Si bien a esta altura ya estamos muy familiarizados con el uso de la energía eléctrica y tenemos conciencia (aunque sea mínimamente) de los peligros que implica el uso de aparatos eléctricos, todavía es muy frecuente observar instalaciones eléctricas defectuosas, mal diseñadas, mal ejecutadas, sin puesta a tierra ni equipotencialización, y con protecciones inadecuadas o vetustas. Estadísticamente, más del 40 % de los incendios se producen por fallas en las instalaciones y equipos eléctricos con las consiguientes secuelas para las personas y los bienes. Y esto, que es común en instalaciones eléctricas de viviendas, locales comerciales, fábricas, hoteles, supermercados, cines, restoranes, oficinas, colegios, etc., es particularmente peligroso en establecimientos de salud. En esta primera entrega trataremos de comprender los efectos que produce la corriente eléctrica sobre el cuerpo humano cuando sus valores se tornan peligrosos, y las características particulares del ámbito hospitalario.

El presente trabajo surge de la necesidad de concientizar a las personas con responsabilidad y competencia sobre el sistema eléctrico en ambientes hospitalarios. Debe haber una coordinación entre el diseño, los materiales a emplear, la ejecución, el uso y el mantenimiento de las instalaciones eléctricas especiales -en nuestro caso las hospitalarias- dado que la falta de coordinación debilita la instalación y aumenta su vulnerabilidad, perjudicando de esta manera la continuidad del servicio.
También existen normas y reglamentaciones que indican la forma en que deben ser realizadas las instalaciones según su destino y su uso, las cuales, independientemente de su origen y de su aplicabilidad legal, deben cumplirse. En esta primera parte trataremos de comprender los efectos que produce la corriente eléctrica sobre el cuerpo humano cuando sus valores se tornan peligrosos, y cuáles son las circunstancias que se deben tener en cuenta en el ámbito hospitalario.

Los efectos de la corriente eléctrica sobre el cuerpo humano
Para que la corriente eléctrica produzca efectos en el cuerpo humano es necesario que la persona forme parte del circuito eléctrico por medio de dos o más puntos de contacto y que exista una diferencia de potencial entre, por lo menos, dos de dichos puntos. En general se dice que ocurre macroshock cuando los puntos mencionados pertenecen a la superficie corporal, donde sólo una fracción de la corriente pasa por el corazón.
Una situación completamente distinta se verifica cuando el individuo tiene un catéter, electrodo u otro elemento metálico conectado al corazón o al torrente sanguíneo, donde una corriente de pocos micro amperes puede ocasionar graves daños para el paciente.
La impedancia total del cuerpo (la oposición que presenta el cuerpo al paso de la corriente) está formada por la impedancia del medio interno más la impedancia de la piel. La del medio interno es del orden de los 500 Ohms, mientras que la de la piel (epidermis) es variable debido a diferentes circunstancias tales como la humedad, la transpiración, etc.

Los efectos de la corriente eléctrica también varían por otros factores: la magnitud de la densidad de la corriente en juego, el tiempo de contacto y la frecuencia de la corriente. En este caso se considerará solamente la frecuencia de red, es decir 50 hertzios, mencionando solamente que a frecuencias superiores la impedancia del cuerpo es menor.
Tampoco es pareja la impedancia en todos los individuos. Tomando una muestra de individuos de entre 70 y 80 kilogramos de peso, sin diferenciación de sexo, se encontró que para corriente alterna de 50 Hz y 220 voltios, el 45% de los evaluados presentó una impedancia de 1.000 ohm; el 50% tuvo una impedancia de 1.350 ohm y el 5%, de 2.125 ohm. También debe tenerse en cuenta que hay alguna diferencia entre hombres y mujeres, presentando estas últimas valores más bajos de impedancia.

(...) La nota completa, en el número impreso