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Todos los años, durante el mes de junio, se realiza en Chicago la feria de la industria de muebles y productos corporativos, Neocon.
El Marchadise Mart, lugar donde se desarrolla el evento, no es un centro de exposiciones sino un centro comercial donde las principales empresas del ramo tienen sus showrooms permanentes. Por este motivo, las instalaciones son poco habituales para una feria de sólo tres días, tanto en tamaño como en calidad. La contracara de esta ventaja es la pesadilla de tener que trasladarse por un edificio que no está preparado para acoger a la gran ola de visitantes que recorren ávidos la feria. De manera que, si piensan ir el año próximo, prepárense para largas esperas en los ascensores y pasillos atestados de gente.
Entre las conferencias y los compromisos comerciales y sociales, quedó un tiempo para recorrer la feria.
Entre lo que pude ver, Steelcase puso su foco en las áreas de encuentro y reunión de las oficinas, integrando el mobiliario con la tecnología multimedia. Toda una tendencia en modalidad de trabajo.
Haworth se esforzó por demostrar de qué manera casi todas sus líneas se pueden integrar unas con otras, lo cual otorga a su producto una gran facilidad de reconversión y complementariedad.
Teknion, en cuya política de diseño no hay una pretensión de ser vanguardista, exhibió un showroom muy actual, con una sólida línea de productos.
No vi en Knoll ni en Herman Miller nada nuevo, salvo su tradicional solvencia.
La tendencia fue, en general, la desaparición -o la reducción de su uso hasta su mínima expresión- del clásico panel. El cubículo, en vías de extinción, se reemplaza por áreas delimitadas por muebles de guardado y pantallas livianas. La irrupción de los monitores planos le ha puesto fecha de caducidad al módulo esquinero, que ha sido reemplazado por tapas rectas poco profundas.
Hubo algunas firmas presentando tabiquería piso-techo en la que la ausencia de particiones verticales, con el cristal sin solución de continuidad, y puertas también transparentes y corredizas, entregaban una imagen limpia y mínima.
El verde fue el color ineludible de la feria. Si usted no es ecológico o sustentable, está afuera. Nadie podría estar en contra de estos principios tan altruistas, que llegan un poco tarde pero que son bienvenidos. Aunque, en esta movida, también hay algo de barrera para-arancelaria de la industria norteamericana para con los productos “baratos” de Oriente.
Y, si nada de todo esto promueve su interés, un paseo por la magnífica Chicago bien vale la visita.
Víctor Feingold
Arquitecto
Director FM |