Con el objetivo de proteger la vida de los pacientes y del personal médico y operativo, es vital contar con instalaciones eléctricas diseñadas y construidas de acuerdo con normas adecuadas. Es habitual que en cada país existan reglamentaciones alrededor de las buenas prácticas en Ingeniería, así como también existen normas y recomendaciones internacionales a tener en cuenta; tal es el caso de la Comisión Electrotécnica Internacional o IEC. Alguna de estas normas considera la instalación de un Sistema de Distribución Aislado (IT) para áreas de atención a pacientes donde no puede permitirse interrumpir o aplazar un procedimiento por una primera falla o caída del suministro eléctrico.
En esta segunda entrega veremos cómo el sistema IT mejora la confiabilidad de la instalación eléctrica al mismo tiempo que reduce y detecta la circulación de corrientes de fuga.


A los efectos de lograr un abastecimiento seguro y continuo, aunque ocurra una primera falla, las salas del grupo 2 -descriptas en la entrega anterior- deben ser alimentadas con Sistemas Aislados de Tierra (IT) para el entorno del paciente y equipos asociados al tratamiento.

Otros equipos tales como computadoras, máquinas de limpieza, etc., no deben ser conectados a la red IT. Estos equipos deben estar fuera del área del paciente, la cual se define por una altura de 2,5 m desde el piso y una poligonal horizontal ubicada a 1,5 m del perímetro de la cama o mesa de operaciones.

En el caso de quirófanos es usual que se utilicen equipos de música u ordenadores portátiles. Estos equipos no deben conectarse a la red IT, dado que agregan capacidades al sistema.

En el caso de las computadoras, éstas tienen fuente de alimentación conmutada que incluye capacidades a tierra: estas capacidades son detectadas por el sistema IT e interpretadas como primera falla, lo cual es correcto, pero una segunda falla en la otra rama del sistema puede afectar a las personas y equipos de alta sensibilidad.

Sistemas Aislados de Tierra (IT)
El sistema IT está compuesto básicamente por estos elementos: el transformador de aislación, el monitor permanente de impedancia, las unidades repetidoras de monitoreo y el sistema equipotencial. Está diseñado para un funcionamiento continuo con servicio no interrumpible por la primera falla o por sobrecargas. En estos casos una alarma indica la falla pero no se interrumpe el servicio. El transformador de aislación es un transformador separador que logra una tensión secundaria aislada de tierra. La potencia asignada es a requerimiento. Parte desde los 3,1 kVA y llega hasta los 8 kVA. Potencias menores no generan valores de cortocircuito mínimos para el accionamiento de las protecciones magnéticas y potencias mayores poseen valores de fuga inaceptables para este tipo de equipos. La totalidad del sistema tiene que tener una capacidad mínima para limitar las corrientes de fuga. Hay que tener especial cuidado de colocar los transformadores lo más cerca posible de los consumos para disminuir la capacidad parásita de los conductores que alimentan los tomacorrientes.

El efecto indeseado de los transformadores en general, y de estos en particular, es el flujo de dispersión. Este es el flujo que surge de los devanados primarios y secundarios y que no es común a ambos.

Este flujo disperso afecta el normal funcionamiento de los equipos sensibles que existen en las salas del grupo 2. Además, genera inducciones sobre los conductores de los equipos aplicados al paciente.

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