El trabajador promedio pasa, aproximadamente, 2.000 horas al año en el lugar de trabajo. No es de extrañar que todas estas horas tengan sus consecuencias. La exposición a condiciones de trabajo adversas puede resultar en dolores momentáneos o lesiones a largo plazo. Asimismo, ambientes de trabajo mal diseñados contribuyen a una menor eficiencia y producción, pérdida de ingresos, un mayor número de reclamos médicos e incapacidades permanentes. La ergonomía aplicada al entorno laboral puede ayudar a remediar las condiciones que causan trastornos y lesiones ocupacionales.

El objetivo de la ergonomía es diseñar el lugar de trabajo de manera tal que se adecue a las capacidades humanas para impedir problemas tales como lesiones. A continuación, examinaremos varios de los factores de riesgo que afectan a los empleados, al igual que algunas soluciones que se pueden utilizar para eliminar o reducir esas condiciones.

Quizás, la lesión sufrida en el lugar de trabajo de la que más se ha hablado en la última década es el síndrome de túnel carpiano y las lesiones relacionadas de la muñeca y la mano. Aunque las máquinas de escribir han sido utilizadas por más de 100 años en las oficinas, la masividad en el uso de la computadora ha dado lugar a una generación que corre más riesgo de sufrir tales lesiones.

El síndrome de túnel carpiano y sus compañeros (la tendinitis, el dedo de gatillo, la vibración de la mano y el brazo, la enfermedad de Quervain y la mialgia) son parte de un grupo de enfermedades conocidas como trastornos de trauma acumulativo (TTA). Los TTA son una familia de trastornos de los músculos, tendones y nervios que son causados, acelerados o agravados por movimientos repetitivos del cuerpo, sobre todo cuando también están presentes posturas incómodas, grandes esfuerzos, esfuerzos de contacto, vibración, o exposición al frío.
Aunque existe una relación entre los TTA y los trabajos de oficina asociados con la computadora, hay muchos trabajadores que hacen trabajo repetitivo de otra naturaleza que también pueden correr el riesgo de sufrir estas lesiones.

¿Qué no son los TTA?
En primer lugar, los trastornos de trauma acumulativo no son fatiga. La fatiga es clasificada como el cansancio; la incomodidad que sigue al esfuerzo físico y que desaparece pocos minutos u horas después de que cesa la actividad. Las tareas repetidas y prolongadas que podrían causar problemas a largo plazo, casi siempre causan fatiga. Aunque el estar fatigado por realizar ciertas tareas en el trabajo ciertamente afecta el desempeño en el trabajo y en la vida cotidiana (e, incluso, puede causar dolor), la fatiga no es considerada un problema médico serio. Como regla general, los síntomas que persisten después de una noche de descanso o interfieren significativamente con el trabajo o las actividades cotidianas indican algo más serio que la fatiga.

¿Cómo ocurren los TTA?

Las manos y las muñecas están integradas por una red compleja de nervios, huesos, tendones y fluidos. A medida que pasa el tiempo, ciertas actividades en el trabajo pueden aumentar la presión de los fluidos alrededor de los nervios. Esto puede causar compresión y, finalmente, daños a los nervios. Los nervios también pueden ser lastimados por tendones inflamados que presionan sobre ellos. El síndrome de túnel carpiano es un ejemplo común de esto: el nervio en el medio de la muñeca se comprime y finalmente se lesiona. Una de las causas principales de este trastorno es el trabajo repetido o prolongado, en el cual es necesario aplicar mucha fuerza o utilizar la muñeca doblada o extendida. Los conductores de camiones que aferran un volante que vibra todo el día también pueden sufrir este trastorno doloroso.

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