|
La escasez de combustibles, el crecimiento poblacional e industrial y la crisis en el suministro eléctrico han puesto sobre el tapete la temática del uso racional de la energía. Es por esto que, proteger nuestro negocio de las amenazas de interrupciones eléctricas es un punto clave para asegurar una continuidad de servicio permanente.
El Facility Manager debe considerar varios factores referidos a la administración, optimización, prestación y calidad de la energía. Para ello, debe trabajar en el análisis y la toma de decisión con respecto a varios aspectos tales como la administración de las bases de datos de consumo de energía, la optimización del uso de las instalaciones con el consecuente ahorro, el análisis de cómo nos afecta la crisis energética, la evaluación del mejor sistema para las instalaciones de manera de asegurar la calidad y disponibilidad de energía.
El mencionado análisis deberá contemplar las variables de diseño y el conocimiento de si se deben realizar instalaciones nuevas, o bien trabajar sobre las instalaciones existentes. En función de ello, se deberá determinar el beneficio (ahorro y calidad) vs. la inversión.
Administración de las bases de datos
Como primera medida debemos mantener nuestra base de datos actualizada cada vez que recibimos la factura de servicios. Para ello, podemos cargar en una planilla de cálculos o un software de gestión de energía, todas las variables de gastos y consumos, y simular lo que ocurrirá en el próximo período.
Esto nos permitirá identificar varias cuestiones: a) si la tarifa que tenemos establecida es la correcta; b) si la potencia contratada para distintas bandas horarias (si correspondiera dependiendo de la tarifa) es la adecuada o debemos recontratar otro valor y en qué momento; c) si cumplimos con los requerimientos del contrato y reglamento de suministro; d) si las penalizaciones e impuestos son cobrados correctamente; e) si conviene contratar en el mercado eléctrico mayorista, entre otras.
Este análisis no sólo nos sirve para hacer las cosas bien, sino que además es útil para identificar las posibilidades de ahorro y generar, nosotros mismos, nuestras propias alertas.
Optimización y ahorros
Debemos encontrar el equilibrio justo entre el ahorro, la optimización y la calidad del servicio. A veces estamos condicionados por las medidas que se establecen a raíz de la crisis energética, pero debemos distinguir cuáles son las mejores decisiones con respecto al uso racional de la energía y la caída en la calidad del servicio con respecto al confort, los horarios de trabajo, etc.
En lo que se refiere a edificios de oficinas, y más allá de los consejos domésticos, debemos hacer distintos análisis a la hora de establecer ahorros para evitar que estos traigan consecuencias, como puede ser una baja calidad del servicio y el confort, o bien que impidan el normal desarrollo de las tareas laborales.
Como primera medida, necesitamos establecer un orden de prioridades para establecer la mejor ecuación “ahorro versus inversión”, y tratar de ponderar el posible perjuicio que esto significa, intentando valorar en términos económicos todo cuanto sea posible.
Debemos establecer claramente las pautas de análisis -durante un período de un año como mínimo- para determinar y dimensionar las deficiencias en el servicio que se le presta al usuario interno y, si existieran, los perjuicios causados a los clientes de nuestro negocio.
(...) La nota completa, en el número impreso |