y otra típicamente argentina.

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