| En la anterior entrega vimos que la principal causa de las descargas electrostáticas se debe al contacto y separación reiterada de dos superficies con distintas cargas eléctricas. ¿Qué ocurre cuando un cuerpo cargado eléctricamente es colocado cerca de un objeto con características de conductividad? Las cargas en las telas, los revestimientos y las superficies aislantes se separan, la carga se acumula y en cualquier momento surge la chispa. Inocua para las personas, la impredecible electricidad estática, sin embargo, puede causar daños importantes en equipos electrónicos. En esta segunda entrega abordaremos las estrategias para evitarla.
En la primera parte de esta nota tratamos sobre el comportamiento de los materiales y las molestias provocadas en las personas por la generación de cargas electrostáticas. Vimos que cuando la resistencia de descarga a tierra de los materiales supera los 109 ohm, es esperable la generación de carga eléctrica en las personas u objetos que se desplazan sobre la superficie. A veces, si el material del piso es identificado como la fuente del problema, algunas áreas pueden ser reemplazadas o cubiertas para generar menor carga y poseer una menor resistencia a tierra. En algunos casos se puede agregar un felpudo disipador puesto a tierra.
Desafortunadamente, la modificación de la cubierta del piso por sí sola no garantiza prevenir la generación de carga eléctrica, especialmente en un ambiente en condiciones de baja humedad relativa (menos del 40%), y es razonable investigar la posibilidad de aumentar la humedad artificialmente. Un rango óptimo sería entre 50 % y 60%. Aumentando la humedad ambiente las superficies de las suelas de los calzados y de las alfombras se hacen ligeramente conductoras, de forma tal que las cargas separadas pueden recombinarse instantáneamente. Usualmente toda la “electricidad estática” desaparece cuando la humedad relativa supera el 60%.
También se puede aplicar un aerosol antiestático sobre el piso. Esto produce el mismo efecto que aumentar la humedad. Los líquidos antiestáticos no son mágicos, simplemente hacen las superficies ligeramente conductoras de tal forma que se acelera la recombinación de cargas. Un líquido antiestático económico puede fabricarse mezclando una cucharadita de té de suavizante para telas en un cuarto litro de agua.
También pueden utilizarse ionizadores de polaridad equilibrada (forman tanto iones positivos como negativos) para descargar los cuerpos y así eliminar las chispas.
A veces se recomienda la utilización de carpetas o pequeñas alfombras conductivas, pero éstas no funcionan si la superficie del piso debajo de la alfombra es de madera, plástico u otro buen aislante; deben, por lo tanto, ser conectadas a tierra.
Los mismos factores son los que comandan la generación de cargas eléctricas y la disipación de las mismas. Nuevamente, las fibras sintéticas aislantes son factores comunes, pero las fibras naturales como la lana también pueden serlo. Una persona usando un sweater de lana sentada sobre una silla de fibra sintética puede cargarse con una alta tensión al abandonar la silla.
A menudo, las más desafiantes y estresantes decisiones que los proyectistas encuentran en el curso del diseño de un programa de primera clase de descarga electrostática (ESD), involucran la selección del piso disipativo de las cargas eléctricas.
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