| El uso del PVC ha sido frecuentemente cuestionado debido a las propiedades altamente contaminantes que se le atribuyen, tanto al producto terminado como al proceso de fabricación y su posterior desecho. Una gran cantidad de opiniones científicas, técnicas y económicas divergentes se han hecho sentir sobre la cuestión del PVC y sus efectos sobre la salud humana y el medio ambiente. Defensores y detractores se han esforzado en demostrar la veracidad de sus dichos y, en el camino, el PVC se ha convertido en uno de los materiales más estudiados en cuanto a impacto ambiental se refiere.
En el número 31 de Facility Magazine publicamos un informe destacando los inconvenientes de su uso en la construcción. En este artículo, en cambio, les ofrecemos un resumen sobre los mitos en relación con este material. El objetivo es que, con el debate entre todos, podamos encontrar soluciones en forma racional, inteligente, técnica, con argumentos y justificaciones científicas, y acciones positivas.
1. EL PVC CONTAMINA GRAVEMENTE EL MEDIOAMBIENTE Y AFECTA A LA SALUD
En esta afirmación, el concepto que se maneja es el de peligro, que es cualitativo y no cuantitativo como sería el de riesgo. Este último es el concepto técnico o científico que incluye a la cantidad, y es el único que puede ser manejado por el hombre dentro del esquema de Desarrollo Sostenible.
Ambos conceptos, el de peligro y el de riesgo, quedan englobados dentro de la siguiente relación:
Peligro x Exposición = Riesgo
El peligro es algo intrínseco o inherente a un material, a una acción o a un proceso. Por ejemplo: el gas natural, el agua, el fuego, la nafta, el cloro, algunos medicamentos, el transporte, etc., son peligrosos.
La exposición es el término que denota la magnitud y da una noción de cantidad.
El riesgo es el resultado de la combinación de los dos términos anteriores y da una medida de en qué cantidad puede estar afectado el peligro enunciado. Por ejemplo: si bien el gas natural es tóxico e inflamable por sus propiedades intrínsecas, si yo no estoy expuesto a él o no lo utilizo (es decir, que el término exposición es nulo), no corro ningún riesgo de intoxicarme, ni de que se prenda fuego; pero como el gas natural lo necesito para cocinar, para calefaccionar, para fabricar innumerables artículos imprescindibles, puedo disminuir el riesgo enormemente tomando una serie de precauciones y controles que disminuyan el factor exposición. De esta forma podemos dar ejemplos de todos los peligros enunciados, es más, se puede decir que toda actividad humana está ligada a uno o más peligros, sin que ello implique decir que estamos continuamente expuestos a grandes riesgos.
Paracelsus (1493-1541) afirmaba: “Todas las sustancias son venenosas, no existe ninguna que no lo sea. La debida dosis determina un veneno y un remedio”. En nuestros días, podríamos interpretar esta afirmación como: los productos no son ni buenos ni malos, depende de cómo se utilicen.
2. EL PVC ES UN COCKTAIL DE TÓXICOS
El PVC, para su transformación en artículos finales, debe ser aditivado. Esto permite otorgarle una de sus más destacadas propiedades: la versatilidad. De esta manera se pueden obtener piezas totalmente rígidas o muy flexibles; opacas o transparentes; coloreadas, incoloras y cristalinas; compactas o espumadas. Además, puede ser utilizado en todas las tecnologías de transformación conocidas. Debemos tener en cuenta que todos los plásticos son aditivados, o pueden serlo. Y no sólo los plásticos -entre ellos el PVC-, sino que prácticamente todos los materiales sufren algún proceso para poder ser utilizados en su destino final.
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