Con la evolución permanente de la tecnología, fenómenos que en el pasado eran curiosidades de la física, o que causaban trastornos menores a las personas, se han transformado en un riesgo de daño para los equipos informáticos, fundamentalmente durante el proceso de fabricación y montaje de componentes electrónicos. El presente artículo tiene por objeto presentar en forma ordenada los antecedentes existentes sobre las causas y las formas de prevención y mitigación de los efectos de las descargas electrostáticas tratadas por distintos autores con el agregado de los comentarios y las conclusiones derivados de la propia experiencia. En esta primera entrega trataremos las molestias provocadas en las personas por la generación de cargas electrostáticas.

La generación de carga electrostática en las personas y en los equipos se puede desencadenar por acciones tan simples como el caminar o retirar un componente de su envoltorio. También pueden generar cargas electrostáticas los líquidos, los gases, los polvos o los gránulos que se muevan por conductos aislantes.
Cuando se habla de avances tecnológicos no solamente se hace referencia a los componentes electrónicos, sino también a los revestimientos de los pisos y los calzados, a los tapizados y al diseño.

En primer término trataremos las molestias provocadas en las personas por la generación de cargas electrostáticas. Hemos de aclarar, para tranquilidad de todos, que no hay evidencia de que la carga electrostática sea origen de enfermedades o riesgos para la salud. Las Descargas Electrostáticas (ESD) son dolorosas, molestas, y crean irritación emocional. Lo que puede dar lugar a accidentes son los movimientos violentos provocados por el dolor y la sorpresa de la descarga.

A menudo, las personas se cargan de electricidad estática y esta última puede alcanzar niveles tales que den lugar a descargas desagradables. Una baja humedad relativa del aire incrementa la probabilidad de carga estática. En época invernal, con sistemas de calefacción y -en la mayoría de los casos- sin posibilidad de humidificación del aire, la humedad relativa del ambiente baja mucho y la probabilidad de que el fenómeno suceda se incrementa.

Una de las formas más comunes por las que una persona puede cargarse de electricidad estática es la acción de caminar, o de sentarse y pararse de sillas o sillones tapizados. Esto se debe a la separación de las cargas eléctricas generadas por los repetidos contactos y separaciones entre superficies aislantes.

No es necesario frotar o arrastrar los pies para cargar electrostáticamente el cuerpo. La necesidad de fricción es un supuesto muy extendido, pero equivocado. Mientras que sí es cierto que la fricción puede incrementar el proceso de separación de las cargas, la fricción no es su causa. Siempre que dos superficies aislantes se tocan, en las dos caras son separadas cargas opuestas. El simple hecho de caminar sobre ciertas alfombras o pisos plásticos hará que las suelas de nuestro calzado toquen materiales diferentes sobre la alfombra. Esto es suficiente para separar las cargas negativas de las positivas y provocar la acumulación de cargas desequilibradas en la parte inferior de la suela del calzado.

Las cargas en las telas, los revestimientos y las superficies aislantes se separan en positivas y negativas cuando dos materiales diferentes hacen y deshacen su contacto. Esto ocurre con regularidad entre la suela del calzado y el material del piso durante la acción de caminar. Las cargas tratan de disiparse y recombinarse lo más rápido posible, pero para que esto ocurra deben poder moverse más o menos libremente hasta encontrar la carga de signo opuesto y anularse.

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