| A principios de 1995, el KBC Bank & Insurance Group concretó el traslado de 1100 empleados a sus nuevas oficinas en Bruselas. El edificio contaba con nuevo equipamiento e infraestructura, aunque la mayor parte del equipamiento informático era el mismo con el que contaba en el viejo edificio. En el mes de junio, un número de trabajadoras fue diagnosticada con Síndrome de Lipoatrofia Semicircular; seis meses más tarde 135 personas habían desarrollado la enfermedad y luego de diez años el número de casos había ascendido a 900.
El Síndrome de Lipoatrofia Semicircular fue observado por primera vez en el año 1974 y también se ha registrado en otros países. Tal es el caso de la empresa Gas Natural en Barcelona, donde en febrero de 2007, el personal, que llevaba 3 meses en las nuevas instalaciones de la compañía, observó la aparición de los primeros síntomas.
La enfermedad, que parece afectar casi exclusivamente al personal administrativo que trabaja con equipos informáticos, tiene una etiología esquiva, aunque las investigaciones apuntan a varios posibles candidatos al dudoso honor de ser la causa de este mal.
¿Qué es la Lipoatrofia Semicircular?
La Lipoatrofia Semicircular es una lesión rara caracterizada por una depresión semicircular que aparece en la parte anterior o anterolateral del muslo, de carácter unilateral o bilateral, y es más frecuente en las mujeres que en los hombres. La altura de las lesiones se encuentra, por lo general, a unos 72 cm del piso, la cual coincide con la altura estándar de las mesas de trabajo. La lesión suele ser horizontal, con una anchura de 2 a 4 cm y sin alteraciones en la piel. Las características histopatológicas son inespecíficas y muestran una inflamación de los vasos sanguíneos con una pérdida parcial o completa de tejido adiposo que es reemplazado por colágeno. No causa dolor ni requiere tratamiento médico y es reversible en un período que oscila entre los 9 meses y los 4 años tras eliminar la exposición.
La causa de la Lipoatrofia Semicircular es desconocida, aunque se tiene la certeza de que debe de estar relacionada con algún factor presente en el ambiente laboral, ya que las lesiones aparecen al poco tiempo de estar expuesto a un nuevo ambiente y desaparecen al dejar de frecuentarlo por un período de tiempo.
La hipótesis más aceptada hasta ahora ha sido la que relaciona la lesión con microtraumas repetidos, como los producidos por la presión contra las sillas, los tableros de hierro, los lavabos y los bordes de las mesas de trabajo.
Tras numerosos años de investigación, el servicio de prevención de riesgos laborales del KBC Bank & Insurance Group ha barajado una hipótesis que relaciona la Lipoatrofia Semicircular con las descargas de electricidad estática. Se llevaron a cabo estudios para determinar los valores de los campos electromagnéticos, se conectaron a tierra tanto los conductos como las estaciones de trabajo, se aislaron los cables de todo el equipamiento de voz, datos y electricidad. Estas intervenciones, destinadas a reducir la electricidad estática, se asociaron a una moderada disminución de la incidencia (60 o 70 personas por año). Finalmente, en el año 2006, tras cambiar los bordes de 2.000 mesas por otros más amplios, sólo se detectaron 2 nuevos casos. La experiencia en una de las empresas afectadas en Barcelona apoya la efectividad de este tipo de intervenciones, ya que desde su puesta en marcha se está observando una reducción de la incidencia (y entre mayo y agosto de 2007 el 60% de los casos se ha curado).
Otro de los factores destacables que salió a la luz en esta investigación fue la detección de bajos niveles de humedad relativa ambiente (40%) en el aire interior.
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